15Nov

En los mercados privados, donde la información llega más tarde y está menos supervisada, las primeras grietas ya son visibles. La era del dinero fácil terminó, y con ella la capacidad de ocultar los problemas bajo nuevas rondas de financiación.

Miguel Ángel Valero

En las últimas semanas han aparecido grietas en un rincón del sistema financiero que suele pasar desapercibido: el crédito a empresas de mayor riesgo. La caída de un prestamista de automóviles especializado en clientes con baja solvencia (que llegó a usar los mismos coches como garantía para varios préstamos) ha levantado sospechas. No tanto por la empresa en sí, sino por quién estaba detrás financiándola: grandes entidades financieras y fondos relevantes. 

El problema no es un impago coyuntural, sino la posibilidad de que no sea un caso aislado. Poco después, otras compañías también entraron en problemas: un proveedor de repuestos, algunas firmas de inversión regionales y varios bancos medianos han reconocido pérdidas ligadas a préstamos opacos o valoraciones dudosas. 

El mercado ha empezado a preguntarse si estamos ante las primeras señales de algo mayor. La comparación que circula en Wall Street es sencilla: “cuando ves una cucaracha, probablemente hay más escondidas”. Esa frase ha resonado no tanto por el dramatismo, sino porque refleja el nerviosismo de fondo.

Durante años, las condiciones financieras fueron extraordinariamente favorables: Tipos bajos, dinero abundante y un entorno en el que casi cualquier empresa podía refinanciarse sin dificultad. Eso alimentó el crecimiento del crédito privado, financiado fuera del sistema bancario tradicional y con menos supervisión que éste. 

El resultado es que esta parte del mercado se ha expandido rápido y con poca transparencia. Ahora, algunos de esos préstamos están empezando a mostrar tensión. Empresas que no pueden pagar los intereses y piden añadirlos a la deuda, valoraciones que no terminan de cuadrar y garantías difíciles de rastrear. 

El gráfico aportado por The Trader compara el volumen total de préstamos concedidos por los seis mayores bancos estadounidenses (JPMorgan, Goldman Sachs, Citigroup, Wells Fargo, Morgan Stanley y Bank of America) con el tamaño del mercado global de crédito privado en 2010 y en 2024. En 2010, los grandes bancos sumaban 3,3 billones$ en préstamos, mientras que el crédito privado apenas alcanzaba 0,4 billones. En 2024, los préstamos bancarios aumentaron moderadamente hasta 4,8 billones, pero el crédito privado se disparó hasta 2,1 billones, multiplicándose por más de cinco. Esto refleja un cambio estructural en el sistema financiero: los inversores institucionales y fondos privados están asumiendo un papel creciente en la financiación global, mientras los bancos tradicionales pierden peso relativo en la concesión de crédito.

A esta señal se suma otra divergencia llamativa en los mercados. Mientras el S&P 500 continúa marcando máximos históricos, impulsado sobre todo por las grandes tecnológicas y por la narrativa de la inteligencia artificial, las grandes gestoras de private equity (Blackstone, KKR, Carlyle) han caído con fuerza desde sus máximos del año, entre un –20% y un –24%. Es un contraste poco habitual, porque ambas piezas del sistema financiero suelen moverse en la misma dirección. 

El private equity depende de financiación abundante, deuda barata y valoraciones estables para seguir generando retornos. En un entorno de tipos elevados y condiciones de crédito más estrictas, ese modelo empieza a mostrar tensión.

La superficie pública de la economía (la Bolsa) todavía transmite fortaleza, pero en los mercados privados, donde la información llega más tarde y está menos supervisada, las primeras grietas ya son visibles.

No estamos ante un colapso, ni mucho menos. Los niveles de impago siguen contenidos y no hay señales de una crisis sistémica como la de 2008. Pero sí hay un cambio importante: la era del dinero fácil terminó, y con ella la capacidad de ocultar los problemas bajo nuevas rondas de financiación. 

"Lo que estamos viendo ahora es una especie de ensayo general. Una advertencia. Un recordatorio de que, incluso en un entorno económico aparentemente estable, los excesos del crédito siempre terminan saliendo a la luz. Conviene seguir observando. No para caer en alarmismos, sino para mantener una visión clara y realista: los mercados financieros no se rompen de golpe; se agrietan primero. Y esas grietas, cuando aparecen, casi nunca son casualidad", advierte el analista Pablo Gil.

