25Nov

La inteligencia artificial continúa atrayendo el interés de inversores y empresas con cifras vertiginosas. Se prevén inversiones de casi 500.000 millones$ en IA en los próximos 12 meses en EEUU, superando en 60.000 millones la cifra prevista al inicio del trimestre.

Miguel Ángel Valero

Las Bolsas se recuperan impulsadas por el giro de la Fed, lo que contribuye a suavizar el discurso escéptico en torno a la inteligencia artificial (IA). Este repunte ha beneficiado especialmente al sector tecnológico, el más castigado en sesiones anteriores, con avances del 2,6% para el Nasdaq, que reduce la caída acumulada desde máximos desde el -8% hasta el -4,5%.

La atención, no obstante, sigue centrada en el segmento de semiconductores, donde Nvidia vuelve a ser protagonista. En esta ocasión, se han filtrado conversaciones entre Meta y Alphabet en las que la compañía de redes sociales muestra interés por adquirir chips de la matriz de Google para sus centros de datos a partir de 2027. Junto con los de AMD, los procesadores de Alphabet son de los pocos que logran mantenerse en el mercado frente al amplio dominio de las soluciones de Nvidia. 

Los TPU (Tensor Processing Unit) fueron desarrollados por Alphabet hace una década como un intento de mejorar la escalabilidad de su buscador, optimizando su operativa. Además, recientemente se ha confirmado que Anthropic también utilizará estos chips a través de Google Cloud.

Aunque por ahora no representan una alternativa real, la fuerte dependencia de los grandes desarrolladores de IA respecto a una sola empresa genera incomodidad, lo que impulsa la búsqueda de nuevas soluciones. Sin embargo, resulta complejo rivalizar con el estándar actual de las GPU de Nvidia, que no solo ofrecen soluciones más potentes y versátiles, sino que cuentan con una ventaja adicional: su lenguaje de programación propio, CUDA, que dispone de una amplia variedad de recursos que facilitan el trabajo de los desarrolladores. En consecuencia, la competencia se intensifica, paradójicamente, con uno de los principales clientes de Nvidia ofreciendo nuevas opciones, a lo que se suma su tradicional rival AMD y, más recientemente, Qualcomm, el gigante de los chips para dispositivos móviles. No obstante, todas estas iniciativas se encuentran aún lejos de amenazar seriamente el monopolio de Nvidia.

La UE no cambia la legislación digital por menos aranceles

En medio del protagonismo de la IA, la Unión Europea rechaza flexibilizar la legislación digital a cambio de la propuesta de EEUU de recortar los aranceles al acero y aluminio. Actualmente, las exportaciones europeas a territorio estadounidense soportan un gravamen del 50%. El secretario de Comercio estadounidense, Lutnick, aseguró que consideraría rebajarlo si la UE resolvía los casos legales pendientes contra gigantes tecnológicos como Google, Microsoft y Amazon

EEUU ha reiterado en numerosas ocasiones su oposición al marco regulatorio digital de la UE, en particular a la Ley de Mercados Digitales, que busca garantizar la competencia justa y frenar las prácticas desleales de las grandes plataformas, y a la Ley de Servicios Digitales, destinada a asegurar un entorno seguro del contenido online. Sin embargo, la vicepresidenta de la Comisión Europea fue tajante: “La normativa digital europea no está sujeta a negociación”.

Martín Piqueras, profesor de OBS Business School, señala que la regulación tecnológica de la inteligencia artificial en Europa fue una de las primeras legislaciones puestas en marcha en todo el mundo. Después de un tiempo diseñando cómo se podría llevar a cabo se produjo la explosión de la IA generativa, lo que obligó a ponerla en marcha de forma acelerada y en tiempo récord. Se trataba de una legislación encaminada a proteger los derechos de los usuarios, igualdad de acceso a estas nuevas herramientas, a determinados servicios públicos, etc, y que trataba de evitar un uso incontrolado. Por ejemplo, que una tecnología pudiese decidir sobre la salud de una persona. 

Esta introducción tan rápida de la regulación ponía a la Comunidad Europea en una aparente ventaja, sin embargo, también ha producido una desventaja: el bloqueo que toda regulación supone a la innovación y el análisis de otros casos de uso de inteligencia artificial más innovadores y rompedores. De alguna forma, la normativa restringe estas capacidades por las fuertes multas que impone a las organizaciones que incumplen unos estrictos requerimientos. Y ello sin duda tiene efectos negativos en la economía europea y en la capacidad de inversión encaminada a innovar. Es un límite al progreso digital. 

Ahora, la Comunidad Europea ha tomado una decisión acertada: postergar la aplicación de esas multas y esos planes regulatorios dado que resulta muy difícil ejecutarlos sin disponer de unos estándares bien definidos que permitan gobernar los usos indebidos de esta tecnología, pero que permitan a la vez innovar sin bloquear la investigación de las organizaciones. Esta pausa para afinar más la regulación pretende proteger el espíritu de la Unión Europea y será buena para la sociedad en general y para las empresas, porque evitará poner en peligro la capacidad económica y de innovación que sin duda estas tecnologías van a atraer a todo el tejido industrial. 

Ofi Invest: la IA seguirá siendo un impulso clave en 2026

La gestora francesa Ofi Invest AM cree que las buenas perspectivas de crecimiento de los resultados empresariales en 2025 (cerca del 12%) y en 2026 (casi +14%), seguirán sosteniendo a los mercados de renta variable, especialmente en EEUU y en Europa, a pesar de las altas valoraciones. La IA seguirá siendo en 2026 un impulso clave para las tecnológicas de EEUU,  aunque no se pueden descartar algunas decepciones.

En renta variable de otras zonas geográficas, la gestora francesa es más positiva. En Japón, porque la nueva primera ministra llevará a cabo un programa económico que beneficiará a las empresas japonesas. Y también en emergentes, sobre todo en China, mercado en el que algunas compañías despuntan como líderes en sus sectores frente a las norteamericanas.

En renta fija, Ofi Invest AM mantiene su visión en líneas generales. La bajada de tipos de interés de la Fed, y el mantenimiento sin cambios de los tipos BCE provocaron una ligera bajada de rendimientos en los bonos soberanos, lo que lleva a la gestora a alargar duraciones tácticamente con el objetivo  en retornos del 4,20%-4,25% para el bono EEUU a 10 años. En bonos corporativos, tanto Investment Grade como High Yield, no varia su postura, aunque sigue avisando del riesgo en las emisiones con menor calificación crediticia.

