Levanta los aranceles a México y Canadá. mantiene los nuevos aplicados a China, y el miércoles está previsto que entren en vigor los aplicados al aluminio y al acero. Mientras, la economía de EEUU muestra datos de debilitación.
DWS revisa al alza las perspectivas de crecimiento tanto para Alemania como para la Eurozona por el plan de inversión en infraestructuras y en defensa. Alemania crecerá un 0,4 % este año y un 1,6 % el próximo. La Eurozona, el 1% y el 1,5%, respectivamente.
El Banco Central Europeo retrasa a 2027 una inflación por debajo del 2%, rebaja sus proyecciones de crecimiento económico, y propugna más gasto en defensa y en infraestructuras para estimular éste.
Empresas de diferentes sectores pueden tener que afrontar costos más altos, lo que se trasladará a los consumidores vía mayores precios, generando inflación. Y la posibilidad de represalias comerciales por parte de los países afectados va generar un clima de inestabilidad económica global que no beneficia a nadie.
La división del Parlamento hace que sea complicado pensar en una reforma de la Constitución –serían necesarios dos tercios de la cámara– para eliminar el techo de deuda.
El verdadero cambio vendría de la eliminación del techo de gasto, algo para lo que el partido de Gobierno debería reunir dos tercios del Parlamento que, con los resultados que arrojan las encuestas, parece improbable.
El posible final de la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania también ayuda, ya que la economía alemana ha sido una de las más perjudicadas los últimos años por la falta del gas ruso.
En la clasificación de los mejores países de la OCDE que elabora 'The Economist', España ocupó el primer puesto en 2024.
DWS vaticina que las políticas económicas y comerciales del presidente Trump provoquen nerviosismo en el mercado, lo que debería ayudar a generar un interés continuo por el oro.
Al vivir en "un mundo de déficit", Trump tiene un margen de actuación "sensiblemente menor" que cuando inicia su primer mandato en 2016. Los elevados estímulos fiscales apoyan al crecimiento económico de EEUU.
Las medidas de Trump impulsan a los metales preciosos e industriales, al petróleo, y a los criptoactivos, pero disparan la volatilidad en los mercados de divisas.