09Dec

El gráfico de puntos y el Resumen de Proyecciones Económicas pueden dar pistas sobre nuevos recortes en 2026 y sobre la división existente entre los miembros de la Reserva Federal.

Miguel Ángel Valero

Gran expectación ante la reunión de la Reserva Federal de este miércoles 10 de diciembre, donde las previsiones ante la actuación de la Fed han variado de forma radical a lo largo de las últimas semanas. Esto se debe a que los mercados se muestran más cautos respecto a los recortes esperados. La llegada de los datos retrasados por el cierre de Gobierno, el impulso de los estímulos fiscales el año que viene y la inamovible fortaleza del consumo han reducido las expectativas de recortes a dos para 2026. Este giro provocó fuertes ventas en la parte larga de la curva, situando las rentabilidades del bono a 10 años en máximos desde septiembre. 

"Tras la anterior reunión, se daba por hecho que en diciembre asistiríamos a una pausa en el ciclo de bajadas de tipos llevadas a cabo por Powell, y que tendríamos que esperar a 2026 para ver movimientos adicionales. Sin embargo, a lo largo de las última semanas, los datos que hemos ido conociendo respecto al mercado laboral, más débiles de lo anticipado, junto con unas ventas minoristas y una confianza del consumidor que también pierden tracción, han llevado a que asistamos a declaraciones de algunos miembros de la Fed mostrándose favorables a una nueva bajada antes de fin de año", resalta Cristina Gavín, jefa de Renta Fija de Ibercaja Gestión.

De esta manera, ahora el mercado da por hecho que finalizaremos 2025 con el tipo de intervención en el rango 3.5%-3.75% tras una bajada de 25 puntos básicos (pb) este miércoles. La clave vuelve a estar en el mensaje que transmita Powell posteriormente sobre lo que podemos esperar de cara a 2026 y en el dot plot (gráfico de puntos) "que publique la Reserva Federal y que nos dará visibilidad sobre el nivel de dispersión entre los diferentes miembros del Comité".

"El cambio de presidente en la Fed que veremos este próximo año, con la influencia que pueda tratar de ejercer Trump, añade un punto adicional de incertidumbre sobre la trayectoria de bajadas en los próximos 12 meses", añade esta experta.  

El consenso de mercado descuenta dos bajadas más que situarían el tipo de intervención a finales de 2026 en el rango 3%-3.25%. "No obstante, la dispersión entre los diferentes analistas de mercado es tan amplia que nos da una indicación de que todo es posible. Los datos que vayamos conociendo en materia de crecimiento, precios e inflación van a jugar un papel fundamental en la actuación de la Reserva Federal", precisa Cristina Gavín.

Mediolanum: el empleo será decisivo

Daniel Loughney, director de Renta Fija para MIFL (Mediolanum International Funds), también espera que la Reserva Federal recorte los tipos de interés en un 0,25%, reduciendo el rango objetivo de los fondos federales a entre 3,5 y 3,75%. En la última reunión de la FED, el presidente Powell indicó que un recorte de tipos en diciembre estaba en consideración. No obstante, el enfoque reciente de la Fed ha estado en el mercado laboral, que parece debilitarse. 

El próximo informe de nóminas no agrícolas no se publicará hasta después de la reunión de la Fed, por lo que los datos del informe de empleo nacional (ADP, por sus siglas de inglés), que mostraron un aumento en el ritmo de despidos, probablemente consolidarán la expectativa de recorte de tipos.

Además, los recortes recientes se han percibido como “recortes restrictivos” (hawkish cuts), pero el debilitamiento del mercado laboral podría generar una reacción más acomodaticia (dovish) en esta ocasión. 

Un punto clave será el análisis de la gráfica de puntos de la Fed y el Resumen de Proyecciones Económicas, comunicado trimestralmente, ya que los participantes del mercado buscarán cualquier cambio en el sentimiento de la Fed que pueda redefinir las expectativas de la política monetaria para 2026. Esto es importante tanto para los activos de riesgo como para los bonos, dado que la sensibilidad del mercado de acciones a las expectativas de la Fed ha aumentado en tiempos recientes.

"Esperamos un ligero cambio hacia una proyección central más acomodaticia en el análisis de la gráfica de puntos de la Fed y un aumento en la previsión de la tasa de desempleo", apunta.