Según Eric Turjeman, Co-CIO Mutual Funds de Ofi Invest AM, la temporada de resultados empresariales actual es de las mejores en los últimos cuatro años. En el primer trimestre “real” tras los aranceles impuestos por Trump, los analistas dudaban tanto de la capacidad de mantener márgenes de las empresas,, como del apetito de los consumidores en un entorno más incierto.

Sin embargo, pese a que el consenso de analistas era conservador, el 63% de las empresas superaron las previsiones, y se revisaron al alza las previsiones de beneficios este año. Desde Ofi Invest AM esperan una subida de beneficios empresariales de casi el 12% en 2025, y casi  el 14% en 2026. 

Dado que no se esperan bajadas de tipos en los próximos meses, y que todavía queda parte del proyecto  “One Big Beautiful Bill”, por desplegar (un proyecto del gobierno que contempla la amortización acelerada de inversiones en EEUU y  desgravaciones fiscales para los hogares), es probable que la economía norteamericana continúe yendo muy bien a lo largo del tiempo, en opinión de Turjeman.

La IA continúa atrayendo el interés de inversores y empresas con cifras vertiginosas. Se prevén inversiones de casi 500.000 millones$ en IA en los próximos 12 meses en EEUU, superando en 60.000 millones la cifra prevista al inicio del trimestre.  Algunos hyperscalers (empresas que ofrecen servicios de computación en la nube a gran escala, a través de centros de datos masivos diseñados para la escalabilidad, como Microsoft), piensan que la capacidad disponible tiene dificultades para seguir el ritmo de la demanda, lo que justifica estas nuevas inversiones. Los mercados son más escépticos, como se vio cuando Meta anunció que subía su gasto en IA.  Pese a ello, las acciones de empresas vinculadas a la IA han subido casi el 25%, desde septiembre, mientras que el S&P 500 equiponderado se ha mantenido estable.

Las compañías de Estados Unidos ligadas al consumo, por el contrario, han presentado numerosas revisiones a la baja de sus beneficios, sobre todo las compañías tradicionalmente expuestas al segmento de hogares de ingresos medios. La propensión de los hogares con rentas más altas a gastar más, sigue muy vinculada a la valoración de los activos financieros, que se encuentran en máximos, según Turjeman. Pero la inflación causada por los aranceles está empeorando la vida a cada vez más personas, y las empresas que presentan peores perspectivas de beneficios sufren fuertes correcciones en la Bolsa.

En Europa, el crecimiento estimado de los beneficios está en torno al 2%. Comparado con las empresas de EEUU parece muy inferior, pero la realidad es que el tipo de cambio ha afectado de lleno este año a las empresas europeas. Si se hubieran recalculado en función del tipo de cambio euro/dólar, los beneficios de las empresas europeas habrían aumentado cerca del 7%.Y las perspectivas a futuro son favorables, teniendo en cuenta los planes de estímulo previstos para la zona Euro. 

Las Bolsas en casi todo el mundo continúan cerca de sus niveles máximos. Los inversores, escarmentados por su cautela excesiva, han decidido dejar de descontar la prima de riesgo, a pesar de lo cual, no es realista pensar que los riesgos han desaparecido. Con la ratio precio/beneficio a futuro en EEUU en 25x, y 17x en Europa, si las valoraciones en 2026 no fueran acordes con los rendimientos históricos, habría motivos para preocuparse, indican desde Ofi Invest AM. Porque los beneficios empresariales aumentarán considerablemente el próximo año. 

Este optimismo se verá justificado, o no, a medida que transcurra el tiempo. La inteligencia artificial continuará de moda entre los inversores aunque habrá que estar atentos.

DWS recomienda diversificación

Existen numerosos motivos para prestar una mayor atención a la diversificación en la asignación de activos —y para redefinirla—. Aunque el entorno actual del mercado parece constructivo, el aumento de los riesgos hace que sea importante planificar distintos escenarios e identificar oportunidades de diversificación que pueden depender de la trayectoria del mercado, más que ser universales.

En términos generales, los mercados de capitales se perciben relativamente estables: el escenario ‘Goldilocks’ sigue vigente. Y existen múltiples indicios de que este entorno podría prolongarse de cara al nuevo año. La mayoría de los bancos centrales siguen mostrando su apoyo y la economía mundial da señales de aceleración. En este contexto, los activos de riesgo podrían volver a beneficiarse. 

Sin embargo, a pesar de las perspectivas positivas actuales, el entorno no está exento de riesgos. Una segunda ola de inflación o una recesión mundial provocada por los aranceles siguen siendo riesgos potenciales. En el caso de la renta variable, las valoraciones en determinados segmentos parecen elevadas, pero según DWS aún no son irracionales. 

Siempre que los beneficios y la inversión sigan siendo un soporte, y que los impulsores estructurales —como la IA— permanezcan intactos, aún podría haber margen para nuevas subidas, incluso si los riesgos extremos van en aumento. Las incertidumbres sobre la política arancelaria de EEUU, la independencia de la Reserva Federal y la inestabilidad política en Europa podrían desencadenar episodios de volatilidad. La compensación por riesgo parece baja para los bonos corporativos, mientras que los riesgos de valoración y liquidez podrían hacerse más visibles en los mercados privados.

19Nov

Las caídas en Bolsa de las tecnológicas pueden ser una oportunidad de comprar con visión de largo plazo. Mientras, el dólar se deprecia un 7% pero acapara el 90% de las transacciones. Y sigue el temor al impacto de una pérdida de independencia de la Fed.

Miguel Ángel Valero

La volatilidad en los mercados bursátiles globales continúa en aumento, impulsada por las dudas en torno a la intensa inversión en centros de datos por parte de las principales compañías tecnológicas, así como sobre el potencial alto en el camino de bajada de tipos de la Reserva Federal. En cuanto a las fuertes inversiones, el incremento en los diferenciales de crédito en la emisión de bonos corporativos de las grandes tecnológicas ofrece un punto de preocupación, pues hasta ahora las inversiones se habían financiado sin necesidad de grandes emisiones. 

Amazon colocó una emisión de 15.000 millones$, con primas de crédito superiores a las que cotizan otros bonos de la compañía, lo que —al igual que en la emisión de Meta del 31 de octubre— sugiere un aumento en la percepción de riesgo crediticio. No obstante, podría repetirse el comportamiento observado en los bonos del gigante de las redes sociales, que salieron con una prima sobre los bonos soberanos de 100 puntos básicos (pb), pero que en las dos semanas siguientes se redujo hasta los 70 pb, convergiendo con la curva cotizada. 

