30Oct

Pese a la división dentro de la Reserva Federal, finalmente pondrá fin a su proceso de reducción de balance a partir del 1 de diciembre.

Miguel Ángel Valero

La división existente en la Reserva Federal tras los asaltos de Trump, como publicó Dinero Seguro, provoca que su presidente, Jerome Powell, extreme la cautela y avise que la la bajada de tipos que prácticamente todo el mundo espera para diciembre no está garantizada. Además, la escasez de datos por el cierre de la Administración en EEUU (camino de su segundo mes) incrementa la incertidumbre sobre la evolución del empleo, que preocupa más que la inflación.

Pese a esa división dentro de la Fed, finalmente pondrá fin a su proceso de reducción de balance a partir del 1 de diciembre. Hasta ahora, se permitía el vencimiento de 40.000 millones$ mensuales —35.000 millones en MBS (bonos hipotecarios) y 5.000 millones en bonos del Tesoro—. En el nuevo esquema, todo lo que vence se renueva, aunque se mantiene el proceso de salida de los bonos hipotecarios. Para ello, se seguirán dejando vencer 35.000 millones de dólares en MBS, pero los fondos de las renovaciones se canalizarán hacia bonos del Tesoro. Por tanto, a partir de diciembre, el principal banco central del mundo adoptará una política neutral en cuanto a balance, algo que no ocurría desde finales de 2017.

Ebury: "la trayectoria ya no es tan previsible"

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, explica que “los mercados acudieron a la reunión de la Fed esperando un discurso repetitivo y relativamente dovish, pero un par de sorpresas hawkish tomaron por sorpresa a los inversores. En primer lugar, llamó la atención el voto particular del presidente de la Fed de Kansas, Schmid, que se pronunció a favor de mantener los tipos intactos, lo que puso de relieve la considerable discrepancia que existe entre los miembros del comité, algo que posteriormente subrayó Powell". 

En un contexto en el que la economía envía señales contradictorias, los datos son escasos y el entorno es incierto, la unanimidad en las votaciones del comité parece ser cosa del pasado.

El recorte de 25 puntos básicos (pb) de la Fed en diciembre se daba por hecho. Sin embargo, el comentario que realizó el presidente Powell de que no nada garantiza que se produzca otra bajada en diciembre causó un gran revuelo y provocó que el EUR/USD cayera por debajo de la cota de 1,16. Aunque los mercados siguen inclinándose por otro recorte antes de que acabe el año, ahora ya no parece tan evidente que se vaya a producir. La trayectoria de los tipos de interés ya no parece tan predecible como antes de la reunión. 

"Seguimos apostando firmemente por un recorte en diciembre, a menos que los datos que se publiquen en el ínterin aconsejen lo contrario, suponiendo que para entonces dispongamos de algunos”, señala.

Fidelity: recorte adicional antes de fin de año

Max Stainton, Estratega Senior de Macroeconomía Global en Fidelity International:  la Fed  ha recortado tipos en 25 pb, como se esperaba, situando el rango objetivo de los fondos federales en el 3,75%-4%. El comunicado que acompaña la decisión reitera la preocupación por la evolución del mercado laboral, señalando que “los riesgos para el empleo han aumentado en los últimos meses”, mientras que mantiene un lenguaje más moderado respecto a la inflación, calificándola únicamente como “ligeramente elevada”. 

Esta orientación acomodaticia (o dovish) se ha visto reforzada por el anuncio de un fin anticipado del endurecimiento cuantitativo (Quantitative Tightening o QT, en inglés), que ahora está previsto para el 1 de diciembre. Aunque la mayoría de los analistas esperaban este anuncio en la reunión del FOMC de diciembre, las recientes tensiones en los mercados de financiación parecen haber inquietado al Comité ante la posibilidad de una mayor volatilidad en los tipos de interés, provocada por una ligera escasez de reservas. 

En conjunto, esto sigue evidenciando el giro de la Fed hacia una mayor atención a la evolución del empleo. Sin embargo, en la rueda de prensa, el presidente Jerome Powell ha matizado parte de este mensaje dovish, afirmando que un recorte de tipos en diciembre está “lejos de ser una conclusión inevitable”, lo que ha sacudido a los mercados, que ya descontaban plenamente una nueva bajada. Powell también ha destacado las dos disensiones en la decisión —en ambos sentidos— como prueba de que el Comité “no sigue un rumbo preestablecido”. 

Ha reforzado este tono más agresivo (o hawkish) al sugerir que la incertidumbre de los datos, derivada del cierre parcial del gobierno, podría justificar ser cautelosos respecto a un recorte en diciembre. 

De cara al futuro, a pesar de la insistencia de Powell en que la falta de datos podría traducirse en prudencia ante nuevos recortes, "esperamos que esta escasez de información se traduzca en una postura más dovish. La menor disponibilidad de datos no solo oculta los efectos de los despidos previos realizados por el DOGE, sino que también empezará a generar impactos negativos en el crecimiento a medida que se prolongue. Por ello, prevemos un recorte adicional antes de fin de año, en línea con esta dinámica y con la preferencia revelada por una postura más acomodaticia, evidenciada en el fin anticipado del QT".

