01Dec

La clave a corto plazo estribará en si la tendencia hacia un mundo más fragmentado se acelerará o si, para compensar el aumento de las restricciones en el comercio con EEUU, se avanzará en la búsqueda de nuevos acuerdos entre aliados comerciales naturales (UE, ASEAN, Canadá, Australia, etc.).

Miguel Ángel Valero

La economía mundial se adentra en 2026 con notables muestras de resiliencia tras la incertidumbre de 2025, pero también con grandes tendencias de fondo que plantean nuevos retos, advierte el último informe de CaixaBank Research. Fenómenos como la geoeconomía de un mundo más fragmentado, el auge de la inteligencia artificial o la necesidad de acelerar la transición verde marcarán el paso del nuevo año. Al mismo tiempo, la deuda pública ha aumentado de forma generalizada en la última década y alcanza niveles históricos en muchas economías, lo que enciende alertas sobre la sostenibilidad fiscal y crea un dilema para Europa: retornar a la disciplina presupuestaria sin renunciar a inversiones estratégicas clave 

José Ramón Díez añade: "Aunque parezca mentira, ya han pasado 12 vertiginosos meses desde la victoria de Trump en las elecciones presidenciales americanas". Destaca que "tanto la actividad internacional como la española han vuelto a mostrar en este ejercicio una elevada resiliencia para superar el ruido y la incertidumbre causados por la utilización del comercio o las finanzas como instrumentos al servicio de la política. Y ello ha sucedido en un contexto en el que, como en 2023 y 2024, las previsiones han ido mejorando a lo largo del año gracias a la reducción de la incertidumbre comercial, a la existencia de unas favorables condiciones financieras y a la capacidad y flexibilidad de los agentes económicos para adaptar sus decisiones de consumo e inversión a un entorno complejo".

De cara a 2026, la geopolítica seguirá ejerciendo un papel fundamental, teniendo en cuenta el reordenamiento del proceso de globalización en el que está inmersa la economía internacional desde la pandemia. Además de la evolución de los conflictos bélicos activos, la clave a corto plazo estribará en si la tendencia hacia un mundo más fragmentado se acelerará o, para compensar el aumento de las restricciones en el comercio con EEUU, se avanzará en la búsqueda de nuevos acuerdos entre aliados comerciales naturales (UE, ASEAN, Canadá, Australia, etc.). 

"Es algo que no debería ser incompatible con la continuidad del proceso generalizado de búsqueda de autonomía estratégica. En este sentido, para Europa, la clave en 2026 será cómo conciliar el deseo de reducir la dependencia externa (industrial, defensa…) con la sostenibilidad de la deuda pública", apunta.

Un reto de gran complejidad, marcado por las tensiones entre disciplina fiscal, inversiones necesarias (el BCE ha elevado las estimaciones del informe Draghi a 1,2 billones€ entre inversión pública y privada) y exigencias geopolíticas. Este dilema fiscal europeo solo se podrá solventar con una combinación de un mayor crecimiento potencial, una mayor eficiencia del gasto público y mayor flexibilidad en reglas fiscales. Países como Bélgica o Francia ya están en el disparadero por unas inercias fiscales de difícil reversión que se están reflejando en el realineamiento de las primas de riesgo en Europa.

No obstante, la clave de la estabilidad del escenario económico y financiero estriba en cómo termine de perfilarse la relación comercial entre China y EEUU, que afectará a los dos sectores claves para el desarrollo de la IA (tierras raras y microchips) en los que existe dependencia mutua. 

La IA aportará crecimiento y productividad, "pero no sabemos cuánto"

Un equilibrio óptimo permitiría mantener las inercias positivas de la inversión en IA sobre el crecimiento a corto plazo (especialmente visibles en EEUU) y aumentar la probabilidad de que este proceso de innovación termine manifestándose en productividad y crecimiento potencial a medio plazo, compensando los efectos negativos de la demografía y la fragmentación económica. De hecho, la IA es un ejemplo de incertidumbre positiva, pues "anticipamos mayor crecimiento y productividad gracias a ella, pero no sabemos con certeza cuánto". 

La clave, por tanto, es si se terminará rentabilizando todo el esfuerzo inversor, fundamental para diluir el riesgo financiero provocado por la confluencia de tensiones fiscales, incertidumbre y tensiones geopolíticas. Esto, unido a exigentes valoraciones en Bolsa, conforma un entorno en el que la estabilidad financiera puede ponerse a prueba en 2026, con segmentos del crédito privado bajo el radar de los inversores. Los bancos centrales tienen las herramientas necesarias para sofocar los fuegos que vayan apareciendo por el camino, aunque los grados de libertad también son más reducidos tras los esfuerzos de la última década.

En este contexto complejo, la economía española ha seguido mostrando un sólido dinamismo que permitirá cerrar el año con ritmos de crecimiento medios muy próximos al 3%. Lo más destacable de la evolución durante el ejercicio ha sido el viraje hacia la demanda interna como motor del crecimiento, pese a que las exportaciones han mantenido un comportamiento vigoroso (gracias a los servicios). De cara a 2026, las tendencias continuarán siendo positivas, gracias al esperable tirón de los fondos europeos, al impulso demográfico, a la existencia de unas condiciones financieras acomodaticias, a los elevados niveles de la tasa de ahorro de las familias y a una inversión residencial que responde al aumento de la demanda. Todo ello nos lleva a anticipar un crecimiento del 2,1% en 2026.

En definitiva, el próximo año la economía seguirá expuesta a la combinación entre nuevas tendencias de fondo (restricciones a los movimientos comerciales y migratorios, auge de la IA, etc.) y los desafíos a corto plazo (escaso espacio fiscal, valoraciones elevadas en mercados financieros, etc.). Un año en el que otra vez será determinante la capacidad de cuestionar en cada momento los supuestos detrás de las proyecciones económicas, así como la flexibilidad a la hora de tomar decisiones.

Desde 2019, España ha crecido el 10%, frente al 6,4% de la Eurozona

Oriol Aspachs subraya que se ensancha aún más la brecha abierta entre la economía española y la europea en la recuperación pospandemia. Desde 2019, la economía española acumula un crecimiento del 10,0%, frente al 6,4% que registra la Eurozona. La solidez del crecimiento se constata al observar la transversalidad que presenta a nivel sectorial. Según el indicador sectorial de CaixaBank Research, el 73% de los sectores presentan un ritmo de avance superior a su promedio histórico, una cifra que contrasta con el 41% de 2023 o el 36% de 2024. Además, el dinamismo está siendo impulsado por dos motores que tienen recorrido a medio plazo. Por un lado, la inversión, la aceleración del crecimiento de la que se realiza en activos fijos inmateriales, y que ya se sitúa un 40% por encima de los registros de 2019. Bajo este epígrafe se encuentra la inversión del tejido productivo en nuevos equipos de software informático o en bases de datos, y el gasto en proyectos de innovación tecnológica que generan patentes, elementos clave para consolidar la incipiente mejora de la productividad. 

La rebaja de los tipos de interés que ha llevado a cabo el BCE y la sana situación financiera del sector corporativo español, junto con la ejecución de los fondos europeos, deberían ayudar a que la inversión siga creciendo de forma vigorosa los próximos años.

El segundo motor que impulsa el crecimiento es el consumo de los hogares, con un avance acumulado del 6,4% desde 2019. En este caso, gran parte del aumento está estrechamente relacionado con el crecimiento de la población. A más personas, más consumo. Sin embargo, al consumo por persona le costó arrancar tras la pandemia, en términos reales, y no recuperó los niveles de 2019 hasta el último trimestre de 2024. En el tercer trimestre de 2025 se situaba un 1,7% por encima. 

La renta bruta disponible por habitante se encuentra un 5,3% por encima de los niveles previos a la pandemia. Pero su crecimiento se apoya en el aumento de las prestaciones sociales, que se encuentran un 9,3% por encima de los niveles previos a la pandemia, y en el de las rentas netas de la propiedad, que han aumentado un 13,5%. En cambio, la evolución de los salarios ha sido más débil, y en términos reales todavía se encuentran alrededor de un 5% por debajo, y su recuperación está siendo tímida. 

"Las diferencias en la evolución de las distintas fuentes de ingresos explican la sensación de que la recuperación no está llegando a todos los bolsillos. A medida que los salarios vayan recuperando el poder adquisitivo, y que la tasa de ahorro se normalice, el recorrido que tiene el consumo para seguir creciendo es amplio", subraya este experto. 

Además, el crecimiento de la población también es de esperar que siga ayudando a que el consumo a nivel agregado siga aumentando. Finalmente, destaca la confianza que está recibiendo la economía española. En un contexto de elevada incertidumbre a nivel internacional, por las tensiones geopolíticas, la escalada de los aranceles por parte de EEUU, o las dudas sobre la capacidad de varias economías desarrolladas de ajustar sus cuentas públicas, el dinamismo del consumo de los hogares y de la inversión es aún más remarcable y refleja la confianza de hogares y empresas en que el impacto de todos estos factores será limitado para la economía española. 

La prima de riesgo de la deuda española, aupada por las recientes mejoras de su rating, no solo no ha aumentado, sino quese encuentra en 51 puntos básicos (pb), el nivel más bajo desde antes de la crisis financiera, en 2009, y ensancha la diferencia respecto a la prima de riesgo que presentan la deuda francesa o italiana.