Este movimiento indica que los bancos de inversión que participan en la colocación fijan precios de salida atractivos, permitiendo que los inversores que compran en el mercado primario obtengan una rentabilidad adicional y no reflejan un deterioro en el riesgo de crédito. Las preocupaciones sobre el apalancamiento derivado de las inversiones de los cuatro principales “hyperscalers” —Alphabet, Meta, Amazon y Microsoft— siguen teniendo un tono alarmista y poco fundamento. Las previsiones indican que no se espera que el elevado nivel de inversión consuma la totalidad de la caja operativa, por lo que no se anticipan aumentos desproporcionados en los niveles de endeudamiento. Por ejemplo, Amazon ha generado en promedio unos 37.500 millones$ trimestrales en caja operativa en los últimos cuatro periodos, más del doble del importe de su reciente emisión.

Nvidia gana el 94% más en el tercer trimestre

En este contexto, los resultados de la compañía más valiosa del mundo, Nvidia, toman un cariz macroeconómico en el actual contexto de despliegue de la inteligencia artificial. Sus cuatro principales clientes –Microsoft, Meta, Alphabet y Amazon– representan alrededor de un 40% de las ventas de la compañía, alentadas por las fuertes inversiones en centros de datos. 

El dato clave es que por cada euro que vende Nvidia se queda con más de la mitad –3,5 veces más que el agregado del S&P500–. Nvidia genera más ventas que Ford este trimestre –multiplicando por 10 veces sus ingresos trimestrales en tres años– y se espera que sus beneficios anuales este año superen la barrera de los 100.000 millones$, dejándolos por encima de todos los beneficios agregados del sector energético americano, por ejemplo. 

Sus cuatro principales clientes planean invertir 450.000 millones$ el próximo año, principalmente en nueva capacidad computacional, lo que continuará impulsando las ventas. La ratio precio sobre beneficios es de 29 veces, por debajo del promedio de los últimos 5 años (38 veces). Estos resultados llegan, además, tras la salida del capital de inversores de gran relevancia como Peter Thiel o SoftBank, quienes anunciaron recientemente la liquidación de sus posiciones en la compañía. A esto se suma la revelación de una posición corta por parte del legendario inversor Michael Burry.

Nvidia reportó ingresos de 57.0006millones$ en el tercer trimestre fiscal de 2025 (entre agosto y octubre), lo que representa un aumento interanual del 62,5%. El beneficio es de 31.910 millones, el 65,2% más. En los nueve primeros meses son 147.811 millones$ en ingresos (+62%) y 77.107 millones en beneficios (+51,8%).

Para el cuarto trimestre fiscal de 2026, se proyectan ingresos cercanos a 61.980 millones con un margen bruto ajustado del 74.6%. Además, se espera que el beneficio por acción ajustado sea de aproximadamente 1,26$, con gastos operativos ajustados alrededor de 4.220 millones de dólares y una inversión en I+D de 4.660 millones.

El segmento de centros de datos sigue siendo el núcleo del negocio de Nvidia, generando casi el 90% de los ingresos y impulsando un fuerte crecimiento, especialmente con la nueva arquitectura Blackwell, que mejora significativamente el rendimiento y eficiencia energética. Los resultados reflejan una sólida demanda en IA y tecnología de semiconductores, con expectativas de continuar un fuerte crecimiento en ingresos y beneficios operativos.

“La demanda de computación sigue acelerándose y multiplicándose tanto en entrenamiento como en inferencia, creciendo exponencialmente en ambos casos. Hemos entrado en el círculo virtuoso de la IA. El ecosistema de IA está escalando rápidamente, con más creadores de modelos básicos, más startups de IA, en más sectores y en más países. La IA está presente en todas partes, haciendo de todo, simultáneamente”, señala el consejero delegado, Jensen Huang

"Aunque las valoraciones agregadas son exigentes —con un PER medio de 22 veces—, van acompañadas de unos fundamentales excepcionalmente sólidos. Se espera que el S&P 500 alcance el próximo año los márgenes más elevados de su historia. Asimismo, a pesar del buen desempeño del índice este año (+16%), los múltiplos apenas han variado respecto al año anterior, y no se observan excesos en la mayoría de los indicadores financieros", señalan los analistas de Banca March.

Mientras tanto, Alphabet se aleja de la corrección y bate su máximo histórico en Bolsa por el respaldo de Warren Buffett y su nueva IA. La matriz de Google se beneficia de la entrada de Berkshire Hathaway y del estreno de la nueva versión de Gemini, con la que responde a Meta, Anthropic y OpenAI.

El debate sobre la bajada de tipos sigue en la Fed

Por otro lado, el debate dentro de la Reserva Federal continúa. Las actas de la última reunión de la Fed muestran una profunda división interna y anticipan una tregua en la bajadas de tipos, porque persisten los riesgos de inflación por los aranceles.

Tras varios comentarios prudentes sobre la posible bajada de tipos en diciembre, ha surgido una voz disidente con peso dentro del organismo: el gobernador Waller. Según su criterio, respaldado por la debilidad observada en los datos privados de empleo, en diciembre debería continuar la senda de reducción de tipos oficiales. La primera oleada de datos oficiales no será suficiente para obtener una visión clara del mercado laboral, y no será hasta las primeras semanas de diciembre cuando se disponga de cifras más actualizadas, aunque éstas seguirán afectadas por la falta de recolección derivada del cierre del Gobierno. Por tanto, el debate continuará, ya que es posible que estos datos no estén disponibles para la reunión del 10 de diciembre. 

"A pesar de ello, mantenemos nuestra previsión de tres bajadas de tipos hasta 2026, lo que situaría los tipos oficiales en torno a la neutralidad el próximo año. Ante las actuales incertidumbres del mercado, mantenemos una postura cautelosamente optimista, como hemos señalado en los últimos días. Consideramos que los temores actuales son transitorios y no creemos que vayan a interrumpir el ciclo económico. Desde esta perspectiva, vemos las caídas bursátiles como una oportunidad de compra con una visión a medio plazo", insisten en Banca March.

Mejoran los datos económicos en EEUU

Además, mejoran las cifras económicas en EEUU: repunta la construcción y aumenta la confianza en las manufacturas. Los datos fueron alentadores con un crecimiento mensual del +0,2% de la actividad en el sector de la construcción en agosto, donde además se revisaron al alza los meses previos. Éste es uno de los primeros indicadores macroeconómicos aplazados que se han publicado y mirando el desglose esta mejora de la actividad de la construcción se explicó por la actividad de mejoras de las viviendas que avanzó un 2,3% mensual, mientras que la construcción de viviendas unifamiliares cayó un 0,4% y las viviendas multifamiliares apenas creció un 0,2%. 

