Aunque todo apunta a que se mantendrán los fallos de los tribunales inferiores en contra de los aranceles, ello no marcaría el final del asunto, ya que existen múltiples vías para que EEUU imponga medidas arancelarias.
Miguel Ángel Valero
La reapertura de la Administración en EEUU se acerca, con la votación el 11 de noviembre en la Cámara de Representantes, que debe refrendar el paso dado el lunes 10 por el Senado, y la firma final por parte del presidente Donald Trump.
Las esperanzas de que la reanudación de las operaciones gubernamentales permita la publicación de datos económicos retrasados y respalde el crecimiento a corto plazo, reforzaba el sentimiento general del mercado e impulsaba las cotizaciones de los sectores más sesgados a la economía. Ha sido, no obstante, un evento en el que los mercados no han prestado gran atención, pese a ser el cierre más largo de la historia de EEUU (el segundo, por cierto, se registró en el primer mandato de Trump). En el pasado, estos episodios de paralización significaron una reducción del PIB de entre una y dos décimas semanales, efecto negativo que en gran medida suele ser temporal dado que una vez se retoma el normal funcionamiento del Gobierno se suele recuperar la actividad.
Columbia Threadneedle: "Mirando a través de la niebla"
Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments,. cita al presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, que señaló recientemente:“¿Qué haces cuando conduces a través de la niebla? Disminuyes la velocidad.” Esta frase refleja la falta de certeza que la Fed ha enfrentado respecto a los datos económicos de EEUU. Sin embargo, ahora parece que la niebla comienza a disiparse ligeramente, debido a que el país parece estar cerca del fin del cierre de su gobierno federal. Ello implica dos consecuencias principales: en primer lugar, que el impacto económico no habría sido demasiado grave; y en segundo lugar, que volverán publicarse los datos económicos.
Con un poco de suerte, hacia finales de esta semana el Gobierno reabierto debería reanudar la difusión de datos económicos. De ese modo, es posible que el jueves 14 de noviembre haya datos relevantes sobre la inflación, junto con los informes que habían quedado atrasados sobre la evolución del empleo en septiembre y octubre.
Los mercados financieros verán con alivio esta reapertura. Desde la perspectiva del daño económico, es preciso considerar dos hechos clave: primero, los significativos retrasos en los vuelos de la semana pasada debido a la inactividad de los controladores aéreos; y segundo, el riesgo de suspensión de los cupones de alimentos que benefician a 42 millones de estadounidenses. La urgencia por resolver estos dos problemas parece haber llevado a los políticos de vuelta a la mesa de negociación, y la reapertura contribuirá a mantener la estabilidad económica.
No obstante, aún persiste mucha “niebla” en otros frentes. Continúa la incertidumbre sobre la legalidad de los aranceles, que llegó la semana pasada a la Corte Suprema. Las intervenciones de los jueces reflejaron un notable escepticismo respecto a la legitimidad de los aranceles impuestos por el presidente Trump mediante una legislación prevista para situaciones de “emergencia nacional”. Aunque todo apunta a que se mantendrán los fallos de los tribunales inferiores en contra de los aranceles, ello no marcaría el final del asunto, ya que existen múltiples vías para que EEUU imponga medidas arancelarias.
En cuanto a los tipos de interés, Powell indicó que una bajada de tipos en diciembre “no era una conclusión inevitable”, aunque el consenso del mercado apunta a un recorte de 25 puntos básicos (pb) el próximo mes. El mercado laboral muestra señales de enfriamiento y el impacto de los aranceles sobre la inflación ha sido menor de lo esperado. La propia Fed experimentará pronto cambios, ya que se espera que el sucesor de Powell sea anunciado antes de finde año. A largo plazo, la política monetaria parece orientarse hacia una postura más favorable, dado que la Fed ha señalado el fin del endurecimiento cuantitativo. Es probable que su balance comience a expandirse desde principios del próximo año, proporcionando liquidez y reduciendo posibles tensiones en los mercados de dinero.
"En conjunto, es probable que durante el próximo mes obtengamos mayor claridad sobre varios de los factores que han estado afectando a los mercados a corto plazo. El panorama general se mantiene relativamente positivo, impulsado por una sólida temporada de resultados corporativos, no solo en EEUU, sino también en Europa y en los mercados emergentes. Aunque las Bolsas han mostrado cierta debilidad en los últimos días, con la niebla comenzando a despejarse, existe margen para avanzar con mayor certeza en el futuro cercano", concluye este experto.
La confianza de las pymes se debilita
No obstante, en EEUU la confianza de las pymes retrocedía ligeramente en octubre. El indicador realizado por el NFIB cedió hasta el 92,2 desde el 98,8 previo, siendo lo más destacado la caída del componente de incertidumbre que cayó 12 puntos hasta niveles de 88, la lectura más baja registrada en el año. Un 32% de las pymes señalaron la existencia de vacantes que no podían cubrir, valores similares a los observados en diciembre de 2020 en plena pandemia. Y un 27% de los empresarios citaron la calidad de la mano de obra como su problema más importante.