DWS: puede esperar a tener más datos en enero

Christian Scherrmann, Economista jefe de DWS para EEUU, cree que "una vez más, la Fed se encuentra entre la espada y la pared antes de la reunión de diciembre". Debido al cierre del gobierno, los datos disponibles son limitados y probablemente estén distorsionados. Los datos privados sobre los mercados laborales indican un debilitamiento continuo, mientras que los datos oficiales sobre solicitudes de desempleo permanecen moderados. Parece que la mayor parte del debilitamiento de las condiciones del mercado laboral se debe a las etapas finales de la “normalización post-pandemia” de la demanda laboral y a los cambios en las estructuras de costos debido a los aranceles. Sin embargo, esto parece estar también cada vez más entrelazado con la reticencia de las empresas a contratar, debido a las perspectivas de avances en la inteligencia artificial. Los temores de mayores costes laborales, asociados a posibles aumentos en los costes de salud, también podrían explicar en parte la debilidad reciente, especialmente entre las pequeñas empresas. No obstante, la situación actual está lejos de provocar despidos generalizados, los cuales requerirían una respuesta inmediata.

En cuanto a la inflación, los miembros de la Fed carecen de datos oficiales oportunos, que solo se publicarán después de la reunión. Los últimos datos disponibles, correspondientes a septiembre, sugieren que la inflación se mantiene elevada, alrededor del 3%. Mientras tanto, los datos de sentimiento más recientes sobre los precios del lado de la oferta indican presiones de precios continuas. No está claro si estas presiones prevalecientes se trasladan a los consumidores o se absorben a costa de la contratación. El ánimo de los consumidores sigue siendo bajo, ya que predominan la inflación y las expectativas de ingresos más débiles, especialmente entre los de menores ingresos. Aquellos con mayores ingresos y quienes se benefician de la buena evolución de los mercados de activos parecen gastar a un ritmo sólido. Sin embargo, este viento a favor parece depender cada vez más de la expectativa de que los bancos centrales flexibilizarán la política monetaria, como lo demuestra la reciente volatilidad de corta duración.

Desde esta perspectiva, la verdadera pregunta es si los miembros del Comité están dispuestos a decepcionar a los mercados, lo que podría afectar negativamente las condiciones financieras y, en consecuencia, el consumo a corto plazo. En cualquier caso, será difícil para el presidente de la Fed, Powell, alcanzar un consenso entre los más restrictivos y moderados del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), y convencer al público sobre la decisión probablemente será aún más difícil. 

Una pausa acomodaticia ‘dovish’ que prometa nuevos recortes, si los próximos datos los respaldan, podría solo retrasar la decepción y sus implicaciones sobre las condiciones financieras y el consumo. Otro recorte de tasas con enfoque más restrictivo ‘hawkish’ probablemente pondría a prueba la credibilidad de la Fed y alentaría a los mercados dovish a esperar aún más flexibilización. A la luz de las noticias recientes sobre el posible sucesor de Powell, tal movimiento podría incluso generar otra ronda de debate sobre la independencia de la Fed.

El hecho de que también se esperan actualizaciones sobre las proyecciones económicas y el diagrama de puntos de la FED ‘dot plot’ complica aún más el panorama. Estas actualizaciones probablemente mostrarán nuevamente la división entre los miembros del FOMC, dificultando la elaboración de un relato conciso. Afortunadamente, sus miembros pueden argumentar una vez más que los tipos de interés siguen siendo restrictivos y que un recorte de 25 pb podría apoyar al mercado laboral, sin empeorar la inflación, que se espera sea temporal de todos modos. 

En última instancia, una vez más, la responsabilidad recae en las habilidades de comunicación del presidente Powell para lograr un equilibrio. "Esperamos que la Fed recorte las tasas en diciembre, pero también comprenderíamos si deciden mantenerlas hasta la reunión de enero para recopilar más datos", subraya.

UBS: los rendimientos de la deuda pública bajarán

Los rendimientos del Tesoro estadounidense deberían bajar a medida que la Fed siga recortando tipos. Los bonos del Tesoro estadounidense prolongaron sus caídas el lunes 8 de diciembre, a pesar de que el mercado mantiene confianza en un recorte de tipos en la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del miércoles 10. Con un 4,17% al cierre del lunes, la rentabilidad del bono a 10 años alcanzó su nivel más alto desde septiembre.

"Aun así, seguimos pensando que los rendimientos de la deuda pública bajarán, y prevemos que la rentabilidad del Tesoro a 10 años caiga hasta el 3,75% en los próximos seis meses. Con unas rentabilidades que provienen de una combinación de cupón y apreciación de capital, seguimos viendo valor en mantener renta fija de calidad en cartera", señalan en UBS, donde destacan tres claves:.