Por otro lado, dentro de la construcción no-residencial los centros de datos han frenado su incremento al avanzar un +0,1% mensual lo que no ensombrece el notable avance del +25,7% frente al mismo mes del año pasado. 

También superó las expectativas fue el Empire de confianza de las manufacturas en Nueva York, que escaló en noviembre hasta 18,7 desde el 10,7 anterior, situándose ampliamente por encima de lo previsto (5,8). Esta mejora de la confianza elevó este indicador a su nivel más alto en el último año y apuntaría a una reactivación de la actividad de cara a los próximos meses. 

Los pedidos a fábrica crecieron en agosto el 1,4%. Y los de bienes duraderos, el 2,9%. El índice de confianza de los constructores superó expectativas en noviembre al repuntar un punto hasta 38, su mayor nivel desde abril. 

Y las cifras semanales de la consultora ADP apuntan a la cautela y muestran que en promedio la economía perdió 2.500 empleos en las últimas cuatro semanas a cierre del 1 de noviembre, un indicador que mostraría una pérdida de dinamismo del empleo en las últimas semanas. Las cifras oficiales muestran que los despidos siguen contenidos y con ello las peticiones de subsidios de desempleo relativos a la semana del 18 de octubre totalizaron 232.000, un dato que sigue siendo bajo en términos históricos. Pero el dato de solicitudes continuas, un indicador del número de personas que reciben beneficios, se situaron en 1,96 millones, ligeramente por encima de los 1,95 de la semana previa

DWS: el dólar ha perdido el 7% de su valor en 2025

Desde principios de año, el dólar ha perdido alrededor del 7% de su valor, lo que ha suscitado especulaciones sobre una posible “desdolarización” de la economía global. Sin embargo, estas preocupaciones parecen exageradas. A pesar de su reciente debilidad, el dólar sigue siendo la columna vertebral del sistema financiero mundial. Según la Fed, interviene en casi el 90% de todas las transacciones de divisas, y el Fondo Monetario Internacional confirma que la cuota del dólar en las reservas internacionales se mantiene estable en torno al 57%. No obstante, los recientes movimientos del mercado parecen reflejar un ajuste a un entorno cambiante para el dólar.

La marcada debilidad del dólar en la primavera del 2025 fue, más que el reflejo de una fuga estructural de capitales, una consecuencia de factores técnicos. Según el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el elemento determinante fue la cobertura de divisas por parte de inversores no estadounidenses. Éstos redujeron sus riesgos cambiarios mediante swaps y contratos a plazo sin vender activos estadounidenses a gran escala. En ocasiones, el dólar, los bonos del Tesoro estadounidense y las acciones norteamericanas cayeron al mismo tiempo. Este comportamiento pone de relieve el carácter cíclico de la debilidad observada, que no se basaba en una pérdida fundamental de confianza ni en una salida estructural del dólar.

Al mismo tiempo, parece que los players del mercado no están cuestionando al dólar de forma generalizada, sino que están reaccionando de manera diferenciada. Las expectativas de recortes en los tipos de interés en EEUU han provocado ajustes tácticos, incluyendo una mayor preferencia por activos percibidos como más independientes de la política monetaria, como el oro y los criptoactivos. Esta dinámica podría reflejar más de una fase de incertidumbre a corto plazo que un cambio de paradigma estructural. "La credibilidad de la Fed se mantiene intacta y continúa siendo un factor clave en las perspectivas del dólar", subraya un análisis de DWS.

A largo plazo, la liquidez que ofrece el dólar y la estabilidad institucional de EEUU podrían seguir respaldando su papel como moneda de reserva internacional. Mientras no existía una alternativa que ofrezca al mismo grado de funcionalidad, liquidez y seguridad jurídica, es probable quela primacía del dólar se mantenga intacta. El debate sobre las stablecoins apenas modifica este escenario; más bien refleja la creciente demanda de liquidez digital, antes que un sustituto estructural del dólar.

El denominado “comercio de devaluación”, la búsqueda de activos escasos y políticamente independientes para cubrirse frente a los riesgos de inflación, credibilidad política económica y riesgos fiscales y de deuda en EEUU, se ha convertido en una estrategia habitual. El oro parece cumplir eficazmente esta función, mientras que los criptoactivos continúan siendo una incorporación de elevada volatilidad al conjunto de las carteras.

“No estamos asistiendo a un colapso del sistema del dólar, sino más bien a una prima de valoración dentro del sistema fiduciario existente. El dólar muestra una vulnerabilidad cíclica, pero consideramos que permanece anclado estructuralmente”, señala Xueming Song, estratega de divisas de DWS. En la actualidad, factores de corto y medio plazo, como los costes de cobertura y los riesgos políticos, parecen estar influyendo en la dirección de la divisa sin llegar a erosionar sus fundamentos estructurales.

La apuesta por el deterioro del dólar parece una reacción a los riesgos asociados a los tipos de interés, al déficit fiscal y a la credibilidad de EEUU. Sin embargo, el réquiem por el dólar resulta prematuro. Mientras las instituciones estadounidenses se mantengan sólidas, es probable que el dólar continúe siendo la unidad de liquidación más líquida y el principal activo de referencia para los flujos financieros globales.

Ofi Invest: cuánto costaría la pérdida de independencia de la Fed

Ombretta Signori, Head of Macro Research, y Yannick López, jefe de Renta Fija y Soluciones de Tesorería en Ofi Invest Asset Management, han elaborado un informe sobre el impacto que tendría en la economía de EEUU la pérdida de independencia de la Fed.

El control de la Fed por Trump impulsaría la inflación hasta el 4% (el doble del objetivo), y generaría un crecimiento más débil: apenas +1,2% en 2028. Además, la prima de riesgo se elevaría, provocando subidas de los rendimientos de los bonos a largo plazo, y un repunte brusco de la curva de tipos en los tramos más largos. Un anticipo de ello ya ha sucedido entre abril y mayo y en verano, tras las amenazas de Trump de despedir a Jerome Powell, y el despido (luego anulado por un juez federal) de la gobernadora Lisa Cook.

