06Dec

La UE es uno de los mayores bloques económicos del mundo, pero está quedándose atrás en todos los frentes que definen el poder en el siglo XXI: defensa, tecnología, materias primas críticas y capacidad de decisión internacional.

Miguel Ángel Valero

Europa vive una situación que debería encender todas las alarmas. No por lo que ocurre exactamente en los frentes de Ucrania, donde Rusia intensifica la presión militar en un momento crítico, sino por algo aún más preocupante: las decisiones que marcarán el futuro del conflicto ya no se están tomando ni en Kiev ni en Bruselas, sino entre Washington y Moscú. El nuevo marco de negociaciones impulsado por Estados Unidos (con su enviado especial Steve Witkoff viajando de nuevo a Moscú para reunirse con Vladímir Putin sin lograr avances relevantes) ha dejado al descubierto una realidad incómoda. Dos grandes potencias discuten cómo cerrar la guerra en Ucrania mientras la Unión Europea (UE) observa desde la barrera. Europa está dentro del conflicto, pero fuera de la sala donde se decide su desenlace.

Esta sensación de irrelevancia recuerda inevitablemente a otras épocas de la historia europea. Muchos analistas han comparado este enfoque con el pacto Molotov-Ribbentrop (el acuerdo de no agresión firmado en 1939 por la Alemania nazi y la Unión Soviética de Stalin para repartirse Europa del Este) no por afinidades políticas, sino porque demuestra una idea de fondo: las grandes potencias vuelven a moldear el mapa europeo sin su participación. Es un paralelismo que incomoda, porque evidencia la fragilidad estratégica de un continente que durante décadas vivió bajo la convicción de que las reglas, la diplomacia y los acuerdos serían suficientes para estabilizar el mundo.

Pedir a la Unión Europea que ejerza poder geopolítico es como pedirle a un futbolista de élite que juegue un partido de rugby. La UE nació para garantizar la paz interna, para evitar que los europeos volvieran a enfrentarse entre sí. Y esa misión la ha cumplido excepcionalmente bien. Pero no nació para proyectar poder militar, para imponer líneas rojas, ni para competir en un mundo que ya no se rige por los mecanismos que Europa domina, sino por la lógica del poder duro. De ahí el contraste: mientras Bruselas debate, Washington actúa. Mientras la UE discute entre Estados miembros, la Casa Blanca negocia directamente con el Kremlin y decide qué elementos debe incluir el plan de paz, incluso a riesgo de incomodar a sus propios aliados. Europa reacciona; no dirige.

Esta falta de influencia no se muestra solo en Ucrania. También se ve en otro terreno clave: el control de las materias primas estratégicas. Las tierras raras son el nuevo petróleo militar y tecnológico, esenciales para drones, motores eléctricos, sensores y sistemas de defensa. China controla más de dos tercios de la producción mundial, y ya ha demostrado que está dispuesta a convertir ese dominio en un arma geopolítica. La respuesta de EEUU ha sido rápida, contundente y estratégica: inversiones públicas en minas nacionales, participación directa en empresas clave y garantías de precio a largo plazo para asegurar la cadena de suministro. Mientras tanto, Europa se limita a declaraciones, proyectos piloto y retrasos regulatorios.

Los proveedores lo explican con una claridad demoledora. A un cliente estadounidense pueden venderle un lote de tierras raras en tres días. A uno europeo le lleva tres semanas. El primero sabe qué necesita, cuánto, cuándo y para qué. El segundo llega tarde, paga más caro y suele quedarse sin stock. Es una diferencia operativa que, en realidad, revela una diferencia estratégica. 

Europa está quedándose atrás en todos los frentes que definen el poder en el siglo XXI: defensa, tecnología, materias primas críticas y capacidad de decisión internacional. El resultado es una paradoja amarga. La UE es uno de los mayores bloques económicos del mundo, pero ha perdido la capacidad de influir en las decisiones que afectan directamente a su seguridad.

"La pregunta no es si la UE quiere ser un actor global. La verdadera pregunta es si podrá serlo antes de que sea demasiado tarde. Porque el mundo ha cambiado, y ya no se juega con las reglas europeas. Y mientras Europa sigue confiando en su arquitectura burocrática y en su diplomacia de consenso, las grandes potencias vuelven a hablar el lenguaje del poder. Uno del que la UE se desconectó hace décadas. Lo inquietante es que esta desconexión ya no es una amenaza teórica. Es la situación actual. Y cada día que pasa, Europa se sienta un poco más lejos de la mesa donde se decide su propio futuro", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

14Nov

La UE aplicará tasas aduaneras a los envíos de paquetes valorados en menos de 150€, lo que perjudica a Temu, Shein y AliExpress.

Miguel Ángel Valero

Nextil Group (Nueva Expresión Textil, S.A.) destaca que el anuncio conjunto emitido por la Casa Blanca y el Gobierno de Guatemala sobre el Framework for United States–Guatemala Agreement on Reciprocal Trade, que sitúa de forma explícita al sector textil entre las áreas estratégicas del nuevo marco bilateral entre los dos países.

El acuerdo contempla la reducción de barreras no arancelarias, la agilización de certificaciones, avances regulatorios y mejoras en ámbitos laborales y medioambientales. Este conjunto de medidas fortalecerá significativamente la posición de Guatemala como destino industrial para marcas estadounidenses que buscan capacidades cercanas, fiables y sostenibles, bajo el marco del tratado CAFTA-DR.

Nextil, actualmente, opera en Guatemala con una plataforma vertical -tejido y prenda- orientada al mercado de EEUU. Tras la finalización de una segunda fase de inversión en maquinaria y la ampliación de capacidades productivas, el Grupo se encuentra en un momento óptimo para capitalizar este nuevo entorno comercial.

El acuerdo afectará a todos los productos fabricados por Nextil Guatemala, incrementando su competitividad y facilitando la captación de nuevos clientes, el crecimiento de volúmenes y la llegada de programas industriales de mayor escala.

“Este nuevo marco bilateral refuerza la posición de Guatemala como uno de los destinos industriales más competitivos para el mercado norteamericano. Para Nextil, supone una oportunidad directa para acelerar la captación de nuevos clientes y programas, aumentar volúmenes y seguir consolidando nuestro modelo vertical orientado a Estados Unidos. Hemos invertido de forma anticipada en ampliar capacidad productiva y hoy esa estrategia se confirma como un acierto", señala César Revenga, CEO de Nextil Group.

Nextil reafirma su compromiso con el desarrollo del tejido industrial guatemalteco mediante la generación de empleo local, la formación continua, la igualdad de oportunidades, la innovación sostenible y sus procesos de tintado responsable basados en la tecnología Greendyes®.

Con este nuevo marco comercial, Nextil consolida a Guatemala como uno de sus hubs estratégicos  avanza en la ejecución de su Plan Estratégico 2024–2026, reforzando su papel en la transición global hacia modelos de producción más cercanos, trazables y sostenibles.

Fundada en 1954 en Barcelona, Nextil es un grupo empresarial consolidado en la industria de la moda en la creación de tejido de punto elástico y confección de prendas, además de ser un referente para las marcas a nivel mundial, incluidas las grandes marcas de lujo. Cuenta con casi 600 clientes en todo el mundo y ofrece un servicio ad hoc que integra verticalmente todo el proceso productivo para la confección de los tejidos y prendas, desde el diseño hasta la fabricación del producto. Sus principales unidades de negocio son: tejido premium, prenda lujo, tinte natural y sostenible. Nextil está especializado en mercados de lujo, ropa deportiva y deportes técnicos, ropa de baño, lencería, y prendas para el sector sanitario.

