01Dec

La clave a corto plazo estribará en si la tendencia hacia un mundo más fragmentado se acelerará o si, para compensar el aumento de las restricciones en el comercio con EEUU, se avanzará en la búsqueda de nuevos acuerdos entre aliados comerciales naturales (UE, ASEAN, Canadá, Australia, etc.).

Miguel Ángel Valero

La economía mundial se adentra en 2026 con notables muestras de resiliencia tras la incertidumbre de 2025, pero también con grandes tendencias de fondo que plantean nuevos retos, advierte el último informe de CaixaBank Research. Fenómenos como la geoeconomía de un mundo más fragmentado, el auge de la inteligencia artificial o la necesidad de acelerar la transición verde marcarán el paso del nuevo año. Al mismo tiempo, la deuda pública ha aumentado de forma generalizada en la última década y alcanza niveles históricos en muchas economías, lo que enciende alertas sobre la sostenibilidad fiscal y crea un dilema para Europa: retornar a la disciplina presupuestaria sin renunciar a inversiones estratégicas clave 

José Ramón Díez añade: "Aunque parezca mentira, ya han pasado 12 vertiginosos meses desde la victoria de Trump en las elecciones presidenciales americanas". Destaca que "tanto la actividad internacional como la española han vuelto a mostrar en este ejercicio una elevada resiliencia para superar el ruido y la incertidumbre causados por la utilización del comercio o las finanzas como instrumentos al servicio de la política. Y ello ha sucedido en un contexto en el que, como en 2023 y 2024, las previsiones han ido mejorando a lo largo del año gracias a la reducción de la incertidumbre comercial, a la existencia de unas favorables condiciones financieras y a la capacidad y flexibilidad de los agentes económicos para adaptar sus decisiones de consumo e inversión a un entorno complejo".

De cara a 2026, la geopolítica seguirá ejerciendo un papel fundamental, teniendo en cuenta el reordenamiento del proceso de globalización en el que está inmersa la economía internacional desde la pandemia. Además de la evolución de los conflictos bélicos activos, la clave a corto plazo estribará en si la tendencia hacia un mundo más fragmentado se acelerará o, para compensar el aumento de las restricciones en el comercio con EEUU, se avanzará en la búsqueda de nuevos acuerdos entre aliados comerciales naturales (UE, ASEAN, Canadá, Australia, etc.). 

"Es algo que no debería ser incompatible con la continuidad del proceso generalizado de búsqueda de autonomía estratégica. En este sentido, para Europa, la clave en 2026 será cómo conciliar el deseo de reducir la dependencia externa (industrial, defensa…) con la sostenibilidad de la deuda pública", apunta.

Un reto de gran complejidad, marcado por las tensiones entre disciplina fiscal, inversiones necesarias (el BCE ha elevado las estimaciones del informe Draghi a 1,2 billones€ entre inversión pública y privada) y exigencias geopolíticas. Este dilema fiscal europeo solo se podrá solventar con una combinación de un mayor crecimiento potencial, una mayor eficiencia del gasto público y mayor flexibilidad en reglas fiscales. Países como Bélgica o Francia ya están en el disparadero por unas inercias fiscales de difícil reversión que se están reflejando en el realineamiento de las primas de riesgo en Europa.

No obstante, la clave de la estabilidad del escenario económico y financiero estriba en cómo termine de perfilarse la relación comercial entre China y EEUU, que afectará a los dos sectores claves para el desarrollo de la IA (tierras raras y microchips) en los que existe dependencia mutua. 

La IA aportará crecimiento y productividad, "pero no sabemos cuánto"

Un equilibrio óptimo permitiría mantener las inercias positivas de la inversión en IA sobre el crecimiento a corto plazo (especialmente visibles en EEUU) y aumentar la probabilidad de que este proceso de innovación termine manifestándose en productividad y crecimiento potencial a medio plazo, compensando los efectos negativos de la demografía y la fragmentación económica. De hecho, la IA es un ejemplo de incertidumbre positiva, pues "anticipamos mayor crecimiento y productividad gracias a ella, pero no sabemos con certeza cuánto". 

La clave, por tanto, es si se terminará rentabilizando todo el esfuerzo inversor, fundamental para diluir el riesgo financiero provocado por la confluencia de tensiones fiscales, incertidumbre y tensiones geopolíticas. Esto, unido a exigentes valoraciones en Bolsa, conforma un entorno en el que la estabilidad financiera puede ponerse a prueba en 2026, con segmentos del crédito privado bajo el radar de los inversores. Los bancos centrales tienen las herramientas necesarias para sofocar los fuegos que vayan apareciendo por el camino, aunque los grados de libertad también son más reducidos tras los esfuerzos de la última década.