Sesgo bajista de los tipos en 2026

La tregua comercial entre EE. UU. y China, el alto el fuego en Gaza y la reconducción de las negociaciones presupuestarias en Francia ofrecieron apoyo al sentimiento de los inversores. En el balance de octubre, los principales índices bursátiles alcanzaron máximos históricos, el dólar se apreció, las rentabilidades de la deuda soberana descendieron y los diferenciales periféricos de la Eurozona se estrecharon, mientras que las materias primas exhibieron disparidad entre el alza de los metales y el descenso en los precios del crudo. Pese a este tono positivo de conjunto, las cotizaciones no estuvieron exentas de volatilidad y sufrieron movimientos de ida y vuelta, especialmente en las Bolsas, los tipos de interés soberanos y algunas materias primas. En este contexto, los bancos centrales cumplieron con lo esperado: la Fed recortó tipos, el BCE los mantuvo y las expectativas de política monetaria de los inversores se mantuvieron relativamente estables.

Los inversores siguen apostando por un nuevo recorte de tipos de la Fed en diciembre (aunque moderaron su probabilidad hasta cerca del 70%) y mantienen la expectativa de dos bajadas más en 2026. En cuanto al BCE, los mercados mantuvieron sus expectativas sin grandes cambios, cotizando una probabilidad cercana al 95% de que el tipo depo siga en el 2,00% en diciembre, pero con cierto sesgo bajista para 2026 (probabilidad implícita de un 45% para que el BCE termine recortando el depo hasta el 1,75% en el primer semestre del año que viene).

28Nov

Para HelpMyCash, es un buen momento para plantearse seriamente el cambio a un tipo fijo, sobre todo si se tienen dificultades para soportar subidas adicionales de la cuota de la hipoteca.

Miguel Ángel Valero

Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury, cree que el Euribor a 12 meses cerrará un cuarto mes al alza y ya se encuentra ahora por encima de la cota del 2,2%. El repunte se produce en un contexto inflacionario benigno, con el indicador general cayendo al 2,1% en octubre y la inflación subyacente, que no tiene en cuenta elementos más volátiles como la energía, la alimentación, el alcohol o el tabaco, permaneciendo en el 2,4% por segundo mes consecutivo.

Con respecto a las expectativas para la inflación en los próximos años, el BCE actualizará sus pronósticos en su próxima reunión de diciembre, pero no se esperan grandes cambios con respecto a los de septiembre. El BCE predecía en sus últimas proyecciones que la inflación general se situaría en el 1,7% a finales de 2026 y en 1,9% a finales de 2027, y la subyacente en 1,9% y 1,8%, respectivamente.

A pesar de que el crecimiento de los precios podría caer por debajo del objetivo del 2% en los próximos años, no se espera que el BCE vuelva a estimular la economía mediante bajadas de tipos. La economía ha capeado el temporal este año y parece que el año que viene el BCE pasará el relevo al gobierno de Merz, para que, mediante su política fiscal expansiva, apuntale el crecimiento europeo en 2026.

Durante el mes de noviembre la Eurozona consiguió sostener una actividad económica sólida, que ya se había acelerado en el mes previo, tal y como reflejan las encuestas del PMI. El indicador compuesto se situó en 52,4, mínimamente por debajo de las expectativas, pero holgadamente por encima del nivel de 50 que separa la expansión de la contracción. A esta buena noticia hay que sumarle la revisión al alza del PIB del tercer trimestre en 0,1 punto porcentual.

"Por todo ello, seguimos pensando que el BCE ha dado por acabado su ciclo de recortes y no esperamos que mueva ficha en la reunión de diciembre. Por ello, el Euribor debería acabar el año cerca de la cota actual del 2,2%"

HelpMyCash

Los hipotecados a tipo variable no ganan para sustos últimamente, señalan por su parte en el comparador financiero HelpMyCash. El Euribor a un año, que es el índice con el que se calcula su interés, se apuntará en noviembre su cuarta subida consecutiva: terminará el mes con un valor medio de alrededor del 2,217%; por encima del 2,187% de octubre. Se trata de su mayor registro desde marzo de 2025, que fue precisamente la última vez en la que esta referencia superó el 2,2%. Pero ¿cómo afectará eso a los titulares de una hipoteca variable? 

El analista hipotecario del comparador financiero, Miquel Riera, explica que “solo se verán perjudicados aquellos a los que les toque una revisión semestral en las próximas semanas”. “Los hipotecados con actualización anual, en cambio, notarán una leve bajada en sus cuotas mensuales”, afirma, aunque matiza que ese abaratamiento tiene fecha de caducidad.

Esta distinción se debe al método usado por los bancos para calcular las cuotas de las hipotecas variables. El tipo de interés de estos productos suele actualizarse una vez al semestre o al año, en función de lo indicado en el contrato, a contar desde la fecha en la que se firmó la escritura. Llegado el momento, si el Euribor ha subido respecto al valor registrado en la anterior revisión, las mensualidades se encarecerán, mientras que si ha bajado, éstas se abaratarán.

Según Riera, el valor del Euribor  de noviembre será superior al registrado hace seis meses: 2,081% en mayo de 2025. En consecuencia, las hipotecas variables que se revisen semestralmente durante las próximas semanas sufrirán un encarecimiento. Por ejemplo, para un préstamo medio de 150.000€ a 25 años con un tipo de Euribor más 1%, las cuotas subirán de 717 a 728€ mensuales, lo que supondrá un aumento de unos 11 al mes y de más de 60 al semestre.

En cambio, este índice se mantiene por debajo del valor registrado hace un año (2,506% en noviembre de 2024), por lo que las hipotecas con revisión anual seguirán abaratándose. Para el mismo ejemplo anterior, las cuotas descenderán de los 751 a los 728€ mensuales, lo que supondrá un ahorro de 23 al mes y de casi 280 euros al año.

Pese a que el Euribor ya suma cuatro meses al alza, el analista de HelpMyCash asegura que no debe cundir el pánico. Y es que las últimas subidas de este índice responden a un “proceso de normalización”, a su juicio, que se explica por los diferentes movimientos que ha llevado a cabo el BCE a lo largo de este año.

Miquel Riera recuerda que el Euribor representa el interés al que los principales bancos se prestan el dinero entre ellos. Por lo tanto, su evolución depende en gran medida de la política monetaria del BCE si se espera que baje sus tipos, el índice se adelanta y desciende, mientras que si el pronóstico es que se producirán subidas, la tendencia es la contraria.

Según el especialista hipotecario de HelpMyCash, “el Euribor cayó del 2,525% al 2,079% entre enero y julio de 2025 porque se esperaban numerosos recortes de tipos del BCE”. Sin embargo, los ha mantenido congelados desde julio, precisamente, por lo que “el índice se ha corregido y ha subido ligeramente a lo largo de los meses posteriores”, explica Riera.

De cara a los próximos meses, las previsiones apuntan a que el BCE mantendrá congelados sus tipos. Por este motivo, desde HelpMyCash pronostican que el Euribor se mantendrá relativamente estable hasta finales de este año y durante la primera mitad de 2026; sin caídas abruptas ni incrementos desproporcionados.

La cuota se puede blindar

¿Cómo afectará eso a los hipotecados a tipo variable? Los que tengan revisiones semestrales notarán subidas en sus cuotas cuando les toque la actualización, mientras que los préstamos hipotecarios con revisión anual empezarán a encarecerse en primavera, teniendo en cuenta que el Euribor cotizaba al 2,143% en abril de 2025. Sin embargo, existe un método para evitar ese aumento de la cuota: pasarse al tipo fijo.

La economista y cofundadora de HelpMyCash, Olivia Feldman, afirma que “es un buen momento para plantearse seriamente el cambio a un tipo fijo, sobre todo si la idea es permanecer en la vivienda hipotecada a largo plazo y la economía doméstica tendría dificultades para soportar subidas adicionales de la cuota”. Y es que la banca todavía ofrece intereses fijos competitivos, de alrededor del 2,5% o hasta por debajo, pero no lo hará eternamente: numerosas entidades ya han empezado a encarecer sus ofertas.

Para conseguir un buen tipo fijo, Feldman aconseja contactar con varios bancos, comparar condiciones y no alargar el proceso más de la cuenta. Según la economista, “nada garantiza que las buenas condiciones actuales se mantengan si el Euribor sigue subiendo o si el BCE endurece aún más su discurso”, así que conviene darse cierta prisa.

28Nov

Los mercados estiman una probabilidad implícita del 87% de un recorte de tipos de la Fed en diciembre, frente al 39% de hace una semana. El Banco Central Europeo presentará las previsiones económicas de cierre de año, además de intensificar el debate sobre la reducción de su balance.

Miguel Ángel Valero

El 1 de diciembre comienza el periodo de reflexión de la Fed previo al encuentro del día 10 –además de terminar oficialmente la reducción de balance–, durante el cual no podrán realizar intervenciones públicas. Este evento será clave, ya que marcará su postura ante la escasez de datos recientes y el ritmo previsto de recortes de tipos. Además, se publicará una oleada de indicadores retrasados en EEUU, entre ellos la inflación —aunque no se difundirá el dato correspondiente a octubre— y el PIB del tercer trimestre.

En Europa, la reunión del BCE del 18 de diciembre tendrá un contenido más relevante que la anterior, pues se presentarán las previsiones económicas de cierre de año y se intensificará el debate sobre la reducción del balance, tras la finalización del proceso en EEUU.

De momento, en las actas de la última reunión celebrada en octubre, el BCE consideró que la incertidumbre justificaba mantener los tipos de interés en el 2% y que era necesario tener más información. La decisión, que fue tomada por unanimidad, se basó en unas perspectivas de inflación inalteradas y que los nuevos datos de actividad confirmaban que la economía seguía creciendo “pese al desafiante entorno global”. En cualquier caso, para el Consejo de Gobierno también era importante “mantener todas las opciones para las próximas reuniones y ser ágil con el fin de reaccionar rápidamente” a los riesgos o impactos en caso necesario. En este sentido, el BCE considera que las perspectivas de inflación son más inciertas de lo habitual y que hay riesgos de que se produzcan impactos grandes en la inflación y el crecimiento en ambas direcciones. Por ello el BCE no se quiso comprometer respecto a las próximas decisiones sobre los tipos de interés, en donde la reunión de diciembre será particularmente relevante al incluir las nuevas proyecciones macroeconómicas.