Menos aranceles también para Argentina, El Salvador, Brasil, y Ecuador

Trump reducirá los aranceles a los plátanos, el café y otros alimentos para tratar de retomar la iniciativa en la crisis del coste de la vida, firmando acuerdos comerciales con Argentina, El Salvador, Guatemala y Ecuador. Según la Casa Blanca, la reducción de aranceles se aplicará a productos agrícolas, textiles y otros bienes básicos que EEUU importa de estos países, mientras que las contrapartidas latinoamericanas se centran en dar un acceso preferencial a exportaciones estadounidenses de sectores como maquinaria, química, tecnología o automoción.

El pacto con Argentina es, según Washington, el más relevante. El Gobierno de Javier Milei otorgará acceso preferencial a los mercados para una amplia gama de productos estadounidenses, incluidos medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos de motor y productos agrícolas, como la soja, y sobre todo el litio, vital para las tecnológicas. A cambio, logra rebajas en los aranceles de productos agrícolas y básicos, y facilidades para que entre la carne argentina en EEUU.

Los acuerdos con Guatemala, El Salvador y Ecuador se concentran en la reducción de aranceles para bienes estratégicos como plátano y granos de café, sectores esenciales para sus economías y que no se producen de forma significativa en EEUU. a cambio de una mayor apertura a los productos estadounidenses.

Más del 70% de las exportaciones guatemaltecas hacia EEUU quedarán sin arancel, y la mayoría del resto con un 10%, según el presidente, Bernardo Arévalo. El Salvador logra reducciones arancelarias en plátano, café y otros productos. En Ecuador, rebajas en productos agrícolas. 

Ecuador logra que se supriman los aranceles del 15% a 105 bienes: café, cacao, piñas, mangos, pitahaya, otras frutas tropicales, jugos de frutas, especias, banano, palmito, plátano, naranja, tomate y otros.

En el caso de  Brasil, la supresión del arancel a las compras de carne de res buscan, como en otras medidas similares, tratar de reducir la inflación de los alimentos, que en septiembre se disparó un 3% anual hasta septiembre, la tasa más alta desde enero, además de no encarecer las compras de productos que no se pueden elaborar en EEUU.

Suiza logra bajar del 39% al 15%

En la misma línea, EEUU y Suiza han llegado a un acuerdo para reducir los aranceles del 39% al 15%. A cambio, Suiza se ha comprometido a invertir 200.000 millones$ en EEUU durante el mandato del presidente Donald Trump, incluyendo 70.000 millones el próximo año, en sectores como el farmacéutico y la fundición de oro. También se ha comprometido a comprar más aviones comerciales de Boeing.

Las plataformas chinas, perjudicadas por la nueva tasa para envíos en la UE

Por otra parte, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) acuerdan que los paquetes 'low cost' paguen en las aduanas a partir de 2026. Actualmente, los envíos valorados en menos de 150€ estaban exentos de gravámenes. La medida afecta especialmente a plataformas como Temu, Shein y AliExpress, con un 91% de este tipo de paquetes procedentes de China. 

La propuesta inicial de la Comisión Europea fijaba la entrada en vigor del fin de la exención una vez que estuviera operativo el centro de datos aduaneros de la UE, en 2028. Pero se ha optado por adelantarla a 2026. 

Con esta reforma, la UE busca garantizar estas plataformas pagarán arancel desde el primer euro de beneficio que obtengan de sus ventas en el mercado comunitario y también el IVA y responder así a la saturación de los mercados por los grandes volúmenes de artículos de bajo coste que entran principalmente de China y otros países asiáticos.

Según datos de la Comisión, sólo el pasado año se realizaron cerca de 4.600 millones envíos de mercancía de bajo coste, lo que supone la entrada de 12 millones de paquetes diarios libres de arancel por no superar su valor los 150€, “el doble de 2023 y el triple de 2022”.

10Nov

EuropeG plantea duplicar los fondos comunitarios de innovación, reformar la política de competencia y avanzar hacia una mayor integración política si Europa quiere preservar su soberanía económica y tecnológica.

Miguel Ángel Valero

EuropeG, el Grupo de Opinión y Reflexión en Economía Política dirigido por Antoni Castells, advierte que la Unión Europea (UE) se enfrenta a una brecha tecnológica persistente frente a EEUU y China, y corre el riesgo de quedar atrapada en la “trampa tecnológica media”. Con un gasto en I+D (Investigación y Desarrollo) equivalente al 2,3% del PIB frente al 3,5% estadounidense, la UE invierte un 35% menos en innovación, una diferencia que se mantiene estable en 2025, según afirma el Policy Brief nº 22, “La nueva política industrial en la Unión Europea”, firmado por Rafael Myro (Universidad Complutense de Madrid) y Vicente Salas (Universidad de Zaragoza).

El documento llama a duplicar los fondos comunitarios de innovación, reformar la política de competencia y avanzar hacia una mayor integración política si Europa quiere preservar su soberanía económica y tecnológica.

EuropeG subraya que la política industrial ha pasado de ser un asunto marginal para convertirse en un eje central de la agenda económica europea con el objetivo de lograr una Europa más competitiva.

El Policy Brief analiza la nueva estrategia comunitaria impulsada tras los informes Letta y Draghi y plasmada en la Brújula de la Competitividad de la Comisión Europea, que reconoce la necesidad de combinar mercado, regulación y acción pública estratégica. 

La UE afronta un cambio estructural en la gobernanza económica global: de un modelo basado en reglas a uno basado en bloques, donde la intervención selectiva de los Estados y la coordinación europea serán decisivas para asegurar resiliencia, autonomía y liderazgo tecnológico.

El informe plantea un “trilema” entre política industrial, regulación y defensa de la competencia, y describe tres escenarios: 

  • mercado regulado (predominio de regulación y competencia, modelo tradicional de la UE), 
  • mercado concertado (predominio de regulación y política industrial, cercano al modelo de EEUU desde 1980), 
  • y mercado dirigido (predominio de competencia y política industrial, similar al modelo chino). 

Los informes Letta y Draghi se inclinan por modelos entre el mercado dirigido y el concertado.

El déficit de innovación: una debilidad estructural

El informe identifica el déficit de innovación privada como la principal causa de la pérdida de competitividad europea. Mientras EEUU y China concentran su inversión en tecnologías emergentes —inteligencia artificial, biotecnología o semiconductores—, las empresas europeas siguen centradas en sectores maduros como la automoción o la maquinaria industrial.

La UE dedica un 2,3% de su PIB a I+D, frente al 3,5% de EEUU. Esta diferencia —más de un 35% menos de esfuerzo innovador— explica el retraso acumulado en productividad, rentabilidad empresarial y liderazgo tecnológico. El Policy Brief propone duplicar el presupuesto del Programa Marco de I+D hasta 200.000 millones€ y crear una agencia europea inspirada en el modelo estadounidense ARPA, famosa por haber impulsado avances como Internet o el GPS. Esta nueva agencia, integrada en el European Innovation Council, permitiría financiar proyectos tecnológicos de alto riesgo e impacto, con una gestión más ágil y flexible para competir con EEUU y China en innovación disruptiva.

