14Oct

Francia tiene un elevado déficit presupuestario y una importante deuda nacional, y actualmente no hay voluntad de aplicar las importantes reformas necesarias para abordar esta situación.

Sigue el culebrón en Francia, que se ve obligada a pagar hasta el 3,6% de interés para que los inversores compren su deuda a 10 años. Algo que beneficia a Alemania, que ve cómo el bund se sitúa en el 2,6%, su menor nivel desde julio. 

Apenas dos días después de formar su segundo Gobierno (una semana después de dimitir, tras 27 días en el cargo), el primer ministro Sebástien Lecornu se enfrenta en la Asamblea Nacional a una nueva prueba de fuego: presentará el anteproyecto de los Presupuestos para 2026 y se abre así un nuevo periodo de debate y búsqueda de apoyos para conseguir aprobar sus cuentas.

Lecornu acepta suspender la reforma de las pensiones hasta 2028 para evitar la caída de su Gobierno en Francia. El primer ministro se pliega en su discurso de política general a la petición de los socialistas para que no se sumen a la moción de censura que se votará el jueves 16 de octubre.

Déjà vu en Francia... ¿cuánto tiempo durará este Gobierno?, se pregunta Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments. En estos momentos, en Francia no hay ningún interés por convocar nuevas elecciones, razón por la que Macron ha optado por esta vía de reponer a Lecornu. Todos los partidos, excepto Agrupación Nacional, rechazan esta opción, ya que este partido, liderado por la representante política de extrema derecha Marine Le Pen, conseguiría probablemente un avance significativo.

El problema es que, tras las elecciones de 2024, el Parlamento francés no cuenta con mayoría, sino que está compuesto por tres grandes bloques que no se ponen de acuerdo sobre la hoja de ruta a seguir. Esto dificulta enormemente la actividad legislativa y la estabilidad del Ejecutivo. 

Tras su reelección, Lecornu ha presentado un nuevo gabinete con algunas caras nuevas que tendrán que enfrentarse a los mismos problemas de siempre: Francia tiene un elevado déficit presupuestario y una importante deuda nacional, y actualmente no hay voluntad de aplicar las importantes reformas necesarias para abordar esta situación.

Actualmente existe una elevada presión para revertir las reformas de pensiones anteriores, que ya fueron difíciles de aprobar en su momento, y Lecornu tiene la difícil tarea de mantener un Gobierno cohesionado. 

La Administración debe presentar esta semana al Parlamento un presupuesto para que entre en vigor en 2026, pero subyace la duda real de si Francia avanzará a trompicones hacia las elecciones presidenciales de 2027 y soportará el estancamiento político mientras tanto. No hay elecciones parlamentarias previstas hasta 2029, pero, una vez más, el Gobierno da muestras de inestabilidad y parece muy difícil que se logre un cambio político significativo.

¿Qué significa esto para los mercados? Las acciones de las compañías francesas experimentaron dificultades a principios de la semana pasada, especialmente los bancos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre en Reino Unido,gran parte de los ingresos de las grandes empresas francesas proceden de otros países. En gran medida, los problemas internos son irrelevantes para éstas, pero "seguimos observando una prima de riesgo en los bonos del Estado francés con respecto a los bonos del Estado alemán que probablemente se mantendrá".

Obviamente, dado que Francia es una de las principales economías de Europa, entra dentro de la categoría de “demasiado grande para quebrar”, por lo que, aunque es probable que los rendimientos de los bonos del Estado francés sean más altos durante un largo periodo de tiempo, es una situación a la que los inversores tendrán que acostumbrarse. Si se produjeran acontecimientos más graves, en última instancia se podría recurrir a una intervención, pero en estos momentos estamos muy lejos de esa situación.

El Ejecutivo francés va a intentar aprobar un presupuesto en los próximos días, "y ya veremos cómo evoluciona la situación. No estamos diciendo que Lecornu siga en el poder a finales de año, pero esperamos que esto aporte un poco más de estabilidad a corto plazo", concluye Anthony Willis.

07Oct

Existe en estos momentos un 72% de probabilidades de que el bloqueo de la Administración en EEUU se prolongue hasta mediados de mes y un 25% de que acabe convirtiéndose en el más largo de la historia.