Goldman Sachs: el fin del QT no dice mucho sobre la trayectoria de los tipos

Alexandra Wilson-Elizondo, Global Co-CIO de Multi-Asset Solutions en Goldman Sachs Asset Management:"Powell ha hecho énfasis en la dependencia de los datos en 12 discursos únicos en 2025. Poner la política en piloto automático, siguiendo la trayectoria marcada por el “dot plot” (gráfico de proyecciones), a menos que nuevos datos fiables cambien el panorama. Una única publicación de inflación moderada, unas expectativas bien ancladas y señales anecdóticas de enfriamiento respaldan una postura cautelosa hacia la bajada de tipos. Si las condiciones se mantienen, es probable otro recorte de 25 pb en la reunión de diciembre. El fin del ajuste cuantitativo afecta principalmente a la estructura de reservas y al funcionamiento del mercado monetario, y no dice mucho sobre la trayectoria futura de los tipos de interés oficiales. El rango objetivo de los fondos federales sigue siendo la herramienta principal para ajustar las condiciones financieras".

Creand: Powell reafirma la independencia de la Fed

David Macià Pérez, Director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra: la Fed rebajó los tipos de interés en un cuarto de punto, a la vez que anunció el fin del Quantitative Tightening (QT). Nada de lo anterior tuvo mucho impacto en los mercados, ya que era exactamente lo que se anticipaba que iba a pasar. Dos votos disidentes, uno que pensaba que el recorte de tipos no era oportuno, y el de Stephen Miran, que hubiera querido una bajada de medio punto. Tampoco lo anterior tiene mayor importancia, sobre todo el de este último, porque compagina cargo con otro en la Casa Blanca.

Lo único que sí tuvo incidencia en los mercados fue cuando Powell señaló en la rueda de prensa que el recorte que los inversores dan sentado para la reunión de diciembre no era para nada algo seguro. Tal vez fuera por la falta de visibilidad, ante la ausencia de datos macro – el gobierno americano sigue cerrado y la mayoría no se calculan. O por tratar de reafirmar la independencia del organismo, ante las presiones de Trump. Es buena noticia que los candidatos a sustituir a Powell, al que le queden 6 meses en el cargo, no se alineasen con Miran.

DWS: las expectativas de recortes son demasiado optimistas

Christian Scherrmann, Economista jefe de DWS para EEUU: como se esperaba, la Fed redujo las tasas de interés en 25 pb en la reunión de octubre del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). También se decidió detener la reducción de sus tenencias de valores en diciembre, para equilibrar mejor su cartera. La única sorpresa fue que hubo dos disidentes, en lugar de uno. Se esperaba que Stephen Miran votara a favor de un recorte de 50 pb. Sin embargo, Jeffrey Schmid adoptó una postura agresiva y votó en contra de cualquier cambio. Esto refuerza la idea de que los banqueros centrales están cada vez menos de acuerdo sobre cómo debería evolucionar la política monetaria. Esta idea ya estaba implícita en el gráfico de puntos casi dividido y en los diversos comentarios de la Fed, pero la disidencia agresiva le da más peso.

Esa erosión continua del consenso entre los miembros del FOMC probablemente se deba, en buena parte, al cierre del gobierno, que limita la disponibilidad de datos económicos, especialmente los relacionados con la inflación. La declaración refleja esto, ya que la mayoría de las referencias a datos son retrospectivas. 

"Si bien estamos de acuerdo en que los datos disponibles respaldan la opinión de que los mercados laborales y la inflación no han mejorado repentinamente, de acuerdo con el doble mandato de la Reserva Federal, el riesgo de sorpresas en ambos frentes ya ha aumentado. Además, basándose en un ligero cambio en el lenguaje, la Reserva Federal probablemente espera un crecimiento ligeramente mayor, lo que podría impactar positivamente en el empleo. Sin embargo, esto es difícil de conciliar con el impacto negativo que probablemente tendrá el cierre del gobierno sobre el crecimiento y la contratación en el corto plazo", apunta este experto.

Durante la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Powell, reconoció las diferentes opiniones entre los miembros del FOMC. Mencionó que ha habido intensas discusiones sobre cómo proceder en diciembre y agregó que no se ha tomado una decisión, "ni mucho menos". Una vez más, el recorte se enmarcó como una decisión de gestión de riesgos, dado que pueden ser más profundos los asociados a los mercados laborales frente a los de la inflación, lo que podría cambiar de cara al futuro. Esto es un claro recordatorio a los mercados de que la Reserva Federal no sigue un rumbo preestablecido.

"En general, el resultado está en línea con nuestras expectativas. Mantenemos nuestro pronóstico de una Reserva Federal que recortará las tasas a un nivel neutral, alrededor del 3%, dentro de los próximos doce meses. Sin embargo, el momento de los recortes sigue siendo incierto y las expectativas de recortes consecutivos de las tasas por parte de la Fed probablemente sean demasiado optimistas, dadas las incertidumbres prevalecientes", concluye.
  


 
29Oct

Los analistas creen que el Banco Central Europeo retomará el proceso de bajadas de tipos a partir del segundo semestre de 2026.

Miguel Ángel Valero

A diferencia de la Reserva Federal, que deberá bajar los tipos prácticamente a ciegas por el apagón estadístico provocado por el cierre de la Administración, como publicó Dinero Seguro, el Banco Central Europeo (BCE) afronta la reunión de su Consejo de Gobierno el jueves 30 de octubre con los deberes hechos. Sin novedad en el frente.

