15Dec

"El panorama posterior a la COP30 es dinámico y complejo, y tiene un gran potencial. La complacencia es un riesgo, pero la inversión y la titularidad activas son una oportunidad", subrayan en Robeco.

Miguel Ángel Valero

"Robeco mantiene el rumbo: esa es el objetivo de nuestro plan de transición 2025-2030 centrado en el clima y la naturaleza. No obstante, ¿mantienen también los gobiernos el rumbo? ¿Qué consiguieron en la COP30 celebrada en Belém?", se pregunta un análisis de la gestora de Países Bajos, que llega a tres conclusiones:

  • La COP30 logra avances, pero aumenta la ambigüedad política.
  • Los inversores se enfrentan a una transición desordenada con riesgos amplificados.
  • La inversión y la titularidad activas siguen representando una oportunidad

La COP30 dejó claro una vez más que la colaboración multilateral se ha erosionado en gran medida. Tras el fracaso de principios de año del tratado de la ONU sobre los plásticos y el impuesto mundial sobre el transporte marítimo internacional, el resultado de la COP30 fue un documento sin contenido firme sobre los combustibles fósiles ni nuevos objetivos vinculantes

Por otro lado, la COP30 reafirmó el compromiso de los países con los objetivos del Acuerdo de París, movilizó nuevas herramientas de financiación para la adaptación al cambio climático y puso en marcha varias iniciativas para acelerar la transición energética, especialmente en las economías emergentes. En palabras de Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30: "Hemos ido en la dirección correcta, pero no a la velocidad necesaria".

Llama la atención que las dos prioridades de la presidencia brasileña de la COP30 (la lucha contra la deforestación y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles) se plantearan fuera del orden del día de la sesión plenaria como iniciativas independientes que debían llevar a cabo coaliciones de países.

Esta ambigüedad pone de manifiesto que la transición climática contempla varias velocidades. La fragmentación geopolítica ha amplificado las diferencias regionales y el desequilibrio entre los riesgos y las oportunidades relacionados con la transición en los diversos sectores y regiones. 

Una transición energética de varias velocidades

Como noveno productor mundial de petróleo, Brasil propuso debatir una hoja de ruta para retirar los combustibles fósiles. Dada la intensa oposición a la iniciativa en el pleno, será un grupo de 80 naciones liderado por la UE el que la pondrá en marcha. Sin embargo, faltan actores clave como EEUU, China, India, Rusia yArabia Saudí.

Mientras que la COP30 no consiguió asumir una posición política clara respecto a los combustibles fósiles, el World Energy Outlook (WEO) de 2025, publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) justo antes de la COP30, no deja lugar a dudas sobre la dirección a seguir. El WEO muestra que, independientemente del rumbo político que se siga, el mundo se dirige hacia la "era de la electricidad". Incluso en el escenario más conservador, las energías renovables crecen más rápido que cualquier otra fuente de energía importante. 

En todos los escenarios, la demanda de carbón disminuye. Ya vimos esta tendencia en la COP30, cuando Corea del Sur y Bahréin se adhirieron a la Powering Past Coal Alliance. En el caso del petróleo y el gas, la demanda futura varía significativamente según los escenarios políticos. Ambos combustibles han llegado para quedarse en las próximas décadas, pero no están exentos de riesgos, precisamente por la incertidumbre política. Por ejemplo, la AIE ha destacado en repetidas ocasiones el riesgo de que se produzca un exceso significativo de GNL en 2030.

El informe WEO deja muy claro que la construcción continuada de infraestructuras de energía limpia está transformando la estructura del sistema energético mundial. Este cambio monumental se está desarrollando sin la coordinación de los gobiernos. Por lo tanto, los inversores deberían anticipar una transición desordenada, con diferencias regionales cada vez mayores en cuanto a velocidad, y primas de rentabilidad amplificadas por oportunidad y riesgo por región, pors ector y a lo largo del tiempo.

A pesar de los importantes retrocesos de la política climática este año, los valores de energías limpias están experimentando un fuerte repunte y han superado al índice mundial en más de un 25% en lo que va de año.

La ambigüedad política sobre los combustibles fósiles refuerza la posibilidad real de que las temperaturas sigan subiendo y los fenómenos meteorológicos extremos aumenten. Uno de los resultados más destacados de la COP30 fue el objetivo de triplicar la financiación de la adaptación para 2035. Los gobiernos también han hecho hincapié en la protección de la naturaleza y las soluciones basadas en ella.

La iniciativa Tropical Forest Forever Facility (TFFF) se puso en marcha con un capital comprometido de 6.700 millones$ y un objetivo a largo plazo de invertir 125.000 millones. Robeco, una de las primeras entidades que respaldó el desarrollo del TFFF, lideró un compromiso de 'engagement' entre inversores y el gobierno holandés que se tradujo en una contribución financiera a los costes de puesta en marcha del fondo.