Miguel Ángel Valero

La Administración estadounidense continúa cerrada por sexto día y nada parece asustar a Wall Street, que renovaba máximos aupados de nuevo por noticias en el frente tecnológico. OpenAI volvía a acaparar el protagonismo pese a no ser una compañía cotizada. Tras su acuerdo de la semana pasada con empresas fabricantes de chips coreanas, anunciaba el 6 de octubre una alianza con Advanced Micro Devices (AMD) por el que esta empresa le suministrará chips de alto rendimiento por varias decenas de miles$. El acuerdo contempla la provisión de esta última versión de procesadores gráficos a partir de 2026 e implica seis gigavatios de potencia de cálculo, un volumen nunca visto en el sector. 

En paralelo, AMD también entregó a OpenAI una opción para adquirir hasta 160 millones de acciones del grupo, aproximadamente el 10% del capital de la tecnológica, condicionado al cumplimiento de hitos relacionados con el despliegue progresivo de la capacidad de cómputo negociada. 

El pacto disparaba en la sesión la cotización de AMD (+23,7%), su segundo mayor avance de su historia, reflejando el movimiento dado por OpenAI para hacerse con una posición de la cotizada, y de paso ejerciendo presión en la carrera por el monopolio de la IA que imprime a Nvidia, que sufrió un descenso del 11%.

En el terreno corporativo, el acuerdo entre OpenAI y AMD tuvo su impacto en Europa, con el rebote de los títulos de BE Semiconductors (+12,4%), su mayor ascenso desde abril siendo AMD uno de sus principales clientes. 

Columbia Threadneeedle: la Fed navega sin datos

Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments  pone el foco en el cierre del Gobierno estadounidense, que comenzó el 1 de octubre y que, dado el desencuentro entre demócratas y republicanos, es muy probable que la situación de bloqueo se prolongue durante algún tiempo. 

El cierre se debe a que el Gobierno de EEUU no ha conseguido aprobar el presupuesto para el nuevo ejercicio fiscal (empieza el 1 de octubre). Todas las funciones gubernamentales no esenciales han sido suspendidas hasta que se apruebe un nuevo presupuesto. En la práctica, esto implica que alrededor de 750.000 empleados públicos han sido suspendidos. 

El presidente Trump ha sugerido que, en lugar de suspender temporalmente a estos trabajadores —enviándolos a casa sin sueldo—, deberían ser despedidos de forma permanente. Aunque está por ver si esto ocurrirá, la propuesta encaja con su agenda más amplia de recortar lo que él denomina la "madera muerta" del Gobierno.

Desde el punto de vista económico, el impacto del cierre es relativamente limitado. Se trata del 11º cierre del Gobierno estadounidense desde 1980. El más reciente, ocurrido durante el primer mandato de Trump, entre 2018 y 2019, se prolongó durante35 días y se estima que costó a la economía estadounidense alrededor de 11.000 millones$. De esa cantidad, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, unos 3.000 millones en actividad económica nunca se recuperaron. Aunque se trata de una cifra significativa, resulta relativamente pequeña en el contexto de una economía de 29 billones$.

En cuanto a los mercados financieros, el impacto ha sido mínimo. Los índices bursátiles estadounidenses cerraron la semana pasada en máximos históricos y no se han observado grandes sobresaltos en los mercados de bonos. A diferencia de cierres anteriores, éste no está vinculado al debate sobre el techo de la deuda, que se elevó en agosto en unos 5 billones$ como parte de la denominada “Big Beautiful Bill”.

La principal preocupación reside en la falta de datos económicos. Debido al cierre, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) —encargada de publicar indicadores clave como los informes de empleo y las cifras de inflación—permanece cerrada. La semana pasada no se publicaron las solicitudes semanales de subsidio por desempleo ni el informe de empleo de septiembre, conocido como el informe de nóminas no agrícolas. Si el cierre se prolonga hasta mediados de octubre, tampoco se conocerán los resultados del informe sobre la evolución de la inflación.

Esto es especialmente relevante porque la Reserva Federal se encuentra actualmente en un entorno muy dependiente de los datos. Sin acceso a esta información, la Fed está, en esencia, navegando a ciegas. Aunque dispone de fuentes de datos alternativas, éstas cobrarán mayor importancia en las próximas semanas si no se encuentra una solución al cierre.

