Se disminuye el límite del contenido en ácido oleico de valores de menos del 78% al 74% y se elimina el resto de los ácidos grasos, al no ser la composición representativa de las características específicas del producto.
La apuesta por cultivos de regadío e intensivos mejoraría la eficiencia productiva y evitaría fluctuaciones productivas, pudiendo llegar a producir en una hectárea la misma cantidad de aceitunas que en 5 hectáreas de plantaciones tradicionales.