11 Nov
11Nov

Miguel Ángel Valero

Siete senadores demócratas y uno independiente se unieron a la bancada republicana y consiguieron sacar adelante la iniciativa para reabrir el Gobierno. La norma extiende la financiación de los presupuestos gubernamentales relacionados con la construcción militar, la función legislativa y los programas agrícolas hasta septiembre del próximo año. El resto de los segmentos presupuestarios se financiarán hasta el 30 de enero, fecha en la que podría producirse un nuevo cierre parcial del Gobierno.

Además, se reconoce el pago de los salarios atrasados y la reincorporación de cualquier funcionario despedido durante los días que duró el cierre. También se adquirió el compromiso de someter a votación en el Senado, durante diciembre, una norma que prolongue el programa de subvenciones de los seguros de salud del Affordable Care Act, principal demanda del bloque demócrata. No obstante, una votación no garantiza la aprobación de dicha norma.

La norma ya viaja a la Cámara de Representantes, donde espera ser aprobada el miércoles 12 de noviembre, para que como pronto ese mismo día Trump firme y ponga fin al cierre de Gobierno más largo de la historia. 

A partir de la próxima semana se comenzará a tener mayor visibilidad sobre los datos macroeconómicos, aunque no de forma inmediata, ya que muchas cifras tardarán en comunicarse debido a que no se estuvieron recolectando estadísticas durante el cierre. Es probable que los primeros datos relevantes que se publiquen sean los de empleo correspondientes a septiembre, mientras que las cifras más actuales —como el PIB del tercer trimestre, la inflación de octubre, el empleo de octubre y los datos de ingreso y gasto público— se conocerán a lo largo de las primeras semanas de diciembre.

El problema se pospone hasta el próximo año, y los demócratas han decidido cesar la presión sobre los republicanos a poco más de una semana del Día de Acción de Gracias, momento en el que los retrasos en el tráfico aéreo podrían haber tenido un impacto significativo en el ánimo de los ciudadanos. Sin embargo, las encuestas reflejan una cierta victoria política para los demócratas, con el índice de aprobación del presidente en el punto más bajo de su mandato actual: un 43%.

Las consecuencias económicas podrían reflejarse en los datos mensuales, aunque en el agregado trimestral los efectos deberían ser prácticamente nulos, dado que se restituirán los pagos y los empleos perdidos durante el cierre. Por tanto, se apunta  un final del año con abundante información macroeconómica por analizar, pero con la convicción de que este cierre de Gobierno no tendrá una influencia material en la evolución de un ciclo económico que seguirá en marcha. 

Ebury: el efecto riqueza en la Bolsa y la inversión en IA impulsan al dólar

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, asegura en su Análisis Semanal del Mercado de Divisas que habrá que seguir muy de cerca la evolución de la Bolsa estadounidense, “ya que el efecto riqueza y la inversión en inteligencia artificial probablemente hayan supuesto un respaldo importante para el dólar en los últimos meses”. Los analistas de Ebury creen que la Administración federal debería reanudar su funcionamiento esta semana, lo que haría posible empezar a recibir algunos datos económicos próximamente. “Se especula que los datos de empleo de septiembre podrían publicarse pocos días después de la reapertura, pero los de inflación de octubre, cuya publicación está prevista para este jueves, podrían no salir a la luz, al menos esta semana. Otros datos, también, podrían no conocerse hasta dentro de un tiempo o incluso haberse perdido para siempre”, comentan.

Mientras que las acciones tecnológicas tuvieron su peor semana desde el Día de la Liberación, el mercado de divisas no se vio demasiado alterado por estas caídas relacionadas con la IA. Las divisas del G10 se movieron en rangos estrechos, mientras que algunas divisas de mercados emergentes registraron ganancias modestas. La libra esterlina capeó bien el giro dovish del Banco de Inglaterra y se apreció ligeramente frente al dólar. El perdedor de la semana fue el dólar neozelandés, que cayó tras la publicación de unos datos del mercado laboral que decepcionaron a los inversores. 

Dado que se espera que la Administración federal estadounidense reabra esta semana, podríamos empezar a recibir datos económicos en los próximos días, mientras que otros podrían no salir a la luz hasta dentro de un tiempo o incluso haberse perdido para siempre.

  • EUR: El euro ha vuelto a subir hasta situarse cerca de la cota de 1,16 frente al dólar estadounidense, a pesar de que la semana pasada se desarrollase sin demasiadas novedades. La gran excepción fue el dato de ventas minoristas de septiembre, que sorprendió ligeramente a la baja. Esta semana, la única publicación destacable será la primera revisión del PIB del tercer trimestre. Creemos que se confirmará la modesta mejora en la actividad económica europea, como ha quedado de manifiesto en los últimos PMI de actividad empresarial. Todo ello debería respaldar el final de ciclo del BCE. Por otro lado, seguimos esperando más indicios del estímulo fiscal alemán anunciado a principios de año y su impacto en la economía de la eurozona. Esto podría ser el catalizador necesario para que el euro vuelva a apreciarse frente al dólar.
  • USD:  Los escasos datos privados y públicos estadounidenses que hemos recibido en las últimas semanas continúan apuntando a una debilidad en la creación de empleo, a pesar de que los despidos se mantienen en niveles muy bajos. El informe Challenger de la semana pasada reflejó un aumento en los despidos, pero no hemos prestado demasiada atención a este dato, ya que, históricamente, no ha sido un indicador demasiado fiable. Dado que la Administración federal debería reanudar su funcionamiento esta semana, podríamos empezar a recibir algunos datos económicos próximamente. Se especula que los datos de empleo de septiembre podrían publicarse pocos días despuésde la reapertura, pero los de inflación de octubre, cuya publicación está prevista para este jueves, podrían no salir a la luz, almenos esta semana. También seguiremos de cerca la evolución de la bolsa estadounidense, ya que el efecto riqueza y la inversión en inteligencia artificial probablemente hayan supuesto un respaldo importante para el dólar en los últimos meses.
  • GBP: El Banco de Inglaterra mantuvo los tipos sin cambios la semana pasada, aunque por muy poco, ya que cuatro de los nueve miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) se mostraron en desacuerdo y abogaron por una bajada inmediata de tipos. No esperábamos que se produjeran tantas disensiones. Las comunicaciones parecieron allanar el camino para una mayor relajación monetaria al incidir en el debilitamiento del crecimiento y del mercado laboral. Asimismo, el banco señaló que la inflación podría haber tocado techo. Aunque todo ello parece apuntar a un recorte en la próxima reunión de diciembre, las marcadas divisiones dentro del comité no lo garantizan, y el gobernador Bailey podría verse forzado a ejercer su voto de calidad. La libra esterlina encajó bastante bien la reunión dovish del Banco de Inglaterra y se recuperó tras sufrir una breve caída. Mientras esperamos la publicación del presupuesto de otoño el 26 de noviembre, los datos económicos de esta semanas erán fundamentales, dada la aparente dependencia de ellos por parte del MPC para tomar su próxima decisión. Los datos de empleo publicados este martes han sorprendido negativamente ya que las peticiones de subsidio por desempleo han subido más de lo esperado, al igual que la tasa de desempleo. Por otro lado, se han destruido 22.000 puestos de trabajo entre los meses julio y septiembre. Si el PIB del tercer trimestre, que se publicará este jueves, también sorprende a la baja, todo ello podría allanar el camino del Banco de Inglaterra para bajar los tipos, si bien los presupuestos de otoño jugarán un papel clave en esta decisión.
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