La economía de EEUU se mantuvo sólida en el tercer trimestre, y probablemente rendirá por debajo de su potencial en los próximos meses, porque el consumo de los hogares se ha visto afectado por los aranceles,  Es probable un aterrizaje suave de la economía, ya que la demanda interna debería recibir un impulso en 2026 por la reforma fiscal firmada por Trump en julio (que incluye recortes de impuestos, gastos en defensa, y reducción de gasto social), el relajamiento de la política monetaria, la próxima desregulación, y una mayor claridad sobre los aranceles. 

El impacto de los aranceles en la inflación es probable que continúe en los próximos meses, porque las tarifas efectivas seguirán aumentando, y se acercarán al nivel teórico del 18%, aunque dicho impacto parece que será temporal. En este contexto, la Fed está más preocupada por los riesgos de un mayor desempleo que por los riesgos de inflación. Dado que la política monetaria sigue siendo moderadamente restrictiva, es probable que la Fed continúe bajando sus tipos, dos veces más este año, y hasta el 3,25% a finales de 2026, según Ofi Invest AM.

Los bonos del Tesoro se habían visto afectados tanto por los temores sobre el crecimiento a corto plazo, como por el posible impacto inflacionario del proteccionismo y los riesgos para la credibilidad de la Fed.  En cualquier caso, desde Ofi Invest AM mantienen una visión táctica, para aprovechar repuntes coyunturales en la curva de tipos, ya que cualquier subida puede ser una oportunidad para ampliar la duración en la cartera.

Controlar la Fed para Trump es vital para actuar sobre los tipos clave, porque tendría la opción de bajarlos para estimular la economía, reduciendo el coste del servicio de la deuda, algo prioritario. Además, Trump tiene otras motivaciones: sobre todo, tener un mayor control sobre el balance, cuyo volumen es de 6,6 billones$, el 22% del PIB, y un tercio se compone de MBS (Mortgage-Backed Securities), titulos respaldados por hipotecas. 

Una menor independencia de la Fed también permitiría a Trump influir indirectamente en su análisis, e intentar suavizar la regulación financiera de la Ley Dodd-Frank que está en vigor desde la crisis financiera. La Ley Dodd-Frank otorgó a la Fed mayores poderes de supervision sobre los bancos. Trump tendría mayor control sobre esta regulación; de hecho, su reforma ya está en el Congreso. 

Controlar la Fed puede suponer llevar a la práctica las ideas del acuerdo de Mar-a-Lago, que fueron recogidas en un artículo de Stephen Miran publicado en 2024. El actual presidente del Consejo de Asesores Económicos, nombrado por Trump, sugirió que la sobrevaloración del dólar podría mitigarse mediante una política monetaria más acomodaticia, la necesidad de una mayor coordinación entre la Fed y el Tesoro en materia de políticas cambiarias.

Si hubiera un episodio de volatilidad provocada por las políticas arancelarias o de tipos de cambio, la Fed podría aportar la liquidez necesaria a través de swaps, y/o utilizar sus orientaciones que siempre son seguidas para la gestión de las expectativas por parte de los mercados.

La independencia de la Fed es una estrategia eficaz para garantizar la estabilidad de precios sin perjudicar el crecimiento, dada la clara y negativa correlación entre su independencia y la inflación. Esta ventaja inspiró la definición del estatus del BCE y la reforma del Banco de Inglaterra en 1997. Mario Draghi afirmó que la credibilidad de un banco central proviene de su independencia, y el FMI reiteró que la independencia del banco central es fundamental. 

Un índice que mide el grado de independencia de los 192 bancos centrales en el mundo muestra que Japón, India y Australia no tienen instituciones legalmente “independientes”, la Fed tiene un grado de independencia medio, y el BCE es uno de los bancos centrales más independientes. 

En el caso de la Fed, su independencia procede de no depender de las tres agencias del gobierno ni del presupuesto del Congreso. Sus líderes tienen mandatos de 14 años renovables, por lo que están al margen de los ciclos electorales.

El principal riesgo es que una pérdida de independencia de la Fed socave su credibilidad en la lucha contra la inflación, lo que ha sido uno de sus principales logros desde los 1990. El Peterson Institute for International Economics muestra que, aunque el crecimiento de EEUU podría superar temporalmente las previsiones a corto plazo, en un escenario extremo de pérdida de independencia para 2028, el PIB estadounidense se ralentizaría hasta un 1,2%, por debajo del escenario de referencia y se mantendría también lejos de su potencial a largo plazo. La inflación, se estabilizaría en torno al 4 %, el doble del objetivo actual de la Fed. T. Drechsel, en su informe “Presiones políticas sobre la Fed”, muestra que un aumento de la presión política equivalente a la mitad de la ejercida por Nixon durante seis meses, provocaría una subida de precios superior al 8%.

Según Ombretta Signori y Yannicl López la pérdida de independencia de la Fed generaría presión política para mantener los tipos de interés oficiales demasiado bajos. Ello aumentaría las expectativas de inflación, y socavaría la credibilidad de la política monetaria, Y además, alimentaría la demanda y provocaría tensiones inflacionistas, con subidas de salarios y precios.  Otra consecuencia sería la mayor incertidumbre sobre la trayectoria futura de los tipos y la inflación, y el aumento de las primas de riesgo que exigen los inversores. Todo esto ralentizaría la inversión privada y el crédito y, a la  postre, reduciría el crecimiento potencial. En consecuencia, se produciría una combinación de mayor inflación y menor crecimiento a largo plazo. Más allá de ello, la credibilidad de las instituciones estadounidenses quedaría en entredicho, lo que tendría repercusiones en los mercados mundiales y el sistema financiero internacional

En 2025 ya se ha vivido un anticipo de lo que supondría esta situación. Entre abril y mayo, y en verano, los mercados percibieron el peligro de la pérdida de independencia de la Fed tras los ataques de Trump a Jerome Powell, al que acusaba de no tener capacidad de respuesta por no cambiar los tipos, mientras el BCE continuaba relajando su política monetaria.

Sin un gran impacto inicial en el mercado, el escenario ganó tracción cuando Trump declaró públicamente que podría despedir al presidente de la Fed, al principio del verano. Con una economía fuerte, y una política monetaria expansiva “proactiva” que incrementaría la inflación. La prima del riesgo que corre un inversor al tener un título a largo plazo subió, así como los rendimientos de los bonos a largo plazo. El bono referencia a 30 años volvió a superar el 5% y la pendiente entre 5 y 30 años alcanzó un nuevo máximo anual de 100 pb.