  • Los últimos datos despejan el camino para nuevos recortes de tipos por parte de la Fed.
  • Es probable que el Gobierno estadounidense gestione el coste de su financiación mediante más medidas de represión financiera.
  • Las perspectivas de retorno para los bonos de calidad y duración media son atractivas.

Mark Haefele, Chief Investment Officer en UBS Global Wealth Management, añade: “Con los próximos recortes de la Fed creando un contexto favorable, seguimos viendo un papel clave para los bonos gubernamentales de alta calidad y los corporativos con grado de inversión en las carteras. Los inversores centrados en generar ingresos también pueden considerar oportunidades en estrategias de renta variable, tanto mediante dividendos como a través de estrategias con opciones”.

Ebury: Powell dejará claro que no están garantizados futuros recortes

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, anticipa que el FOMC bajará los tipos en 25 pb. Se trata de un recorte ya descontado por el mercado, pero subraya que el foco estará en el tono de Powell y en un “dot plot” que evidenciará una Fed cada vez más fracturada. Con datos incompletos tras el cierre del Gobierno y un mercado laboral que se enfría sin mostrar tensiones severas, Ebury cree que el presidente de la Fed, probablemente, modere las apuestas para un recorte en enero y recordará que “no están garantizadas futuras reducciones de tipos”. Ese matiz más belicista podría ofrecer soporte al dólar a corto plazo al trasladar al mercado que la senda de tipos en 2026 será más incierta y dependiente de los datos, según Matthew Ryan, jefe de Estrategia de Mercados.

Enrique Díaz-Álvarez, Chief Economist and Credit Risk Officer de Ebury, añade que, además de la bajada de tipos prevista para la reunión de esta semana, Trump insinuó que Kevin Hassett, leal al presidente y candidato ultra dovish, parece haber recibido el visto bueno para ser el próximo presidente de la Fed. Como era de esperar, el dólar se vendió frente a todas las divisas del G10, excepto el franco suizo. El franco terminó en la parte baja de la tabla, ya que los inversores abandonaron los valores refugio y se decantaron por activos de riesgo. Las mayores pérdidas las registró el real brasileño, después de que Bolsonaro decidiera respaldar a su hijo en las elecciones presidenciales. A raíz de esta decisión, los mercados ven menos probable que gane una administración pro-mercado en Brasil el año que viene.

Esta semana, los mercados centrarán toda su atención en la última reunión de la Reserva Federal de 2025, que se celebrará el miércoles. Ya está descontada completamente otra bajada de tipos, hasta el 3,75%, y "no esperamos que la Fed ofrezca ninguna sorpresa en este sentido". Sin embargo, la incertidumbre sobre el tono de las comunicaciones de la Fed sí que es mucho mayor. El gráfico de puntos, que refleja la opinión de cada miembro con derecho a voto sobre la posible trayectoria de los tipos de interés, será clave. Un recorte hawkish podría hacer que el dólar volviera a subir hasta el máximo del rango que ha mantenido recientemente. 

