04 Aug
04Aug

Miguel Ángel Valero

Tras años de perturbaciones mundiales, desde la pandemia hasta el aumento de las tensiones geopolíticas, la economía mundial se enfrenta a una renovada incertidumbre. Las previsiones de crecimiento están disminuyendo, los aranceles han alcanzado niveles históricos y los gobiernos están dando prioridad a la seguridad nacional por encima de la eficiencia económica. Un informe elaborado por Kim Catechis, estratega jefe de Franklin Templeton Institute, revela las vulnerabilidades ocultas y los cambios dinámicos que definirán el comercio y la inversión mundiales en los próximos años.

Entre las conclusiones del estudio destacan:

  • Los gobiernos y las empresas están abandonando los modelos basados en la eficiencia para centrarse en la resiliencia y el cumplimiento normativo, reduciendo así la exposición a los riesgos geoeconómicos.
  • Reestructuración de la cadena de suministro: los responsables políticos se centran ahora en salvaguardar las cadenas de suministro críticas, reducir las dependencias de alto riesgo y aumentar la resiliencia frente a las crisis externas. Este cambio tiene como objetivo garantizar la estabilidad económica y la competitividad a largo plazo en un entorno global incierto.
  • Sectores críticos en riesgo: los semiconductores, la inteligencia artificial y otras industrias estratégicas dependen de frágiles redes globales de proveedores y minerales críticos que ahora se ven cada vez más afectados por aranceles, sanciones y controles de exportación.
  • Retos de los centros de datos: la concentración de centros de datos está impulsando un rápido crecimiento de la demanda de electricidad, lo que supone una carga para las redes locales en regiones como el norte de Virginia.
  • La logística en la energía y en el transporte marítimo se complica aún más en Estados Unidos debido a leyes restrictivas como la Ley Jones.
  • Vulnerabilidades de los cables submarinos: estos cables transportan diariamente 10 billones de dólares en transacciones y la mayor parte del tráfico de Internet, pero son propensos a sufrir daños por accidentes y sabotajes. La capacidad de reparación y sustitución es limitada y políticamente sensible, lo que suscita preocupaciones en materia de seguridad.
  • Militarización de todo: los activos físicos, desde las materias primas hasta las rutas de transporte y los buques de reparación, así como la propiedad intelectual, se están utilizando como herramientas de poder económico y geopolítico, lo que supone un riesgo significativo para el crecimiento económico, la inteligencia artificial y las cadenas de suministro industriales en general 
  • La financiación de las cadenas de suministro: si el mundo va a cambiar sustancialmente la arquitectura del comercio y las cadenas de suministro, inevitablemente habrá repercusiones en la estructura financiera del comercio, con implicaciones para los inversores.

Kim Catechis explica: "Los inversores deben desarrollar un profundo conocimiento de las cadenas de suministro específicas de cada sector para poder elegir a los ganadores y evitar a los perdedores en la próxima década. No se trata solo del país de origen. En un mundo en el que todo puede convertirse en un arma, las medidas tradicionales de valoración y riesgo ya no son aplicables".

Payden & Rygel: señales de alarma en el mercado laboral de EEUU

Jeffrey Cleveland, economista jefe de Payden & Rygel, prefiere poner el foco en las señales de alarma que aparecen en el mercado laboral de EEUU. Los últimos datos sobre el mercado laboral estadounidense muestran una tasa de desempleo aún relativamente baja, del 4,2 %, pero el crecimiento del empleo se está debilitando y "creemos que la tendencia continuará". 

La caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años indica que, probablemente, los inversores han prestado demasiada atención a la inflación y muy poca a las señales de desaceleración del mercado laboral, por lo que ahora se han dado cuenta de que deben reequilibrar sus carteras y aumentar la duración. 

Al leer los datos, se puede observar un paralelismo con lo que ocurrió el verano pasado, cuando se esperaba que la Fed recortara los tipos de interés ya en julio, pero finalmente no intervino hasta septiembre, con la diferencia de que el contexto actual parece aún más débil. En el primer semestre, el crecimiento subyacente del PIB estadounidense se situó probablemente en torno al 1%, frente al 2,5-3% del mismo periodo de 2024. El crecimiento del empleo también es más débil: si nos fijamos solo en el sector privado, el año pasado la media era de 130.000 nuevos puestos de trabajo al mes, mientras que hoy en día estamos en torno a los 80.000. 

"Encontrar un nuevo empleo tras un despido en EEUU lleva más tiempo, lo que provocará un aumento gradual de la tasa de desempleo. Y con la ralentización del empleo, cabe preguntarse si un tipo de interés de los fondos federales del 4,50 % está justificado o si la Fed debería dar marcha atrás y acercarse al 3 %", subraya el experto de Payden & Rygel.

