26 Oct
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Miguel Ángel Valero / Fotografías de Montserrat Merchante

Casa Nokiate (calle San Bartolomé 14, Madrid; de domingo a miércoles, 17:30–00:00; jueves a sábado, hasta las 02:00) es un lugar difícil de definir. Tanto que hay que recurrir a lo que los emprendedores procedentes de Guatemala dicen:  una  “neo taberna de raíces con alma contemporánea”, combinando sabores latinoamericanos, españoles y asiáticos. Su carta se centra en el concepto de fusión nikkei, con influencias tanto peruanas como japonesas, además de guiños mediterráneos y modernos.

"Nuestra propuesta fusiona lo mejor de la gastronomía latinoasiática con un inconfundible acento español, creando una experiencia única y sorprendente. Venimos desde Guatemala, donde ya contamos con dos Nokiate, y ahora traemos a Madrid nuestra pasión por la fusión, la creatividad y los sabores auténticos", explican. 

Lo cierto es que en Casa Nokiate el comensal podrá degustar platos que combinan ingredientes frescos, técnicas innovadoras y una carta pensada de comida y cócteles para compartir y disfrutar. Tradición y vanguardia en cada bocado.

Es un sorprendente cóctel, más que el tamarindo que ofrecen nada más entrar para abrir el apetito y preparar el paladar. La propuesta gastronómica del primer local madrileño del grupo Nokiate, una cadena de restaurantes de origen guatemalteco que se está expandiendo tras su éxito en América Latina, tiene elementos del país centroamericano, pero también de Perú, de Japón, de España. Renueva sabores tradicionales con presentaciones vanguardistas, en una reinvención de las tabernas urbanas con un toque de autor.

Lo cierto es que Casa Nokiate consigue integrar la atmósfera cercana de una taberna con un enfoque de cocina creativa y sofisticada. En su carta llaman la atención las bravas con alioli ahumado, furikake y salsa spicy, el bikini de tartar de res, el huevo de codorniz ajitama con tomate seco y queso manchego (una acertadísima reinvención de la gilda de San Sebastián), o las anchoas del Cantábrico con chips de plátano. Pero la palma se la lleva una innovadora reinvención del torrezno de Soria.

La carta es reducida, pero audaz y culturamente diversa, dentro de una cocina de fusión que mezcla raíces tradicionales con técnicas modernas, ofreciendo una experiencia estética y culinaria innovadora en un espacio aparentemente informal pero muy bien cuidado.

Casa Nokiate no engaña, seduce con su arriesgada propuesta que reinterpreta la tradición ibérica desde una óptica innovadora y global, fusionando las cocinas de España, Latinoamérica y Asia con un estilo fresco y contemporáneo.

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