El anuncio a finales de agosto del despido de Lisa Cook, anulado por un juez federal, volvió a impulsar la subida del bono a a 30 años hasta el 5 % y provocó un abrupto aumento de la pendiente de la curva hasta 125 puntos básicos.

El aumento de las presiones para recortar los tipos provocó una amplia desconfianza hacia los activos estadounidenses, con caídas en los precios de las acciones, mayores rendimientos de los bonos del Estado, un aumento de la pendiente de la curva estadounidense, y un debilitamiento del dólar.

El escenario de pérdida de independencia de la Fed sigue siendo un "riesgo extremo” para los mercados, y su reacción ha sido coherente con los datos macroeconómicos. La fuerte caída de los rendimientos de los bonos USA en septiembre, y el aplanamiento de la curva, se produjeron como reacción al  debilitamiento del mercado laboral.

Las expectativas de los mercados sobre el tipo terminal en este ciclo (es decir, alrededor del 3 %) son agresivas en comparación con las proyecciones medias del FOMC, pero no incompatibles con un empeoramiento del mercado laboral y la tendencia de la inflación a medio plazo. El debilitamiento del dólar es coherente con la reducción del diferencial entre los tipos reales estadounidenses y europeos observado este año.

Mientras tanto, las expectativas a largo plazo de la volatilidad de la inflación siguen siendo bajas, y se encuentran ancladas a nivel global en un rango del 2,3%-2,4% desde el Día de la Liberación a principios de abril. Los acontecimientos empujaron brevemente estas expectativas hasta el 2,45 %. En caso de que el escenario de pérdida de independencia de la Fed se consolidase, estas expectativas pueden subir más.

El presidente de EEUU nombra a los gobernadores de la Fed por un período de 14 años, sujeto a la confirmación del Senado, y también nombra al presidente de la Fed por un período de cuatro años (renovable), elegido entre los gobernadores. La Junta está compuesta por siete gobernadores, y es donde Trump tiene mayor influencia. Sólo puede destituir a un miembro de la Junta, y "por una razón válida", Por tanto, sólo puede nombrar gobernador cuando expira el mandato de otro. En 2026, sólo expira el mandato de Stephan Miran, a finales de enero. El mandato de Powell como presidente termina en mayo de 2026, pero como gobernador no lo hace hasta enero de 2028. Puede no renunciar a su cargo de gobernador y permanecer en la Junta, en cuyo caso Trump sólo podría nombrar un gobernador de su cuerda cuando termine el mandato de Miran. De los gobernadores actuales, Christopher Waller parece tener más posibilidades que Michelle Bowman, y  fuera de la Junta, los candidatos favoritos son Kevin Walsh (antiguo gobernador de la Fed) y Kevin Hassett (actual presidente del Consejo Económico Nacional). 

Respecto a Lisa Cook, es posible que siga en la Junta hasta enero, pero podría marcharse en 2026, dando la oportunidad a Trump de nombrar un gobernador de su agrado. Si esto sucede y Powell dimite, Trump podría nombrar hasta tres gobernadores en 2026, alcanzando una posición de influencia en el FOMC, que está compuesto por los siete miembros de la Junta, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, y cuatro de los otros 11 presidentes regionales de la Fed, que actúan como miembros con derecho a voto según un sistema de rotación anual, lo que da un total de 12 miembros con derecho a voto.

Los 12 presidentes regionales de la Fed deberán ser reelegidos o sustituidos antes de finales de febrero de 2026. La Junta de la Fed tiene la última palabra al respecto, tras la decisión de la Fed regional. Rara vez se ha dado el caso de que un presidente regional de la Fed no haya sido reelegido, y la Junta nunca ha rechazado la reelección de un presidente.  Sin embargo, si Trump logra un cambio radical en la Junta, teóricamente podría aumentar su control sobre la Fed, con el riesgo de comprometer su independencia.

Entre el statu quo actual con independencia institucional y  continuidad, y la pérdida de independencia de la Fed, que estaría alineada con el gobierno, existen muchos escenarios intermedios. Escenarios que supondrían menor independencia, compromisos políticos e interferencias, lo que podría ofrecer puntos de aterrizaje más realistas. La Fed funciona por consenso. El presidente sólo tiene un voto en el FOMC, pero ejerce una gran influencia, porque su labor es también buscar el consenso en el comité. En todo caso, como indican Ombretta Signori y Yannick López, existen contrapesos que pueden obligar a Trump a reducir la presión sobre la Fed. El principal son los mercados, que podrían evolucionar al contrario de lo que quiere Trump, la bajada de los tipos de interés.

29Oct

El precio del oro alcanzó 4.000 $/onza, una subida de más del 50% en 2025. Ello supone su mayor ganancia desde 1979, tras la crisis del petróleo. En Ofi Invest AM creen que hasta que el problema de la deuda global no se resuelva, el oro seguirá al alza por ser un activo refugio.

Miguel Ángel Valero

Benjamin Louvet, director de Área de Materias Primas de la gestora de activos francesa Ofi Invest AM, opina que pese a la corrección reciente del oro, que había llegado a niveles récord de 4.000$/onza, existen factores estructurales que soportan la tendencia subyacente alcista en el precio.

El principal de estos factores son los altos niveles de la deuda tanto en EEUU como a nivel global. Niveles que se combinan con una inflación persistente, y que mueven a los bancos centrales a flexibilizar sus políticas monetarias, generando tipos reales bajos, contexto que favorece al oro

Este contexto es el que ha reforzado la posición histórica del Oro como activo refugio, y el interés de los inversores, dada la escasa remuneración de la deuda soberana. Por ello, desde Ofi Invest AM creen que hasta que el problema de la deuda global no se resuelva, el Oro seguirá al alza por ser un activo refugio. 

Según Benjamin Louvet, el precio del oro alcanzó 4.000 $/onza, una subida de más del 50% en 2025. Ello supone su mayor ganancia desde 1979, cuando el precio se disparó un 127% por la crisis energética y la subida de la inflación consecuencia de dicha crisis.

"Pese a que algunos puedan pensar que la subida anual del oro es una burbuja especulativa, un análisis más profundo revela que existen poderosas fuerzas estructurales detrás de ello. Lejos de subidas irracionales, ha sido el contexto económico, monetario y geopolítico profundamente inestable, el que ha restaurado el tradicional papel del oro como  activo refugio", según el director de Gestión de Materias Primas de Ofi Invest AM.