En este contexto complejo, la economía española ha seguido mostrando un sólido dinamismo que permitirá cerrar el año con ritmos de crecimiento medios muy próximos al 3%. Lo más destacable de la evolución durante el ejercicio ha sido el viraje hacia la demanda interna como motor del crecimiento, pese a que las exportaciones han mantenido un comportamiento vigoroso (gracias a los servicios). De cara a 2026, las tendencias continuarán siendo positivas, gracias al esperable tirón de los fondos europeos, al impulso demográfico, a la existencia de unas condiciones financieras acomodaticias, a los elevados niveles de la tasa de ahorro de las familias y a una inversión residencial que responde al aumento de la demanda. Todo ello nos lleva a anticipar un crecimiento del 2,1% en 2026.

En definitiva, el próximo año la economía seguirá expuesta a la combinación entre nuevas tendencias de fondo (restricciones a los movimientos comerciales y migratorios, auge de la IA, etc.) y los desafíos a corto plazo (escaso espacio fiscal, valoraciones elevadas en mercados financieros, etc.). Un año en el que otra vez será determinante la capacidad de cuestionar en cada momento los supuestos detrás de las proyecciones económicas, así como la flexibilidad a la hora de tomar decisiones.

Desde 2019, España ha crecido el 10%, frente al 6,4% de la Eurozona

Oriol Aspachs subraya que se ensancha aún más la brecha abierta entre la economía española y la europea en la recuperación pospandemia. Desde 2019, la economía española acumula un crecimiento del 10,0%, frente al 6,4% que registra la Eurozona. La solidez del crecimiento se constata al observar la transversalidad que presenta a nivel sectorial. Según el indicador sectorial de CaixaBank Research, el 73% de los sectores presentan un ritmo de avance superior a su promedio histórico, una cifra que contrasta con el 41% de 2023 o el 36% de 2024. Además, el dinamismo está siendo impulsado por dos motores que tienen recorrido a medio plazo. Por un lado, la inversión, la aceleración del crecimiento de la que se realiza en activos fijos inmateriales, y que ya se sitúa un 40% por encima de los registros de 2019. Bajo este epígrafe se encuentra la inversión del tejido productivo en nuevos equipos de software informático o en bases de datos, y el gasto en proyectos de innovación tecnológica que generan patentes, elementos clave para consolidar la incipiente mejora de la productividad. 

La rebaja de los tipos de interés que ha llevado a cabo el BCE y la sana situación financiera del sector corporativo español, junto con la ejecución de los fondos europeos, deberían ayudar a que la inversión siga creciendo de forma vigorosa los próximos años.

El segundo motor que impulsa el crecimiento es el consumo de los hogares, con un avance acumulado del 6,4% desde 2019. En este caso, gran parte del aumento está estrechamente relacionado con el crecimiento de la población. A más personas, más consumo. Sin embargo, al consumo por persona le costó arrancar tras la pandemia, en términos reales, y no recuperó los niveles de 2019 hasta el último trimestre de 2024. En el tercer trimestre de 2025 se situaba un 1,7% por encima. 

La renta bruta disponible por habitante se encuentra un 5,3% por encima de los niveles previos a la pandemia. Pero su crecimiento se apoya en el aumento de las prestaciones sociales, que se encuentran un 9,3% por encima de los niveles previos a la pandemia, y en el de las rentas netas de la propiedad, que han aumentado un 13,5%. En cambio, la evolución de los salarios ha sido más débil, y en términos reales todavía se encuentran alrededor de un 5% por debajo, y su recuperación está siendo tímida. 

"Las diferencias en la evolución de las distintas fuentes de ingresos explican la sensación de que la recuperación no está llegando a todos los bolsillos. A medida que los salarios vayan recuperando el poder adquisitivo, y que la tasa de ahorro se normalice, el recorrido que tiene el consumo para seguir creciendo es amplio", subraya este experto. 

Además, el crecimiento de la población también es de esperar que siga ayudando a que el consumo a nivel agregado siga aumentando. Finalmente, destaca la confianza que está recibiendo la economía española. En un contexto de elevada incertidumbre a nivel internacional, por las tensiones geopolíticas, la escalada de los aranceles por parte de EEUU, o las dudas sobre la capacidad de varias economías desarrolladas de ajustar sus cuentas públicas, el dinamismo del consumo de los hogares y de la inversión es aún más remarcable y refleja la confianza de hogares y empresas en que el impacto de todos estos factores será limitado para la economía española. 

