29 Oct
29Oct

La décima Encuesta Global de Gestión de Riesgos de Aon muestra que, en España, los responsables de las empresas señalan los ciberataques como la amenaza que más les quita el sueño. En segundo lugar, el aumento de la competencia. Y en tercero, la interrupción del negocio.

El precio de materias primas y escasez de materiales baja del primer al cuarto puesto, y se incorporan a la relación española riesgos que no aparecen en la lista global: no innovar o responder a las necesidades de los clientes, en novena posición; y el fracaso de proyectos importantes, en la décima.

Sí coinciden con sus colegas del resto del mundo en señalar riesgos como los cambios regulatorios o legislativos (5ª posición), desaceleración económica o recuperación lenta (6ª), fallo en la cadena de suministro o distribución (7ª) , y daño a la reputación o marca.

“Nuestra Encuesta Global sobre Gestión de Riesgos destaca un entorno de riesgos interconectados. Sin embargo, en medio de la disrupción se encuentran las oportunidades. Las organizaciones que replantean su enfoque del riesgo, tratándolo no como un ejercicio de cumplimiento normativo, sino como una palanca estratégica, están mejor posicionadas para adaptarse y crecer”, señala ” afirma Juan Pablo García-Lliberós, CCO de Aon España.

La Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2025, que durante casi dos décadas ha seguido los riesgos que más preocupan a los líderes empresariales, revelan un marcado aumento en los riesgos asociados con la volatilidad geopolítica y un importante cambio en la forma en la que las organizaciones perciben y priorizan los riesgos. 

El incremento de los riesgos relacionados con el comercio y los retos geopolíticos refleja una creciente inestabilidad, con implicaciones para las cadenas de suministro, los entornos regulatorios y el desempeño financiero.

A pesar de esta volatilidad, la mayoría de las organizaciones permanecen poco preparadas: solo el 14% valora su exposición a los diez principales riesgos y solo el 19% utiliza análisis para evaluar sus programas de seguros. Estos datos subrayan la urgente necesidad de que las organizaciones reconsideren su enfoque del riesgo, pasando de medidas reactivas a estrategias integradas y proactivas.

Los ciberataques siguen encabezando la lista de riesgos actuales y futuros a los que se enfrentan los comités de dirección de las empresas. Estos ataques son uno de los principales factores que provocan la interrupción de la actividad empresarial y la ralentización económica por violación de datos. La ciberseguridad debe seguir siendo una prioridad estratégica fundamental: un solo incidente puede interrumpir las operaciones, erosionar la confianza de los clientes y provocar importantes consecuencias financieras y normativas.

La volatilidad geopolítica entra por primera vez en 2025 en la lista de los diez principales riesgos globales, ocupando el noveno lugar. Es una de las cinco principales preocupaciones en Europa, Oriente Medio y África, donde los conflictos en curso, los regímenes de sanciones y la fragmentación política están afectando directamente a las operaciones comerciales.

Los riesgos directamente relacionados con la fuerza laboral de las organizaciones han desaparecido de los diez principales riesgos con respecto a 2023. La incapacidad para atraer o retener el talento ocupa ahora el puesto 11 y la escasez de mano de obra el 15. Sin embargo, las organizaciones que dejan de dar prioridad a su estrategia laboral pueden verse expuestas a otros riesgos, ya que una plantilla sólida es esencial para hacer frente a la volatilidad, mantener la innovación e impulsar el crecimiento.

El informe también ofrece una perspectiva de futuro sobre los riesgos que los líderes empresariales consideran que serán más críticos en 2028. El riesgo cibernético sigue siendo la principal preocupación, mientras que la IA y el cambio climático se suman a los diez primeros puestos, lo que refleja el impacto cada vez mayor de la tecnología y las condiciones meteorológicas extremas en los negocios a nivel mundial.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.