Ibercaja: atentos a los datos de crecimiento

Cristina Gavín, jefa de Renta Fija en Ibercaja Gestión, no espera sorpresas, el BCE mantendrá el tipo de intervención inalterado por cuarta reunión consecutiva, situándose la facilidad de depósito en el 2%. Sin actualización de cuadro macro, y sin cambios esperados en el 'discurso' se anticipa que la reunión no tendrá efectos significativos sobre los mercados.La política monetaria actual llevada a cabo por parte del Banco Central Europeo y su transmisión a la economía real parece satisfacer a los diferentes miembros del consejo. Se mantiene en cualquier caso el mensaje de que es necesario seguir monitorizando la coyuntura económica y tomar decisiones reunión a reunión en función de los datos que se vayan conociendo.

De esta manera, "aunque a día de hoy parece poco probable que asistimos a una nueva bajada en el tipo de intervención, no solo en lo que queda de este año, sino incluso de cara a la primera mitad de 2026, será necesario estar atentos a los datos de crecimiento que vayamos conociendo en la zona euro, ya que una inflación que se mantiene cerca del objetivo del 2%, y unos datos de crecimiento con riesgo claramente a la baja, podrían justificar que la autoridad monetaria retomara su senda de bajadas de cara a la segunda mitad de 2026".

Banca March: el BCE seguirá en modo pausa

"No esperamos novedades y consideramos que va a seguir en modo “pausa”. Con un crecimiento débil y una inflación ya acercándose al objetivo del 2%, la autoridad monetaria europea mantendrá en su reunión del jueves los tipos oficiales inalterados en el 2%", señalan en Banca March.

Ebury: divergencia económica entre Alemania y Francia

Tiempo de pausa y tranquilidad para el BCE. El ciclo de recortes de tipos del BCE parece haber llegado a su fin, al menos de momento, dada la solidez de la actividad empresarial y el aumento de la inflación. "Por fin hemos recibido buenas noticias en el ámbito político europeo este mes. El Gobierno francés no se ha colapsado en los últimos cinco minutos y contando, lo que supone una racha impresionante teniendo en cuenta los precedentes existentes", subrayan en Ebury. 

La zona euro también está mostrando signos de mayor dinamismo económico. El PMI de octubre sorprendió al alza, habiendo subido el índice compuesto a su nivel más alto de los últimos diecisiete meses (52,2). Esto es una muestra de gran resiliencia ante los riesgos bajistas que plantean los aranceles estadounidenses. Sin embargo, el crecimiento de la actividad empresarial no está siendo uniforme en toda la Eurozona dado que estamos observando una creciente divergencia entre el rendimiento económico de las dos principales economías del bloque: Alemania y Francia. La primera ha experimentado un fuerte repunte de la actividad empresarial y, por fin, parece estar cosechando los frutos del enorme estímulo fiscal del Gobierno. Francia, sin embargo, sigue a la zaga y se encuentra sumida en la incertidumbre política. 

Por su parte, la actividad de los servicios es sólida en la Eurozona, mientras que el sector manufacturero, que representa una parte menor de la economía, apenas se mantiene a flote. El componente de precios del informe PMI no ha mostrado cambios drásticos en el panorama inflacionario europeo. Los últimos datos oficiales del IPC armonizado tampoco reflejan grandes cambios. El aumento inesperado de la inflación subyacente, que subió al 2,4 % en septiembre, respalda la postura de mantener los tipos intactos, aunque la relajación de las presiones salariales y la reciente apreciación del euro podrían ejercer una presión a la baja sobre la inflación en los próximos meses.  

Dado que el BCE no actualizará sus previsiones macroeconómicas este mes y que los mercados consideran que no hay ninguna posibilidad de que se produzca otra bajada, los inversores centrarán toda su atención en las comunicaciones del banco. El Consejo de Gobierno reiteró en su reunión de septiembre que los tipos se encuentran "en un buen lugar", un mensaje que han repetido la presidenta Lagarde y otros altos cargos en los últimos días, y que probablemente reiterarán este jueves. "Creemos que el tono de Lagarde en la rueda de prensa será neutral, aunque es posible que se muestre más hawkish dada la mayor resiliencia económica que hemos observado recientemente. Es probable que siga mostrando confianza en la consecución del objetivo inflacionario del 2%. También podría señalar que la relajación de las presiones salariales contribuirá a que la inflación se mantenga en torno al objetivo en el horizonte de previsión. Esto respaldaría la postura de no recortar los tipos en el futuro cercano", añaden en Ebury.

"A diferencia de la Fed, creemos que es muy improbable que el BCE vuelva a bajar los tipos este año, ya que los últimos datos económicos han elevado aún más el listón para recortarlos. Los mercados están sopesando la posibilidad de un recorte en 2026, y ahora mismo los swaps asignan una probabilidad de en torno el 50 % de que se produzca una nueva rebaja a mediados del año que viene. En cualquier caso, hay pocas posibilidades reales de que se produzca un ajuste de tipos en los próximos meses, y cualquier debate al respecto parece prematuro de momento", concluyen.

Mediolanum: esperar y observar

Niall Scanlon, gestor de Carteras de Renta Fija en MIFL (Mediolanum International Funds): "Esperamos que el BCE mantenga los tipos de interés sin cambios en su reunión de octubre, en línea con las perspectivas del mercado, y que reafirme su postura actual de 'esperar y observar'. El BCE quiere mantener los tipos en los niveles actuales durante un tiempo, y dado que en esta reunión no se publicarán las nuevas previsiones económicas, no hay un catalizador que justifique un cambio significativo en el mensaje del Consejo de Gobierno del BCE".