Una de las conclusiones del documento es la necesidad de revisar el equilibrio entre la defensa de la competencia y la intervención pública. El marco comunitario se ha basado durante décadas en evitar distorsiones del mercado, pero hoy esa ortodoxia limita la capacidad de respuesta ante los grandes competidores globales. EuropeG plantea que la UE debe permitir estrategias industriales comunes, flexibilizar las ayudas de Estado y adaptar su política de competencia para promover campeones europeos en sectores estratégicos.

El informe insiste en que la escala de la transición tecnológica requiere instrumentos financieros europeos más potentes y coordinados. Propone ampliar el alcance del Banco Europeo de Inversiones, fortalecer los fondos de inversión pública, y movilizar el ahorro privado hacia proyectos industriales y tecnológicos. También sugiere mejorar la integración de los mercados de capitales y avanzar en una unión fiscal parcial que permita financiar proyectos comunes de innovación y sostenibilidad.

Transiciones verde y digital: avances insuficientes

EuropeG aplaude las iniciativas europeas —Chips Act, Critical Raw Materials Act e InvestIA—, pero advierte que su despliegue sigue siendo lento y burocrático. En el vehículo eléctrico, las importaciones chinas ya representan más del 50% del mercado europeo, y la empresa de EEUU Tesla continúa expandiendo su producción en la UE. De igual forma, en materia de inteligencia artificial, la inversión privada europea (11.000 millones€), es seis veces inferior a la estadounidense (67.000 millones€). En la digitalización, la UE se encuentra muy retrasada en áreas clave como la IA. 

La UE destaca en computación cuántica gracias a iniciativas como Quantum Flagship, pero necesita fortalecerse en sectores como salud, farmacia, defensa yaeroespacial, donde existen dependencias o se ha perdido cuota de mercado. 

Sin una coordinación real entre los Estados miembros, la UE corre el riesgo de quedar rezagada en la carrera tecnológica global. La política industrial solo puede prosperar en una Unión Europea con instituciones más fuertes y una visión común. La intervención selectiva del Estado beneficia a unos sectores y territorios más que a otros, y por tanto requiere una legitimidad política que hoy la UE aún no tiene plenamente desarrollada.

EuropeG considera que el avance hacia una Europa más integrada en materia económica y tecnológica será inevitable si la Unión quiere mantener su peso en la economía mundial. El documento concluye que Europa no puede seguir siendo un regulador global sin músculo industrial propio y que debe convertir la nueva política industrial en la base de un pacto de competitividad, soberanía y crecimiento sostenible.

El protagonismo de la política industrial en la UE enfrenta la dificultad de compatibilizar un intervencionismo selectivo con una estructura política débil que requiere unanimidad y el difícil encaje con la regulación y la defensa de la competencia, políticas tradicionalmente alejadas del dirigismo estatal.

La política industrial implica un intervencionismo selectivo del Estado en la economía para influir en la asignación de recursos productivos bajo criterios de interés general. La política industrial beneficia a unos colectivos más que a otros y, por tanto, necesita de un Estado fuerte y convencido de que el resultado final es positivo para el interés general. Los órganos políticos de la UE, en su diseño actual, tienen una hegemonía muy limitada sobre las políticas de los Estados nacionales. Si la UE quiere que la política industrial comunitaria adquiera más protagonismo en el conjunto de las políticas públicas, tal como demanda el escenario de política de bloques y no de reglas a la que parece dirigirse el mundo actual, el avance de Europa hacia una mayor integración política parece inevitable.

23Oct

El alcance real de las sanciones de EEUU y de la UE dependerá del rigor de los controles y del nivel de investigación sobre las estructuras opacas que utilizan las empresas rusas para canalizar sus ventas de crudo.

Miguel Ángel Valero

EEUU y la Unión Europea (UE) han reforzado su coordinación para aumentar la presión sobre las exportaciones de petróleo y gas de Rusia. Por un lado, Trump anunció nuevas sanciones contra las dos principales compañías petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, incluyéndolas en la lista negra de entidades, lo que prohíbe cualquier relación comercial entre empresas estadounidenses y ambas firmas. Estos dos gigantes energéticos son responsables de la exportación de 3,1 millones de barriles diarios —aproximadamente un tercio de la producción nacional— y el sector representa aproximadamente una cuarta parte de los ingresos fiscales del país. 

No obstante, el alcance real de las sanciones dependerá del rigor de los controles y del nivel de investigación sobre las estructuras opacas que utilizan las empresas rusas para canalizar sus ventas de crudo.  

Por otro lado, la UE ha aprobado su 19º paquete de sanciones, que establece como objetivo eliminar por completo la importación de gas natural licuado ruso para enero de 2027. Además, han impuesto restricciones a bancos que facilitan la triangulación de exportaciones en países como Bielorrusia y Kazajistán y han prohibido la contratación de seguros para aviones y buques rusos de segunda mano. 

Actualmente, el 6% del gas importado por la región sigue procediendo de Rusia, sin contar el que llega de forma indirecta. 

Tras más de tres años de guerra, sorprende que sigan imponiéndose nuevas sanciones. Sin embargo, se ha impuesto la lógica quirúrgica a la hora de evitar el comercio energético con Rusia. Los Gobiernos occidentales han preferido ir desligándose del petróleo y gas ruso de manera paulatina para evitar problemas de suministro, imponiendo sanciones por capas.  Y se ha hecho la vista gorda sobre el sorprendente incremento de exportaciones alemanas a países como Kirguistán, que se han multiplicado por 7 veces desde marzo de 2022 –alcanzando los 60 millones de euros mensuales–, debido a que los proveedores rusos intentan aprovisionarse de partes y maquinaria a través de terceros países.  

Estas nuevas medidas representan un paso más hacia el aislamiento económico de Rusia por parte de Occidente, que ya es casi total. No obstante, las compras de China e India han permitido mantener a flote las finanzas del Estado ruso. Precisamente aquí es donde Trump ha identificado un nuevo frente de presión. Un posible acuerdo comercial con India, que incluya la reducción de las importaciones de petróleo ruso, podría tener un impacto más significativo en la economía rusa que las sanciones recientemente anunciadas. Trump ha afirmado que el primer ministro Modi se ha comprometido a disminuir dichas compras, aunque no se ha confirmado por fuentes oficiales. La Cumbre de la Cooperación de Asia – Pacífico de final de mes sería, al igual que con China, un teatro magnífico para un acuerdo comercial que reduzca el arancel indio actualmente en el 50%. 

La situación ha provocado fuertes avances en el crudo. La referencia Brent se eleva un +3,7% el 23 de octubre, hasta los 64,9 $/barril, acumulando una subida del 5,8% en la semana. 

Por otra parte, la Administración de Trump contempla un nuevo golpe en sus negociaciones comerciales con China: imponer restricciones a la exportación de 'software crítico' si Pekín no revierte su amenaza de limitar la venta de tierras raras. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que, de aplicarse estos controles sobre software crítico, probablemente se haría en coordinación con los aliados del G7. Todo forma parte de un juego de presiones: hace solo dos días, Trump mostraba un tono más conciliador y anticipó la posibilidad de alcanzar un “buen acuerdo comercial” con China. 