Aunque las oportunidades de inversión derivadas de la adaptación y la naturaleza son aún incipientes, la COP30 envía un mensaje claro de que este mercado está creciendo. A diferencia de la mitigación del cambio climático, los países no pueden decidir si adaptarse o no al cambio climático: tendrán que hacerlo a pesar de todo.

En los próximos años, la transición invertible se ampliará de la energía limpia y la industria con bajas emisiones de carbono a los activos basados en la naturaleza y la financiación de la adaptación. Robeco detecta oportunidades de crecimiento en renta fija (por ejemplo, bonos soberanos de adaptación), mercados privados (infraestructuras resilientes) y sectores como el de la construcción y la ingeniería, la agricultura y el farmacéutico.

Al mismo tiempo, la resiliencia física será cada vez más importante para la construcción de carteras. Por definición, depende de la ubicación, por lo que conocer las diferencias regionales y locales será fundamental para captar primas por riesgos y oportunidades.

En general, la COP30 hizo avanzar el proceso multilateral sobre el clima, pero no envió una señal clara de colaboración mundial en la lucha contra el cambio climático. En cambio, reforzó el hecho de que existe una mayor fragmentación entre mercados y tecnologías. 

Desde la perspectiva de Robeco, éste es el momento de redoblar la apuesta que reflejan nuestros principios en la hoja de ruta 2025-2030 para el clima y la naturaleza. Cuando los gobiernos utilizan un lenguaje ambiguo o poco firme, los planes de transición de las empresas adquieren aún más importancia. "Como gestores activos, vemos esta situación como una oportunidad. Nuestra investigación fundamental y los análisis propios sobre el clima y la naturaleza nos permiten distinguir a los líderes de la transición de los rezagados", argumentan en la gestora.

También refuerza los argumentos a favor de la titularidad activa mediante el uso de instrumentos de buen gobierno de engagement y voto por delegación. Ayudar a las empresas a desarrollar planes de transición creíbles puede contribuir a obtener mejores resultados y a crear valor para los accionistas. Del mismo modo, la titularidad activa puede ayudar a las empresas a evitar los activos bloqueados o la erosión del valor.

"El panorama posterior a la COP30 es dinámico y complejo, y tiene un gran potencial. La complacencia es un riesgo, pero la inversión y la titularidad activas son una oportunidad", concluyen en Robeco.

Nordea refuerza su equipo de inversión sostenible

Nordea Asset Management (NAM) incorpora a Kasper From Larsen y Rachel Reutter a su equipo de Inversión Temática Sostenible, reforzando aún más la experiencia del equipo en inversión climática y de impacto. Con estas incorporaciones, el equipo alcanza los 15 profesionales de la inversión, incluyendo ocho gestores, además de especialistas en impacto y profesionales de engagement. Bajo el liderazgo de Thomas Sørensen y Henning Padberg, el equipo está repartido entre Copenhague, Londres y Singapur. 

NAM lanzó su primer fondo climático en 2008. Actualmente, el equipo gestiona más de 18.000 millones€ en un conjunto de estrategias de clima e impacto de alta convicción, que abarca desde soluciones climáticas y carteras de transición hasta estrategias tradicionales de impacto de amplio alcance.

Las dos incorporaciones reportarán a Thomas Sørensen y Henning Padberg, codirectores del equipo de Inversión Temática Sostenible. Como parte del equipo de Renta Variable Fundamental de NAM, el equipo de Inversión Temática Sostenible se beneficia de una plataforma global de análisis sectorial que da soporte tanto a las estrategias Sustainable Thematic como Sustainable STARS.

Kasper From Larsen se ha incorporado al equipo como gestor de carteras, aportando casi dos décadas de experiencia en análisis de renta variable y gestión de carteras. Durante los últimos 11 años ha sido gestor de carteras en Danske Bank Asset Management. A lo largo de su carrera, se ha centrado en los sectores fundamentales para la transición energética, como los servicios públicos, las energías renovables y los bienes de capital. Como parte del equipo temático sostenible, Kasper aporta su experiencia para respaldar tanto nuestras estrategias de inversión climática actuales como las nuevas potenciales.

Rachel Reutter, con 20 años de experiencia, se ha incorporado al equipo como gestora de carteras. Se centrará en las estrategias de impacto de NAM, incluido el fondo Nordea 1 – Global Impact Fund. Antes de incorporarse a Nordea AM, trabajó durante 13 años en J O Hambro Capital Management. Durante la última década, fue gestora principal de carteras, con una cartera de renta variable concentrada con una integración ASG bien desarrollada y un proceso detallado de compromiso corporativo.