En su última reunión de septiembre, la presidenta Christine Lagarde dejó claro que el umbral para aplicar medidas de estímulo adicionales sigue siendo alto y que el BCE se siente cómodo pasando por alto las leves desviaciones a la baja de la inflación proyectada para 2026 y 2027. Desde entonces, las declaraciones de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han reforzado esta visión, ya que la mayoría parece considerar que el tipo de interés actual es, en líneas generales, neutral, y que no hay necesidad urgente de realizar más ajustes por el momento. Los datos recientes han sido mixtos, pero no lo suficientemente concluyentes como para justificar un cambio en el discurso del BCE.

Sin nuevas previsiones económicas, esta reunión debería funcionar más bien como un “chequeo” para mantener el mensaje del mes pasado. "Estaremos atentos a cualquier indicio de que el BCE pueda dejar la puerta abierta a posibles recortes de tipos, así como a su valoración de los riesgos al alza o a la baja, que el mes pasado describieron como 'equilibrados', señala.

"No esperamos que esta reunión tenga un impacto relevante en el mercado, ya que el consenso apunta claramente a una pausa en los tipos. Sin embargo, de cara a las próximas semanas, creemos que los datos podrían debilitarse, a medida que el efecto de los aranceles lastra el crecimiento en los próximos trimestres. Esto, junto con las previsiones de inflación por debajo del objetivo para 2026 y 2027, podría llevar al BCE a adoptar una postura más moderada a finales de este año o comienzos del próximo, especialmente si la relajación fiscal en Alemania no se traduce rápidamente en un impulso suficiente para compensar estas preocupaciones. La reunión de diciembre debería ser más 'dinámica', ya que se presentarán las nuevas previsiones económicas actualizadas", apunta el experto de Mediolanum.

Pictet: tipo de interés terminal en el 2%

Nadia Gharbi, economista para Europa en Pictet WM: "Esperamos que el BCE mantenga su tasa de depósito bancaria sin cambios en el 2%, con enfoque dependiente de los datos, reunión a reunión. Es probable que su presidenta Lagarde reitere que el BCE está en buena situación, aunque mantiene las opciones. El tono de comunicación puede seguir neutral, sin cambios de orientación. Prevemos que sea constructivo respecto a crecimiento, de limitada preocupación respecto a las menores previsiones inflación -2,1 % en 2025; 1,7 % en 2026 y 1,9 % en 2027-. Los datos recientes han estado en línea, lo que respalda el retraso de nuevos recortes de tipos de interés. La reunión de diciembre tendrá más importancia, pues habrá previsiones para 2028. En todo caso, no vemos nuevos recortes de tipos. Una flexibilización adicional requiere un catalizador claro, como pronunciada menor inflación o fuerte deterioro de la actividad económica. De manera que nuestro escenario sigue siendo que el tipo de interés terminal del BCE sea el 2% en este ciclo".

DWS: el ciclo de recortes aún no ha terminado

Para Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, "no sería ninguna sorpresa que el BCE mantuviera el tipo de depósito en el 2%. Varios comentarios siguen sugiriendo que el BCE está bien posicionado. Por lo tanto, no se esperan cambios en la comunicación. La dependencia de los datos sigue siendo clave, sin ningún compromiso previo con respecto a ninguna otra vía de política monetaria. Hasta ahora, todo bien".

"Sin embargo, nos preocupa que este posicionamiento no sea sostenible en los próximos meses. Si bien la economía mostró resiliencia en el primer semestre de 2025, es probable que se produzca un estancamiento en el segundo, sobre todo porque se ha retrasado la recuperación del sector manufacturero.Los acontecimientos políticos en Francia también siguen planteando un riesgo para la economía. Además, la caída de los precios del petróleo podría provocar un incumplimiento más significativo del objetivo de inflación. Seguramente sean temas que se discutirán el jueves. Sin embargo, el posicionamiento futuro del BCE también depende de las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, que se publicarán en diciembre de 2025. Por primera vez, también se proporcionarán proyecciones para 2028. Teniendo en cuenta los temas mencionados anteriormente, todavía vemos la posibilidad de que el ciclo de recortes de tipos de interés del BCE aún no haya terminado".

Columbia Threadneedle: el BCE tiene margen para volver a bajar tipos

Luke Copley, gestor de carteras de renta fija de Columbia Threadneedle Investments: “Esperamos que el tipo de depósito se mantenga en el 2%, en línea con los precios actuales del mercado. Es probable que el BCE se mantenga fiel a su mensaje de adoptar un enfoque basado en datos y adopte decisiones reunión a reunión, sin comprometerse con ninguna trayectoria futura de tipos. Es posible que Francia sea un tema de conversación para el Consejo de Gobierno, pero, en última instancia, los movimientos del diferencial soberano no han sido lo suficientemente extremos como para justificar la necesidad de su herramienta anti-fragmentación: el instrumento de protección de la transmisión (TPI). La reunión de esta semana será una especie de “reunión provisional”, mientras que la reunión sobre política monetaria del 18 de diciembre será más sustancial, ya que se actualizarán las proyecciones macroeconómicas sobre el mercado laboral, abarcando - por primera vez - hasta 2028”.