La prima de riesgo de la deuda española, aupada por las recientes mejoras de su rating, no solo no ha aumentado, sino quese encuentra en 51 puntos básicos (pb), el nivel más bajo desde antes de la crisis financiera, en 2009, y ensancha la diferencia respecto a la prima de riesgo que presentan la deuda francesa o italiana.

Sesgo bajista de los tipos en 2026

La tregua comercial entre EE. UU. y China, el alto el fuego en Gaza y la reconducción de las negociaciones presupuestarias en Francia ofrecieron apoyo al sentimiento de los inversores. En el balance de octubre, los principales índices bursátiles alcanzaron máximos históricos, el dólar se apreció, las rentabilidades de la deuda soberana descendieron y los diferenciales periféricos de la Eurozona se estrecharon, mientras que las materias primas exhibieron disparidad entre el alza de los metales y el descenso en los precios del crudo. Pese a este tono positivo de conjunto, las cotizaciones no estuvieron exentas de volatilidad y sufrieron movimientos de ida y vuelta, especialmente en las Bolsas, los tipos de interés soberanos y algunas materias primas. En este contexto, los bancos centrales cumplieron con lo esperado: la Fed recortó tipos, el BCE los mantuvo y las expectativas de política monetaria de los inversores se mantuvieron relativamente estables.

Los inversores siguen apostando por un nuevo recorte de tipos de la Fed en diciembre (aunque moderaron su probabilidad hasta cerca del 70%) y mantienen la expectativa de dos bajadas más en 2026. En cuanto al BCE, los mercados mantuvieron sus expectativas sin grandes cambios, cotizando una probabilidad cercana al 95% de que el tipo depo siga en el 2,00% en diciembre, pero con cierto sesgo bajista para 2026 (probabilidad implícita de un 45% para que el BCE termine recortando el depo hasta el 1,75% en el primer semestre del año que viene).

27Sep

La IA es un avance imparable que ha venido para acompañarnos. Es una herramienta potente que nos ayuda a ir más allá de las capacidades humanas, no debe sustituirlas, sino extenderlas para ir más allá.

Miguel Ángel Valero

En un ecosistema global cada vez más centrado en los dispositivos móviles, la Economía de las Aplicaciones se ha consolidado como una potente fuente de crecimiento y empleo para España, según un informe del Progressive Policy Institute (PPI) para la Fundación para el Avance de la Libertad (Fundalib).

Este estudio estima 186.000 puestos de trabajo en este sector a julio de 2025. Esta cifra supone un notable aumento del 53% con respecto a los 122.000 empleos estimados en 2019, demostrando la sólida expansión del sector, lo que revela que el sector de las aplicaciones es un ecosistema en auge. 

Según la estimación hasta julio de 2025, el ecosistema Android ha creado 158.000 empleos, mientras que el iOS ha generado 136.000. 

Este análisis también hace referencia a los empleos indirectos y derivados, aquellos que dan soporte a los trabajos centrales del sector, como ventas, marketing, finanzas o personal administrativo, y que están dirigidos a desarrollar, mantener y dar soporte a las aplicaciones móviles, así como a garantizar su seguridad.

La inteligencia artificial (IA) se postula como la próxima gran ola de la revolución tecnológica. En este contexto, el mercado laboral de desarrollo de software en España ya refleja esta tendencia, ya que el 21% de las ofertas de empleos vinculados al sector tecnológico requieren habilidades relacionadas con la IA y el aprendizaje automático.

La integración de este sistema en aplicaciones móviles transformará los procesos de industrias como la agricultura, la construcción, la fabricación o el transporte, agilizando procesos y reduciendo costes de forma significativa.

España, líder en App Economy

En este contexto, España no se queda atrás, pues la “intensidad de las aplicaciones”, que es el número total de puestos de trabajo relacionados con la economía de las aplicaciones, es del 0.8%, una cifra superior al de países como Italia (0,6%) o México (0,5%). 

Google cuenta con un centro de Excelencia para la Ciberseguridad en Málaga, lo que demuestra que España se ha consolidado como un hub tecnológico de primer nivel. Otras empresas internacionales, como Crypto, Nespresso, Malwarebytes o Cigna, están inviertiendo en Españaen este sector. 