  • EUR: La sorpresa al alza en la inflación de la zona euro respalda nuestra opinión de que el ciclo de recortes del BCE ha llegado a su fin. También refuerza nuestra tesis de que el próximo movimiento del BCE será una subida de tipos y no una bajada, al igual que lo ha hecho la revisión al alza del PMI de noviembre. El PMI compuesto se sitúa ahora en un nivel bastante saludable de 52,8, colocándolo cómodamente en territorio de expansión, y en el nivel más alto de los últimos dos años y medio. Al igual que con el Banco de Inglaterra, tendremos que esperar hasta la próxima semana para presenciar la última reunión del año del Banco Central Europeo. No se cambiarán los tipos de interés y esperamos que Lagarde sugiera a los mercados que no hay apenas apetito para nuevos recortes. A medida que la brecha entre los tipos de interés a ambos lados del Atlántico sigue reduciéndose, esperamos que la moneda común siga contando con un buen apoyo hasta 2026.
  • USD: Los últimos datos del mercado laboral estadounidense siguen enviando señales contradictorias. Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo cayeron la semana pasada a un nuevo mínimo desde la pandemia. Sin embargo, los datos privados muestran un panorama más negativo. En cualquier caso, no observamos indicios de recesión, y el auge de la inversión en inteligencia artificial sigue sustentando la economía estadounidense. Creemos que el mercado puede estar precipitándose a la hora de descontar recortes para 2026, y el gráfico de puntos del FOMC y las comunicaciones de esta semana pueden empezar a apuntar en la dirección contraria. La rotación en el seno del comité introducirá a cuatro presidentes de bancos regionales nuevos en 2026, tres de los cuales esperamos que sean bastante hawkish. A Hassett, alineado con los intereses de Trump, le resultará difícil alcanzar consensos, y esperamos que las reuniones de la Fed se vuelvan cada vez más acaloradas y divididas a medida que pasen los meses.
  • GBP: La libra esterlina sigue repuntando gracias al alivio que ha supuesto el reciente presupuesto del Reino Unido y a las revisiones ligeramente positivas de los PMI la semana pasada, que sugieren que la economía británica no se está ralentizando tanto como se temía. Sin duda, esto ha ayudado a la libra a terminar la semana por delante de todas sus homólogas europeas, así como del dólar. Las expectativas del mercado sobre los tipos del Banco de Inglaterra (como máximo dos recortes más, con un tipo terminal en torno al 3,5 %) nos parecen bastante acertadas. Dado que la economía británica muestra signos de desaceleración, el mercado laboral sigue siendo frágil y la inflación parece haber tocado techo, creemos que es casi seguro que se produzca otro recorte más la semana que viene. Sin embargo, la clave estará en la división de votos entre los miembros del comité y las comunicaciones del banco sobre sus próximos pasos. Los tipos relativamente altos, un crecimiento económico moderado y una Reserva Federal dovish deberían seguir impulsando a la libra en los próximos meses.
29Oct

Los analistas creen que el Banco Central Europeo retomará el proceso de bajadas de tipos a partir del segundo semestre de 2026.

Miguel Ángel Valero

A diferencia de la Reserva Federal, que deberá bajar los tipos prácticamente a ciegas por el apagón estadístico provocado por el cierre de la Administración, como publicó Dinero Seguro, el Banco Central Europeo (BCE) afronta la reunión de su Consejo de Gobierno el jueves 30 de octubre con los deberes hechos. Sin novedad en el frente.

Ibercaja: atentos a los datos de crecimiento

Cristina Gavín, jefa de Renta Fija en Ibercaja Gestión, no espera sorpresas, el BCE mantendrá el tipo de intervención inalterado por cuarta reunión consecutiva, situándose la facilidad de depósito en el 2%. Sin actualización de cuadro macro, y sin cambios esperados en el 'discurso' se anticipa que la reunión no tendrá efectos significativos sobre los mercados.La política monetaria actual llevada a cabo por parte del Banco Central Europeo y su transmisión a la economía real parece satisfacer a los diferentes miembros del consejo. Se mantiene en cualquier caso el mensaje de que es necesario seguir monitorizando la coyuntura económica y tomar decisiones reunión a reunión en función de los datos que se vayan conociendo.

De esta manera, "aunque a día de hoy parece poco probable que asistimos a una nueva bajada en el tipo de intervención, no solo en lo que queda de este año, sino incluso de cara a la primera mitad de 2026, será necesario estar atentos a los datos de crecimiento que vayamos conociendo en la zona euro, ya que una inflación que se mantiene cerca del objetivo del 2%, y unos datos de crecimiento con riesgo claramente a la baja, podrían justificar que la autoridad monetaria retomara su senda de bajadas de cara a la segunda mitad de 2026".

Banca March: el BCE seguirá en modo pausa

"No esperamos novedades y consideramos que va a seguir en modo “pausa”. Con un crecimiento débil y una inflación ya acercándose al objetivo del 2%, la autoridad monetaria europea mantendrá en su reunión del jueves los tipos oficiales inalterados en el 2%", señalan en Banca March.

Ebury: divergencia económica entre Alemania y Francia

Tiempo de pausa y tranquilidad para el BCE. El ciclo de recortes de tipos del BCE parece haber llegado a su fin, al menos de momento, dada la solidez de la actividad empresarial y el aumento de la inflación. "Por fin hemos recibido buenas noticias en el ámbito político europeo este mes. El Gobierno francés no se ha colapsado en los últimos cinco minutos y contando, lo que supone una racha impresionante teniendo en cuenta los precedentes existentes", subrayan en Ebury. 