“De cara al próximo año, es probable que la puerta esté más abierta a otra bajada que a una subida. Las previsiones consensuadas de inflación apuntan a que el IPC de la zona euro se situará por debajo del objetivo en el primer semestre de 2026 debido a los efectos de base, impulsados principalmente por la energía. Si esto se produce junto con un entorno interno o externo más débil, o un euro más fuerte, en el segundo semestre de 2026 los precios podrían bajar aún más, momento en el que el BCE tendría margen para volver a recortar los tipos de interés oficiales”.

28Oct

El cierre de gobierno y la falta de visibilidad sobre datos importantes en diversas áreas económicas hace que las predicciones sean más susceptibles que nunca de variar de forma relevante, por lo que el escenario que se dibuja de cara a la reunión de diciembre es todavía muy incierto.

Miguel Ángel Valero

La Fed lleva mucho tiempo diciendo que sus decisiones se basan en los datos. Como el Cholo Simeone en el Atlético de Madrid, quiere ir partido a partido. El problema es que el cierre de la Administración, que ya va camino de su segundo mes, le deja sin datos, ya que los organismos estadísticos no pueden trabajar. Por eso quizás el titular de esta noticia debería ser Recorte a ciegas.

Ibercaja: lo importante son las pistas sobre la reunión de diciembre

Cristina Gavín Moreno, jefa de Renta Fija en Ibercaja Gestión, cree que la reunión de la Reserva Federal del miércoles 29 de octubre se anticipa como una mera formalidad, donde la bajada de 25 puntos básicos (pb) se da más que por descontada, especialmente tras las declaraciones de Powell en las últimas semanas. De esta manera, el tipo de intervención se situará en el rango 3,75%-4%

"La clave en esta reunión será el mensaje que transmita la Fed en materia tanto de crecimiento como de inflación, que nos de pistas sobre lo que podemos esperar de cara a la reunión de diciembre. El mercado, a día de hoy, da por hecho que el proceso de reducción de tipos continuará e incluso se acelerará, anticipando una bajada de 50 pb. A pesar de la debilidad en el empleo, los datos de precios desde luego no justifican una bajada de dicha cuantía y sería más lógico continuar con una senda menos agresiva en la reducción de tipos y finalizar el año en el rango 3.50%-3.75%", apunta.

El cierre de gobierno y la falta de visibilidad sobre datos importantes en diversas áreas económicas hace que las predicciones sean más susceptibles que nunca de variar de forma relevante, por lo que el escenario que se dibuja de cara a diciembre es todavía muy incierto.

"El fin del proceso de restricción cuantitativa (QT) y el tamaño optimo de balance de la Fed son elementos de discusión adicionales que están sobre la mesa y en los que esta reunión puede arrojar algo más de luz", subraya.

Banca March: final del proceso de reducción de balance

Los expertos de Banca March ponen el foco de atención en la previsible finalización del proceso de reducción de balance de la Fed (Quantitative Tightening, QT). Este proceso, iniciado en 2022, ya ha rebajado el tamaño del balance sobre el PIB en 26 puntos, y el debate sobre su posible finalización coincide con dos factores importantes: por una parte, en las últimas semanas han resurgido ciertas tensiones en los tipos de interés del mercado monetario y, por otro lado, las reservas bancarias depositadas en la Fed oscilan ya cerca de los 3 billones$, lo que representa un 10% del PIB, un nivel que ha sido apuntado por miembros de la Fed como adecuado para dar por finalizado este proceso de reducción de activos en el balance.

Por tanto, esta reunión de la Fed "marcará un paso más en la senda prevista y que llevará a que la política monetaria estadounidense abandone el terreno restrictivo: a doce meses vista consideramos que los tipos oficiales se rebajarán hasta un intervalo entre el 3%-3,25%, que se consideraría como una política monetaria 'neutral'. A ello se unirá que antes del final de este ejercicio veremos también confirmado el final del proceso de retirada de liquidez (QT)".

Ebury: no hay una visión clara del estado de la economía

Se espera de manera generalizada que la Reserva Federal vuelva a recortar los tipos a pesar del cierre del Gobierno. "Creemos que Powell insinuará la posibilidad de que lleve a cabo otra reducción de tipos en diciembre, en línea con el gráfico de puntos del FOMC. Sin embargo, existe una considerable incertidumbre sobre la trayectoria de tipos más allá de diciembre. La inflación estadounidense sigue muy por encima del objetivo y seguimos sin tener una visión clara del estado de la economía dado el cierre del Gobierno federal".

Pictet: otro recorte en diciembre y dos más en el primer semestre de 2026

Xiao Cui, economista para EEUU en Pictet WM, vaticina unos tipos entre el 3% y el 3,25% al finalizar el primer semestre de 2026. El presidente de la Reserva Federal ha señalado recientemente que las perspectivas de empleo e inflación no han cambiado mucho desde la reunión de septiembre, pero que han aumentado los riesgos para el empleo. Por el último dato de inflación IPC de septiembre, ésta aumentó una décima, hasta el 3% interanual. La subyacente, sin elementos más volátiles de alimentos no elaborados y energía, se recortó una décima, hasta 3% interanual, lo que debe aliviar preocupaciones sobre la inflación.

"A pesar de la falta de datos por cierre del Gobierno en EE. UU. esperamos que la Reserva Federal recorte tipos de interés en 0,25% esta semana. La medida ha sido telegrafiada y descontada. Es previsible otro recorte en diciembre y dos más a lo largo del primer semestre de 2026, para un tipo terminal de 3% a 3,25%", apunta.