El BCE se reunirá tras conocer un ligero repunte de la confianza económica en la zona euro. El indicador adelantado elaborado por Eurostat repuntó dos décimas hasta el 97, en línea con el consenso de los analistas. Esta mejora vino explicada por la confianza de los servicios, que repuntó hasta el 5,7, por encima del 4,4 previsto y del 4,2 correspondiente a octubre (dato revisado al alza). En cambio, la confianza del sector industrial cayó más de lo estimado hasta el -9,3 (vs. -8,5 en octubre).

UBS: el Pentágono amenaza a Alibaba, Baidu y BYD

En EEUU la situación es muy diferente a la europea. El Pentágono concluyó que varias grandes empresas tecnológicas chinas, como Alibaba, Baidu y BYD, deberían añadirse a su lista de la Sección 1260H. Ésta identifica a las empresas que el Pentágono considera que ayudan al ejército chino mientras operan en EEUU. Las acciones de las tres empresas, que cotizan en Hong Kong, cayeron entre un 1,4 % y un 2,7 % el jueves 27 de noviembre, con un rendimiento ligeramente inferior al del índice Hang Seng Tech. 

La inclusión en la lista, que todavía no se ha confirmado oficialmente, es importante para las empresas chinas, dado el posible impacto en la reputación y la disposición de las empresas estadounidenses a colaborar y hacer negocios con las empresas designadas. 

La noticia se produce tras un período de volatilidad para las acciones tecnológicas chinas, en un contexto de cambios en la política entre Estados Unidos y China y un renovado compromiso diplomático. Las respuestas de las empresas han minimizado el impacto operativo: Alibaba declaró que no hay fundamento para su inclusión y que su negocio no está relacionado con las adquisiciones militares estadounidenses. 

"Si bien titulares como éstos pueden generar volatilidad o captar la atención de los medios, recomendamos a los inversores que no dejen que esto distraiga la atención de los resilientes fundamentos del sector tecnológico chino ni de la continua mejora en su política", subrayan en UBS.

Las empresas chinas de IA tienen margen para invertir en inversión de capital. Las tecnológicas chinas continúan avanzando en la innovación y la monetización de la IA. Si bien la inversión de capital en IA se ha convertido en una preocupación en EEUU, el gasto de China en IA sigue siendo comparativamente modesto. El gasto de capital en IA de China creció un 57 % interanual. Si se analiza el gasto de capital en IA en general durante el período 2023-25, el de China se sitúa en torno al 18% del de EEUU.

"Creemos que esto deja un amplio margen para el crecimiento y la convergencia, con las empresas chinas centradas en ampliar sus capacidades nacionales y su alcance global. Ahora prevemos que la demanda de los hiperescaladores chinos verá un aumento aún más rápido en la tasa de localización, y se prevé que la proporción de chips GPU de fabricación nacional alcance el 50 % para 2027 (frente al 40 % anterior)", añaden los expertos de UBS.

Las relaciones entre EEUU y China se están estabilizando, tras la tregua comercial pactada entre Trump y Xi Jinping. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, sugiere que Trump podría reunirse con Xi Jing hasta cuatro veces en 2026, lo que refuerza el cambio hacia una mayor interacción. 

Otras informaciones apuntan a que Trump ha guiado a Japón para reducir las tensiones con Pekín sobre Taiwán, lo que refuerza la opinión de que la Casa Blanca sigue centrada en mantener la estabilidad y evitar una escalada. 

Las valoraciones, las ganancias y las entradas de capital del sector tecnológico chino son motivos de optimismo. El sector tecnológico chino continúa cotizando con un descuento considerable frente a sus pares globales, con el índice Hang Seng Tech en aproximadamente 18 veces su precio/beneficio anticipado, frente a las 27 veces del Nasdaq. Esto representa un descuento de casi el 32%, en comparación con el descuento promedio histórico del 17%. Las previsiones de crecimiento de las ganancias se mantienen sólidas, y se espera que el BPA del sector aumente un 37% en 2026. 

Las fuertes entradas de capital  y la participación nacional, por otro lado, subrayan la confianza en el futuro a largo plazo. "Por lo tanto, sin adoptar una postura única, sugerimos a los inversores que ignoren cualquier indicio a corto plazo del informe del Pentágono. El sector tecnológico chino sigue siendo una de nuestras inversiones de renta variable de mayor convicción a nivel mundial, respaldada por la rápida innovación, un sólido apoyo político y un sólido crecimiento de las ganancias. En nuestra opinión, la reciente corrección ofrece un punto de entrada atractivo para los inversores con una asignación de capital insuficiente", apuntan en UBS. 

Si bien no se pueden ignorar los riesgos políticos y reputacionales, la mejora del contexto diplomático y la resiliencia de los fundamentos sugieren que el sector está bien posicionado para un mayor crecimiento en 2026. "Recomendamos aprovechar los períodos de volatilidad para aumentar la exposición a la tecnología china, manteniendo la diversificación y un enfoque disciplinado", insisten los analistas de UBS.

Por otra parte, el dólar cae y el oro sube ante la esperanza de un recorte de tipos por parte de la Fed en diciembre. El dólar se encamina a su mayor caída semanal desde agosto (-0,6%), y a una anual de más del 8%, lo que sería su peor rendimiento anual desde 2017. El oro, mientras tanto, ha repuntado hasta alcanzar un máximo de dos semanas de 4.183$ por onza. 

Los mercados monetarios estiman una probabilidad implícita del 87% de un recorte de tipos en diciembre, frente al 39% de hace una semana. "Nuestra opinión: Si bien creemos que la mayor parte de la caída del dólar estadounidense ya ha pasado, la trayectoria de menor resistencia para el dólar estadounidense sigue siendo a la baja en los próximos meses. La flexibilización de la Fed (incluido un recorte de tipos en diciembre), los persistentes déficits estadounidenses y la continua diversificación de activos que se alejan del dólar estadounidense son factores adversos. Mantenemos una calificación atractiva para el EUR, el AUD y la NOK, y preferimos posiciones largas seleccionadas en divisas de alto rendimiento sobre las de bajo rendimiento en los mercados del G10 y emergentes. Por el contrario, calificamos el USD como no atractivo. La debilidad del dólar estadounidense, la disminución de los rendimientos reales, la incertidumbre geopolítica y el aumento de las preocupaciones fiscales deberían impulsar la demanda de oro, que también consideramos atractivo", resaltan en UBS.

Mark Haefele, Chief Investment Officer en UBS Global Wealth Management, afirma: “el sector tecnológico chino sigue siendo una de nuestras ideas de renta variable más fuertes a nivel global, respaldada por una rápida innovación, un sólido apoyo político y un fuerte crecimiento de beneficios. La reciente corrección ofrece una oportunidad atractiva para los inversores infraasignados, en nuestra opinión. Aunque no se pueden ignorar los riesgos políticos y reputacionales, el entorno diplomático está mejorando y los sólidos fundamentos del sector sugieren que está bien posicionado para seguir creciendo hasta 2026”.

20Nov

El Banco Central Europeo se mantiene a la espera, el Banco de Japón está decidido a subir los tipos de interés en algún momento, en el Reino Unido, un recorte en diciembre parece cada vez más probable, mientras que en EEUU el panorama es menos claro.

Miguel Ángel Valero

Christian Scherrmann, Economista jefe de DWS para EEUU, subraya que la tan esperada publicación del informe del mercado laboral de septiembre mostró una recuperación aceptable en la contratación. El empleo total no agrícola aumentó en 119.000 puestos en septiembre. Se registraron aumentos de empleo en salud (+43.000), servicios de comida y bares (+37.000) y asistencia social (+14.000). Mientras tanto, se registraron pérdidas de empleo en transporte y almacenamiento (-25.000) y en el gobierno federal (-3.000). La tasa de desempleo aumentó un 0,1%, hasta 4,4%, debido a un incremento en la participación laboral (subió 0,1% hasta 62,4%), distribuido de manera uniforme entre empleo y desempleo. Los ingresos medios por hora aumentaron un 0,2%, lo que indica que no hay presión sobre los precios por la reducción de la migración.

Los datos de octubre se publicarán junto con el informe de noviembre el 16 de diciembre, por lo que los miembros del FOMC no recibirán una actualización antes de su próxima reunión de política monetaria (prevista para el 10 de diciembre). 

Aunque el repunte en la tasa de desempleo en septiembre justificó el recorte de tipos en octubre, como medida de precaución, los niveles aceptables de contratación y la falta de datos oportunos dificultan que la Fed normalice rápidamente la política monetaria. En general, el informe respalda la opinión de DWS de que  la Fed mantendrá el status quo en diciembre. 

"No obstante, seguimos siendo optimistas sobre el hecho de que la Fed reducirá las tasas de interés hacia un nivel neutral para 2026, ya que los efectos de los aranceles sobre la inflación deberían desvanecerse, aunque es probable que la debilidad del mercado laboral persista", apunta el Economista Jefe de DWS para EEUU.

Las presiones de Trump agravan la división interna en la Fed

Lo que parece evidente es que el desacuerdo interno dentro de la Reserva Federal enfría las expectativas de un recorte de tipos en diciembre. Las actas de la última reunión de octubre muestran que, aunque algunos miembros se muestran abiertos a bajar tipos si la inflación continúa moderándose, otros defendían mantener una postura más prudente ante la persistencia de tensiones inflacionarias. La falta de consenso complica así la hoja de ruta de la Fed, especialmente en un contexto donde los datos clave como las cifras de empleo seguirán distorsionados tras el histórico cierre del gobierno. 