La zona euro también está mostrando signos de mayor dinamismo económico. El PMI de octubre sorprendió al alza, habiendo subido el índice compuesto a su nivel más alto de los últimos diecisiete meses (52,2). Esto es una muestra de gran resiliencia ante los riesgos bajistas que plantean los aranceles estadounidenses. Sin embargo, el crecimiento de la actividad empresarial no está siendo uniforme en toda la Eurozona dado que estamos observando una creciente divergencia entre el rendimiento económico de las dos principales economías del bloque: Alemania y Francia. La primera ha experimentado un fuerte repunte de la actividad empresarial y, por fin, parece estar cosechando los frutos del enorme estímulo fiscal del Gobierno. Francia, sin embargo, sigue a la zaga y se encuentra sumida en la incertidumbre política. 

Por su parte, la actividad de los servicios es sólida en la Eurozona, mientras que el sector manufacturero, que representa una parte menor de la economía, apenas se mantiene a flote. El componente de precios del informe PMI no ha mostrado cambios drásticos en el panorama inflacionario europeo. Los últimos datos oficiales del IPC armonizado tampoco reflejan grandes cambios. El aumento inesperado de la inflación subyacente, que subió al 2,4 % en septiembre, respalda la postura de mantener los tipos intactos, aunque la relajación de las presiones salariales y la reciente apreciación del euro podrían ejercer una presión a la baja sobre la inflación en los próximos meses.  

Dado que el BCE no actualizará sus previsiones macroeconómicas este mes y que los mercados consideran que no hay ninguna posibilidad de que se produzca otra bajada, los inversores centrarán toda su atención en las comunicaciones del banco. El Consejo de Gobierno reiteró en su reunión de septiembre que los tipos se encuentran "en un buen lugar", un mensaje que han repetido la presidenta Lagarde y otros altos cargos en los últimos días, y que probablemente reiterarán este jueves. "Creemos que el tono de Lagarde en la rueda de prensa será neutral, aunque es posible que se muestre más hawkish dada la mayor resiliencia económica que hemos observado recientemente. Es probable que siga mostrando confianza en la consecución del objetivo inflacionario del 2%. También podría señalar que la relajación de las presiones salariales contribuirá a que la inflación se mantenga en torno al objetivo en el horizonte de previsión. Esto respaldaría la postura de no recortar los tipos en el futuro cercano", añaden en Ebury.

"A diferencia de la Fed, creemos que es muy improbable que el BCE vuelva a bajar los tipos este año, ya que los últimos datos económicos han elevado aún más el listón para recortarlos. Los mercados están sopesando la posibilidad de un recorte en 2026, y ahora mismo los swaps asignan una probabilidad de en torno el 50 % de que se produzca una nueva rebaja a mediados del año que viene. En cualquier caso, hay pocas posibilidades reales de que se produzca un ajuste de tipos en los próximos meses, y cualquier debate al respecto parece prematuro de momento", concluyen.

Mediolanum: esperar y observar

Niall Scanlon, gestor de Carteras de Renta Fija en MIFL (Mediolanum International Funds): "Esperamos que el BCE mantenga los tipos de interés sin cambios en su reunión de octubre, en línea con las perspectivas del mercado, y que reafirme su postura actual de 'esperar y observar'. El BCE quiere mantener los tipos en los niveles actuales durante un tiempo, y dado que en esta reunión no se publicarán las nuevas previsiones económicas, no hay un catalizador que justifique un cambio significativo en el mensaje del Consejo de Gobierno del BCE".

En su última reunión de septiembre, la presidenta Christine Lagarde dejó claro que el umbral para aplicar medidas de estímulo adicionales sigue siendo alto y que el BCE se siente cómodo pasando por alto las leves desviaciones a la baja de la inflación proyectada para 2026 y 2027. Desde entonces, las declaraciones de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han reforzado esta visión, ya que la mayoría parece considerar que el tipo de interés actual es, en líneas generales, neutral, y que no hay necesidad urgente de realizar más ajustes por el momento. Los datos recientes han sido mixtos, pero no lo suficientemente concluyentes como para justificar un cambio en el discurso del BCE.

Sin nuevas previsiones económicas, esta reunión debería funcionar más bien como un “chequeo” para mantener el mensaje del mes pasado. "Estaremos atentos a cualquier indicio de que el BCE pueda dejar la puerta abierta a posibles recortes de tipos, así como a su valoración de los riesgos al alza o a la baja, que el mes pasado describieron como 'equilibrados', señala.