Sin nuevos pronósticos económicos o proyecciones, el mercado se va a centrar en la orientación de política monetaria y reducción del balance. De hecho, un anuncio de fin de la reducción del su balance es más probable. Las tensiones en el mercado de financiación sugieren que las reservas bancarias están en niveles altos o cerca. Powell ya ha indicado que el ajuste cuantitativo puede terminar los próximos meses y que la Reserva Federal planea "detener la reducción de su balance cuando las reservas bancarias estén algo por encima de un nivel consistente con condiciones de amplias reservas". 

"Esperábamos un anuncio al respecto para diciembre, pero dadas las tensiones del mercado monetario, puede optar por poner fin al ajuste cuantitativo esta semana y evitar una tensión como en septiembre de 2019, cuando hubo volatilidad en los tipos de interés a un día. Su enfoque más probable es detener los reembolsos mensuales de deuda del Tesoro y dejar que venzan sus tenencias de deuda respaldada por hipotecas, con opción de reinvertir esos cupones en Letras del Tesoro y mantener el tamaño del balance más o menos estable. A medio plazo, la composición de su balance es cuestión abierta", añade. El gobernador Waller ha argumentado a favor de mantener aproximadamente la mitad de la cartera en Letras del Tesoro frente a 5 % actualmente.

DWS: "esta vez, sin datos"

Christian Scherrmann, Economista jefe de DWS para EEUU, coincide con sus colegas en que la comunicación que recibimos de la Reserva Federal, antes de la reunión del FOMC de octubre, sugiere que la falta de datos disponibles no impedirá que vuelva a bajar los tipos en 25 pb. "Algo que parece extraño, teniendo en cuenta que vamos a ciegas debido a la ausencia de nuevos datos oficiales, provocada por el cierre del gobierno. Sin embargo, es razonable suponer que las condiciones del mercado laboral no han cambiado significativamente desde el mes pasado", argumenta.

El despido de miles de empleados gubernamentales, junto con los posibles efectos en cadena del cierre en el sector privado, respalda la idea de que los riesgos para el empleo aún superan los riesgos para la inflación. Si bien, el panorama completo de la inflación sigue sin estar claro, es probable que las empresas sigan siendo reacias a trasladar los posibles mayores costos derivados de los aranceles directamente a los consumidores. 

Además, las renovadas preocupaciones sobre la salud del sistema financiero, derivadas de la debilidad de ciertos sectores crediticios, podrían brindar apoyo final para una reducción de 25 pb de las tasas de interés y el fin del ajuste cuantitativo. Hasta ahora, todo va bien y los mercados parecen bien posicionados en términos de expectativas para la próxima reunión.

"Sin embargo, más allá de la reunión de octubre, no sería prudente caer en la complacencia. Si bien otro recorte en diciembre está en línea con el gráfico de puntos actual, la media de los miembros predice este resultado sólo de manera limitada. No todos están a favor de reducciones rápidas y algunos han expresado preocupación por posibles presiones inflacionarias. Si la disputa política en Washington se resuelve para entonces, tal vez datos oficiales confiables nos recuerden que la inflación sigue significativamente por encima de la meta. Además, la causa fundamental del estancamiento político en Washington podría afectar a la política monetaria. Los hogares pronto podrían enfrentar costos de atención médica significativamente más altos, lo que podría generar mayores expectativas de inflación y un menor consumo. Estas incertidumbres, por no mencionar la actual incertidumbre respecto de los aranceles, probablemente impidan que los banqueros centrales asuman demasiados compromisos, como fue el caso en la reunión de septiembre. Es probable que los banqueros centrales sigan dependiendo de los datos, pero esta vez sin ellos", avisa.

UBP: el inversor busca orientación

Por su parte, la última Perspectiva Semanal de UBP La resiliencia regresa a los mercados apunta que datos macroeconómicos resilientes, la inflación más moderada y los sólidos resultados empresariales han ayudado a la recuperación de los mercados globales; la renta variable ha alcanzado nuevos máximos y los bonos han seguido ganando terreno. "Las expectativas de nuevos recortes de tipos por parte de la Fed han respaldado el sentimiento del mercado", mientras el dólar se ha fortalecido ante la debilidad del yen japonés y la consolidación del oro.

"Aunque los resultados y los datos son positivos, la valoración elevada y la incertidumbre política hacen que la atención de los inversores se centre en las próximas reuniones de los bancos centrales en busca de orientación", advierte.

27Oct

El cierre de la Administración entra en su quinta semana y se ha publicado, de manera excepcional, el IPC de septiembre, necesario para actualizar el poder adquisitivo de pensiones y ayudas de la Seguridad Social en 2026. Además, Trump ya tiene cinco candidatos a la presidencia de la Fed.

Miguel Ángel Valero

Donald Trump ha llegado a Asia con una actitud mucho más conciliadora que sus habitualmente agresivos exabruptos sobre los aranceles. Aterriza con nuevos avances en las negociaciones comerciales, lo que rebaja la incertidumbre y confirma una vez el patrón que sigue el presidente de EEUU: tras reavivarse las fricciones comerciales con nuevas amenazas de subidas agresivas de aranceles, se pasa a la fase de negociación que dejará paso a la llegada de acuerdos parciales que eviten los peores escenarios.