A este escenario de división se unen las ya conocidas presiones externas, procedentes de la Administración Trump, que sigue criticando abiertamente a Powell por no actuar con mayor contundencia. Y es que mientras algunos miembros, situados en la órbita de la actual administración, consideran que la inflación muestra avances suficientes para permitir un giro hacia una política más laxa, otros creen que los riesgos inflacionarios siguen siendo elevados y que la Fed debe evitar tomar decisiones precipitadas. 

La Fed sigue enfrentada a un dilema entre apoyar la estabilidad económica y no comprometer su credibilidad, lo que ha hecho que ahora sea menos probable un recorte de tipos a falta de datos de coyuntura más contundentes. 

Robeco: la Fed volverá a expandir su balance en línea con el alza del PIB

La reducción del balance de la Fed ha estado causando algunos problemas en EEUU. Las condiciones del mercado monetario se han endurecido, lo que ha llevado a la Fed a decidir poner fin a su programa de endurecimiento cuantitativo (QT) a partir del 1 de diciembre. "Esperamos que, a partir de principios de 2026, la Fed comience compras de gestión de reservas (RMP, por sus siglas en inglés) y vuelva a expandir su balance en línea con el crecimiento del PIB nominal. Esto debería aliviar parte de la presión sobre los tipos de interés a corto plazo, que prevemos sigan cayendo en los próximos meses y trimestres, incluso si hay una pausa en las subidas de tipos en diciembre", opinan en Robeco.

Mientras tanto, la reducción del balance del BCE ha ido funcionando sin problemas. En un discurso reciente, la integrante del Consejo de Gobierno, Isabel Schnabel, expuso sus planes para futuros ajustes del balance. Ella considera la reducción de tenencias de bonos como un proceso de normalización cuantitativa (QN, por sus siglas en inglés), no de endurecimiento cuantitativo (QT). Schnabel no tiene intención de detener este proceso, y es probable que su visión refleje la de una coalición más amplia dentro del Consejo.

En contraste, el Banco Popular de China prefiere impulsar su balance. En octubre, el PBoC anunció la reanudación de las compras de bonos del gobierno chino (CGB) para limitar los rendimientos y estimular la economía.

Quizás los problemas del balance en su forma más pura se esté sintiendo en Japón. El balance del Banco de Japón lleva más de un año reduciéndose y está programado para disminuir a un ritmo cada vez más rápido durante los próximos dos años. La combinación de subidas de tipos y una menor influencia del Banco de Japón (BoJ) en los bonos del gobierno japonés (JGB) ha impulsado los rendimientos al alza. "Vigilaremos esto de cerca, ya que el nuevo gobierno de Takaichi ha expresado su preferencia por políticas monetarias y fiscales más laxas", avisan en Robeco.

ColumbiaThreadneedle: los mercados necesitan más que la economía una bajada

Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments, considera que los últimos datos económicos del Reino Unido han reforzado las expectativas de que el Banco de Inglaterra (BoE) baje los tipos de interés, mientras que en EEUU han ido en sentido contrario. Hace cuatro semanas se asignaba una probabilidad del 95% a un recorte de 25 puntos básicos (pb) por parte de la Fed en diciembre, cifra que ahora se sitúa en el 45%, y el lenguaje de sus miembros refleja una notable incertidumbre sobre lo que sucederá con los tipos el próximo mes.

En el Reino Unido, la inflación se ha estabilizado con rapidez y parece que se situará en el máximo del 3,8%, ya que se espera que los datos muestren una bajada al 3,4%. Aunque sigue lejos del objetivo del banco central, lo relevante es la tendencia, y el BoE confía en que la inflación continúe descendiendo. Otros indicadores del Reino Unido también han aumentado las expectativas de una bajada de tipos: las cifras de desempleo han alcanzado el máximo en cuatro años y el crecimiento de los salarios se ha ralentizado. Las cifras del PIB del tercer trimestre, situado en el 0,1 %, muestran una economía estancada. 

En la última reunión, el Comité de Política Monetaria se dividió 5 a 4 y el gobernador Andrew Bailey abogó por mantener los tipos, pero su lenguaje reciente - y el de otros miembros - apunta a que están dispuestos a bajarlos. S

Las previsiones del BoE siguen siendo moderadas, con un crecimiento del 1,2% el próximo año y del 1,6% y 1,8% en 2027 y 2028, cifras inferiores al objetivo gubernamental del 2,5%. Se espera que los próximos Presupuestos aborden parte de estas cuestiones y que, lejos de ser inflacionistas, den al BoE cierto margen de maniobra.

Al otro lado del Atlántico, la situación es diferente. El presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, dejó muy claro tras la última reunión que una bajada de tipos en diciembre no era una conclusión inevitable y, de hecho, la Reserva Federal parece estar dividida en estos momentos entre los partidarios de una política monetaria flexible ('palomas') y los partidarios de una política monetaria restrictiva ('halcones'). Por ahora, parece que los halcones están ganando, en el sentido de que la mayoría de los comentarios recientes han sugerido que “no hay datos suficientes para justificar una bajada”, que es necesario “actuar con cautela” y “mantener una postura algo restrictiva”, y los propios comentarios de Jay Powell han cambiado el estado de ánimo del mercado respecto a lo que puede ocurrir el mes que viene. 

También conviene tener en cuenta el punto ciego de los datos económicos. Debido al cierre del Gobierno estadounidense, es posible que nunca lleguemos a tener un informe de inflación de octubre y que el informe de empleo de octubre también sufra cierta falta de calidad en los datos, por lo que es muy posible que la Reserva Federal opte por esperar y dejar que los datos se estabilicen.

En estos momentos, los mercados parecen necesitar una bajada de tipos más que la economía estadounidense. La Fed necesitará pruebas adicionales de debilitamiento laboral para justificar nuevos recortes. Hasta ahora, ha reducido tipos con cierta agresividad pese a que la economía no está en recesión, pero conviene recordar que, a medida que nos acerquemos a 2026, la junta de la Fed tendrá una composición más moderada. Por ello, la ausencia de una bajada en diciembre - aunque pueda decepcionar al mercado - no implica que no pueda haber más en 2026.

Las trayectorias de política monetaria están desalineadas. El BCE se mantiene a la espera, el Banco de Japón está decidido a subir los tipos de interés en algún momento, por lo que las distintas direcciones de los tipos generarán oportunidades en algunos mercados. En el Reino Unido, un recorte en diciembre parece cada vez más probable, mientras que en EEUU el panorama es menos claro.

04Nov

El porcentaje neto de empresas españolas que señalaron un aumento de sus ventas entre julio y septiembre es el 11%, 12 puntos menos que tres meses antes. Solo un 1% registra un aumento de los beneficios, frente al 7% anterior.

Miguel Ángel Valero

El 22% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2025 de acuerdo con la oleada de otoño del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform. Esto supone una ligera mejoría de los niveles de impacto registrados hace un año. Sin embargo, señalan un cambio en el perfil de los clientes con morosidad, ya que ahora proceden principalmente de sectores muy afectados por la inflación (8%) o que dependen en gran medida de las exportaciones e importaciones, lo que muestra el impacto de los aranceles (6%). 

El 77% de las empresas detecta algún tipo de deterioro en los niveles de solvencia o liquidez de sus clientes. Una de las principales novedades de 2025 es que los costes laborales se sitúa en primera posición en cuanto a los factores que afectan a la solvencia de los clientes, con el 39%. La evolución de la demanda continúa siendo el segundo elemento perturbador (36%), en línea con el nivel de 2024. 

Por su parte, sigue moderándose significativamente el deterioro en los pagos provocado por la evolución de los precios. Así, la inflación es señalada como un factor desestabilizador del comportamiento en pagos y la solvencia de los clientes por el 30% de las empresas, 10 puntos por debajo de los niveles de hace un año. El impacto de los costes financieros continúa disminuyendo y cae 12 puntos, hasta el 19%, y los costes de la energía descienden 3 puntos hasta el 22%.

Son también relevantes las tensiones geopolíticas (citadas por el 20% de las empresas) y la incertidumbre arancelaria, con el 11%, que aparece como elemento de deterioro. 

A pesar del complejo contexto del riesgo de crédito que dibuja el estudio, las empresas prevén mayoritariamente cerrar 2025 con crecimientos tanto de la facturación (57%) como del beneficio (51%), muy por encima de las empresas que esperan caídas de ambas magnitudes (12% y 20%, respectivamente). El tejido productivo muestra su confianza en que podrá mantener esta dinámica el próximo año. Un 64% espera que sus niveles de facturación sigan remontando, frente a un exiguo 4% que espera que el próximo ejercicio sea peor que este en términos de ingresos.

BCE: buena evolución de las ventas

El Banco Central Europeo (BCE) hizo públicos los resultados de la 36ª edición de la Encuesta sobre el acceso a la financiación de las empresas del área del euro (SAFE, por sus siglas en inglés). En ella se preguntó a las empresas sobre la evolución de su situación económica y financiera y de sus condiciones de financiación entre julio y septiembre de 2025. 

El porcentaje neto de empresas españolas que señalaron un aumento de sus ventas entre julio y septiembre fue positivo (11%), aunque sensiblemente inferior, doce puntos, al declarado tres meses antes. Por su parte, la proporción neta de compañías que señaló un crecimiento de sus costes, tanto laborales como de otro tipo, se situó en un 35% y 36% respectivamente, niveles todavía elevados pero claramente por debajo de los registrados tres meses antes (52% y 45%). 

