10 Dec
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Miguel Ángel Valero

Creand Asset Management, gestora del grupo andorrano en España, muestra sus perspectivas para 2026 desde un 2025 que "es un muy buen año para los activos de riesgo, sobre todo los beneficiados por un dólar débil" y en el que la plata se ha revalorizado un 67,2%, el oro, el 52,5%, el Stoxx 600, el 48,8%, y la Bolsa española, el 37,1%.

Luis Buceta, director general de Negocio e Inversiones, y Miguel Ángel Rico, director de Inversiones, resumen 2026 en tres conceptos (bajadas de tipos, desregulación, impulso fiscal) y otras tantas apuestas (deuda corporativa nórdica, renta variable europea y Bolsas emergentes). La Bolsa de EEUU tiene un problema de valoraciones, aunque la reforma fiscal de Trump favorece a las empresas (la amortización acelerada de inversiones en I+D incrementa el flujo de caja), y el impacto de los aranceles ha sido menor del previsto al repartirse entre todas las partes implicadas (importador, exportador, consumidor final).

Avisan que los mercados atraviesan una fase de clara complacencia, con una lectura del entorno que no termina de reflejar los riesgos existentes en el contexto macroeconómico. Pese a que la inflación se sitúa en niveles todavía elevados y persisten las tensiones geopolíticas y la incertidumbre comercial, los índices mantienen un tono positivo sustentado por una elevada liquidez y valoraciones que continúan en niveles exigentes.

Luis Buceta cree que “el mercado está mostrando un optimismo excesivo, en un momento en el que todavía existen elementos de riesgo relevantes. Por ello creemos necesario mantener un enfoque prudente y selectivo, centrado en activos de calidad y en compañías con modelos de negocio sólidos”.

En este contexto, la Fed ha enfriado las expectativas de bajadas de tipos para 2026, con el objetivo de conservar margen de actuación, mientras el mercado laboral de EEUU siga mostrándose algo menos fuerte. El mercado apuesta por solo dos bajadas en 2026, pero los expertos de Creand AM creen que los tipos podrían colocarse más cerca del 3% que del 4% a finales del próximo año, siempre que la inflación siga con su tendencia a la baja.

El mercado ha descontado buena parte del ruido inicial de los aranceles, aunque su efecto todavía no se ha diluido por completo. En algunos sectores, el impacto está siendo más progresivo de lo previsto. Pero en Creand AM avisan que será un factor a controlar en los próximos trimestres, especialmente si los procesos judiciales en marcha avanzan hacia posibles revocaciones, lo que actuaría como un catalizador positivo adicional para los mercados. Miguel Ángel Rico apunta que “aunque los aranceles han perdido presencia en el debate financiero, sus efectos son visibles en determinados márgenes y cadenas de suministro. Es razonable esperar que sigan influyendo, aunque de forma más gradual que en ciclos anteriores”.

Recorrido para la IA

Los beneficios de las empresas en EEUU seguirán creciendo a doble dígito, y cada vez más compañías entrarán en ese grupo. Los expertos de Creand descartan una burbuja de la IA: aunque reconocen que existen sobrevaloraciones, creen que tiene recorrido todavía. Mientras no se produzca un giro al alza en los tipos de interés, es razonable pensar que el impulso de las compañías ligadas a la inteligencia artificial continuará. "Hasta que no suban los tipos, la fiesta no se acaba", proclaman.

Además, observan una dinámica de “economía circular”, donde el capital fluye entre compañías estrechamente vinculadas a la IA. Además, no parece que habrá limitaciones significativas en la capacidad energética, ya que las grandes tecnológicas están firmando contratos de suministro a muy largo plazo para asegurar sus necesidades. Pero los elevados niveles de inversión asociados a la IA, y su dificultad para rentabilizarlas, pueden presionar los márgenes.

Frente a unas empresas de EEUU con altas valoraciones, sobre todo las tecnológicas, y un mercado con exceso de liquidez al que parece "darle igual todo", las de fuera de EEUU son más atractivas. "El diferencial en crecimiento económico ayuda a los mercados emergentes a elevar su rentabilidad", explican.

Las empresas europeas, a pesar de que no exista una expectativa de que los beneficios sean tan potentes, pueden dar sorpresas positivas si el sentimiento empresarial empieza a ser mejor y se traduce en un mayor crecimiento económico. Si el dólar no sigue debilitándose, las compañías europeas podrían ver como sus beneficios por fin despegan. Con un nivel de valoración razonable, son una buena oportunidad.

La renta variable emergente sigue siendo atractiva. Además, históricamente ha habido una fuerte correlación entre el diferencial de crecimiento en PIB y los retornos relativos de renta variable.

En renta fija, recomiendan cautela, aunque son "constructivos" en crédito de calidad por la abundante liquidez y el descenso de los impagos. Pero esa mayor demanda supone un estrechamiento de márgenes. Optan por ampliar duración hacia el tramo 7–10 años en renta fija estadounidense, donde se observan rentabilidades atractivas y mayor visibilidad sobre los tipos. “En este escenario, asegurar un buen nivel de rendimiento en plazos medios y largos es una estrategia coherente con un ciclo monetario más estable al mismo tiempo que actúa de protección, encontrándonos en un mercado todavía muy líquido”, apunta Miguel Ángel Rico.

Al oro le queda recorrido, por la creciente demanda de los bancos centrales, que se cubren ante los elevados déficits públicos y la volatilidad del dólar

En el caso del petróleo, el mercado se encuentra en una situación de superávit amplificado por el crecimiento del Gas Natural Licuado(GNL), lo que reduce presiones adicionales sobre los precios.


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