28 Oct
28Oct

Miguel Ángel Valero

Se ha hecho esperar, pero ya es una realidad. Tras más de una década de trabajos, concretados a partir de 2023 en un proyecto de aplicación de la tecnología blockchain a la verificación de facturas, la Asociación Española de Factoring (AEF) tiene operativo InBlock. De las 10 entidades fundadoras (BBVA, Santander, CaixaBank, Sabadell, Kutxabank, Laboral Kutxa, Unicaja, Cajamar, Cesce, y BFF), las cuatro primeras, también las más activas en esta fórmula, ya tienen la plataforma en explotación desde el 1 de octubre. Kutxabank y Cesce se incorporarán a este grupo antes de que finalice el año; Unicaja, Laboral Kutxa y Cajamar lo harán a lo largo de 2026.

En la presentación de InBlock, el presidente de la AEF, Carlos Dalmau, asegura que es "la plataforma que transformará el factoring", y vaticina que en cinco años el volumen de negocio (266.000 millones€ en 2024, el 17% del PIB) crecerá entre el 15% y el 30%, cuando en los últimos seis años la tasa apenas es del 8,2%.

Este crecimiento se apoya en que, gracias a Inblock, las entidades de factoring reducirán el riesgo de fraude gracias a la verificación de facturas por blockchain. Esta mayor seguridad impulsará la financiación del circulante a las empresas. El sistema busca "facilitar el anticipo de facturas, verificando que sean reales y válidas sin necesidad de aportar documentación adicional".

Inblock reduce tiempos de proceso de cesión y financiación de facturas, aporta más seguridad sobre éstas, reduciendo el fraude, lo que facilita que llegue mejor a las pymes, "las empresas que tienen más dificultades de acceso a esa financiación", señala el presidente de la AEF.

De esta forma, se hace "más grande el mercado de la financiación basada en facturas". 

Inblock, que ha pasado por el filtro de Competencia y de los supervisores, se basa en blockchain para garantizar la inmutabilidad de los datos, pero al mismo tiempo "sin que nadie tenga la posibilidad de conocer la información del otro". Cada factura que entra en el sistema es sometida a dos procesos de validación simultáneos: comprobar si otro operador ya la tiene negociada (descontada) y si las Agencia Tributaria (en su caso, las diputaciones forales vascas, y ya se está negociando la incorporación de la Hacienda de Navarra) la tienen declarada por el vendedor. 

Javier Fernández Caldito, presidente de la Comisión de Digitalización de la AEF, destaca que Inblock es el resultado de dos años de trabajo, de la implicación de más de un centenar de personas, con más de 60 sesiones y la elaboración de más de 30 documentos. En una segunda fase, la plataforma incorporará Verifactu (la factura electrónica para las pymes que facturen menos de 6 millones€ anuales que entra en vigor el 1 de enero de 2026, en junio para los autónomos) y el confirming (la otra actividad de la AEF, un servicio financiero que permite a una empresa cobrar antes una factura).

Enrique Fernández Albarracín, socio de EY (proveedor tecnológico, asesor y partner principal de la AEF en este proyecto), resalta que es la primera vez que las entidades financieras se ponen de acuerdo para compartir información, porque "es complicado poner de acuerdo a grandes entidades competidoras entre sí, y además que la iniciativa finalmente se haga realidad". Subraya que el uso de blockchain garantiza que “el dato es anónimo, está encriptado, todo se registra y nada se borra”. Además, "es completamente seguro y guarda todas las evidencias necesarias para rastrear posibles ataques tecnológicos”.

Inblock transforma la factura en hash (algoritmo criptográfico), sistema que ha pasado "un extenso e intenso plan de pruebas ante ciberataques, en busca de vulnerabilidades técnicas y operativas" y ha superado "procesos de homologación muy estrictos exigidos por las entidades participantes, que no quieren verse afectadas por posibles ventanas de inseguridad".

También pone el foco en que las entidades participantes en Inblock tienen la obligación contractual de aportar el 100% de sus facturas de factoring. Y en que la plataforma es escalable, para facilitar la incorporación de nuevos servicios.

Carlos García Casas, secretario general de la AEF, añade que el consentimiento de los clientes para que los bancos y la Agencia Tributaria compartan la información sobre sus facturas ha sido un elemento clave del proyecto. Cada empresa o autónomo debe autorizar expresamente a Inblock para que sus datos puedan ser utilizados en la plataforma. 

Inblock no tiene costes para el cliente del factoring. Las tarifas a cobrar a las entidades y operadores de factoring se establecen en función de un modelo que busca cubrir los costes de desarrollo, mantenimiento, explotación y evolución de la plataforma. No se busca, por tanto, un beneficio derivado de la gestión del proyecto. Obviamente, cuanto más facturas haya en Inblock y más entidades hagan uso de la plataforma, menor será el coste medio aplicado a cada factura registrada.

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