En este contexto, el porcentaje neto de empresas que informaron de un aumento de los beneficios fue el 1%, valor inferior al de la ronda previa (7%). Por tamaños, tanto las pymes como las compañías grandes registraron, en conjunto, una evolución favorable de las ventas en el tercer trimestre, más acusada en el caso de las segundas. En el caso de los beneficios, el porcentaje de empresas grandes en las que aumentó este excedente fue superior al de las que indicaron descensos, en tanto que las pymes continuaron declarando mayoritariamente una caída de sus resultados, con un porcentaje neto del -7%, cinco puntos más negativo que el del trimestre anterior. 

De acuerdo con los resultados de la SAFE, el proceso de desendeudamiento de las empresas españolas ha continuado, si bien a un ritmo menor al del trimestre previo. Así, la proporción neta de compañías españolas que señalaron un descenso entre julio y septiembre de su ratio de endeudamiento (medido como el cociente entre el total de deudas y los activos) fue del 4%, frente al 18% registrado en la edición anterior. Este desendeudamiento se habría concentrado en el segmento de pymes, ya que en las empresas grandes se habría registrado, por primera vez desde 2020, un porcentaje neto ligeramente positivo. 

En cuanto a las necesidades de financiación bancaria, se mantuvieron prácticamente estables entre julio y septiembre. En este contexto, la disponibilidad de préstamos bancarios continuó mejorando, pero lo hizo a un ritmo menor que en el trimestre previo. Así, un 10% de compañías, en términos netos, informó de una mejoría en este aspecto, 4 puntos menos que en la encuesta anterior. Las empresas observaron un efecto positivo de la mayoría de los factores que afectan a la oferta crediticia, si bien en casi todos los casos los porcentajes fueron más reducidos que el trimestre previo. 

En particular, destacan el impacto favorable asociado al historial crediticio de las empresas, señalado por un 18% en términos netos, y la mayor disposición de las entidades bancarias a otorgar préstamos, percibido por un 11% de compañías, en términos netos. En sentido contrario, un porcentaje neto del 9% de las empresas siguieron considerando que las perspectivas económicas generales dificultaban el acceso al crédito, si bien este valor es, en términos históricos, reducido. El desglose por tamaños evidencia que tanto las pymes como las grandes empresas continuaron percibiendo una mejoría de la disponibilidad de préstamos bancarios. 

La proporción de empresas que solicitaron préstamos bancarios se redujo en 12 puntos, hasta situarse en un 17%, descenso que se debe tanto al aumento del porcentaje de compañías que disponían de suficientes recursos propios para atender a sus necesidades como, en menor medida, al incremento de las que no solicitaron crédito bancario por pensar que no se lo iban a conceder (demanda desanimada), que pasó de un 2% a un 3%. Este último factor es también la principal razón que explica el crecimiento en el indicador de obstáculos para obtener préstamos bancarios, que aumentó un punto y medio en el tercer trimestre de 2025, hasta situarse en un 4,6%, nivel que no obstante puede seguirse considerando reducido (véase gráfico 3). El incremento también obedece, aunque en menor medida, al ligero aumento del porcentaje de rechazo, que creció medio punto porcentual, hasta el 1 %. 

El aumento de las dificultades para obtener préstamos bancarios se observó exclusivamente en las pymes ya que en las empresas grandes este indicador se mantuvo sin cambios significativos. Entre julio y septiembre, el porcentaje neto de empresas que informó de un descenso en los tipos de interés fue prácticamente nulo, lo que sucede tras cuatro trimestres seguidos de descensos en dicho porcentaje neto (en la edición anterior esta proporción alcanzó un 31%). Al distinguir por tamaño, se observa que las pymes señalaron un incremento del coste de financiación, mientras que las compañías más grandes siguieron declarando descensos de los tipos de interés, aunque más reducidos. 

Respecto al resto de las condiciones de los préstamos bancarios, tanto los importes concedidos como los plazos habrían seguido aumentando en el tercer trimestre, en tanto que las empresas informaron de que se habrían endurecido ligeramente las garantías requeridas y otros costes distintos de los tipos de interés. 

En cuanto a las expectativas, un 11% de las empresas, en términos netos, anticipaban que continuaría mejorando su acceso a la financiación bancaria en el cuarto trimestre de 2025.

31Oct

"Sustituir a Powell no unificará la Fed. Las tensiones estructurales sobrevivirán a su mandato", advierte Castelli, Francesco Castelli, Head of Fixed Income de Banor y gestor del fondo Euro Bond, integrado en Banor SICAV.

Francesco Castelli, Head of Fixed Income de Banor y gestor del fondo Euro Bond, integrado en Banor SICAV,  asegura que la Fed está profundamente dividida, y que éste es el motivo por el cual no se compromete a bajar los tipos en diciembre, tal y como descontaba el mercado. En cambio, Europa, el BCE ha mantenido los tipos de interés porque la situación de la economía traslada un entorno "goldilocks", con crecimiento moderado e inflación estable, y con condiciones monetarias relajándose. 

La reunión de la Fed de esta semana cumplió técnicamente dos de las tres expectativas del mercado:

  • ¿Recorte? Cumplido – 25 puntos básicos.
  • ¿Fin del endurecimiento cuantitativo (QT)?  También hecho – la reducción del balance terminará el 1 de diciembre.
  • ¿Compromiso con otro recorte en diciembre? Ahí la Fed dijo: No tan rápido. Como dejó claro Powell: “Una nueva reducción del tipo de interés en la reunión de diciembre no es una conclusión previsible, ni mucho menos"

Los mercados captaron el mensaje. Bonos a la baja, dólar al alza. El recorte de diciembre, que antes era casi seguro, ahora se estima con una probabilidad de más o menos 70%. 

"¿El tono de Powell? Firme, cauteloso, de 'halcón'. ¿Pero la verdadera historia? Las profundas divisiones dentro del FOMC: Miran votó a favor de un recorte de 50 puntos básicos( pb), probablemente reflejando presiones de la Casa Blanca. Jeff Schmid votó por no hacer ningún recorte, mostrando escepticismo ante los riesgos", explica.

Como dijo Powell: “Para parte del Comité, es momento quizá de dar un paso atrás y ver si realmente existen riesgos para el mercado laboral, o si, de hecho, el mayor crecimiento que estamos viendo es real.”

"Esto deja claro una cosa: sustituir a Powell no unificará la Fed. Las tensiones estructurales sobrevivirán a su mandato", asegura Castelli, que menciona dos retos clave por delante:

  • Una economía bifurcada: el crecimiento agregado moderado oculta enormes divergencias sectoriales (IA/centros de datos).
  • Falta de datos: el cierre gubernamental en curso está dejando a la Fed “a ciegas”. Como dijo Powell: “Si conduces en la niebla, reduces la velocidad.

Después del vaivén provocado por la Fed, los Bunds y el euro están recuperando parte de las pérdidas.

”El BCE mantiene los tipos ante el entorno "Goldilocks" en la economia

El Consejo de Gobierno ha decidido mantener sin cambios los tres tipos de interés clave del BCE. Qué vigilar:

  • Los riesgos parecen más favorables (al menos en cuanto al crecimiento): el Consejo señaló que los acontecimientos recientes “han mitigado algunos de los riesgos a la baja para el crecimiento económico".
  • Aranceles: dolor retardado por delante. Lagarde fue clara al decir que “el impacto total de los aranceles más altos sobre las exportaciones de la zona euro… solo se hará visible con el tiempo.”
  • Función de reacción: sin compromisos previos, pero con un anclaje firme—“Estamos decididos a garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% a medio plazo.” y “No nos comprometemos previamente con una trayectoria concreta de los tipos".
  • Condiciones monetarias: “Los tipos de mercado se han mantenido en general sin cambios.” (los préstamos bancarios siguen relajándose gradualmente gracias a recortes anteriores).

La visión general de la reunión (y de las dos declaraciones de este mes) coincide con la narrativa de “Ricitos de Oro”: el BCE ve un impulso fiscal liderado por Alemania que amortigua el crecimiento, mientras que los riesgos de inflación se perciben como “una imagen más equilibrada”.

Pero el impacto de los aranceles será lento: las fuerzas desinflacionarias derivadas de una menor demanda externa y una posible desviación de importaciones pueden acumularse hasta 2025. El sesgo podría inclinarse hacia un mayor apoyo en 2026 si la trayectoria del IPC a medio plazo queda por debajo de lo previsto, señala el gestor de Euro Bond Fund.

30Oct

Mientras acelera con el euro digital y pide reformas estructurales a los Estados de la UE, el Banco Central Europeo no tocará tampoco los tipos en diciembre ni a principios de 2026.

Miguel Ángel Valero

Sin novedad en el frente del Banco Central Europeo (BCE). Como se esperaba,  El Consejo de Gobierno, reunido en Florencia (Italia), ha decidido mantener sin variación los tres tipos de interés oficiales: 2% en facilidad de depósito, 2,15% en las operaciones principales de financiación, 2,4% en la facilidad marginal de crédito. La inflación continúa en niveles próximos al objetivo del 2 % a medio plazo y la evaluación por el Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación prácticamente no ha variado. La economía ha seguido creciendo pese al difícil entorno internacional. El vigor del mercado de trabajo, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de los tipos de interés aprobadas por el Consejo de Gobierno continúan siendo factores que contribuyen de forma importante a la resiliencia. 

No obstante, las perspectivas son aún inciertas, debido especialmente a los actuales conflictos comerciales internacionales y a las tensiones geopolíticas. El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2 % a medio plazo y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación y de los riesgos a los que están sujetas, teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno no se compromete de antemano con ninguna senda concreta de tipos. 