Lombard Odier: impacto del arancel de EEUU en Suiza

Por su parte, Nannette Hechler-Fayd'herbe, responsable de estrategia de inversión, sostenibilidad e investigación y CIO EMEA de Lombard Odier, junto a Filippo Palloti, economista, y Serge Rotzer, analista de renta variable, se centran en el impacto de los aranceles de Trump en Suiza.

El 1 de agosto, Día Nacional de Suiza, para más agravante, EEUU impuso un arancel del 39% a las importaciones suizas. La medida causó sorpresa, ya que el gobierno suizo se encontraba en negociaciones "constructivas" con la administración Trump en julio y no había recibido ninguna notificación previa. Superior al arancel inicialmente anunciado por el presidente Trump el 2 de abril, el Día de la Liberación,  y mucho más alto que el aplicado a la Unión Europea (125%), este impuesto entraría en vigor el 7 de agosto.

"Esperamos que las negociaciones acerquen el arancel del 39 % para Suiza al 15% pactado con la UE y Japón, aunque con concesiones potencialmente complejas y un posible aumento de inversiones estadounidenses", señalan los expertos de Lombard Odier.

Aunque el sector farmacéutico queda excluido y productos de alto valor añadido como relojes, maquinaria de precisión y dispositivos médicos podrían trasladar parte del coste, si se confirma el 39%, los márgenes podrían verse afectados o incluso producirse una fuerte caída en las ventas a EEUU.

En el improbable caso de que esta disputa comercial no se resuelva, "!revisaremos nuestra previsión de PIB real suizo para 2025, así como nuestra expectativa de que los tipos de interés no bajen del 0%", avisan.

Aunque es probable que las acciones suizas se resientan durante este periodo de incertidumbre, los bonos corporativos suizos y el sector inmobiliario pueden seguir ofreciendo fuentes atractivas de renta. "Nuestra previsión a 12 meses para el USDCHF se sitúa en 0,79", apuntan.

Ebury: la Fed no tiene más remedio que bajar tipos en septiembre

La semana pasada fuimos testigos de uno de los giros más dramáticos que hemos visto en el dólar estadounidense en mucho tiempo. En los primeros cuatro días de la semana observamos al dólar recuperarse de manera generalizada en el mercado de divisas, ya que un sólido informe del PIB, la firma de acuerdos comerciales y la postura hawkish de la Reserva Federal han contribuido a reducir la prima de riesgo del dólar. Sin embargo, el viernes se publicó el informe de nóminas no agrícolas, que no solo ha cambiado por completo la trayectoria del billete verde, sino que también ha alterado drásticamente la consideración que tienen los inversores sobre la salud del mercado laboral estadounidense y, por consiguiente, sobre el futuro de los tipos de interés de la Reserva Federal. 

El plazo de 90 días fijado por el presidente Trump para la entrada en vigor de los aranceles también ha expirado, y ahora son muchos los países que se enfrentan a impuestos comerciales considerablemente más elevados. Sin embargo, la reacción del mercado ha sido relativamente moderada, ya que la mayoría de los acuerdos importantes ya habían sido cerrados y la expectativa del mercado es que los nuevos aranceles no se mantendrán durante un periodo prolongado. La tregua comercial entre EEUU y China expira la semana que viene, pero parece inevitable que se produzca un nuevo aplazamiento. Los mercados estarán atentos esta semana a la reunión del Banco de Inglaterra el jueves. Parece muy probable que se producirá otra bajada de 25 puntos básicos, aunque podríamos asistir a una votación dividida, en la que se sugiera la posibilidad de recortes meramente trimestrales a futuro. 

