En su afán por atraer inversiones chinas —como una posible planta de vehículos eléctricos—, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se muestra como un socio más próximo a los intereses de Pekín que a los del bloque europeo.
“Estamos bien situados para navegar las incertidumbres”, proclama la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Los analistas intuyen una pausa en la bajada de tipos en la reunión de julio.