El entorno internacional, un lastre

La presidenta Lagarde destaca que la economía creció un 0,2% en el tercer trimestre del año. El sector servicios continuó creciendo, impulsado por la solidez del turismo y, especialmente, por un repunte de los servicios digitales. Muchas empresas han acelerado sus esfuerzos por modernizar sus infraestructuras informáticas e integrar la inteligencia artificial en sus operaciones. 

Al mismo tiempo, las manufacturas se han visto frenadas por las subidas arancelarias, por la incertidumbre todavía elevada y por el fortalecimiento del euro. La divergencia entre la demanda interna y externa probablemente persistirá a corto plazo. La economía debería beneficiarse de un aumento del gasto en consumo a medida que suben los salarios reales. El desempleo, que se situó en el 6,3% en septiembre, se mantiene próximo a su mínimo histórico, pese al enfriamiento de la demanda de mano de obra. Los hogares continúan ahorrando una proporción inusualmente elevada de sus ingresos, lo que debería darles mayor margen para gastar más en el futuro. El considerable gasto público en infraestructuras y defensa, junto con nuestros anteriores recortes de los tipos de interés, deberían respaldar la inversión. 

En cambio, es probable que el entorno internacional siga siendo un lastre. Las exportaciones de bienes descendieron entre marzo y agosto, lo que revirtió el anterior adelanto de los intercambios comerciales en previsión de las recientes subidas arancelarias. Los últimos pedidos exteriores de manufacturas apuntan a nuevos descensos. "El impacto completo de las subidas arancelarias en las exportaciones de la zona del euro y en la inversión en manufacturas solo será visible con el tiempo", avisa la presidenta del BCE. 

Reformas estructurales

Por eso, el Consejo de Gobierno destaca la necesidad urgente de fortalecer la zona del euro y su economía en el entorno geopolítico actual y celebramos que los líderes de la UE hayan reafirmado esa ambición en la Cumbre del Euro de la semana pasada. Las políticas fiscales y estructurales deberían impulsar la productividad, la competitividad y la resiliencia. Es esencial implementar con rapidez el plan de acción para la competitividad presentado por la Comisión Europea. Los Gobiernos deberían priorizar reformas estructurales e inversiones estratégicas que promuevan el crecimiento, asegurando al mismo tiempo la sostenibilidad de las finanzas públicas. 

También es fundamental promover una mayor integración de los mercados de capitales, completando para ello la unión de ahorros e inversiones y la unión bancaria con un calendario ambicioso, y adoptar rápidamente el reglamento relativo a la instauración de un euro digital. 

Euro digital

En este sentido, el BCE ha decidido pasar a la siguiente fase del proyecto del euro digital. Esta decisión se ha adoptado tras la conclusión satisfactoria de la fase de preparación, iniciada por el Eurosistema en noviembre de 2023, que sentó las bases para la emisión de un euro digital. 

La decisión del Consejo de Gobierno se alinea con la solicitud de los líderes europeos de acelerar el progreso hacia el euro digital, como se afirmó en la Cumbre del Euro de octubre de 2025. 

Un euro digital preservará la libertad de elección y la privacidad de los europeos y protegerá la soberanía monetaria y la seguridad económica de Europa. También promoverá la innovación en los pagos y contribuirá a que los pagos europeos sean competitivos, resilientes e inclusivos. El Eurosistema llevará a cabo sus preparativos con flexibilidad, atendiendo los llamamientos de los líderes de la zona del euro para que esté listo cuanto antes para la posible emisión del euro digital.

Un ejercicio piloto y operaciones iniciales podrían realizarse desde mediados de 2027. El Eurosistema en su conjunto debería estar preparado para una posible primera emisión del euro digital en 2029.

"El euro, nuestra moneda común, es un símbolo de la confianza en la unidad europea", proclama Christine Lagarde. 

The Trader: fase de transición para Europa

El analista Pablo Gil destaca en The Trader que la actividad privada en la Eurozona ha alcanzado su nivel más alto desde mediados de 2024, impulsada por la mejora en Alemania. Sin embargo, la fragilidad del sector manufacturero y la caída de la confianza del consumidor siguen siendo obstáculos para una recuperación sólida. Mientras tanto, el mayor riesgo a corto plazo se encuentra en Francia, que intenta contener su déficit y su crisis política interna, y en el retraso del estímulo fiscal alemán, que aún tardará en tener efectos visibles sobre la actividad. En el frente de los precios, la tendencia apunta a una estabilización, con algunos temores de que la inflación termine situándose por debajo del objetivo del 2% en los próximos años. Si eso ocurre, el BCE podría verse obligado a reconsiderar su política actual y plantearse nuevas bajadas de tipos. 

Europa encara así una fase de transición: con la inflación controlada, pero con un crecimiento muy débil, y con un entorno global marcado por el proteccionismo y la incertidumbre política. Los próximos datos marcarán si la región consigue resistir el impacto de los aranceles y mantener la estabilidad, o si el enfriamiento económico amenaza con convertirse en una nueva recesión económica.

HelpMyCash: El Euribor se estabilizará en el 2,1-2,2%

El Euribor a un año, que es el índice usado para calcular elinterés de las hipotecas a tipo variable, cerrará octubre con un valor medio de alrededor del 2,187% y registrará su tercer incremento consecutivo. De este modo, se confirma el fin de la tendencia a la baja que esta referencia había mantenido entre finales de 2023 y mediados de 2025. Según el analista hipotecario del comparador financiero, Miquel Riera, “las cuotas subirán un poco para aquellas personas cuyo interés se revise de manera semestral”. Esto no ocurría desde noviembre de 2023.

Como el Euribor de octubre de 2025 será superior al registrado hace un semestre (2,143%), el interés de los préstamos que se actualicen semestralmente con este valor se incrementará, lo que encarecerá el importe de las cuotas mensuales Una persona que tiene una hipoteca variable media de 150.000€ con un plazo de devolución de 25 años y un interés de Euribor más 1%, si se revisa semestralmente con el valor de octubre del índice de referencia, sus cuotas subirán de los 722,5€ a el próximo semestre.

En cambio, en las hipotecas que se revisan anualmente, como el Euribor de hace un año fue superior (2,691%), sus cuotas bajarán de los 766 a los 726€ , así que se ahorrará unos 40 al mes, que son unos 480 al año

El cambio de tendencia del Euribor no es casual. Según el analista de HelpMyCash, Miquel Riera, "cuando la previsión es que el BCE baje sus tipos, el Euribor desciende en los meses posteriores al recorte, que es lo que ha ido ocurriendo entre finales de 2023 y mediados de 2025”. Pero los pronósticos han cambiado: con la inflación de la Eurozona bajo control, alrededor del 2%, el consenso actual del mercado es que el BCE no volverá a tocar sus intereses en lo que queda de año. En consecuencia, la previsión del comparador HelpMyCash es que el Euríbor, tras su última corrección al alza para adaptarse a las nuevas circunstancias, tenderá a estabilizarse y acabará el año con un valor de entre el 2,1% y el 2,2%. 

Para los hipotecados a tipo variable que tengan su revisión próximamente, eso supondrá ligeros incrementos de cuota si su interés se actualiza semestralmente y rebajas de mensualidad si su tipo se revisa una vez al año.

Si el hipotecado prefiere pagar una cuota estable, tiene la opción de convertir su interés en fijo mediante un pacto con su propio banco (novación), el traslado a otra entidad (subrogación de acreedor) o la contratación de un préstamo hipotecario nuevo para cancelar el suyo. El proceso es parecido al de contratar una hipoteca nueva, pero sin tener que preocuparse por el vencimiento de un potencial contrato de arras: se puede hablar con varios bancos directamente o dejarlo todo en manos de un bróker para que se encargue de las negociaciones. El coste de pasar una hipoteca variable a fija suele ser de unos pocos cientos de euros.

Desde HelpMyCash afirman que éste puede ser un buen momento para llevar a cabo este cambio, dado que varios bancos ofrecen intereses fijos de alrededor del 2%. Eso sí, cuanto antes se produzca la conversión, mejor, dado que algunas entidades han empezado a subir sus tipos y es muy probable que otras tantas sigan el mismo ejemplo en los próximos meses. 

Ebury: el BCE no tocará tipos en diciembre

El Euribor a 12 meses está encaminado a cerrar un nuevo mes al alza, con una media provisional del 2,187% a fecha de 29 de octubre, frente al 2,172% registrado el mes anterior. Se trataría del tercer mes consecutivo de subidas intermensuales. Esta subida se produce en un mes en el que la inflación general ha repuntado al 2,2% y la subyacente al 2,4%, lo cual debería respaldar aún más el final de ciclo del BCE. A pesar de dichos repuntes, el BCE parece confiar en que la inflación se mantendrá en torno al nivel objetivo en el medio plazo, tal y como ha dado a entender en sus últimas reuniones. 

En este sentido, la disminución de las presiones salariales en la Eurozona y el fortalecimiento del euro deberían ejercer una presión bajista sobre la inflación y asegurar que permanezca contenida.

Por otro lado, el índice PMI de actividad empresarial de la Eurozona ha repuntado este mes a su nivel más alto desde mayo de 2024, alcanzando el nivel de 52.2. "Hemos continuado observando la creciente divergencia entre el rendimiento económico alemán y el francés. Mientras que en Alemania podríamos estar observando los primeros brotes verdes irrigados por la mayor inversión en infraestructura y defensa, en Francia, la incertidumbre política continúa lastrando la actividad económica y paralizando la toma de decisiones de los agentes económicos", señala Diego Barnuevo, analista de Ebury.