"No esperamos que esta reunión tenga un impacto relevante en el mercado, ya que el consenso apunta claramente a una pausa en los tipos. Sin embargo, de cara a las próximas semanas, creemos que los datos podrían debilitarse, a medida que el efecto de los aranceles lastra el crecimiento en los próximos trimestres. Esto, junto con las previsiones de inflación por debajo del objetivo para 2026 y 2027, podría llevar al BCE a adoptar una postura más moderada a finales de este año o comienzos del próximo, especialmente si la relajación fiscal en Alemania no se traduce rápidamente en un impulso suficiente para compensar estas preocupaciones. La reunión de diciembre debería ser más 'dinámica', ya que se presentarán las nuevas previsiones económicas actualizadas", apunta el experto de Mediolanum.

Pictet: tipo de interés terminal en el 2%

Nadia Gharbi, economista para Europa en Pictet WM: "Esperamos que el BCE mantenga su tasa de depósito bancaria sin cambios en el 2%, con enfoque dependiente de los datos, reunión a reunión. Es probable que su presidenta Lagarde reitere que el BCE está en buena situación, aunque mantiene las opciones. El tono de comunicación puede seguir neutral, sin cambios de orientación. Prevemos que sea constructivo respecto a crecimiento, de limitada preocupación respecto a las menores previsiones inflación -2,1 % en 2025; 1,7 % en 2026 y 1,9 % en 2027-. Los datos recientes han estado en línea, lo que respalda el retraso de nuevos recortes de tipos de interés. La reunión de diciembre tendrá más importancia, pues habrá previsiones para 2028. En todo caso, no vemos nuevos recortes de tipos. Una flexibilización adicional requiere un catalizador claro, como pronunciada menor inflación o fuerte deterioro de la actividad económica. De manera que nuestro escenario sigue siendo que el tipo de interés terminal del BCE sea el 2% en este ciclo".

DWS: el ciclo de recortes aún no ha terminado

Para Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, "no sería ninguna sorpresa que el BCE mantuviera el tipo de depósito en el 2%. Varios comentarios siguen sugiriendo que el BCE está bien posicionado. Por lo tanto, no se esperan cambios en la comunicación. La dependencia de los datos sigue siendo clave, sin ningún compromiso previo con respecto a ninguna otra vía de política monetaria. Hasta ahora, todo bien".

"Sin embargo, nos preocupa que este posicionamiento no sea sostenible en los próximos meses. Si bien la economía mostró resiliencia en el primer semestre de 2025, es probable que se produzca un estancamiento en el segundo, sobre todo porque se ha retrasado la recuperación del sector manufacturero.Los acontecimientos políticos en Francia también siguen planteando un riesgo para la economía. Además, la caída de los precios del petróleo podría provocar un incumplimiento más significativo del objetivo de inflación. Seguramente sean temas que se discutirán el jueves. Sin embargo, el posicionamiento futuro del BCE también depende de las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, que se publicarán en diciembre de 2025. Por primera vez, también se proporcionarán proyecciones para 2028. Teniendo en cuenta los temas mencionados anteriormente, todavía vemos la posibilidad de que el ciclo de recortes de tipos de interés del BCE aún no haya terminado".

Columbia Threadneedle: el BCE tiene margen para volver a bajar tipos

Luke Copley, gestor de carteras de renta fija de Columbia Threadneedle Investments: “Esperamos que el tipo de depósito se mantenga en el 2%, en línea con los precios actuales del mercado. Es probable que el BCE se mantenga fiel a su mensaje de adoptar un enfoque basado en datos y adopte decisiones reunión a reunión, sin comprometerse con ninguna trayectoria futura de tipos. Es posible que Francia sea un tema de conversación para el Consejo de Gobierno, pero, en última instancia, los movimientos del diferencial soberano no han sido lo suficientemente extremos como para justificar la necesidad de su herramienta anti-fragmentación: el instrumento de protección de la transmisión (TPI). La reunión de esta semana será una especie de “reunión provisional”, mientras que la reunión sobre política monetaria del 18 de diciembre será más sustancial, ya que se actualizarán las proyecciones macroeconómicas sobre el mercado laboral, abarcando - por primera vez - hasta 2028”.

“De cara al próximo año, es probable que la puerta esté más abierta a otra bajada que a una subida. Las previsiones consensuadas de inflación apuntan a que el IPC de la zona euro se situará por debajo del objetivo en el primer semestre de 2026 debido a los efectos de base, impulsados principalmente por la energía. Si esto se produce junto con un entorno interno o externo más débil, o un euro más fuerte, en el segundo semestre de 2026 los precios podrían bajar aún más, momento en el que el BCE tendría margen para volver a recortar los tipos de interés oficiales”.