Otras empresas fundadas o con sede en España, como Banco Santander, Cabify o Wallapop, ya están incorporando desarrolladores de aplicaciones a sus equipos.

Todos estos ejemplos demuestran que tanto las compañías locales como internacionales consideran a España un hub de talento y un mercado clave para el desarrollo tecnológico.

El uso de la IA y el aprendizaje automático por parte de industrias como la manufactura, la agricultura o el transporte, impulsarán la competitividad y la productividad de manera exponencial, fomentando el talento y mejorando la remuneración de los puestosde trabajo.

China y España estrechan lazos en empleos IA

Precisamente, la VIII edición del China-Europe Talent Forum, organizada por el  Grupo Adecco  y la Beijing Talent Work Bureau, se ha celebrado en Madrid por primera vez en su historia. Bajo el lema “Conectando continentes: talento y colaboración en inteligencia artificial”, pone en valor la necesidad de reforzar los lazos internacionales en materia de empleo en la era de la inteligencia artificial. 

Jean-Christophe Deslarzes, presidente del Consejo de The Adecco Group, señala que “la inteligencia artificial no va a sustituir las profesiones, somos nosotros los que vamos a utilizarla, por eso, hay que formar a las personas. En ello, las instituciones, empresas y gobiernos tienen la responsabilidad de facilitar la mejora de las habilidades”. 

Li Chenglin, miembro del Comité Permanente y jefe del Departamento de Organización del Comité Municipal del Partido Comunista Chino en Pekín, añade que "la IA es una fuerza que está cambiando la forma de producir y vivir de las personas. Ante esta situación, lo mejor es unirnos para compartir ideas y viajar juntos en el camino de la innovación”.

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España, apunta que “deberíamos convertir la IA en una inteligencia cívica, en una inteligencia que se proyecte en favor de la comunidad de acuerdo con los mismos valores. Para ellos, resulta imprescindible la cooperación entre países y regiones del mundo”. 

Wang Zhongyuan, presidente de la Academia de IA de Pekín, recalca la importancia de los jóvenes talentos en este ámbito en el que “la edad media de nuestros investigadores es de 30 años, queremos empoderar a los jóvenes para que usen su potencial para transformar el mundo”.

Alessandra Sala, presidenta global de Women in AI, remarca que “nos enfrentamos a desafios estrucutrales relacionados con cómo se entrena la IA. Cuando se hace con sesgos, los sistemas corrren el riesgo de reforzar la desigualdad”.

Inteligencia artificial y nuevas competencias
El encuentro también analiza el impacto de la inteligencia artificial sobre la innovación y las competencias profesionales. Liu Qiao, decano de la Escuela de Gestión de Guanghua de la Universidad de Pekín, ha indicado que “muchos de nuestros miembros ya usan la IA, un 40% de nuestros profesores ya están formándose en el uso de esta nueva tecnología. Esto supone un cambio de paradigma en los modelos de negocio, por eso, el impacto más grande en el sector será la elaboración de programas educativos para poder formar a futuros lideres”. 

En la misma línea, Zhang Xin, secretario del Partido del Instituto de Comunicación Gráfica de Pekín (BIGC), ha puesto de relieve que “tenemos que desarrollar la habilidad de los estudiantes de ver más allá, para que tengan una visión 360 grados de la verdad. Reforzar la capacidad de ser innovadores, el ser humano es el factor clave”. Además, el profesor Tao Dong, de la Universidad de Oxford, y el profesor Misiek Piskorski, de IMD, ha coincidido en destacar la necesidad de adaptar la formación académica a los nuevos entornos digitales y en señalar el papel primordial de la investigación en este proceso de transformación.

Denis Machuel, CEO de The Adecco Group, ha explicado que “la IA tiene que ser una oportunidad para los humanos. Eso significa que la IA debe empoderar a las personas y no sustituirlas. Tiene que ser diseñada para ellas. La tecnología amplifica a los humanos, no los reduce”. Sobre la destrucción o creación de puestos de trabajo que la IA puede conllevar, el CEO de The Adecco Group ha señalado que “necesitamos equilibrar el talento y la tecnología. Las empresas deben adaptarse, combinando la adopción de la IA con una mejora de capacidades y fomento de la movilidad interna. Valorar las capacidades de nuestros empleados e invertir en crear nuevas posiciones para aprovechar esas habilidades”.

