Miguel Ángel Valero
El centro de la producción de alcohol vínico de todo el mundo está en Tomelloso. Porque en este municipio de Ciudad Real (Castilla-La Mancha) se encuentran algunas de las principales destilerías, como Fundador, Osborne, Peinado o Altosa, y bodegas como Virgen de las Viñas, cuyo producto se ha convertido en un emblema de Tomelloso.
Esta localidad es un claro ejemplo de cómo la producción o destilación de alcohol puede ser también un gran atractivo turístico. Tanto la economía como el turismo conviven y se retroalimentan de un sector fundamental como el vínico.
A lo largo y ancho del territorio tomellosero se mantienen muestras de ese ‘poderío’. Por ejemplo, se pueden observar numerosas chimeneas de más de40 metros de altura que utilizaban antiguamente las diferentes destilerías del municipio. Hoy solo funciona una, pero ya forman parte del paisaje y de las calles de la localidad. Entre ellas están Casa Juana (la primera, construida en 1942 y que formaba parte de la destilería Casajuana) hasta la de Altosa, que es la única que se mantiene activa, con 20 metros de altura y cuya función es la de la evacuación de humos de la propia destilería.

Pero, ¿cómo Tomelloso ha llegado a ser el principal productor de alcohol vínico del mundo? Tomelloso se comenzó a poblar en 1530 en torno a un viejo pozo utilizado por los pastores para abrevar a sus ganados. El pozo Tomilloso estaba en un lugar estratégico, como cruce de la Cañada Conquense, la vereda que lleva a Alhambra, y el Real Camino de Carreteros hacia Valencia y Murcia.
En esa tierra, propiedad de la Orden Militar de Santiago (Encomienda de Socuéllamos), siempre se había trabajado el cereal. Desde la mitad del siglo XVIII se introdujo la vid, que se consolidó definitivamente con la plaga de filoxera que casi se lleva por delante todos los viñedos de Francia a mediados del siglo XIX. Porque las vides manchegas la resistieron mucho mejor.
Pero como las vías de comunicación eran muy lentas en el siglo XIX, se produjo una sobreproducción que obligó a muchas empresas a centrarse en el alcohol vínico, que es el que se obtiene de la destilación del vino. De esta manera reducían el volumen de producción de vino y facilitaban tanto su transporte como su comercialización, elevando su rentabilidad económica.
Con el tiempo, este cambio reforzaría la posición de Tomelloso como número uno de la producción de alcohol vínico de todo el mundo. Los lugareños comenzaron cultivando cereales y pasaron a la vid. Resistieron las plagas y quitaron el liderazgo al viñedo francés. Y lo que comenzó siendo una actividad de los vecinos de Tomelloso pasó a ser una inversión de empresas privadas, que situaron al municipio de Ciudad Real como su centro neurálgico de producción.

Ese liderazgo se muestra también en los más de 40 kilómetros de cuevas que pueblan la zona subterránea de Tomelloso. En ellas, que llegaron a ser más de 2.500, los locales producían y almacenaban su propio vino. En algunos casos con capacidad de 600.000 litros en la cueva. Todo ello se puede visitar, permitiendo conocer de primera mano la estructura del principal productor de alcohol vínico de todo el mundo.
Qué ver en la capital de La Mancha
Además de lo que se puede ver en la Ruta Literaria García Pavón, las chimeneas, cuevas y museos, Tomelloso es muy conocida por los sus bombos, una construcción única en toda España, fruto del ingenio de los campesinos, sin conocimientos técnicos de edificación. El bombo o chozo nace cuando el labriego encuentra piedras en su terreno que estorban a sus cultivos. Las rompe, las saca a la superficie, y sin andamiajes, plomadas o argamasas, logra crear esta joya de arquitectura pétrea.
Además de sacar partido a las piedras, logra un espacio para protegerse él y sus animales de las inclemencias del tiempo, con su chimenea, una hornacina para colocar elementos de cocina, pesebres, cuadra, poyos, cama, estacas para colgar los aparejos de las mulas o la ropa.
En el Museo del Carro y Aperos de Labranza se puede visitar un gran bombo, levantado como homenaje a aquellos campesinos de Tomelloso que, con azada o arado, roturaron sus tierras con esfuerzo y capacidad de lucha.
Hay más de 70 en bombos Tomelloso y todos están protegidos. En la Oficina de Turismo, ubicada en el Centro Cultural Posada de los Portales y en su web se pueden encontrar itinerarios de senderismo rural con bombos, con el aliciente de hacer algunos tramos de la Ruta de Don Quijote.
Una iglesia que cumple 450 años
Otro lugar de interés es la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, que se remonta al siglo XII, en el mismo solar donde se edificó la primera iglesia de Tomelloso, en 1541 y que fue derribada en 1604. Destacan el retablo mayor (1776), la torre (1689), las tallas de la Sagrada Familia, el Belén, y el Descendimiento, y obras de Francisco Carretero.
A cuatro kilómetros de Tomelloso se encuentra el Museo y santuario de la Virgen de las Viñas, con una preciosa imagen de ésta, puertas realizadas en forja, las vidrieras de los cuatro evangelistas, y la pintura del techo del Camarín de la Virgen, obra del pintor Ezequiel Cano, más fotografías y documentos, vestidos, mantos, mantillas, estandartes y banderas de la Virgen, candelería y objetos de sacristía. Allí se celebra, el último domino de abril, la Romería, declarada de Interés Turístico Regional.
Del 24 al 30 de agosto tiene lugar en Tomelloso la Semana Grande, con la Fiesta de la Vendimia en la Plaza de España, y la obtención de los primeros mostos, el Festival Internacional de Folklore y el Certamen Literario Fiesta de las Letras.
Sobresale el Carnaval, por un lado, y la Procesión del Silencio, en la madrugada que va del Viernes al Sábado Santo- Y el 17 de enero, la fiesta de San Antón, donde los ciudadanos de Tomelloso se juntan alrededor de las hogueras para disfrutar de una noche de hermandad y de la gastronomía del lugar (chorizos, morcillas, tocino, patatas asadas), regada por supuesto por el vino local.
En el menú de Tomelloso, el pisto manchego, las migas, las gachas, los galianos, la caldereta de cordero, los dulces (hojuelas, flores, rosquillos de Semana Santa, tortas de mosto, mostillo y arrope), el plan de pueblo, las pastas flora, los mantecados, el queso, el vino, el brandy, los licores, los melones, el aceite, y los embutidos.
Todo esto puede encontrarse en el Mercado de Abastos. También en las bodegas y destilerías, como la de Virgen de las Viñas o la de Fundador.