The Trader: Trump se atasca en Ucrania

Tras su reciente éxito al promover un alto el fuego entre Israel y Hamás, Donald Trump ha puesto ahora el foco en el otro gran conflicto global: la invasión rusa de Ucrania. A pocas semanas de un nuevo encuentro con Vladímir Putin, ambos mantuvieron una conversación telefónica de más de dos horas en la que el líder ruso volvió a demostrar su habilidad para dominar el relato y condicionar la agenda internacional. Durante esa conversación, Trump habría aceptado buena parte de las condiciones planteadas por Putin: que Kiev entregue todo el Donbás a cambio de conservar algunas zonas de Jersón y Zaporiyia. Pero Moscú no estaría cediendo nada; simplemente dejaría de reclamar lo que nunca ha controlado. Para Ucrania, aceptar un acuerdo así supondría abandonar su línea defensiva más sólida sin ninguna garantía de paz.

El desastre volvió a producirse durante la reunión en la Casa Blanca entre Trump y Volodímir Zelenski. Al parecer, el encuentro habría terminado en una fuerte discusión, con un Trump exasperado, lanzando improperios y apartando los mapas del frente que sus asesores habían preparado para explicarle la situación real sobre el terreno. Su impaciencia por proclamarse pacificador lo habría llevado a defender un plan que entregaría a Rusia cerca del 30% de la provincia de Donetsk, un territorio que Moscú intenta conquistar desde 2014. Esa cesión incluiría el llamado “cinturón fortificado” de Donetsk, formado por ciudades estratégicas como Sloviansk, Kramatorsk, Kostyantynivka y Druzhkivka. Su pérdida abriría el camino ruso hacia Dnipró y Járkov, debilitando de forma irreversible la defensa ucraniana. Sería, en la práctica, una rendición política y militar disfrazada de diplomacia.

Trump tiene en su poder palancas de presión decisivas sobre Kiev: el acceso a inteligencia estadounidense, la autorización para comprar sistemas antiaéreos Patriot y lanzacohetes Himars, y la financiación de ayuda militar. Pero, mientras exige concesiones a Zelenski, evita cualquier enfrentamiento real con Putin. La supuesta dureza del presidente estadounidense se aplica, una vez más, solo a sus aliados. 

Incluso un alto el fuego con las líneas actuales sería una trampa. Rusia podría mantener su economía de guerra en marcha, seguir produciendo misiles y drones y preparar una nueva ofensiva, especialmente si las sanciones occidentales se relajaran como parte del acuerdo.

Sin embargo, en un giro inesperado, Trump anunció que no se reunirá finalmente con Putin en Budapest, como se había previsto. El cambio de postura llega tras las críticas internacionales y la presentación de una nueva propuesta de paz europea, que busca recuperar la iniciativa diplomática perdida.

El nuevo plan, impulsado por los principales líderes europeos junto a Zelenski, plantea un acuerdo de 12 puntos que busca poner fin a la guerra sobre bases más equilibradas. Entre ellos destacan la retirada progresiva de las tropas rusas, garantías de seguridad para Ucrania supervisadas por la ONU y un compromiso de reconstrucción financiado con activos rusos congelados. Pero el punto más polémico es, precisamente, el que se presenta como principio fundamental: la imposibilidad de modificar fronteras por la fuerza. En la práctica, congelar el frente actual equivale a aceptar de facto que Rusia conserve lo que ya ha conquistado, aunque no se le reconozca oficialmente. Una paradoja que convierte el plan en una tregua ambigua: se proclama el respeto a la integridad territorial, mientras se consolida sobre el terreno una nueva frontera impuesta por la guerra.

Trump, pese a su rectificación, sigue buscando una victoria diplomática rápida que refuerce su imagen internacional. Pero su inconsistencia y su tendencia a improvisar decisiones estratégicas han generado creciente desconfianza incluso entre sus aliados europeos. Bruselas, consciente de que Estados Unidos podría volver a actuar unilateralmente, ha decidido liderar el proceso de negociación y condicionar cualquier alto el fuego a un marco multilateral que preserve la soberanía ucraniana.

Putin, fiel a su estilo, ha sabido explotar las debilidades de todos: el ego de Trump, el cansancio de Europa, y la vulnerabilidad de Ucrania. "Si logra imponer su narrativa, la guerra podría entrar en una nueva fase, no en el campo de batalla, sino en la mesa de negociación", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

21Oct

China es consciente de que su liderazgo en la producción de tierras raras, fruto de años de inversión, podría estar alcanzando su punto máximo tras el pacto entre EEUU y Australia. Y de que sufre su propia dependencia en semiconductores.

Miguel Ángel Valero

Una vez más, los mercados celebran el enfoque transaccional de Trump. Las agresivas declaraciones del ocupante de la Casa Blanca a principios de mes han dado paso a mensajes más conciliadores, en los que sugiere que podría alcanzarse un acuerdo entre EEUU y China durante la reunión prevista para finales de mes en Corea del Sur. Además, ha anunciado su intención de visitar China el próximo año.

Al mismo tiempo, EEUU busca reducir su dependencia de China en lo que respecta a las tierras raras, dado que cerca del 80 % del consumo doméstico de estos materiales proviene del extranjero, principalmente del gigante asiático. En este contexto, Trump ha firmado un tratado con Australia para invertir en proyectos de extracción y refinamiento de tierras raras. El acuerdo contempla una inversión conjunta de 1.000 millones$ en los próximos seis meses, destinada a iniciativas tanto en suelo australiano como estadounidense. Como parte del pacto, el Pentágono se ha comprometido a colaborar en la construcción de una planta de extracción de galio en el oeste de Australia, lo que pone de manifiesto la relevancia estratégica y militar de algunos de estos elementos.

Australia ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en reservas de tierras raras —precedida por China, Brasil e India— y es la sede de la única empresa fuera de China que produce tierras raras pesadas: Lynas Rare Earths Ltd.

Además, Trump ha incluido en el acuerdo un incremento en la compra de equipamiento militar, como drones submarinos y helicópteros de combate, con el objetivo de que el país oceánico eleve su gasto en defensa del 2% sobre el PIB actual al 3,5%.

Hasta ahora, el esquema de tensión, negociación y acuerdo parece estar dando resultados. China es consciente de que su liderazgo en la producción de tierras raras, fruto de años de inversión, podría estar alcanzando su punto máximo tras el pacto entre EEUU y Australia. Al mismo tiempo, China enfrenta su propia dependencia en el ámbito de los semiconductores –con restricciones de los más avanzados– y trabaja en el desarrollo de tecnología nacional, aunque ésta sigue un escalón por debajo de la americana. Por ello, parece difícil ver en el futuro una mejor posición negociadora por parte de China, lo que invita a pensar en un potencial tregua larga. 

La partida de ajedrez continuará, con ambas potencias siendo conscientes de que, por el momento, se necesitan mutuamente. Esta interdependencia es algo que los mercados a veces olvidan, lo que da lugar a episodios de volatilidad como los vividos en las últimas semanas. Un fenómeno que se volverá a sufrir mientras Trump siga alojado en la Casa Blanca.

Eliminación de las importaciones de gas ruso antes de 2028

Por su parte, los países de la Unión Europea han aprobado eliminar progresivamente las importaciones de gas ruso antes de 2028. Los ministros de Energía votarona favor de desvincularse del suministro energético ruso mediante un plan escalonado: no se podrán firmar nuevos contratos de importación de gas a partir de enero de 2026. Los contratos ya existentes de corto plazo, firmados antes del 17 de junio de 2025, podrán mantenerse hasta junio de 2026. En el caso de los contratos a largo plazo, el plazo máximo para su finalización será enero de 2028.

