22 Dec
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La industria de los criptoactivos y de los activos digitales se dirige hacia 2026 en una fase de maduración en la que la infraestructura, la regulación y la adopción institucional serán determinantes. En este nuevo contexto, el debate ya no gira en torno a si estas tecnologías formarán parte del sistema financiero, sino a cómo integrarlas de forma eficiente y fluida en el mercado de capitales europeo.

Desde la perspectiva de Joaquín Sastre, Managing Director de España y responsable del negocio institucional de Boerse Stuttgart Digital, uno de los ámbitos con mayor potencial de desarrollo en el próximo año será el de las stablecoins, especialmente aquellas denominadas en euros. 

La elevada concentración de stablecoins en dólares estadounidenses refuerza la necesidad deconstruir un ecosistema europeo competitivo que impulse el crecimiento y la soberanía digital. Parte de este compromiso, es el avance en la construcción de la infraestructura digital para la tokenización y la liquidación de activos. 

Un hito reciente ha sido la primera transacción de prueba realizada con éxito en Seturion, la plataforma de liquidación de activos tokenizados de Boerse Stuttgart Group. La operación se llevóa cabo con la stablecoin EURCV de SG-FORGE y confirma la viabilidad operativa de las stablecoins reguladas en un entorno de mercado eficiente.

Paralelamente, el ecosistema cripto seguirá ofreciendo oportunidades relevantes en proyectos centrados en finanzas descentralizadas (DeFi), inteligencia artificial e interoperabilidad entre blockchains, ámbitos que combinan innovación tecnológica y potencial de crecimiento, siempre que vayan acompañados de escalabilidad, gobernanza y cumplimiento normativo

.La evolución de Bitcoin durante 2025, superando por primera vez el nivel de los 126.000$, refleja un cambio estructural en el mercado, con una influencia creciente del capital institucional. De cara a 2026, los posibles escenarios dependerán en gran medida del contexto macroeconómico global. El próximo año también estará marcado por incertidumbres geopolíticas, volatilidad y evolución regulatoria, lo que exigirá equilibrar innovación y seguridad para mantener la confianza del mercado.

De cara a 2026, Boerse Stuttgart Digital afronta esta evolución del mercado con una visión a largo plazo y el compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo del ecosistema europeo como proovedor de infraestructura cripto para instituciones financieras.

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