15Oct

Los expertos de Activotrade creen que el tercer trimestre puede consolidar la recuperación del sector bancario gracias a una combinación de comisiones fuertes, actividad de fusiones y resiliencia en crédito.

Miguel Ángel Valero

Entre el pulso con China, la resistencia de la Fed a bajar los tipos, y la prolongación del cierre de la Administración (va camino de ser el mayor de la historia de EEUU), Donald Trump no gana para disgustos. 

La confianza de las pymes retrocedía ligeramente en septiembre. El índice realizado por el NFIB cayó hasta el 98,8 desde el 100,8 correspondiente a agosto, siendo la primera caída tras la aprobación de la One Big Beautiful Bill Act, la reforma fiscal impulsada por Trump, en julio. Detrás de este movimiento subyace el incremento en el componente de incertidumbre hasta los 100 puntos, la cuarta lectura más alta en casi 50 años. 

El único dato positivo es que os planes de contratación aumentaron un punto, con un 16% de pequeños empresarios que planean crear nuevos puestos de trabajo en los próximos tres meses –el nivel más alto desde enero–.

Precisamente, el presidente de la Fed, Jerome Powell, insiste en que los riesgos del enfriamiento del mercado laboral y la persistencia de la inflación se encuentran cada vez más igualados. Las presiones sobre el empleo han aumentado, mientras que las expectativas de inflación a largo plazo continúan alineadas con el objetivo del 2%. 

En este contexto, persiste una disyuntiva: los datos del mercado laboral muestran bajos niveles de creación de empleo y contratación, mientras que el consumo se mantiene dinámico y la economía avanza por una trayectoria más firme de lo previsto. 

Por otro lado, Powell anunció que la reducción del balance de la Fed podría concluir en los próximos meses. La decisión de detener el proceso de Quantitative Tightening (QT) supondría un giro hacia una política monetaria menos restrictiva.

Activotrade

Mientras tanto, Wall Street pulveriza récords. Empezamos nueva temporada de resultados trimestrales, como suele ser habitual en primer lugar con los bancos de Wall Street. El ingreso neto por intereses (NII) será especialmente observado, dado que se anticipan recortes en tasas y el coste de depósitos podría aumentar mientras que las provisiones por morosidad podrían subir si empeoran las condiciones macroeconómicas, estando también bajo escrutinio los anuncios de recompras de acciones, aumentos de dividendos o cambios en guía futura de crecimiento.

Sobre los resultados de bancos, uno de los más sorprendentes para los expertos de Activotrade SV fueron los de Wells Fargo (rendimiento en 2025: +12,3%; dividendo anual a precios de mercado: 2,2%). Es el banco más "comercial" de todos y se esperaba un crecimiento moderado del beneficio por acción (alrededor de 9%) gracias a una leve mejora en comisiones y control de costes. Ha mantenido el margen de intereses entre el 2,6% y 2,7% por un montante superior a 11.000 millones$ en cada trimestre. Ahora que el límite de activos impuesto por la FED durante los últimos años ha sido eliminado, se espera que la entidad comience a expandir operaciones comerciales con más libertad. Las acciones del banco son las que menos han subido este año si lo comparamos con las del resto. 

La cifra de negocio de Wells Fargo alcanzó los 21.436 millones$ (18.553 millones€) lo que supone un incremento del 5,3% y rozó los 11.950 millones$ en margen de intereses, máximos de los últimos años. También ha decidido mejorar en un 12,5% el dividendo a repartir en el trimestre concluido, elevándolo a 0,45$ (0,39€) por acción.

Los expertos de Activotrade creen que el tercer trimestre puede consolidar la recuperación del sector bancario gracias a una combinación de comisiones fuertes, actividad de fusiones y resiliencia en crédito. Además, las guías futuras que cada banco publique serán clave para calibrar expectativas de 2026:

  • JPMorgan Chase (Rendimiento en 2025: +28%. Dividendo anual a precios de mercado: 1,9%). Se espera un crecimiento de más del 10% en BPA (Beneficio por Acción), impulsado por comisiones de banca de inversión, ingresos de mercados y flujos de crédito saludables. El margen de intereses podría alcanzar hasta 92.000 millones$ para todo 2025. Para este trimestre se espera un BPA de 4,85$ con ingresos de  aproximadamente 45.500 millones. A pesar de que el banco está caracterizado sobre todo por mercados e inversión, se ha situado como uno de los primeros con más cuota de mercado en depósitos de consumidores norteamericanos bajo la entidad Chase
  • Citigroup (Rendimiento en 2025: +36,5% Dividendo anual a precios de mercado, 2,5%). Se anticipa un repunte en ingresos por comisiones, trading y menor presión en provisiones, apoyado por la recuperación de los mercados de capitales. Algunos analistas han elevado su estimación de BPA a 1,91$ para el trimestre. Es un banco también enfocado en banca comercial con cerca del 25% de sus ingresos provenientes de US Personal Banking.
  • Goldman Sachs (Rendimiento en 2025: +37,4%. Dividendo anual a precios de mercado: 2,03%). Se beneficia directamente del repunte de actividad en fusiones, mercados de capitales y comisiones de asesoramiento. Algunos estiman un crecimiento en BPA cercano al 31%. Probablemente desde un punto de vista técnico sea el banco más `sobrecomprado´ y de hecho el que más ha subido también entre los comentados. 
13Oct

Las reformas de Solvencia II facilitarán que las compañías de seguros proporcionen financiación a largo plazo a la economía europea.

Después de más de 15 años de endurecimiento, el sector financiero está entrando en una nueva era de normas y reformas. Los reguladores están flexibilizando los requisitos de capital y otras restricciones sobre bancos, aseguradoras y empresas fintech, creando oportunidades de crecimiento sin precedentes tanto para los sistemas financieros tradicionales como para los de nueva generación, destaca un informe de Robeco.

Este cambio hacia un entorno regulatorio más equilibrado y favorable al crecimiento representa un posible cambio radical para los bancos, ya que ayuda a liberar capital, aumentar la actividad y mejorar los rendimientos para los accionistas. Las reglas del juego están cambiando más rápido en Estados Unidos, donde el nombramiento de la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, como vicepresidenta de Supervisión en junio, señala un enfoque más pragmático y proempresarial para la supervisión bancaria.

El cambio hacia un entorno regulatorio más equilibrado y favorable al crecimiento es un posible cambio radical para los bancos. La postura cada vez más permisiva de Estados Unidos en materia de competencia y escala se refleja en un par de decisiones regulatorias significativas: 

1) la eliminación del límite de activos de 1.95 billones$ impuesto a Wells Fargo 

y 2) la aprobación de la fusión entre Capital One y Discover.

"Y todavía estamos en las primeras etapas, ya que aún quedan muchas reformas por venir. Entre ellas se incluyen las revisiones de la Relación Suplementaria Mejorada de Apalancamiento (eSLR), la mejora de la transparencia en las pruebas de estrés, la finalización de los estándares del 'Final de Basilea III', así como la recalibración del recargo de capital para los Bancos Globalmente Sistemáticamente Importantes (GSIB)", resaltan los expertos de Robeco.

Estos cambios están diseñados para estandarizar y armonizar la medición de riesgos y los cálculos de reservas de capital en la banca global. Las reformas no solo deberían aportar una estabilidad a largo plazo al sistema financiero, sino también reducir las reservas de capital y liberar liquidez, siendo los mayores beneficiarios los grandes bancos estadounidenses.

Una mayor flexibilidad de capital permite a los bancos implementar estrategias de crecimiento, aumentar el pago de dividendos y recompras de acciones, y mejorar las ganancias. Aunque el impacto exacto en la rentabilidad varía según la institución, el análisis de HOLT sugiere que una mejora del 1% en el Retorno sobre el Patrimonio de Flujo de Caja (CFROE, por sus siglas en inglés), un indicador del desempeño económico, podría traducirse en un aumento del 8% en la valoración justificada para los bancos estadounidenses.

Europa está alcanzando el ritmo mediante la integración de mercados

Históricamente, los bancos europeos han estado rezagados respecto a sus homólogos estadounidenses en términos de rentabilidad debido a mercados fragmentados y una regulación estricta. Sin embargo, factores externos —desde las presiones de Trump en Occidente hasta las vulnerabilidades geopolíticas derivadas de Rusia/Ucrania en Oriente— y presiones internas (como el Informe Draghi) están impulsando a la Unión Europea a abordar su sistema de mercados de capital estructuralmente débil y anticompetitivo.

Según el Informe Draghi, la UE necesita invertir 750.000 millones€ para reforzar su competitividad, siendo la mayor parte de esta inversión de fuentes privadas y no públicas. La excesiva dependencia de Europa en la financiación bancaria ha limitado la disponibilidad de capital, la distribución del riesgo, y la innovación y el crecimiento del sector financiero.