Antes de la invasión rusa a Ucrania, Rusia representaba el 45% de las importaciones de gas del bloque comunitario. Actualmente, esa cifra se ha reducido al 12%, y con esta medida se busca eliminar completamente la dependencia. En la votación, dos países se opusieron a la propuesta –Eslovaquia y Hungría–. No obstante, su oposición no fue suficiente para bloquearla, ya que la aprobación requería una mayoría cualificada, es decir, el respaldo de al menos el 55% de los Estados miembros. El siguiente paso consistirá en negociar el texto definitivo con el Parlamento Europeo. 

Hungría será precisamente el país anfitrión de la reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin en las próximas dos semanas, un encuentro no exento de polémica. Putin está sujeto a una orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra, lo que implica que podría ser detenido si pisa territorio de alguno de los Estados miembros, entre ellos la mayoría de los países de la Unión Europea. Sin embargo, Hungría anunció en abril su intención de desvincularse unilateralmente del organismo, coincidiendo con la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Aunque la retirada no es efectiva hasta un año después del anuncio, no hay señales de que el Gobierno húngaro vaya a cumplir con las obligaciones del tribunal que aún le corresponden.

Fortuna SFP: el VIX detecta la vuelta del nerviosismo en EEUU

Durante meses, los mercados estadounidenses habían vivido en una aparente calma. La volatilidad, medida por el índice VIX, se mantenía en niveles históricamente bajos, reflejo de una confianza casi complaciente en la resiliencia económica y en el poder de la inteligencia artificial como nuevo motor de crecimiento. Sin embargo, en los últimos días, ese sosiego ha empezado a resquebrajarse. El VIX ha vuelto a situarse por encima de los 20 puntos, una cota que, sin ser alarmante, sí marca el regreso del nerviosismo. Las causas son múltiples y, en conjunto, dibujan un cuadro de vulnerabilidad que los inversores habían preferido ignorar, señala el fundador de Fortuna SFP, José Manuel Marín Cebrián.

El primer foco de tensión procede del sistema bancario regional estadounidense. Varias entidades medianas han mostrado señales de estrés en sus balances ante la persistencia de unos tipos de interés elevados y la debilidad de algunos segmentos inmobiliarios, especialmente el comercial. Entre los nombres más señalados figuran Zions Bancorporation, que sufrió caídas superiores al 13% tras revelar un cargo de unos 50 millones$ vinculado a préstamos fraudulentos; Western Alliance Bancorp, afectada por litigios relacionados con fraude crediticio y retrocesos de más del 10%; y New York Community Bancorp (NYCB) —a través de su filial Flagstar Bank—, cuya exposición a préstamos de inmuebles comerciales supera el 470 % de su capital, una cifra que refleja un riesgo de concentración preocupante. 

Este nerviosismo recuerda inevitablemente lo ocurrido en 2023, cuando el colapso de Silicon Valley Bank y First Republic Bank desató una crisis de confianza que se extendió por todo el sistema financiero estadounidense. Aquella onda expansiva cruzó el Atlántico: en Europa, Credit Suisse se vio al borde del colapso y tuvo que ser rescatado mediante una fusión de emergencia con UBS. Fue un recordatorio de que las fragilidades del sistema bancario, por muy localizadas que parezcan, pueden tener consecuencias globales. Hoy, aunque las cifras de exposición sean menores y la supervisión más estricta, la reacción del mercado revela una verdad incómoda: la confianza sigue siendo el activo más frágil del sistema financiero.

A la fragilidad doméstica se suman las renovadas tensiones comerciales con China. Washington ha endurecido su posición sobre el acceso a materiales críticos —las llamadas tierras raras— esenciales para la industria tecnológica y de defensa. Pekín, por su parte, ha insinuado restricciones a las exportaciones, reeditando un pulso que va mucho más allá del comercio: es una pugna estratégica por el control de la economía del futuro. Este enfrentamiento amenaza con elevar costes, entorpecer cadenas de suministro y presionar márgenes empresariales justo cuando los inversores habían apostado por un ciclo expansivo impulsado por la innovación.

En paralelo, el cierre parcial de la administración estadounidense —con el Congreso de nuevo bloqueado por disputas presupuestarias— ha añadido un elemento más de incertidumbre. Aunque históricamente estos episodios tienen un impacto económico limitado, su efecto psicológico sobre el mercado es notable. Representan un recordatorio de la disfunción política que atenaza a Washington y de los riesgos que esta supone para la estabilidad fiscal en un país que acumula ya una deuda pública superior al 120 % del PIB.

Finalmente, el factor tecnológico, hasta ahora la gran esperanza de los mercados, empieza a mostrar signos de fatiga. El entusiasmo en torno a la inteligencia artificial ha impulsado valoraciones difíciles de justificar en términos de beneficios actuales. Algunos analistas advierten de que el fenómeno recuerda a la burbuja de las puntocom de principios de siglo: una revolución tecnológica real, sí, pero con un ritmo de monetización mucho más lento de lo que descuentan las cotizaciones. La toma de beneficios en los grandes valores tecnológicos ha amplificado la corrección y devuelto el miedo a un mercado excesivamente concentrado.

La suma de todos estos elementos ha roto el espejismo de estabilidad. El repunte del VIX por encima de 20 no implica necesariamente un cambio de ciclo, pero sí una advertencia clara: la complacencia tiene un precio. La economía estadounidense sigue creciendo, pero bajo una superficie de solidez aparente laten tensiones financieras, geopolíticas y políticas que el mercado ya no puede ignorar. En tiempos de euforia tecnológica y abundancia de liquidez, los inversores tienden a olvidar que el riesgo nunca desaparece, solo cambia de forma. Hoy, ese riesgo vuelve a hacerse visible. Y con él, la volatilidad regresa a Wall Street.

17Oct

Se mantienen Samoa Americana, Anguila, Fiyi, Guam, Palaos, Panamá, Rusia, Samoa, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes de EEUU, y Vanuatu.

Miguel Ángel Valero

La Unión Europea ha firmado protocolos modificativos del Acuerdo relativo al intercambio automático de información sobre cuentas financieras para mejorar el cumplimiento fiscal internacional con el Principado de Andorra, Liechtenstein, Mónaco, y San Marino

El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) del 17 de octubre también publica las Conclusiones del Consejo sobre la lista revisada de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales. 

El Consejo subraya la importancia de promover y reforzar las normas de buena gobernanza fiscal —en particular en el ámbito de la equidad y la transparencia fiscales— y de luchar contra el fraude, la evasión y la elusión fiscales, tanto a escala de la UE como mundial. Valora la productiva y continua colaboración que el Grupo Código de Conducta (Fiscalidad de las Empresas) mantiene en materia fiscal con la mayoría de los países y territorios del mundo.

También celebra los progresos realizados en los países y territorios pertinentes gracias a la adopción de medidas activas dentro de los plazos acordados, en particular en lo que se refiere al cumplimiento de los criterios de transparencia fiscal establecidos para la elaboración de la lista de la UE. Y se congratula de las prometedoras medidas que han adoptado recientemente algunos países y territorios que llevan largo tiempo en la lista, y los invita a que prosigan sus esfuerzos para colaborar con el Grupo Código de Conducta y resolver las cuestiones pendientes de cara a futuras actualizaciones de la lista de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales.

