Miguel Ángel Valero
El cuarto pleno del Comité Central del Partido Comunista de China y la presentación de su próximo plan quinquenal concluyeron en Pekín con una recepción tibia por parte de los mercados, mientras que los principales responsables de la formulación de políticas señalaron una amplia continuidad. El objetivo estratégico sigue siendo la autosuficiencia industrial y tecnológica. El resultado positivo para los inversores fue el mayor énfasis en estimular el consumo interno, aunque aún están por conocerse los detalles específicos de las políticas.
Será necesario resolver el actual estancamiento comercial con EEUU antes del 1 de noviembre, fecha en la que está previsto que entren en vigor onerosos aranceles estadounidenses, para que la renta variable comience a reflejar cualquier sentimiento positivo respecto al plan quinquenal, señala un análisis de Robeco.
El comunicado del plan quinquenal reiteró que elevar el PIB per cápita al nivel de una “economía moderadamente avanzada” duplicando su tamaño entre 2020 y 2035 es el objetivo final de desempeño, lo que implica un crecimiento promedio sostenido de alrededor del 4-5% durante la próxima década. “El trabajo económico como centro” y la orientación hacia un crecimiento de “alta calidad” es el mantra, lo que debería tranquilizar a los inversores al indicar que cualquier otro objetivo político o geopolítico estará supeditado a esto.
Las reformas económicas son claras y necesarias, dada la debilidad persistente del mercado inmobiliario, la sobreinversión que resulta en una competencia intensa y una posible mala asignación de recursos, además de que una tasa de ahorro doméstico muy elevada impone una presión deflacionaria.
También se hizo hincapié en la rápida innovación en sectores competitivos emergentes como la inteligencia artificial (IA), la computación cuántica, la energía de hidrógeno, la fusión nuclear y la biomanufactura. Estos sectores representan un escenario principal de competencia con EEUU, una clave subyacente de las negociaciones comerciales actuales.
"Desde nuestra perspectiva, esto significa un futuro fértil para el sector tecnológico de China. También representa una oportunidad que los inversores a largo plazo no deberían pasar por alto, especialmente considerando que las valoraciones siguen estando con descuento respecto a sus pares en EEUU y Europa, subrayan los expertos de Robeco.
Canalizar ahorro hacia el consumo
Se estima que la tasa de ahorro de los hogares en China estará entre el 35% y el 40%en 2025, mucho más alta que el 15,4% en Europa y el 4,6% en EEUU. Esto refleja la debilidad del mercado inmobiliario y la percepción de insuficiencia de la protección social. Ahora se acepta que es necesario reformar el mecanismo de transmisión entre el gasto del gobierno central y local para lograr una inversión pública más equilibrada y eficiente. Será necesario detallar las políticas en este sentido para canalizar este gran volumen de ahorro hacia el consumo y los mercados de activos.
El comunicado del cuarto pleno mencionó el reequilibrio económico y el consumo como prioridad política, pero habrá que esperar acciones y reformas concretas, con un crecimiento del PIB en 2025 que se espera esté en línea con el objetivo del 5%. Como motor a largo plazo para la economía y la renta variable china, esto será fundamental, especialmente si las tensiones comerciales con EEUU y el resto del mundo limitan un mayor crecimiento de las exportaciones.
"Seguimos posicionando nuestra cartera hacia ganadores estructurales en tecnología e innovación, alineándonos con las prioridades estratégicas a largo plazo. Independientemente de la resolución final de las negociaciones comerciales con EEUU, las revisiones de beneficios serán fundamentales para sostener el actual sentimiento positivo del mercado. Dada la persistencia de los riesgos deflacionarios, continuaremos manteniendo acciones de valor con potencial de mejora en los beneficios e incrementando el retorno total para los accionistas", concluyen en Robeco.