El principal impulsor del precio del oro siguen siendo los altos niveles de deuda en economías como EEUU, Japón y China. Niveles que están obligando a los bancos centrales a mantener los tipos de interés bajos a medio plazo, para que estos países puedan aliviar la carga de la deuda.

La deuda pública de EEUU equivale actualmente al 120% del PIB, su máximo histórico en tiempos de paz. Un alza del 1% en los tipos de interés supone una  subida en costes adicionales en servicios de deuda equivalentes al 1,2% del PIB, lo que supondría una carga enorme para las finanzas públicas en EEUU.

La bajada de los tipos de interés reales, que en algunas grandes economías han entrado en territorio negativo, reduce el coste de oportunidad de mantener el oro, un activo que no genera dividendos ni intereses. Por ello, el oro se ha convertido en una alternativa creíble a los bonos soberanos, cuya remuneración ha bajado hasta el punto de que no compensa la erosión monetaria, según Benjamin Louvet.

Los activos reales se han vuelto así más atractivos ante la expectativa de una futura expansión monetaria por parte de la Fed, junto con una inflación estructural persistente. Los precios del oro subieron aún más rápido a causa del cierre del gobierno de EEUU, por la clausura de oficinas federales que se produjo por la falta de acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el presupuesto anual, antes del cierre del año fiscal, el 30 de septiembre. 

El aumento de la deuda global es otra preocupación clave, especialmente en el caso de los déficits públicos de países como Reino Unido, cuyo gobierno ha agotado su margen presupuestario, y Francia, donde el primer ministro Sébastien Lecornu tiene dificultades para formar una mayoría que apruebe el presupuesto.

Según Benjamin Louvet, en este contexto con mayor nivel de estrés, los inversores buscan refugios seguros, incluido el oro, como reacción al riesgo de depreciación de las monedas derivado de la elevada deuda. 

Los mercados están preocupados por la sostenibilidad de la deuda de EEUU, tal y como se ha visto tras la reciente rebaja de Moody’s, que por primera vez retiró la máxima calificación (“Aaa”) a la deuda pública norteamericana. Esto está llevando a los inversores hacia activos tangibles como el oro, que no depende de ningún emisor soberano. El oro, según los expertos de Ofi Invest AM, no puede entrar en bancarrota.

Desde la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, el vínculo tradicional entre las tasas reales y los precios del oro se ha debilitado. La congelación de los activos rusos denominados en dólares ha minado la confianza en el dólar como refugio seguro, especialmente en Asia. 

Por ello, el oro es un activo cada vez más demandado en Asia respecto a Occidente, una demanda impulsada por inversores chinos e indios. Este cambio en el centro de gravedad del oro refleja un deseo creciente de diversificar las reservas de divisas, en un mundo donde las tensiones geopolíticas y las sanciones económicas están redefiniendo los equilibrios entre divisas.

Mayor apetito por el Oro de bancos centrales y gestores

La acumulación de oro por parte de los bancos centrales, con vistas a diversificar sus reservas de divisas y reducir su dependencia del dólar, es otro factor relevante que soporta la subida del Oro. En los últimos tres años, los bancos centrales han comprado más de 1.000 toneladas de oro, más del 20% del mercado global. El 43% de los bancos centrales encuestados por el World Gold Council en 2025 dijeron que querían aumentar sus reservas de oro en los próximos 12 meses, y ninguno planeaba vender. 

A diferencia de los bonos, que constituyen una gran parte de las reservas de los bancos centrales, el oro no presenta riesgos de contraparte. 

Los todavía escasos flujos de inversión en forma de oro son otro de los factores que alimentan el enorme potencial del oro. De hecho, representan menos del 2,5% de las inversiones financieras. Algunos gestores recomiendan aumentar la exposición al oro en la asignación de activos. Uno de ellos es Ray Dalio, fundador del fondo de inversión Bridgewater, que recomienda invertir el 15% de los activos en oro. Mike Wilson, director de inversiones de Morgan Stanley, sube esa asignación recomendada al 20%.

Riesgos para el oro: subida de los tipos reales

A pesar de los sólidos fundamentales que lo sustentan, el oro no está exento de riesgos. Es posible una corrección técnica a corto plazo tras unas subidas tan pronunciadas, pero desde Ofi Invest AM no creen que esto altere la tendencia subyacente. 

El principal riesgo sigue siendo que los tipos reales suban más rápido de lo esperado, lo que provocaría que el oro fuera menos atractivo frente a activos generadores de ingresos, como acciones y bonos. Las ganancias del oro proceden solamente de su revalorización al venderlo.

Por otra parte, una mejora sustancial de la situación fiscal de las principales economías podría reducir la demanda de activos refugio. Otro factor a vigilar es la especulación. Un aumento excesivo de la exposición del mercado a derivados o ETF podría causar inestabilidad. Estos riesgos son moderados por el momento, pero conviene mantener la cautela.

Según los expertos de Ofi Invest AM, los metales preciosos no son activos centrales de una cartera, aunque sirven como activo para la diversificación. En un mundo incierto, pueden desempeñar un papel estabilizador. La asignación en oro y, en general, en metales preciosos, debe ser moderada, ya que sus mercados son volátiles y vulnerables a shocks externos.

En opinión de Ofi Invest AM, hasta que no se resuelva el problema de la deuda global, el oro mantendrá su estatus de refugio seguro.

El potencial de la Plata, el mayor conductor de electricidad

Según los expertos de Ofi Invest AM, la plata también tiene potencial alcista, Más allá de su estatus como refugio seguro algo más asequible que el oro, la demanda industrial sigue creciendo e impulsa a la plata, el metal que mejor conduce la electricidad. Por este motivo, la plata se utiliza en muchas tecnologías, especialmente en las de bajas emisiones de carbono, como la fotovoltaica y los vehículos eléctricos. En 2024, estos dos usos ya representaban el 30% de la demanda global.

El mercado de la plata continúa deficitario por quinto año consecutivo, y es previsible que continúe así. A diferencia del oro, la plata es una reserva de valor como un componente industrial cada vez más útil, lo que la convierte en un activo híbrido especialmente atractivo para la transición energética. Sin embargo, la plata no posee el mismo estatus de reserva de valor que  tiene el oro para los bancos centrales.

16Oct

El S&P sin los Siete Magníficos” cotiza a un Precio/Beneficio de 20, mientras que el crecimiento esperado de beneficios sólo es el 5%.