  • EUREl euro cayó brevemente por debajo del nivel de 1,14 frente al dólar la semana pasada (antes de repuntar el viernes), ya que los mercados siguieron analizando con ojo crítico los detalles del acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE. Aunque los aranceles del 15 % están claramente lejos del 30-50 % con el que amenazaba Trump en los últimos meses, los mercados y los países europeos esperaban claramente un acuerdo mejor que ofreciera mayores concesiones y acercara la tasa arancelaria al 10 % que se buscaba en las negociaciones. Los mercados estarán atentos ahora a la magnitud del impacto de los aranceles en la economía de la zona euro, aunque tendremos que esperar hasta los PMI de agosto (23/08) para poder hacer una primera lectura al respecto. Hasta ahora, al menos, la actividad económica se mantiene relativamente sólida, con el informe del PIB del segundo trimestre (1,4 %) y las cifras de inflación de julio (2 %) de la semana pasada sorprendiendo al alza. Esto debería aliviar la presión sobre el BCE para que vuelva a bajar los tipos, y los mercados ahora ven poco más de un 50 % de posibilidades de que el Consejo de Gobierno apruebe otro recorte antes de finales de año. 
  • USD: Hemos vivido unos días extraordinariamente convulsos para el dólar, que se recuperó con fuerza a lo largo de la semana antes de sufrir fuertes caídas tras la publicación del informe de nóminas no agrícolas el viernes. La Reserva Federal había adoptado un tono hawkish en su reunión del miércoles, en la que el presidente Powell alabó la fortaleza del mercado laboral y dio a entender que no había prisa por volver a relajar la política monetaria. Sin embargo, en un giro inusual, dos miembros del FOMC (Bowman y Waller) votaron a favor de una bajada de tipos inmediata, la primera vez en más de treinta años que dos gobernadores disienten en la misma reunión. Esta disidencia a favor de recortes, como hemos observado, estaba lejos de carecer de fundamento. A primera vista, los datos de empleo de julio no son motivo de gran alarma, aunque quedaron completamente eclipsados por las revisiones a la baja, casi inconcebibles, de las cifras de mayo y junio, que ascendieron a un total de 258.000. Esto ha cambiado casi por completo nuestra visión del mercado laboral estadounidense y podría provocar un giro radical en el discurso de la Fed, que ahora parece no tener más remedio que recortar los tipos en septiembre. 
  • GBP: La semana pasada fue inusualmente tranquila para el Reino Unido, ya que estuvo prácticamente desprovista de noticias macroeconómicas o políticas importantes. La cotización de la libra esterlina se vio influenciada mayoritariamente por las tendencias generales del dólar, lo que provocó una caída del GBP/USD hasta su nivel más bajo desde mediados de mayo, antes de que el par se recuperara hasta situarse en torno a 1,33 tras el desastroso informe de nóminas no agrícolas estadounidense publicado el viernes. Las preocupaciones en torno a las perspectivas fiscales del Reino Unido siguen estando presentes, pero, dado que la libra ha caído de manera algo desmesurada últimamente, podría existir margen para una ligera recuperación. Esta semana, la atención estará puesta en la reunión del Banco de Inglaterra el jueves. El aumento de la inflación y la capitulación casi total del mercado laboral colocan al Comité de Política Monetaria (MPC) en una encrucijada. Aunque esperamos que la mayoría vote a favor de una bajada, no nos sorprendería ver una división tripartita, en la que la mayoría vote a favor de una reducción de 25 pb, un par vote a favor de una bajada más agresiva y uno o dos opten por no recortar los tipos. Aparte de la votación, será interesante ver si el Banco de Inglaterra mantiene su enfoque «gradual y cauteloso» sobre los tipos de interés. Sospechamos que lo hará, aunque cualquier sorpresa en este sentido podría provocar, con casi con total seguridad, caídas en la libra esterlina.

Eurizon: Los mercados prefieren Eurozona a EEUU

Por su parte, el último The Globe Monthly Investment View de Eurizon pone el foco en el nuevo escenario que afrontan los mercados tras el acuerdo comercial entre EEUU y la UE. Tras los acuerdos alcanzados con el Reino Unido, China y Japón, EEUU también ha cerrado un acuerdo comercial con la Unión Europea, por lo que la atención se centra ahora en la política comercial y fiscal y el impacto del nuevo sistema arancelario en el crecimiento y la inflación.

El proyecto de ley de presupuestos de Trump, aprobado por el Congreso, confirma las rebajas de impuestos vigentes e introduce otras nuevas, financiadas en parte por recortes del gasto. Las medidas inflarán la deuda pública, aunque en menor medida de lo estimado previamente.

En Europa, se están detallando los planes de gasto anunciados por la UE y Alemania, que se implementarán a partir de 2026.

Los datos de la economía real se confirman sólidos en EE.UU, con una inflación y unas tendencias del mercado laboral estables. Europa se ve afectada por cierta debilidad relacionada con los aranceles comerciales, a la espera de la implementación de los nuevos paquetes financieros.

En política monetaria, tras haber bajado los tipos del 4% al 2% en ocho tramos durante el último año, el BCE se encuentra ahora en pausa. En el caso de la Reserva Federal, que ha mantenido los tipos sin cambios este año tras recortarlos en 2024, podría reabrir el ciclo bajista en otoño, tras evaluar el impacto de los nuevos aranceles comerciales y las medidas fiscales.

En cuanto al panorama geopolítico, la disminución de las tensiones en el frente iraní ha restablecido el precio del petróleo en torno a los 65$ or barril. Una vez más, el fracaso en la negociación de un alto el fuego entre Ucrania y Rusia está teniendo un impacto macroeconómico moderado.

Aunque la incertidumbre geopolítica puede generar volatilidad, el crecimiento económico continuo sigue siendo el principal motor del mercado bursátil. Tras una larga e inusual fase de bajo rendimiento para el mercado estadounidense, en beneficio de Europa, parece más probable una recuperación más sólida de los índices bursátiles en EEUU.

Los bonos están descontando los recortes previstos y la expansión fiscal anunciada, en un escenario donde la volatilidad bursátil ha disminuido y los beneficios son favorables. Los bonos gubernamentales resultan atractivos, ya que ofrecen flujos de cupones superiores a la inflación y protección de la cartera, en caso de una desaceleración macroeconómica inesperada (preferencia por la Eurozona sobre EEUU).


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