Savills estima que aproximadamente una cuarta parte de la inversión global provendrá del sector de oficinas, que continuará ganando cuota en 2026.
Miguel Ángel Valero
Savills vaticina que el volumen de inversión inmobiliaria en el mundo supere por primera vez desde 2022 el umbral del billón$ en 2026, lo que supondría un crecimiento del 15% respecto a 2025, según se refleja en Impacts, el programa de análisis del sector inmobiliario global de la consultora internacional.
La región EMEA (Europa, Oriente Medio y África) registrará el mayor crecimiento relativo el próximo año, con un 22% más hasta 300.000 millones$, mientras que América seguirá siendo el mayor mercado por volumen, con una actividad de 570.000 millones de dólares (+15%). Savills estima que aproximadamente una cuarta parte de la inversión global provendrá del sector de oficinas, que continuará ganando cuota en 2026.
Según la consultora, 2025 marca un punto de inflexión en los mercados de inversión inmobiliaria: los 'capital values' han tocado fondo, el tamaño medio de las operaciones está creciendo y la financiación vuelve a aportar valor a los retornos. La previsión es que estas tendencias se fortalezcan aún más en 2026.
En cuanto al cierre de 2025 en Europa, Savills proyecta que los volúmenes de inversión alcancen en torno a 215.000 millones€, un 9% más interanual. España se sitúa entre los países con incrementos superiores al 20% frente a 2024, junto con República Checa, Finlandia, Portugal, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Hungría y Noruega. De cara a 2026, Savills estima un crecimiento del 18% de la inversión en Europa, apoyado por la estabilización macroeconómica y el retorno del capital institucional. Las oficinas recuperarán protagonismo y confianza renovada en activos prime, mientras que el sector living seguirá captando fuerte interés.
Más inversión europea fuera de los mercados domésticos
Para 2026, la consultora espera un aumento de la inversión europea cross-border, impulsada por compradores británicos, franceses y suecos que expanden su presencia fuera de sus mercados domésticos. También augura que la reactivación de inversores de Oriente Medio cobre fuerza en el nuevo año, mientras que los norteamericanos seguirán siendo actores clave tanto como compradores como vendedores.
2026 presenta oportunidades clave en Europa para distintos perfiles de inversor en los distintos mercados en los que el mercado español compite por la atracción de capital:
- Core/Core+
- Oficinas prime en los distritos financieros: activos de calidad, baja desocupación y contratos sólidos, impulsados por el flight-to-quality.
- Hoteles en destinos consolidados: Reino Unido (Londres), España, Italia, Francia, Portugal y Grecia seguirán atrayendo inversión por turismo internacional y gasto en ocio.
- Residencial institucional en capitales y grandes áreas metropolitanas, con ingresos estables ante la escasez estructural de oferta.
- Locales en los ejes prime en ciudades europeas, con ocupación estable, fuerte demanda y flujos turísticos crecientes.
- Value-add
- Rehabilitación de oficinas en distritos financieros o ubicaciones bien conectadas, impulsada por normativa ASG y la brecha creciente entre activos prime y secundarios.
- Logística moderna con contratos cortos y potencial de revalorización, incluyendo última milla urbana.
- Parques comerciales y centros con ineficiencias operativas, susceptibles de reconfiguración o usos mixtos.
- Sectores emergentes: self-storage, cold-storage, dark kitchens y estaciones de carga para vehículos eléctricos, con ingresos resilientes y mayor rentabilidad.
- Oportunista
- Reposicionamiento y reconversión de oficinas obsoletas en ubicaciones estratégicas.
- Conversión de activos comerciales a residencial, especialmente en mercados con déficit estructural de vivienda.
Las previsiones de Savills para 2026 apuntan a un renovado optimismo en el mercado inmobiliario global. Además de en inversión, se espera crecimiento en la actividad de los mercados de usuarios en la mayoría de los sectores y regiones, aunque el entorno seguirá presentando retos que gestionar.
La economía continuará siendo el eje central, con la bajada de los tipos de interés y la mayor disponibilidad de capital coincidiendo con una demanda sólida por parte de los usuarios. A ello se suma la aceleración del cambio tecnológico, liderado por la adopción creciente de la inteligencia artificial, que se consolida como un motor clave del mercado.
"Sin embargo, inversores y usuarios no deben perder de vista otros factores estructurales como la evolución demográfica y los cambios en los hábitos de consumo para dar respuesta a las necesidades de las personas. A medida que estas conductas evolucionan y los perfiles demográficos se transforman, la capacidad operativa se convierte en un elemento diferenciador fundamental en el sector", subraya el informe de Savills.