Según los mercados de predicción, como Polymarket, existe en estos momentos un 72% de probabilidades de que el bloqueo se prolongue hasta mediados de mes y un25% de que acabe convirtiéndose en el más largo de la historia.

En consecuencia, aunque esta situación resulta más frustrante que preocupante paralos mercados financieros, la falta de información - especialmente en lo que respecta alos datos de empleo y de inflación -podría convertirse en un problema. "Tanto desde la perspectiva económica como desde la de los mercados, no se trata de undrama importante. Sin embargo, cuanto más se prolongue el cierre, más frustrante será", avisa el experto de Columbia Threadneedle.

05Oct

Sanae Takaichi defiende medidas de estímulo fiscal para impulsar el crecimiento económico, pero "un gran gasto público en un país donde la deuda ya representa el 260 % del PIB es algo que puede asustar a los mercados de bonos", señalan en Columbia Threadneedle.

Miguel Ángel Valero

Sanae Takaichi, una política de corte conservador y nacionalista de 64 años, ha ganado la carrera para presidir el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón. Esa victoria implica prácticamente que se convertirá en la primera ministra del país, si logra los votos suficientes en la Dieta, el Parlamento japonés.

En las primarias del PLD se ha impuesto, en la segunda ronda, a Shinjiro Koizumi, actual ministro de Agricultura e hijo del exprimer ministro entre 2001 y 2006 Junichiro Koizumi, por 185 votos frente a 156. Hubiera sido el primer ministro más joven desde la posguerra. 

El PLD empieza una nueva era”, proclama Takaichi tras ganar las primarias. Y asegura que el partido, que ha gobernado Japón casi de forma ininterrumpida desde 1955 (no lo ha hecho entre 1993 y 1994 y de 2009 a 2012), debe convertir “las inquietudes de la gente en esperanza”.

Takaichi sustituye al actual primer ministro, Shigeru Ishiba, que anunció a principios de septiembre que abandonaba la jefatura del Gobierno y la presidencia del PLD, después de menos de un año en el cargo. Ishiba llegó al poder en 2024 tras imponerse en unas primarias, precisamente, a Takaichi. Pero bajo su mandato el PLD ha sufrido dos contundentes derrotas electorales, perdiendo la mayoría en las dos cámaras de la Dieta. Es la primera vez que al PLD le sucede esto.

La investidura de Takaichi, previsiblemente el 15 de octubre, se da casi por hecha, porque tiene garantizados los votos de la coalición que forma el PLD con su tradicional socio minoritario, el partido Komeito. Y la oposición carece de un candidato alternativo.

Cuando asuma la dirección del Gobierno, Takaichi, que se reconoce admiradora de Margaret Thatcher, y que ha sido ministra de Seguridad Económica, entre otros cargos desde que entró en política en los años 90 del pasado siglo, deberá afrontar la inflación y las dudas sobre la evolución de la cuarta economía más grande del planeta. Pero también los escándalos de corrupción en el PLD, que le restan apoyo ciudadano y que impulsan a formaciones populistas, anti-inmigración y de ultraderecha, como Sanseito.

Sobre todo, hereda de Ishiba un polémico acuerdo con Trump para aceptar aranceles del 15%, también para el sector de la automoción, a cambio de invertir en EEUU 550.000 millones$.

Se presenta a sí misma como la heredera política del exprimer ministro Shinzo Abe, asesinado en 2022 (fue quien la llevó al Gobierno en 2006). Y defiende el 'abenomics', un conjunto de medidas que buscan impulsar el crecimiento económico a través de la expansión monetaria, el estímulo fiscal y las reformas estructurales.

El Gobierno de Japón solo cuenta con dos ministras, frente a 18 hombres. El porcentaje de mujeres en la Cámara de Representantes no llega al 15%. Pero va a tener a la primera mujer al frente del Gobierno en toda su historia.

Columbia Threadneedle: "panorama alentador"

Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments, destaca que las primarias en el PLD llegan en un "momento interesante" para Japón, ya que se enfrenta a un periodo de inflación, una tendencia que no se veía desde hacía décadas, y el Banco de Japón está a punto de subir los tipos deinterés. La economía japonesa está demostrando ser relativamente resistente a pesar de los aranceles estadounidenses y del ajuste salarial que se está produciendo con la inflación arraigada en la economía.