En el futuro, ampliar el papel de los mecanismos de mercado de capitales es necesario para canalizar activos hacia inversiones más productivas y aumentar la competitividad. Por ello, la creación de un mercado único de capital es una prioridad política clara y ya se está legislando al respecto. Entre las iniciativas clave bajo la nueva estrategia de la Unión de Ahorro e Inversión (SIU, por sus siglas en inglés) de la UE se incluyen:

  • Implementar la Ley de Listado para simplificar el acceso de las empresas a los mercados públicos
  • Revisar el marco de titulización
  • Facilitar la inversión en acciones por parte de inversores institucionales
  • Canalizar los ahorros de los depositantes a los mercados de capital mediante esquemas de pensiones

Se espera que las reformas impulsen el crecimiento y reduzcan la brecha competitiva entre los bancos estadounidenses y europeos. Según el análisis de HOLT, una reducción del 1% en la tasa de descuento aplicada a los bancos europeos —reflejando un menor riesgo percibido— podría conducir a un aumento del 17% en la valoración justificada.

Más financiación a largo plazo por parte de las aseguradoras

Además, las reformas de Solvencia II —el marco regulatorio de la UE para las aseguradoras— facilitarán que las compañías de seguros proporcionen financiación a largo plazo a la economía europea. La Comisión Europea está proponiendo cambios que flexibilizarán los requisitos de capital, mejorarán los índices de solvencia y los márgenes de riesgo, y permitirán que las aseguradoras inviertan más fácilmente en el mercado de titulización.

Si se aprueban, las aseguradoras podrán realizar inversiones en ‘acciones a largo plazo’ que conllevarían menores cargas de capital (22% en lugar de 39%). Las aseguradoras también podrían acceder a inversiones alternativas en acciones menos líquidas siempre que califiquen como inversiones en acciones a largo plazo (mantenidas hasta el vencimiento/horizonte largo y con pasivos coincidentes). 

"¡Aún quedan más reformas por venir por parte de los legisladores europeos, incluyendo medidas para reducir costes, aumentar el capital y mejorar la eficiencia regulatoria!", insisten en Robeco.

Impulso a las finanzas de próxima generación

La ambiciosa agenda política de la segunda administración Trump está destinada a beneficiar tanto a la banca tradicional como a las finanzas de próxima generación. Bajo la orden ejecutiva titulada “Liberar la prosperidad a través de la desregulación”, por cada nueva regulación propuesta, las agencias deberán eliminar al menos diez existentes. Como resultado, agencias federales como la CFPB y la FDIC están reduciendo la supervisión, especialmente en los bastiones fintech de Banca como Servicio (BaaS), Compra Ahora y Paga Después (BNPL), y billeteras digitales.

Por ejemplo, la CFPB retiró regulaciones propuestas que limitaban las comisiones por pagos atrasados en tarjetas de crédito, lo que indirectamente ayuda a las fintechs y neobancos más pequeños a competir de manera más efectiva con los grandes bancos emisores de tarjetas. La CFPB también redujo significativamente una sanción civil impuesta a Wise, una fintech especializada en transferencias de pagos digitales, de más de 2 millones$ a solo 45.000 dólares.

Los cambios regulatorios en curso representan un cambio de paradigma para los servicios financieros y crean oportunidades significativas para las Estrategias de Nuevas Finanzas Mundiales y FinTech de Robeco. "Nuestras inversiones en EEUU se beneficiarán de la desregulación, incluyendo bancos como Citi y Bank of America, que se prevé mejorarán su rentabilidad y ofrecerán rendimientos atractivos de capital. También mantenemos Capital One, que está en una posición favorable por la fusión aprobada con Discover Financial Services. Además, Europa resulta cada vez más atractiva debido a las iniciativas de la Unión de Ahorro e Inversión, las reformas fiscales en Alemania y las persistentes diferencias de valoración", explican en Robeco.

La reducción de las cargas regulatorias para los actores fintech les permite innovar más libremente en áreas como los préstamos, pagos y criptomonedas. Los proveedores de monederos digitales, incluyendo PayPal, Apple Pay, Venmo, CashApp y Shop Pay, continúan aumentando sus volúmenes de transacciones. Además, los proveedores de BNPL como Afterpay, AffirmKlarna también están ganando terreno. En conjunto, una supervisión más laxa sumada a requisitos de capital menos estrictos debería facilitar la consolidación del sector y fomentar asociaciones entre fintechs, bancos y otros actores financieros.