Lamenta que, con un Estado miembro, Turquía no haya realizado ningún avance respecto del intercambio automático efectivo de información. Reitera su petición a Turquía de que instaure las relaciones de intercambio automático de información que aún no ha entablado con un Estado miembro y respete plenamente los requisitos establecidos en las Conclusiones del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de los días 22 de febrero y 5 de octubre de 2021, 24 de febrero y 4 de octubre de 2022, 14 de febrero y 17 de octubre de 2023, 20 de febrero y 8 de octubre de 2024 y 18 de febrero de 2025. Reitera que el intercambio automático efectivo de información con todos los Estados miembros es una condición que Turquía debe respetar para cumplir el criterio 1.1 de la lista de criterios de la UE.

El Consejo Europeo aprueba la lista revisada de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales:

  • Samoa Americana: no realiza ningún intercambio automático de información financiera; no ha firmado ni ratificado —tampoco por medio del Estado del que depende— el Convenio de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE, en su versión modificada, ni se ha comprometido a resolver las mencionadas cuestiones.
  • Anguila: facilita estructuras y mecanismos extraterritoriales destinados a atraer beneficios que no reflejan una actividad económica real, al no haber adoptado todas las medidas necesarias para garantizar la aplicación efectiva de los requisitos en materia de actividad económica establecidos en el criterio 2.2. Anguila se ha comprometido a subsanar las deficiencias detectadas por el Foro Global en lo que respecta a su marco de intercambio de información previa solicitud y a pedir y que se le conceda una revisión en profundidad por parte de dicho foro antes del 24 de julio de 2026.
  • Fiyi: no ha firmado ni ratificado el Convenio de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE, en su versión modificada, tiene regímenes fiscales preferentes perniciosos (régimen no revisado de incentivo para las rentas derivadas de las tecnologías de la comunicación, régimen aplicable a las empresas exportadoras), y todavía no ha resuelto estas cuestiones.4
  • Guam: no realiza ningún intercambio automático de información financiera; no ha firmado ni ratificado —tampoco por medio del Estado del que depende— el Convenio de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE, en su versión modificada, ni se ha comprometido a resolver las mencionadas cuestiones.
  • Palaos: no ha firmado ni ratificado el Convenio de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE, en su versión modificada, y todavía no ha resuelto esta cuestión.
  • Panamá: tiene un régimen de exención de rentas de origen extranjero que es pernicioso y no ha resuelto aún esta cuestión. Panamá se ha comprometido a subsanar las deficiencias detectadas por el Foro Global en lo que respecta a su marco de intercambio de información previa solicitud y a pedir y que se le conceda una revisión en profundidad por parte de dicho foro antes del 17 de julio de 2026.
  • Federación de Rusia: tiene un régimen fiscal preferente pernicioso (sociedades de cartera internacionales) y todavía no ha resuelto esta cuestión.
  • Samoa: tiene un régimen fiscal preferente pernicioso (sociedades offshore) y todavía no ha resuelto esta cuestión.
  • Trinidad y Tobago: no ha obtenido una calificación de al menos "en vigor, pero necesita mejoras" en lo que se refiere a los requisitos básicos 1 y 2 en el informe de revisión por pares relativo al intercambio automático de información sobre cuentas financieras realizado por el Foro Global.
  • Islas Vírgenes de los Estados Unidos: no realizan ningún intercambio automático de información financiera; no han firmado ni ratificado —tampoco por medio del Estado del que dependen— el Convenio de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE, en su versión modificada; tienen regímenes fiscales preferentes perniciosos (programa de desarrollo económico, empresas exentas, Ley Reguladora del Centro Bancario Internacional), y no se han comprometido a resolver las mencionadas cuestiones.
  • Vanuatu: facilita estructuras y mecanismos extraterritoriales destinados a atraer beneficios que no reflejan una actividad económica real y todavía no ha resuelto esta cuestión. Vanuatu está a la espera de una revisión en profundidad por parte del Foro Global de su situación en lo que respecta al intercambio de información previa petición.

Intercambio automático de información

  • Turquía: Está previsto que intercambie información de manera efectiva con los veintisiete Estados miembros de conformidad con el calendario
  • Jordania y Montenegro se comprometieron a subsanar las deficiencias detectadas y a obtener calificaciones jurídicas positivas («en vigor» o «en vigor, pero necesita mejoras») en lo que se refiere a los requisitos básicos 1 y 2 relativos al intercambio automático de información sobre cuentas financieras, a tiempo para incluir esas calificaciones en el informe de revisión por pares relativo al intercambio automático de información sobre cuentas financieras que el Foro Global publicará en 2026
  • Antigua y Barbuda, Belice y Seychelles están a la espera de una revisión en profundidad por parte del Foro Global
  • Montenegro: se comprometió a dar los pasos necesarios para pedir y que se le conceda, a más tardar el 15 de agosto de 2026, una revisión en profundidad por parte del Foro Global con miras a elevar su calificación general en lo que respecta al intercambio de información previa petición hasta al menos «conforme en gran medida» en el plazo previsto
  • Islas Vírgenes Británicas: se comprometió a dar los pasos necesarios para pedir y que se le conceda, a más tardar el 15 de febrero de 2027, una revisión en profundidad por parte del Foro Global con miras a elevar su calificación general en lo que respecta al intercambio de información previa petición hasta al menos «conforme en gran medida» en el plazo previsto

Equidad fiscal

  • Existencia de regímenes fiscales perniciosos:
    • Esuatini: se había comprometido, en el marco del Foro sobre Prácticas Fiscales Perniciosas (FPFP), a modificar o derogar a más tardar el 31 de diciembre de 2023 un régimen fiscal preferente, y está a la espera de la evaluación final del FPFP: 
    • Estado de Brunéi Darusalam: se ha comprometido a modificar o derogar su régimen pernicioso de exención de rentas de origen extranjero a más tardar el 31 de diciembre de 2025
  • Prevención de la erosión de las bases imponibles y el traslado de beneficios: Groenlandia, Jordania y Marruecos se comprometieron a subsanar las deficiencias detectadas en sus marcos internos en lo relativo a los informes país por país a tiempo para que esto se incluya en el informe de revisión por pares de la acción 13 del Marco Inclusivo sobre BEPS que se publicará en otoño de 2026.
26Sep

Trump pretende imponer aranceles del 100% sobre fármacos patentados o comercializados con marca. Y hay en marcha investigaciones sobre el 12% de las importaciones, como semiconductores y productos electrónicos.

Miguel Ángel Valero

Tras varios meses de calma Trump vuelve a activar la maquinaria tarifaria. En este caso, se trata de un nuevo gravamen sobre la importación de fármacos patentados o comercializados con marca. El anuncio realizado por la red social de Trump, Truth, carece de un paraguas legal claro, porque aún está en curso la investigación de la sección 232 sobre productos farmacéuticos.

Pero si nadie lo remedia, los aranceles farmaceuticos entrán en vigor el 1 de octubre y alcanzarán nada menos que el 100%, la tasa más elevada hasta ahora aplicada por Trump.

Este movimiento afectaría de forma menos significativa a los productos procedentes de Europa, que mantendrían un arancel del 15%, ni a los medicamentos genéricos, que seguirían exentos. Los respectivos acuerdos con Japón y con Reino Unido deberían proteger sus exportaciones farmacéuticas, que no serán tratadas peor que la Unión Europea. 

