Un acuerdo histórico que supuso renunciar a la búsqueda de réditos políticos de corto plazo en un asunto de Estado, apostando por la responsabilidad colectiva y la estabilidad del sistema público de pensiones, ha terminado en una "subasta política".
La negociación de 1.700 convenios colectivos es una gran oportunidad para que se ponga encima de la mesa los planes de pensiones de empleo y la remuneración diferida.