"Creemos, al igual que el consenso del mercado" que el BCE mantendrá los tipos también en la reunión de diciembre. En cuanto a la senda de tipos en 2026, el mercado de swaps está descontando un recorte con una probabilidad de en torno el 50%. "Cualquier debate al respecto resulta prematuro, por lo tanto, en los próximos meses podremos esperar un Euribor a 12 meses en torno a los niveles actuales de 2,1%-2,2%", concluye.

Goldman Sachs: la posibilidad de un recorte está subvalorada

Simon Dangoor, responsable de Fixed Income Macro strategies de Goldman Sachs Asset Management: "Creemos que la posibilidad de un recorte en diciembre o en la primera mitad de 2026 está subvalorada, aunque nuestra hipótesis base sigue siendo que el BCE mantendrá los tipos sin cambios en el futuro inmediato. Las lecturas de datos siguen siendo mixtas, mientras que la posible lentitud en la implementación de la expansión fiscal de Alemania podría reducir las perspectivas de crecimiento y moderar a algunos de los halcones del comité. La reunión de diciembre trae consigo las proyecciones económicas para 2028; si muestran que la inflación se sitúa por debajo del objetivo durante tres años consecutivos, los 'palomas' presionarán para que se produzca un recorte cuanto antes".

Creand: "el BCE está muy cómodo"

Los tipos se quedan en el 2%. "El BCE está muy cómodo con el nivel de tipos que hay en este momento. Por muchas preguntas que le hicieran a Lagarde en la rueda de prensa, el crecimiento económico y el nivel de inflación actual no le inquietan. Debe de haber sido la reunión más cómoda que se recuerda en mucho tiempo. El BCE vive tranquilo en el escenario “Goldilocks”, con la inflación totalmente controlada. Económicamente, la debilidad transitoria derivada de los aranceles estadounidenses se verá compensada por el estímulo fiscal alemán. De hecho, Lagarde reconoce que se han mitigado ciertos riesgos a la baja para el crecimiento y hace mención al acuerdo que hubo en verano entre EU y Estados Unidos en materia arancelaria", comenta Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management.

La apreciación del dólar frente al euro es el movimiento más destacable de los activos financieros, después de la reunión del BCE, pero tampoco es un movimiento muy destacable, ya que se esperaba que esta reunión fuese de puro trámite.

DWS: "Todo sigue igual"

Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, tras la reunión del BCE: Todo sigue igual. En la reunión de hoy, el BCE mantuvo sin cambios el tipo de depósito en el 2%. El banco central sigue siendo dependiente de los datos, y las decisiones se toman reunión a reunión, sin ningún compromiso previo con una senda concreta de política monetaria. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró que el BCE “está en una buena posición”. En conjunto, da la impresión de que el BCE se siente cómodo con el nivel actual de los tipos de interés.

Por un lado, los riesgos para el crecimiento económico se han reducido, por ejemplo, gracias al acuerdo alcanzado hoy en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Lagarde también destacó la resiliencia de la economía europea. A pesar de los vientos en contra en materia de política comercial, el PIB creció un 0,2% en el tercer trimestre de 2025 con respecto al trimestre anterior.

Por otro lado, la transmisión de la política monetaria está siendo eficaz. En cuanto a los riesgos inflacionistas, Lagarde subrayó la posibilidad de tensiones en el suministro debido a la escasez de tierras 'raras', lo que podría provocar un repunte de la tasa de inflación. En general, la declaración sugiere que el umbral para posibles recortes de tipos ha vuelto a aumentar.

29Oct

Los analistas creen que el Banco Central Europeo retomará el proceso de bajadas de tipos a partir del segundo semestre de 2026.

Miguel Ángel Valero

A diferencia de la Reserva Federal, que deberá bajar los tipos prácticamente a ciegas por el apagón estadístico provocado por el cierre de la Administración, como publicó Dinero Seguro, el Banco Central Europeo (BCE) afronta la reunión de su Consejo de Gobierno el jueves 30 de octubre con los deberes hechos. Sin novedad en el frente.

Ibercaja: atentos a los datos de crecimiento

Cristina Gavín, jefa de Renta Fija en Ibercaja Gestión, no espera sorpresas, el BCE mantendrá el tipo de intervención inalterado por cuarta reunión consecutiva, situándose la facilidad de depósito en el 2%. Sin actualización de cuadro macro, y sin cambios esperados en el 'discurso' se anticipa que la reunión no tendrá efectos significativos sobre los mercados.La política monetaria actual llevada a cabo por parte del Banco Central Europeo y su transmisión a la economía real parece satisfacer a los diferentes miembros del consejo. Se mantiene en cualquier caso el mensaje de que es necesario seguir monitorizando la coyuntura económica y tomar decisiones reunión a reunión en función de los datos que se vayan conociendo.

De esta manera, "aunque a día de hoy parece poco probable que asistimos a una nueva bajada en el tipo de intervención, no solo en lo que queda de este año, sino incluso de cara a la primera mitad de 2026, será necesario estar atentos a los datos de crecimiento que vayamos conociendo en la zona euro, ya que una inflación que se mantiene cerca del objetivo del 2%, y unos datos de crecimiento con riesgo claramente a la baja, podrían justificar que la autoridad monetaria retomara su senda de bajadas de cara a la segunda mitad de 2026".

Banca March: el BCE seguirá en modo pausa

"No esperamos novedades y consideramos que va a seguir en modo “pausa”. Con un crecimiento débil y una inflación ya acercándose al objetivo del 2%, la autoridad monetaria europea mantendrá en su reunión del jueves los tipos oficiales inalterados en el 2%", señalan en Banca March.

Ebury: divergencia económica entre Alemania y Francia

Tiempo de pausa y tranquilidad para el BCE. El ciclo de recortes de tipos del BCE parece haber llegado a su fin, al menos de momento, dada la solidez de la actividad empresarial y el aumento de la inflación. "Por fin hemos recibido buenas noticias en el ámbito político europeo este mes. El Gobierno francés no se ha colapsado en los últimos cinco minutos y contando, lo que supone una racha impresionante teniendo en cuenta los precedentes existentes", subrayan en Ebury. 

La zona euro también está mostrando signos de mayor dinamismo económico. El PMI de octubre sorprendió al alza, habiendo subido el índice compuesto a su nivel más alto de los últimos diecisiete meses (52,2). Esto es una muestra de gran resiliencia ante los riesgos bajistas que plantean los aranceles estadounidenses. Sin embargo, el crecimiento de la actividad empresarial no está siendo uniforme en toda la Eurozona dado que estamos observando una creciente divergencia entre el rendimiento económico de las dos principales economías del bloque: Alemania y Francia. La primera ha experimentado un fuerte repunte de la actividad empresarial y, por fin, parece estar cosechando los frutos del enorme estímulo fiscal del Gobierno. Francia, sin embargo, sigue a la zaga y se encuentra sumida en la incertidumbre política. 

Por su parte, la actividad de los servicios es sólida en la Eurozona, mientras que el sector manufacturero, que representa una parte menor de la economía, apenas se mantiene a flote. El componente de precios del informe PMI no ha mostrado cambios drásticos en el panorama inflacionario europeo. Los últimos datos oficiales del IPC armonizado tampoco reflejan grandes cambios. El aumento inesperado de la inflación subyacente, que subió al 2,4 % en septiembre, respalda la postura de mantener los tipos intactos, aunque la relajación de las presiones salariales y la reciente apreciación del euro podrían ejercer una presión a la baja sobre la inflación en los próximos meses.  

Dado que el BCE no actualizará sus previsiones macroeconómicas este mes y que los mercados consideran que no hay ninguna posibilidad de que se produzca otra bajada, los inversores centrarán toda su atención en las comunicaciones del banco. El Consejo de Gobierno reiteró en su reunión de septiembre que los tipos se encuentran "en un buen lugar", un mensaje que han repetido la presidenta Lagarde y otros altos cargos en los últimos días, y que probablemente reiterarán este jueves. "Creemos que el tono de Lagarde en la rueda de prensa será neutral, aunque es posible que se muestre más hawkish dada la mayor resiliencia económica que hemos observado recientemente. Es probable que siga mostrando confianza en la consecución del objetivo inflacionario del 2%. También podría señalar que la relajación de las presiones salariales contribuirá a que la inflación se mantenga en torno al objetivo en el horizonte de previsión. Esto respaldaría la postura de no recortar los tipos en el futuro cercano", añaden en Ebury.

"A diferencia de la Fed, creemos que es muy improbable que el BCE vuelva a bajar los tipos este año, ya que los últimos datos económicos han elevado aún más el listón para recortarlos. Los mercados están sopesando la posibilidad de un recorte en 2026, y ahora mismo los swaps asignan una probabilidad de en torno el 50 % de que se produzca una nueva rebaja a mediados del año que viene. En cualquier caso, hay pocas posibilidades reales de que se produzca un ajuste de tipos en los próximos meses, y cualquier debate al respecto parece prematuro de momento", concluyen.

Mediolanum: esperar y observar

Niall Scanlon, gestor de Carteras de Renta Fija en MIFL (Mediolanum International Funds): "Esperamos que el BCE mantenga los tipos de interés sin cambios en su reunión de octubre, en línea con las perspectivas del mercado, y que reafirme su postura actual de 'esperar y observar'. El BCE quiere mantener los tipos en los niveles actuales durante un tiempo, y dado que en esta reunión no se publicarán las nuevas previsiones económicas, no hay un catalizador que justifique un cambio significativo en el mensaje del Consejo de Gobierno del BCE".