Zhang Tianyang, decano de BITS, ha destacado que “siete ciudades, entre ellas Múnich, Hong Kong, Ámsterdam y Dublín, están reforzando continuamente su posición como centros de intercambio internacional. Aprovechando su cultura y apertura, estas ciudades se han convertido en centros de talento globales”. Por otro lado, Stephen Pincock, vicepresidente ejecutivo de Impact Solutions en Springer Nature, pone el foco en la necesidad de estudios como éste para anticipar los cambios del mercado laboral y orientar la cooperación académica y empresarial.

En ell panel dedicado a la industria de la automoción, responsables de compañías como BAIC, Omoda & Jaecoo, Leapmotor y Ebro han explicado cómo la inteligencia artificial y el talento están transformando uno de los sectores estratégicos para Europa y China. Aunque se han indicado grandes oportunidades, también se ha incidido en los desafíos que supone garantizar una transición sostenible y competitiva.

Tambien se resalta la la importancia de diseñar programas académicos adaptados a la era de la inteligencia artificial. Jiang Guohua, vicepresidente del Consejo de la Universidad de Pekín, ha señalado que “un profesor es alguien que indica el camino, imparte conocimiento y resuelve dudas. La IA está transformando la forma de aprender y la composición de la sociedad. Sin embargo, la educación señala el camino hacia el futuro. Siempre ha guiado el camino de la humanidad”. 

Rosa Visiedo Claverol, rectora de la Universidad CEU San Pablo, ha resaltado que “la IA es un avance imparable que ha venido para acompañarnos. Es una herramienta potente que nos ayuda a ir más allá de las capacidades humanas, no debe sustituirlas, sino extenderlas para ir más allá. Para ello, docentes y alumnos deben usarlo de manera ética”. 

Jochem Menges, profesor de la Universidad de Zúrich, ha incidido en la importancia de fomentar un aprendizaje inclusivo y transversal para no dejar a nadie atrás.

Denis Machuel, CEO de The Adecco Group, inists en que “la IA está cambiando el mundo y, en este contexto, la colaboración es algo esencial para tener buenos resultados. Me refiero a la colaboración entre empresas, instituciones y universidades. Esto es crítico, porque es lo que nos va a llevar a desarrollar las habilidades y capacitar a la sociedad sobre los nuevos avances”. Zhang Ruobing, director de BTWB, concluye que “este foro ha sido una buena oportunidad para colaborar en cuanto a la formación de talentos. Lo aprovecharemos para no detenernos, seguro que pronto tendremos más éxitos”.

Mazette se asocia con With

Mazette, la mayor red profesional de emprendedores y directivos francófonos en España, ha seleccionado a With, especializada en soluciones de inteligencia artificial y transformación digital, para desarrollar una plataforma que elevará un 40% la eficiencia y la calidad de las conexiones dentro de su comunidad. Esta iniciativa permitirá automatizar el networking, personalizar las recomendaciones y agilizar la generación de oportunidades de negocio para miles de profesionales francófonos y francófilos en todo el país.

Mazette aspira a expandirse internacionalmente y ser la red francófona más grande en cinco años. Para acelerar esta ambición, ha colocado la inteligencia artificial en el centro de sus procesos para asegurar que las interacciones sean más relevantes, personalizadas y potentes. La IA actúa antes de los eventos físicos, utilizando algoritmos avanzados para detectar sinergias entre perfiles y facilitar conexiones prometedoras desde el inicio, maximizando así el impacto de cada encuentro.

Más allá, la IA permite una búsqueda ultra dirigida de matches adecuados en todos los puntos de contacto digitales de Mazette (web, app, WhatsApp), analizando de forma continua señales débiles: conversaciones, interacciones, comentarios de matching, actividad y perfil en LinkedIn, entre otros datos. Este procesamiento cruzado automatizado convierte a Mazette en una red capaz de crear conexiones de alto valor en el momento justo y apoyar su expansión global.

“En los próximos meses, nuestro objetivo es preparar la plataforma para que pueda crecer y expandirse fácilmente a nivel internacional. Estamos trabajando en un sistema que permita gestionar varias redes desde un único centro de control, estandarizar los procesos de matching y chatbot para que sean fluidos y consistentes, y asegurar que cumplimos con todas las normativas de privacidad en cada país. Así, queremos replicar este modelo exitoso en diferentes países para convertir a Mazette en la red de referencia para francófonos en todo el mundo”, señala Geoffroy de Ribou, CEO de With.

"Queremos democratizar el acceso a conexiones de alto valor gracias a la inteligencia artificial. Cada emprendedor podrá acelerar su crecimiento de forma ágil y personalizada”, afirma Circé de Lylle, fundadora y presidenta de Mazette.