Las reuniones entre miembros de la Casa Blanca y de China, previas al primer viaje asiático de Trump (en Japón se ha reunido con el emperador, Naruhito, y lo hará con la primera mujer que accede a la presidencia del Gobierno, Sanae Takaichi, y en Corea del Sur, con su presidente, Lee Jae-myung, para celebrar el jueves 30 un encuentro con Xi Jinping) se han saldado con un “acuerdo marco”, según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que evitaría la temida imposición de esa agresiva amenaza de una nueva subida de 100 puntos de los aranceles estadounidenses a China. 

Este principio de acuerdo deberá ahora ser ratificado cuando se reúnan directamente Trump y Xi Jinping. La problemática de fondo no es nueva y girará en torno a la suavización de las restricciones a las exportaciones de tierras raras (desde China) y semiconductores (desde EEUU). También tendrán protagonismo las compras de soja y la exigencia de Trump a un mayor control del fentanilo desde China. Donde hay un principio de acuerdo es en TikTok.

La reunión se celebra apenas unos días antes de la prevista subida del 100% de los aranceles americanos (1 de noviembre) y de la finalización de la tregua comercial de 90 días firmada en agosto (la moratoria actualmente vigente finalizaría el 10 de noviembre y conllevaría una subida recíproca de los aranceles).

Trump está en Malasia para comenzar su ronda de visitas previas a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) y su agenda está dejando vientos de relajación de las tensiones comerciales. Los acuerdos no se han quedado solo con China, ya que las negociaciones comerciales avanzan con varias economías del sudeste asiático (Vietnam, Malasia, Tailandia y Camboya), y también se escenificó un 'deshielo en las relaciones con Brasil, donde tras elevarse los aranceles al 50% en agosto, se abrió la puerta a acuerdos que rebajen estas tasas. Estas cinco economías (las del sudeste asiático más Brasil) suman el 9,4% de las importaciones estadounidenses.

Trump solo endurece los aranceles a Canadá, un 10% adicional, tras una campaña publicitaria del Gobierno de Ontario que critica su plan de aranceles. El anunciobusca generar conciencia entre los votantes republicanos sobre los perjuicios económicos de las políticas arancelarias, utilizando para ello fragmentos de un discurso de 1987 del entonces presidente de EEUU, Ronald Reagan –también republicano–. Actualmente, Canadá es el tercer mayor socio comercial de EE.UU en importaciones, y se enfrenta un arancel del 35% sobre productos no contemplados bajo el tratado de libre comercio USMCA, además de gravámenes específicos del 25% a los automóviles y del 50% al acero, aluminio y cobre. 

Más presión sobre Rusia por Ucrania

El presidente estadounidense también se vio envuelto en otro desencuentro diplomático, tras cancelar la reunión prevista con Vladimir Putin, por la negativa de éste a un alto el fuego. La reunión prevista en Budapest fue suspendida y, según informó la Casa Blanca, no existen planes inmediatos para que ambos mandatarios se encuentren próximamente. 

Además, EEUU y la Unión Europea han reforzado la coordinación para aumentar la presión sobre las exportaciones de petróleo y gas de Rusia. Por un lado, EEUU anunció nuevas sanciones contra las dos principales compañías petroleras rusas (Rosneft y Lukoil), a la vez que Trump presiona a India para que disminuya las importaciones de petróleo ruso. En lo que respecta a la UE, aprobó su 19º paquete de sanciones, que establece como objetivo eliminar por completo la importación de gas natural licuado ruso para enero de 2027. Paralelamente, los países miembros de la UE acordaron eliminar progresivamente todas las importaciones de gas ruso antes de 2028. 

Apagón estadístico por el cierre de la Administración

Tras semanas sin conocer publicaciones del instituto de estadística de EEUU por motivo del cierre de Gobierno, como excepción se publicó con 9 días de retraso el dato de inflación, necesario para actualizar el poder adquisitivo de pensiones y ayudas de la Seguridad Social en 2026. El informe de inflación resultó mejor de lo esperado –tanto la tasa general como la subyacente se situaron en un 3% frente al 3,1% previsto en ambos casos–. 

En cuanto a la inflación general, se produjeron dos fuerzas contrapuestas: la energía contribuyó positivamente, no por una aceleración de los precios en los últimos meses, sino por una base comparativa muy baja del año anterior. Por el contrario, los servicios mostraron el menor avance desde 2021, de la mano de la desaceleración de los alquileres imputados –la principal partida contribuyente de los últimos cuatro años–, que por primera vez en este periodo aportaron menos de 1 p.p. En los bienes, los efectos de los aranceles fueron dispares: algunos grupos, –como la ropa y accesorios–, revirtieron sus avances, mientras que otros, –como mobiliario y bienes recreativos–, mostraron ciertos repuntes. Así, los precios que excluyen los componentes más volátiles se redujeron gracias al retroceso en los servicios, el componente más persistente, mientras que los bienes aún no reflejan plenamente el impacto de los aranceles, que podría hacerse más evidente en la última parte del año de forma temporal. 

No obstante, el seguimiento de estos datos dependerá del desarrollo de las negociaciones sobre el cierre del gobierno. La próxima publicación está programada para el 13 de noviembre, pero según ha declarado la Casa Blanca, no se espera que se difunda el IPC de octubre, lo que generaría un vacío en la serie histórica.

También se publicaron los datos de confianza empresarial, que sorprendieron positivamente al batir las expectativas. En EEUU, el índice compuesto repuntó al 54,8 desde el 53,9 anterior, impulsado por una mejora tanto de los servicios como, en menor medida, de las manufacturas. 