En su última reunión de septiembre, la presidenta Christine Lagarde dejó claro que el umbral para aplicar medidas de estímulo adicionales sigue siendo alto y que el BCE se siente cómodo pasando por alto las leves desviaciones a la baja de la inflación proyectada para 2026 y 2027. Desde entonces, las declaraciones de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han reforzado esta visión, ya que la mayoría parece considerar que el tipo de interés actual es, en líneas generales, neutral, y que no hay necesidad urgente de realizar más ajustes por el momento. Los datos recientes han sido mixtos, pero no lo suficientemente concluyentes como para justificar un cambio en el discurso del BCE.

Sin nuevas previsiones económicas, esta reunión debería funcionar más bien como un “chequeo” para mantener el mensaje del mes pasado. "Estaremos atentos a cualquier indicio de que el BCE pueda dejar la puerta abierta a posibles recortes de tipos, así como a su valoración de los riesgos al alza o a la baja, que el mes pasado describieron como 'equilibrados', señala.

"No esperamos que esta reunión tenga un impacto relevante en el mercado, ya que el consenso apunta claramente a una pausa en los tipos. Sin embargo, de cara a las próximas semanas, creemos que los datos podrían debilitarse, a medida que el efecto de los aranceles lastra el crecimiento en los próximos trimestres. Esto, junto con las previsiones de inflación por debajo del objetivo para 2026 y 2027, podría llevar al BCE a adoptar una postura más moderada a finales de este año o comienzos del próximo, especialmente si la relajación fiscal en Alemania no se traduce rápidamente en un impulso suficiente para compensar estas preocupaciones. La reunión de diciembre debería ser más 'dinámica', ya que se presentarán las nuevas previsiones económicas actualizadas", apunta el experto de Mediolanum.

Pictet: tipo de interés terminal en el 2%

Nadia Gharbi, economista para Europa en Pictet WM: "Esperamos que el BCE mantenga su tasa de depósito bancaria sin cambios en el 2%, con enfoque dependiente de los datos, reunión a reunión. Es probable que su presidenta Lagarde reitere que el BCE está en buena situación, aunque mantiene las opciones. El tono de comunicación puede seguir neutral, sin cambios de orientación. Prevemos que sea constructivo respecto a crecimiento, de limitada preocupación respecto a las menores previsiones inflación -2,1 % en 2025; 1,7 % en 2026 y 1,9 % en 2027-. Los datos recientes han estado en línea, lo que respalda el retraso de nuevos recortes de tipos de interés. La reunión de diciembre tendrá más importancia, pues habrá previsiones para 2028. En todo caso, no vemos nuevos recortes de tipos. Una flexibilización adicional requiere un catalizador claro, como pronunciada menor inflación o fuerte deterioro de la actividad económica. De manera que nuestro escenario sigue siendo que el tipo de interés terminal del BCE sea el 2% en este ciclo".

DWS: el ciclo de recortes aún no ha terminado

Para Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, "no sería ninguna sorpresa que el BCE mantuviera el tipo de depósito en el 2%. Varios comentarios siguen sugiriendo que el BCE está bien posicionado. Por lo tanto, no se esperan cambios en la comunicación. La dependencia de los datos sigue siendo clave, sin ningún compromiso previo con respecto a ninguna otra vía de política monetaria. Hasta ahora, todo bien".

"Sin embargo, nos preocupa que este posicionamiento no sea sostenible en los próximos meses. Si bien la economía mostró resiliencia en el primer semestre de 2025, es probable que se produzca un estancamiento en el segundo, sobre todo porque se ha retrasado la recuperación del sector manufacturero.Los acontecimientos políticos en Francia también siguen planteando un riesgo para la economía. Además, la caída de los precios del petróleo podría provocar un incumplimiento más significativo del objetivo de inflación. Seguramente sean temas que se discutirán el jueves. Sin embargo, el posicionamiento futuro del BCE también depende de las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, que se publicarán en diciembre de 2025. Por primera vez, también se proporcionarán proyecciones para 2028. Teniendo en cuenta los temas mencionados anteriormente, todavía vemos la posibilidad de que el ciclo de recortes de tipos de interés del BCE aún no haya terminado".

Columbia Threadneedle: el BCE tiene margen para volver a bajar tipos

Luke Copley, gestor de carteras de renta fija de Columbia Threadneedle Investments: “Esperamos que el tipo de depósito se mantenga en el 2%, en línea con los precios actuales del mercado. Es probable que el BCE se mantenga fiel a su mensaje de adoptar un enfoque basado en datos y adopte decisiones reunión a reunión, sin comprometerse con ninguna trayectoria futura de tipos. Es posible que Francia sea un tema de conversación para el Consejo de Gobierno, pero, en última instancia, los movimientos del diferencial soberano no han sido lo suficientemente extremos como para justificar la necesidad de su herramienta anti-fragmentación: el instrumento de protección de la transmisión (TPI). La reunión de esta semana será una especie de “reunión provisional”, mientras que la reunión sobre política monetaria del 18 de diciembre será más sustancial, ya que se actualizarán las proyecciones macroeconómicas sobre el mercado laboral, abarcando - por primera vez - hasta 2028”.

“De cara al próximo año, es probable que la puerta esté más abierta a otra bajada que a una subida. Las previsiones consensuadas de inflación apuntan a que el IPC de la zona euro se situará por debajo del objetivo en el primer semestre de 2026 debido a los efectos de base, impulsados principalmente por la energía. Si esto se produce junto con un entorno interno o externo más débil, o un euro más fuerte, en el segundo semestre de 2026 los precios podrían bajar aún más, momento en el que el BCE tendría margen para volver a recortar los tipos de interés oficiales”.

17Oct

El Reglamento del Banco Central Europeo se aplicará desde el 30 de diciembre de 2025 a las entidades de crédito con menos de 3.000 millones€ en activos.

El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) del 17 de octubre publica el Reglamento (UE) 2025/1958 del Banco Central Europeo (BCE) de 9 de septiembre de 2025 por el que se modifica el Reglamento (UE) 2015/534 sobre la presentación de información financiera con fines de supervisión (BCE/2015/13).

El Reglamento (UE) 2015/534 del BCE (BCE/2015/13) establece los requisitos de presentación de información relativos a la información financiera con fines de supervisión a presentar por las entidades supervisadas a las autoridades nacionales competentes. También obliga a las entidades supervisadas a presentar información financiera con fines de supervisión en las plantillas creadas por la Autoridad Bancaria Europea y establecidas en el Reglamento de Ejecución (UE) 2024/3117 de la Comisión.

De conformidad con el principio de proporcionalidad, las entidades de crédito menos significativas y las sucursales menos significativas están sujetas a exigencias reducidas de información en virtud del Reglamento (UE) 2015/534 (BCE/2015/13). En particular, solo se recopila un conjunto reducido de puntos de datos especificados en el anexo III del Reglamento (UE) 2015/534 (BCE/2015/13) de determinadas entidades de crédito menos significativas sujetas a dicho reglamento cuyos activos tengan un valor total de hasta 3.000 millones€.

Con el fin de supervisar el funcionamiento del Mecanismo Único de Supervisión y promover la aplicación coherente de normas de supervisión estrictas, el BCE necesita puntos de datos adicionales relativos a estas entidades de crédito menos significativas. La información adicional es necesaria para que el BCE fomente la comparabilidad de los resultados del proceso de revisión y evaluación supervisora (PRES).

Debe modificarse en consecuencia el Reglamento (UE) 2015/534 (BCE/2015/13). El nuevo Reglamento, que entra en vigor a los 20 días de su publicación en el DOUE y que es  obligatorio en todos sus elementos y directamente aplicable en los Estados miembros, se aplicará desde el 30 de diciembre de 2025.

30Sep

"Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.

El Euribor a 12 meses cierra un nuevo mes al alza, con una media provisional del 2,170 %, a fecha de 29 de septiembre, frente al 2,114 % registrado el mes anterior. Se trata del segundo mes consecutivo en el que este indicador de referencia sufre nuevas subidas.

Este aumento se produce en un contexto de crecimiento moderado en la Eurozona, cuyos PMI reflejan una actividad económica tibia, aunque expansiva. El índice compuesto correspondiente a septiembre se situó algo por encima de las expectativas, en el nivel de 51,2. El sector manufacturero volvió a caer en territorio contractivo, mientras que el sector servicios continúa impulsando a la economía europea.

A nivel territorial, se ha producido una divergencia en la tendencia de crecimiento de Francia y Alemania. Los franceses están adoleciendo la inestabilidad política y crisis fiscal de su país, mientras que los alemanes empiezan a observar algunos brotes verdes, probablemente sembrados por el descomunal paquete fiscal en defensa e infraestructura. A partir del año que viene, el estímulo alemán debería empezar a manifestarse en los datos de forma más patente, aunque el crecimiento de la eurozona seguirá rondando por debajo del 1,5 % en los próximos dos años, según el Banco Central Europeo (BCE).

Por su parte, la inflación se ha asentado en el nivel objetivo del 2% durante todo el verano, para alivio del BCE. La subyacente se ha mantenido a un nivel moderado moderado del 2,3% durante los últimos cuatro meses. Las expectativas por parte de los consumidores para la inflación dentro de un año aumentaron en agosto al 2,8%. A pesar de ello, el BCE expresó en su última reunión confianza en la evolución del crecimiento de los precios, a la que sitúa en el 2,1 %  a finales de este año, en el 1,7 % a finales del año que viene y en el 1,9% en 2027. 

"A la luz de estos datos de crecimiento e inflación sólidos aunque moderados, consideramos que el BCE ha dado por acabado el ciclo de recortes actual, cediendo el paso a la política fiscal expansiva. Por tanto, en un contexto de política monetaria estable, el Euríbor a 12 meses no debería sufrir demasiados vaivenes en el futuro cercano y debería cerrar el año en torno al 2,1%. Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.