Frente al reformismo de Koizumi, Takaichi defiende una postura más intervencionista y basada en medidas de estímulo fiscal. Algo que puede provocar más movimientos en los mercados. "Un gran gasto público en un país donde la deuda ya representa el 260 % del PIB es algo que puede asustar a los mercados de bonos", señala. 

La mayor parte de la deuda japonesa está en manos de inversores nacionales, lo que significa que es menos vulnerable que, por ejemplo, la deuda del Reino Unido, que, en palabras del exgobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, depende de la "bondad de los extraños" para financiarse.

Takaichi también ha dicho que el Banco de Japón es "estúpido" por subir los tipos deinterés, pero con la inflación arraigada en el 3% es probable que vuelva a hacerlo aún más desde lo que actualmente ha sido su máximo en 18 años. Sin embargo, con un 0,5%, siguen siendo relativamente bajos. 

"Conviene tener en cuenta que, dada la falta de mayoría parlamentaria, es posible que el Partido Liberal Democrático no consiga automáticamente que su candidato seanombrado primer ministro. El nombramiento debe ser sometido a votación en e lParlamento, por lo que tendrán que llegar a algún tipo de acuerdo para que se apruebe.Ya hemos visto acuerdos de este tipo en el pasado y hay suficientes partidos alineados desde el punto de vista ideológico como para que salga adelante la votación", precisa este experto.

"En cuanto a nuestra visión sobre Japón, somos un poco más optimistas y, dentro de nuestras carteras multiactivos, hemos aumentado la exposición a una postura más neutral. Los fundamentos económicos parecen razonablemente positivos y vemos resiliencia a pesar de los aranceles y el impacto de la inflación. Esperamos que la economía japonesa supere el crecimiento del 1% este año, con un impulso positivo continuado gracias a las reformas empresariales y las previsiones de beneficios positivas. También estamos observando un aumento de las recompras de acciones. En general, vemos un panorama alentador, pero seguiremos de cerca la evolución política", advierte.

03Oct

la inteligencia artificial se perfila como uno de los motores más potentes de transformación económica y tecnológica de la próxima década. Sus implicaciones van mucho más allá de los sectores directamente vinculados.

Miguel Ángel Valero

La historia económica nos enseña que resistirse a los avances tecnológicos siempre ha sido inútil. Ocurrió en la Inglaterra del siglo XIX con los tejedores que vieron cómo los telares mecánicos destruían su forma de vida, como pasó después con los conductores de diligencias sustituidos por el ferrocarril y el automóvil, o con los telefonistas que desaparecieron cuando las centralitas se automatizaron. Más cerca en el tiempo, lo vivieron los delineantes con la llegada de programas como AutoCAD, las discográficas ante la música en “streaming” o los videoclubs frente al auge de plataformas como Netflix. 

"Hoy ocurre lo mismo con la inteligencia artificial. Lo que está en juego no es la tecnología en sí, sino nuestra capacidad de adaptación", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

Los cambios del pasado fueron graduales. Entre la primera y la segunda Revolución Industrial transcurrieron décadas, permitiendo a varias generaciones aprender nuevos oficios y recolocarse en sectores emergentes. Hoy la situación es distinta: la velocidad de la innovación no da tregua. Lo que antes llevaba medio siglo, ahora ocurre en cuestión de años.

Esto genera un contraste curioso. Los trabajadores de más edad, muchos de ellos con estabilidad financiera, están relativamente protegidos. En cambio, los jóvenes recién graduados son los más vulnerables: se han preparado para empleos de entrada que la IA ya puede hacer en segundos, desde análisis de datos hasta redacción de informes. Por eso el desempleo juvenil crece más rápido que en otros grupos de edad. Y un exceso de jóvenes sin oportunidades nunca ha sido buena receta para la estabilidad social.

El otro gran reto es la desigualdad que provoca la disrupción. Hoy las ganancias se concentran en unos pocos sectores y compañías: fabricantes de chips, plataformas de nube, líderes en software y en IA. Mientras tanto, industrias intensivas en servicios como el comercio, la hostelería o la sanidad apenas perciben mejoras de productividad. Estamos ante un progreso asimétrico: unos pocos avanzan a toda velocidad mientras otros se quedan rezagados.