La gestora de activos francesa Ofi Invest, se mantiene neutral en renta variable europea y de EEUU, porque el nivel de valoraciones no se corresponde con el crecimiento esperado de los beneficios de las empresas hasta final de año. En cuanto a la renta fija, la gestora cree que la bajada de tipos de la Fed y una inflación estable podrian beneficiar a los bonos de EEUU. Sin embargo, reduce su exposición a los bonos tanto Investment Grade como High Yield, porque los diferenciales se han estrechado demasiado.  

Eric Turjeman, Co-CIO Mutual Funds de Ofi Invest AM, señala que el inicio de las bajadas de tipos de la Fed se explica por las  primeras señales de debilidad en el mercado laboral en EEUU. Los mercados están poniendo en precio que este recorte será el primero de un nuevo ciclo de bajadas de tipos, que soportará el crecimiento de la economía, y la capacidad de generación de beneficios de sus empresas.

Una encuesta de Bank of America afirma que el 58% de los inversores piensa que la renta variable global está sobrevalorada, especialmente las acciones que cotizan en la Bolsa de EEUUU, que lo hacen con una prima del 20% sobre su media histórica. El mercado de EEUU continúa poniéndose al día en su retorno anual frente a otros mercados globales.

Esto se produce por el impulso de las acciones tecnológicas, sobre todo aquellas con mucha conexión con la inteligencia Artificial. Las empresas norteamericanas son cada vez más rentables, y se ven favorecidas en su comparación con las europeas. Y continúan superando en crecimiento de beneficios a otros mercados desarrollados.

En la expectativa de Precio/Beneficio a 12 meses, las acciones de EEUU están caras, cotizando a más de 23, sobre todo porque su comportamiento es desigual entre sectores.   

El sector tecnológico continúa en la cresta de la ola, impulsado recientemente por proyectos como el plan de Nvidia para invertir 100.000 millones$ para que Open AI construya centros de datos equipados con sus chips precisamente de Nvidia.

Los proyectos son muy grandes, y prometen años de visibilidad sobre las inversiones de los grandes proveedores de servicios en la nube (hyperscalers), aunque sólo el tiempo dirá si son o no rentables.

Si se excluyen las acciones de los Siete Magníficos tecnológicos, el comportamiento de las empresas en EEUU es moderado, al igual que la economía, que, sin tener en cuenta la inteligencia artificial, estaría siendo cada vez menos robusta.

El S&P sin los Siete Magníficos cotiza a un Precio/Beneficio de 20, mientras que el crecimiento esperado de beneficios sólo es el 5%. Desde Ofi invest AM, ven escaso margen para revalorizaciones adicionales de la Bolsa en EEUU. El crecimiento de los beneficios empresariales debería acelerarse cara al final de año. 

Empeoramiento de la economía europea

Eric Turjeman comenta que los datos de la economía europea han empeorado desde principios de agosto, sobre todo en Alemania, El Sentimiento Manufacturero fue a peor en septiembre, dado el desfavorable acuerdo comercial que se firmó con EEUU

Se están anunciando planes de reestructuración de compañías, como el caso de Bosch, que ha confirmado 13.000 despidos. No obstante, los mercados siguen pendientes del estímulo fiscal alemán, esperando que apoye la demanda doméstica. 

Una señal positiva para el crecimiento económico en 2026 es la mejora de las condiciones financieras en la zona Euro. Cotizando a Precio/Beneficio de 14, la zona Euro ya no lo hace con descuento.. Según Ofi Invest AM, los crecimientos de beneficios volverán a decepcionar este año, pero mejorarán mucho en 2026.

Desde Ofi invest AM reiteran su postura neutral hacia la renta variable, tanto en Europa como EEUU, ya que la valoración de ambos mercados está ajustada, y hay pocas perspectivas de mejora de los beneficios empresariales hasta el final de año. Tras el fuerte repunte reciente en las bolsas, podrían volver tácticamente a una visión más positiva tras cualquier caída en los mercados. 

Ofi Invest AM es positiva con Japón, por la política fiscal expansionaria que podría ser implantada una vez tome posesión la nueva primer ministro, y por el sólido crecimiento nominal. La renta variable china, también mantiene un peso relevante en la asignación de activos, porque la aceleración en las nuevas tecnologías está propiciando el desarrollo de empresas de primer nivel que podrán estar en condiciones de competir con las grandes tecnológicas de EEUU.

  • Bonos: reducir la exposición tanto a investment Grade como a High Yield. Pese al complicado contexto geopolítico y económico, la volatilidad en los tipos volvió a caer en septiembre. Los rendimientos de los bonos soberanos continúan ajustados a los fundamentales. En la zona euro, los recomendados por Ofi Invest AM son aquellos bonos soberanos que ofrecen oportunidades de carry trade. Los tipos de interés podrían beneficiarse de nuevos recortes de la Fed y de una inflación estable. Esto hace a la gestora francesa estar levemente sobre ponderados en el activo. En los mercados de Crédito, la gestora reduce su exposición tanto a Investment Grade como High Yield, porque a pesar de que todavía existen oportunidades en Carry, los diferenciales son muy estrechos. Los inversores en este activo deben ser todavía más selectivos.
  • Acciones: Neutralidad en EEUU y Europa, visión favorable en China y Japón. La Fed ha iniciado un ciclo de bajada de tipos para apoyar el empleo y el crecimiento en EEUU. Una politica monetaria expansiva que ha soportado el quinto mes consecutivo de ganancias en el S&P 500, gracias a la IA y a los Siete Magnificos, aunque otras han tenido peores rendimientos. Aunque continúa la tendencia positiva, la renta variable está cara, con múltiplos de Precio/Beneficio cercanos a 23. En Europa, la economía no es especialmente dinámica para las empresas, pero las perspectivas para 2026 mejoran, y las valoraciones son más bajas que en Estados Unidos, Precio/Beneficio en 14.  Ofi Invest AM se mantiene neutral en renta variable europea y EEUU a la espera de una caída en los mercados que recomiende tomar posiciones tácticas. Los mercados preferidos son Japón, que podría beneficiarse del impulso fiscal, y China, donde habrá que estar pendientes de las decisiones del Comité Central del Partido Comunista chino del 20 al 23 de octubre.
  • Divisas: neutrales, esperando un posible giro en el mercado. La gestora francesa se mantiene neutral respecto al tipo de cambio euro-dólar. Aunque la tendencia general sugiere que el dólar debería mantenerse estable frente al euro en el medio plazo, factores adicionales a los fundamentales podrían provocar movimientos a corto plazo. Como las elevadas posiciones cortas sobre la divisa, que podrían provocar un giro en el mercado, al menos de forma táctica.