Según informes sobre el consumo de medicamentos en EEUU, el 90% de los fármacos prescritos son genéricos, aunque el 87% del gasto se concentra en medicamentos patentados. Por ello, asumiendo el porcentaje de gasto como proporción para las importaciones de productos no genéricos, el arancel promedio teórico se incrementaría del 19% al 21,6%. No obstante, también se ha señalado que los productos de empresas que inviertan en fábricas dentro del país podrían quedar fuera de la lista arancelaria, por lo que el aumento de 2,5 puntos representaría el escenario más extremo. 

Como viene siendo habitual con Trump, tras el anuncio de una medida tan espectacular, vendrá la negociación, y es probable que la lista definitiva de medicamentos afectados sea inferior a ese 87%.

Además, Trump anunció nuevos aranceles a la importación de camiones de gran tonelaje, muebles de baño y muebles de cocina, aunque éstos no tendrían un efecto material en el arancel promedio. 

A la espera de la arquitectura legal de los nuevos aranceles sobre los medicamentos, continúan las investigaciones sobre aproximadamente el 12% de las importaciones de 2024, destacando especialmente las realizadas sobre semiconductores y productos electrónicos (ordenadores, dispositivos de consumo, teléfonos móviles, etc.). 

La Administración de Trump ha iniciado investigaciones para introducir aranceles sobre las importaciones de robótica, maquinaria industrial y equipamiento médico. Esta investigación llevada a cabo por el Departamento de Comercio se enmarca en la conocida Sección 232 y permite imponer aranceles sobre productos específicos para salvaguardar la seguridad nacional. Este mismo recurso fue el utilizado anteriormente para establecer gravámenes sobre automóviles, acero y aluminio. Actualmente, están también en curso investigaciones sobre las importaciones de aeronaves, minerales críticos y camionetas, entre otros bienes.

Aunque la intensidad del arancel sobre los medicamentos es excepcionalmente alta —la más elevada como producto individual—, parece que representa la fase final de la guerra arancelaria, entrando en una etapa menos incierta e incluso con posibilidad de reversión de algunos de los aranceles más agresivos.

Europa consigue menos aranceles en automoción

Porque, al tiempo que se anuncian esos aranceles del 100% sobre fárnacos, EEUU rebaja los aranceles sobre los automóviles y componentes procedentes de la Unión Europea (UE) a un 15%, con efecto retroactivo desde el 1 de agosto. El mes pasado, ambas regiones alcanzaron un acuerdo preliminar en el que EEUU redujo el arancel general recíproco a un 15%, inferior al 30% que había amenazado imponer al bloque comunitario. Sin embargo, el acuerdo incluía una cláusula que mantenía los automóviles europeos con un arancel del 27,5% (25% + 2,5% anterior a Trump), hasta que la UE eliminara sus aranceles sobre productos industriales estadounidenses y concediera acceso preferente a bienes agrícolas y mariscos. 

Tras cumplir con estas condiciones, la UE ha desbloqueado la reducción de los gravámenes a la industria automotriz al 15%.

El caso TikTok

Por otra parte, EEUU y China han convertido TikTok en un campo de batalla. Para Donald Trump, no se trata de una aplicación de vídeos cortos, sino de un arma estratégica. Su objetivo es claro: controlar primero la propiedad y, sobre todo, el algoritmo que decide qué contenidos ven millones de personas cada día.

El razonamiento es doble. Por un lado, EEUU apela a la seguridad nacional: no puede permitir que un rival geopolítico como China tenga acceso a los datos de sus ciudadanos. ByteDance, la matriz de TikTok, mantiene vínculos con el Partido Comunista, lo que convierte la aplicación en un riesgo evidente. Pero la verdadera razón va más allá: TikTok moldea comportamientos sociales y políticos, y en un país como EEUU, eso significa también capacidad de influencia electoral.

Durante las negociaciones celebradas recientemente en Madrid, Trump y Xi alcanzaron un preacuerdo que marca un punto de inflexión. La filial estadounidense de TikTok quedaría bajo control mayoritario de inversores norteamericanos, con ByteDance manteniendo solo una participación minoritaria. El algoritmo que determina el contenido que consumen millones de usuarios pasaría a estar bajo supervisión estadounidense, y el consejo de administración tendría mayoría de miembros de EE. UU. Además, se ha concedido más tiempo a ByteDance para cerrar la operación antes de que entre en vigor la amenaza de prohibición. 

Se trata de un pacto que no resuelve todo, pero que muestra hasta qué punto ambos líderes entienden que TikTok es mucho más que entretenimiento.Un ejemplo de su poder lo vimos en Rumanía, donde un candidato antisistema logró imponerse gracias al empuje de miles de vídeos con respaldo ruso. Y en EEUU, Harvard Kennedy School analizó más de 56.000 vídeos durante las presidenciales de 2024, mostrando cómo la red se convirtió en terreno fértil para mensajes tóxicos, racistas y conspirativos, especialmente entre votantes trumpistas. 

Otro estudio, éste de Sage Journals sobre 16 millones de vídeos, confirmó que el contenido más radical atrae menos usuarios, pero genera mayor interacción. Así nacen las “cámaras de eco”, donde los usuarios solo ven reforzadas sus propias creencias.

Estamos entrando en la era de la desinformación. La información circula a una velocidad vertiginosa: en cuestión de segundos se comparte, se manipula o incluso se fabrica desde cero. Cada vez se dedica menos tiempo a contrastar, a verificar si lo que leemos o vemos es real o inventado. Y son precisamente esas dinámicas las que alimentan las redes sociales que hoy marcan el pulso de la opinión pública. Algoritmos diseñados para premiar lo que más engancha priorizan la emoción frente al rigor.

Para Trump, esa dinámica es clave: necesita que el universo MAGA no sea percibido como una burbuja, sino como la realidad dominante. Su problema es que Xi, y también Rusia, quieren lo mismo. En un mundo donde el poder ya no se mide solo en ejércitos o dinero, sino en percepciones y narrativas, la batalla por TikTok revela el nuevo terreno de disputa global.

"Controlar TikTok significa controlar un pedazo de la opinión pública mundial. Trump lo sabe y Xi también. Y en esa pugna, lo que está en juego no es una aplicación, sino quien moldea la realidad que consumimos a diario", subraya el analista Pablo Gil en The Trader.

Más inflación y alza del proteccionismo

Los aranceles son inflacionistas. Y la inflación, a nivel global, experimentó un notable repunte tras la pandemia y los posteriores shocks logísticos y energéticos, alcanzando picos cercanos al 9% a finales de 2022 por los efectos de la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania

Aunque desde entonces se ha moderado, con proyecciones del FMI que sitúan la inflación mundial en torno al 4,2% para finales de 2025, los ecos persistentes de esa fase inflacionaria aún impactan en el comercio internacional. Porque nuevos riesgos geopolíticos pueden volver a repuntar los precios. 

El efecto más claro de la inflación a nivel mundial es el encarecimiento de diferentes insumos, como la energía y las materias primas. ¿Cómo se traslada a la economía global? Por el propio precio de producción, pero también por el aumento de los costes logísticos. A su vez, al elevarse los costes y los precios finales, se reduce el volumen comercial, afectando especialmente a las economías menos competitivas.

También la inflación tiene una estrecha relación con los tipos de cambio. Normalmente, cuando un país sufre una inflación elevada, su moneda tiende a depreciarse. Esta depreciación puede tener efectos contrapuestos: 

  • Favorece las exportaciones al hacer los productos más baratos en el mercado internacional.
  • Encarece las importaciones y puede alimentar la espiral inflacionaria, como ocurre con países muy dependientes del petróleo o gas extranjero.