El futuro será inevitablemente disruptivo. La robótica eliminará millones de empleos, los vehículos autónomos transformarán el transporte y la logística, y la salud vivirá una revolución que ampliará nuestra vida útil de forma radical. Todo esto sucederá en menos de una generación. No hay duda de que mejorará la calidad de vida global, pero la transición será dolorosa para muchos.

La tentación política será prometer la protección de los empleos amenazados y garantizar una renta básica. Sin embargo, el verdadero papel de los gobiernos no debería ser preservar el pasado, sino ayudar a que las personas se adapten al futuro. Formar, reciclar, facilitar la movilidad laboral y, sobre todo, preparar a los jóvenes para los trabajos que realmente existirán.

Estamos entrando en una década en la que se cruzarán varios frentes: disrupción tecnológica, tensiones geopolíticas, problemas de deuda y un relevo generacional en el liderazgo político y social. Un cóctel que exige reflexión y preparación. Pero por encima de todo, la pregunta clave será: ¿cómo quiere situarse cada uno de nosotros? ¿Entre quiénes intentan resistirse a lo inevitable o entre quienes buscan aprovechar la ola para crear nuevas oportunidades?

El futuro no será sencillo, pero nunca lo ha sido en momentos de gran transformación. Cada revolución tecnológica trajo consigo miedos, incertidumbres y pérdidas, pero también abrió la puerta a un mundo con más bienestar, más opciones y más posibilidades. Esta vez no será diferente. Quienes se preparen, aprendan y abracen el cambio tendrán delante un horizonte lleno de oportunidades. 

"El reto no está en detener la disrupción, sino en decidir de qué lado de la historia queremos estar", subraya Pablo Gil.

Columbia Threadneedle: el motor de la próxima década

Michael Guttag, senior portfolio manager de Renta Variable de Columbia Threadneedle Investments, cree que la inteligencia artificial se perfila como uno de los motores más potentes de transformación económica y tecnológica de la próxima década. Sus implicaciones van mucho más allá de los sectores directamente vinculados. 

La IA está transformando la dinámica de la demanda energética con los centros de datos como grandes impulsores del consumo eléctrico. "Nuestras previsiones apuntan a que, para 2030, estos centros podrían representar más del 20% del consumo total de energía en EEUU, y que las instalaciones específicas para IA superarán a las convencionales en 2027", explica.

Este auge presenta tanto desafíos como oportunidades para el sector de los servicios públicos: se beneficiarán de la mayor demanda, pero deberán afrontar limitaciones de infraestructura, largos plazos de entrega en nueva generación y transmisión, así como una creciente oposición local a la ubicación de los centros de datos.

La gestión de las cargas térmicas es otro reto clave. La potencia de procesamiento necesaria para desarrollar y ejecutar modelos de IA genera un calor considerable. Se prevé que la demanda de refrigeración aumente de 10.000 millones$ en 2024 a 60.000 millones de dólares en 2030. El mercado de refrigeración líquida, valorado actualmente entre 2.000 millones y 3.000 millones, podría multiplicarse por diez y alcanzar el 40% del gasto total en refrigeración de centros de datos para 2028.

Tecnologías como la refrigeración directa al chip y la refrigeración por inmersión están ganando protagonismo, y las unidades de distribución de refrigerante (CDU) se perfilan como componentes críticos.

"Observamos inversiones con soluciones avanzadas y un papel creciente de las fusiones y adquisiciones, a medida que las empresas buscan ampliar sus carteras en este sector", apunta este experto.

Los principales obstáculos al crecimiento de la IA no son barreras estructurales, sino desafíos, y pasan por un conocimiento aún limitado de los casos de uso, unos altos costes de adopción, modelos de precios aún poco definidos y un enorme consumoenergético. Más que frenos, están generando nuevas oportunidades de negocio e inversión. La IA se ha convertido en un catalizador que impulsará la innovación y elcrecimiento en diversos sectores.

"Mantenemos una perspectiva optimista sobre las inversiones en IA y vemos margen para obtener sólidos rendimientos en toda su cadena de suministro. La fuerteinversión en infraestructura, junto con el rápido crecimiento de los datos, refuerza nuestra convicción. Desde la óptica de inversión, identificamos oportunidades específicas en líderes como NVIDIA y Microsoft, pero también en el ecosistema más amplio de facilitadores y proveedores de soluciones para IA", señala.