Miguel Ángel Valero
La medición del potencial asegurador de los países requiere una aproximación que combine criterios estructurales con las dinámicas relacionadas con el proceso de cierre de la brecha de aseguramiento. En esa línea, el Índice Global de Potencial Asegurador (GIP-MAPFRE), desarrollado por Mapfre Economics, permite evaluar comparativamente la capacidad de 96 mercados (tanto desarrollados como emergentes) para reducir la Brecha de Protección del Seguro (BPS), entendida como la diferencia entre las necesidades reales de cobertura y el volumen efectivamente asegurado.
La estimación del GIP-MAPFRE se apoya en una serie de indicadores que combinan variables estructurales, como el PIB, la población, la penetración de seguros y la magnitud de la BPS inicial, desagregada en los segmentos de Vida y No Vida. Esta metodología no solo mide el tamaño de la brecha de aseguramiento, sino también la capacidad de cada país para reducirla, lo que permite distinguir entre mercados consolidados, economías en expansión y países con potencial latente.
En 2024, la BPS global se ha estimado a 8,99 billones$, lo que supone un crecimiento interanual del 2,1% y representa el 8,1% del PIB mundial. El segmento de Vida concentra el 69,9% de esta brecha (6,28 billones de dólares), mientras que el segmento de No Vida representa el 30,1% restante (2,71 billones de dólares). La evolución reciente plasmada en este informe muestra que, aunque las primas de seguros crecieron un 7,2% en 2024, el PIB lo hizo a un ritmo más moderado, lo que ha reducido la contribución relativa de la BPS sobre el PIB respecto al año previo. Asimismo, la distribución geográfica de la brecha de aseguramiento revela una concentración significativa en economías emergentes, que representan más del 78% del total global. Este patrón, que refleja niveles bajos de penetración aseguradora en esas regiones del mundo, es también una medida del potencial de crecimiento de esta actividad y de los mercados que pueden ser motores en ese esfuerzo global. En paralelo, el índice identifica un conjunto de países con dinámicas favorables de cierre, aunque aún sin una escala económica relevante. Estos “mercados destacables” no ocupan posiciones altas en el ranking del GIP-MAPFRE, pero podrían hacerlo en el futuro si consolidan su expansión y logran reducir de forma sostenida su brecha doméstica de aseguramiento.
Avances en No Vida pero retrocesos en Vida
El análisis del GIP-Mapfre y del Gap Absorption Index (GAI) para el período 2017-2024 confirma que el potencial asegurador global mantiene una tendencia creciente, aunque con dinámicas diferenciadas entre segmentos y regiones. La brecha de protección del seguro sigue siendo el punto de partida para estimar el potencial, y su evolución condiciona tanto la capacidad de absorción como los plazos para alcanzar la convergencia con el benchmark. En ambos segmentos (Vida y No Vida), la pandemia de 2020 marcó un punto de inflexión, ampliando las brechas aseguradoras y elevando el GAI en términos relativos. Desde entonces, la recuperación ha sido más rápida en el segmento de No Vida, donde los plazos para cerrar la brecha se han reducido de forma significativa en la mayoría de las regiones.
En 2024, el tiempo estimado para alcanzar la convergencia en No Vida se sitúa en 19 años para los BRICS (frente a 30 en 2023) y en 3 años para el G7, confirmando avances sustanciales. En contraste, el segmento de Vida muestra retrocesos en varias áreas: el promedio para el resto de emergentes (REM) se amplía hasta 35 años, y regiones como Medio Oriente y Europa emergente alcanzan horizontes de 52 y 41 años, respectivamente, lo que refleja la persistencia de barreras estructurales.
Respecto a los factores explicativos del potencial asegurador, la composición del GAI evidencia que la brecha del PIB frente al benchmark sigue siendo el componente determinante, aunque su peso relativo ha disminuido marginalmente en favor de otros factores. En 2024, este componente representa en promedio algo más del 50% del índice, salvo en los BRICS, donde se sitúa en torno al 44%.
La BPS inicial y el nivel poblacional han ganado relevancia, explicando conjuntamente cerca del 40% del GAI. Este cambio indica que los ajustes en el potencial asegurador responden cada vez más a dinámicas de consumo y distribución que al crecimiento económico puro. En mercados desarrollados, la elasticidad de la demanda aseguradora al ciclo económico y la penetración relativa son factores clave, mientras que en los países emergentes la falta de convergencia con el benchmark y la volatilidad en primas prolongan los plazos.
Analizado desde la perspectiva de los Tiers, entre los países del Tier-1, tres de ellos (China, India y Rusia) pertenecientes a los BRICS, lideran el potencial asegurador, seguidos por el Tier-2, donde se ubican economías desarrolladas del G7. Ambos grupos han mostrado incrementos sostenidos en los últimos años, aunque sin recuperar todavía los niveles previos a la pandemia. En el segmento de Vida, la concentración del potencial asegurador en el Tier-1 alcanza el 57%, mientras que en No Vida se sitúa en torno al 58,3%, confirmando la relevancia estratégica de estos mercados en el contexto global.
Además de los líderes del ranking del GIP-MAPFRE, existen otros mercados emergentes con alto potencial que no figuran en el Top-10, pero que merecen atención estratégica. Países como Egipto, Pakistán, Bangladesh y Nigeria presentan brechas aseguradoras significativas, pero con tamaños económicos que podrían permitirles ascender en el ranking en los próximos años. Estos mercados, situados en la franja media del Tier-2, comparten características como baja penetración relativa, elevada brecha del PIB y crecimiento demográfico, factores que condicionan su capacidad para absorber la BPS. De esta forma, si consolidan políticas de inclusión financiera y digitalización, podrían desempeñar un papel clave en la expansión global del seguro.
La capacidad para cerrar la brecha aseguradora dependerá de la evolución del PIB, que sigue siendo el componente dominante del GAI, de la penetración relativa frente al benchmark, y de la respuesta del consumo asegurador ante el ciclo económico. A esto se suma la BPS inicial, que explica cerca del 39% del índice en mercados emergentes, y factores como la elasticidad de la demanda y la estructura demográfica, cada vez más relevantes en economías desarrolladas. En conjunto, estos elementos seguirán marcando la agenda estratégica del sector, condicionando tanto la velocidad de convergencia como la distribución del potencial asegurador entre Tiers y regiones.