Esta volatilidad genera incertidumbre en los contratos internacionales.

Los constantes ajustes en los precios y el encarecimiento del transporte intensifican también la fragmentación económica.  Esto, a su vez, aumenta los efectos negativos, ya que, en un mundo fragmentado, la subida de precios se aferra más en los países con mayores rigideces que se adaptan menos a introducir productos de otros países, generando un creciente proteccionismo.

La guerra comercial y los aranceles también incrementan los costes, no solo en productos finales, sino también en componentes intermedios esenciales. 

La volatilidad en los tipos de cambio aumenta la incertidumbre para empresas, incentivando la fuga de capitales. La contracción de la inversión extranjera directa en economías emergentes es atribuible en gran parte al aumento de barreras comerciales y la incertidumbre derivada de la inflación.

Una de las respuestas es el mencionado incremento de las barreras comerciales. Los aranceles protegen la industria local de los precios externos, pero encarecen las importaciones. Este fenómeno se ha agravado con la reciente intensificación de aranceles por parte de EEUU. Históricamente, la imposición de nuevas barreras comerciales ha ocasionado caídas globales en el volumen comercial, como ocurrió durante la Gran Depresión tras la Ley Smoot-Hawley de 1930.

La posibilidad de nuevos aranceles genera incertidumbre comercial que afecta directamente el rendimiento de la industria manufacturera. Las empresas globales valoran por ello cada vez más la diversificación geográfica para mitigar riesgos. 

Nuevas perspectivas y estrategias de adaptación

Las respuestas ante un contexto de inflación y de contracción comercial y económica no son sencillas para los bancos centrales, que tienen que ir adaptando sus políticas de forma constante:

  • La primera respuesta suele ser subir los tipos de interés, ya que ayuda a controlar la inflación, pero en cambio reduce la inversión y afecta economías con problemas de crecimiento e incluso en situación de recesión.
  • En el lado contrario, bajar los tipos incentiva la economía, pero aumenta la inflación. 

Este difícil equilibrio conlleva que se adopten de forma simultánea otras políticas de forma complementaria como las fiscales, que deben orientarse a inversiones públicas y reformas estructurales que restauren el crecimiento, y estructurales, como reformas laborales que busquen reducir rigideces, liberalicen sectores claves o incentiven a la innovación.

La inflación global muestra que el futuro del comercio global pasa por una globalización más resiliente:

  • Cadenas de suministros más cortas, regionalizadas y diversificadas, lo que se denomina nearshoring. 
  • Otra respuesta es el friendshoring, que consiste en mantener la externalización pero dentro de países aliados, evitando tensiones geopolíticas.
  • Soberanía estratégica en sectores clave: la inflación derivada del aumento de costes externos ha llevado a reforzar el tejido productivo interno en sectores como la la energía o los semiconductores.
  • Reindustrialización verde y digital, ya que en este incremento de la producción local hay un importante énfasis en nuevas herramientas tecnológicas, como la automatización o la inteligencia artificial, pero también de criterios sostenibles. La inversión en industrias limpias, energías renovables y cadenas de valor circular es una cada vez una mayor prioridad.

La inflación global ha provocado transformaciones profundas en el comercio internacional, generando especialmente efectos negativos, pero también oportunidades emergentes. La pérdida de competitividad en países con alta inflación y la volatilidad de los tipos de cambio, afecta la estabilidad de los contratos y las cadenas de suministro.

Sin embargo, también ha impulsado una reconfiguración estratégica: muchas economías están apostando por cadenas de valor más resilientes, producción local y regional, y una mayor diversificación de mercados. Así, la inflación global, pese a sus tensiones, está acelerando cambios hacia un modelo comercial menos vulnerable a choques externos.

Impacto en la maquinaria

Las tensiones geopolíticas y la nueva política arancelaria de EEUU están dejando efectos negativos en el dinamismo del sector de maquinaria, siendo especialmente significativos en Europa. Se trata de un área de actividad que depende en gran medida de las cadenas de suministro transfronterizas y, por lo tanto, es muy sensible a los cambios en las políticas comerciales mundiales. Además, requiere financiación para importantes gastos de capital, a menudo durante muchos años, y la incertidumbre actual está retrayendo la inversión. 

Un estudio de Crédito y Caución ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento global en este sector, que caerá este ejercicio 0,6 puntos con respecto a las previsiones iniciales de marzo, y 1,9 puntos en 2026, situándose en el 1,4% en 2025 y en tan solo un 0,8% el próximo año.

Entre las regiones, Asia-Pacífico tendrá un rendimiento más sólido que Occidente, con una tasa de crecimiento cercana al alrededor del 3%, mientras que se estima que en Europa la producción de ingeniería mecánica se contraiga y no registre una recuperación sustancial antes de 2027. 

El principal motivo es que las exportaciones europeas dependen en gran medida del mercado estadounidense, lo que está generando un fuerte impacto en los principales países productores como Alemania, que representa más del 45 % de la producción de ingeniería mecánica de la zona euro. 

De hecho, el estudio de la aseguradora de Crédito prevé que la producción disminuya más del 2% en Francia y Alemania este año. En este contexto, también se espera un aumento de las insolvencias, que están experimentando una tendencia creciente desde 2024. 

A medio y largo plazo, el sector de la maquinaria tendrá que hacer frente a retos como la volatilidad de los precios y disponibilidad de las materias primas como el aluminio, el cobre y el acero. Por otra parte, la apuesta de las empresas por la automatización de procesos y los robots industriales podría estimular la demanda de equipos de maquinaria relacionados.

Automoción: preocupan los aranceles de EEUU, y los de China

La transformación de la automoción y la movilidad continúa en 2025, aunque con un crecimiento más racional y conservador ante los nuevos retos que han irrumpido en el camino. Las tensiones comerciales internacionales, tanto con EEUU como con China, han agitado todavía más el ecosistema y el camino hacia la transición energética. 

La edición de este año del Barómetro Auto Mobility Trends de Coche Global, muestra una desaceleración en el ritmo de la transformación con la aparición de señales de alerta. Las inversiones se racionalizan con un 44% de las empresas que prevé aumentar su inversión global durante 2025, la cifra más baja en toda la serie que recoge el Barómetro en un claro síntoma de la inflexión en el sector.

Las empresas apuestan por medidas de ajuste como la finalización de contratos temporales (47,6%) y la reducción o paralización de inversiones (24%).

Entre los nuevos desafíos destacan el desembarco de marcas chinas y las nuevas barreras arancelarias en un sector altamente globalizado. El 67% de las empresas percibe las marcas de China como una amenaza, aunque para otra parte suponen una oportunidad de negocio.

En paralelo, los aranceles impuestos por la UE a los coches eléctricos chinos preocupan al 33% del sector, mientras que los establecidos por EEUU tienen un impacto significativo, especialmente en fabricantes (50%) y proveedores (40%).

Las señales de fatiga también se aprecian en el ámbito laboral, donde el empleo se estabiliza con un crecimiento más moderado como refleja el descenso hasta el 31% del porcentaje de empresas que prevé aumentar su plantilla este año. En paralelo, persiste la necesidad de incorporación de nuevos perfiles profesionales ligados a la transformación tecnológica y la sostenibilidad para un 38% de las compañías.