Pero la quinta semana de cierre del gobierno en Estados Unidos seguirá afectando a  la publicación de las principales estadísticas económicas del país. Por ello, datos tan importantes como el PIB del tercer trimestre (que deben publicarse el jueves 30 de octubre), probablemente seguirán sin conocerse. 

Se consuma el asalto a la Fed

Además, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha desvelado, dos días antes de la reunión de tipos de la Reserva Federal, la identidad de los cinco candidatos a suceder a Jerome Powell, cuando finalice su mandato en mayo de 2026: los actuales miembros de la junta de la Fed, Christopher Waller y Michelle Bowman; el exgobernador del banco central, Kevin Warsh; el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassett; y el ejecutivo de BlackRock, Rick Rieder.

Bessent, siguiendo las directrices de Trump, es el encargado de dirigir el proceso de selección para ser la mayor autoridad monetaria de EEUU, que se tendrá que enfrentar a las presiones del Gobierno federal para rebajar los tipos de interés y, al mismo tiempo, a una inflación todavía no controlada del todo y a una depreciación del dólar.

Trump espera tomar la decisión definitiva sobre el nuevo presidente de la Fed antes de que termine este año.

Ebury: la sorpresa bajista de la inflación faciita la bajada de tipos en EEUU

El dólar se mantuvo bastante firme la semana pasada, a pesar de que el único dato estadounidense publicado en las últimas semanas (el IPC de septiembre) prácticamente garantizó nuevas bajadas de tipos en las dos próximas reuniones por parte de la Fed. Se espera de manera generalizada que la Reserva Federal vuelva a recortar los tipos el miércoles 29 de octubre, a pesar del cierre del Gobierno. 

"Creemos que no hay ningún dato económico que pudiese haber impedido la bajada de octubre si hubiese sido publicado. Creemos que Powell insinuará la posibilidad de que lleve a cabo otra reducción de tipos en diciembre, en línea con el gráfico de puntos del FOMC. Sin embargo, existe una considerable incertidumbre sobre la trayectoria de tipos más allá de diciembre. La inflación estadounidense sigue muy por encima del objetivo y seguimos sin tener una visión clara del estado de la economía dado el cierre del Gobierno federal", señala el Análisis Semanal del Mercado de Divisas de Ebury

La reunión del BCE se celebra un día después que la de la Fed, el jueves, pero se espera que los tipos se mantengan inalterados en el futuro inmediato. En su lugar, todas las miradas estarán puestas en la reunión entre Trump y Xi Jinping ese mismo día. Los mercados esperan recibir buenas noticias en este sentido, después del anuncio de un principio de acuerdo realizado el fin de semana. Todavía no está claro si se firmará un acuerdo o se extenderá la tregua, pero los inversores se están contentando con que se esté evitando un escenario arancelario más grave. 

  • EUR: El repunte inesperado de los PMI de actividad empresarial de la zona euro respalda nuestra opinión de que el ciclo de recortes del BCE ha llegado a su fin. Creemos que la reunión de esta semana no tendrá mayor importancia, ya que la presidenta Lagarde no parece que tenga mucho apetito por relajar más la política monetaria. Además, la mejora de los PMI ha sido especialmente notable en el sector servicios alemán, lo que podría ser un primer indicio de que el estímulo fiscal germano está empezando a surtir efecto. Por otro lado, la actividad en Francia sigue contrayéndose, en parte por la gran incertidumbre política generada recientemente. Tanto los PMI como la postura hawkish del BCE deberían respaldar modestamente al euro hasta finales de año. Las noticias sobre un acuerdo comercial entre EE.UU. y China también deberían ser ligeramente positivas para la moneda única, dada la exposición relativamente alta del bloque a la economía china.
  • USD: A pesar del actual cierre del Gobierno federal, que muy probablemente superará el de 2018/19 como el más largo de la historia, la semana pasada recibimos, por fin, algunos datos económicos estadounidenses de primer orden. La inflación de septiembre, que fue publicada con retraso, quedó ligeramente por debajo de las expectativas. El indicador general repuntó al 3%, un nivel que sigue muy por encima del objetivo, como lo ha estado durante los últimos cuatro años. De hecho, la propia Fed espera que se mantenga por encima del 2% hasta al menos 2028. Nada de esto parece que vaya a impedir una nueva bajada de tipos por la Fed el miércoles, ni en la reunión de diciembre. Sin embargo, las perspectivas monetarias para el año que viene son menos claras, dada la ausencia casi total de datos económicos desde el cierre del Gobierno. Seguimos pensando que la trayectoria de menor resistencia para el dólar es a la baja a medio plazo, y una Fed más acomodaticia en 2026 reforzaría este posicionamiento.
  • GBP: La inflación británica de septiembre trajo buenas noticias para el Banco de Inglaterra. El indicador general quedó por debajo de las expectativas y se mantuvo constante con respecto al mes anterior, en el 3,8 %. Por otro lado, la inflación subyacente remitió ligeramente al 3,5 %. Esto ha reavivado la posibilidad de que el Comité de Política Monetaria recorte los tipos en diciembre, y los mercados de swaps lo están descontando con una probabilidad de en torno el 66%. Sin embargo, no estamos convencidos de que este recorte se vaya a producir. La inflación británica sigue más cerca del 4 % que del 3 %, es decir, casi el doble del nivel objetivo del 2 %. Tampoco tenemos evidencias de que el crecimiento de los precios haya tocado techo. Si no se produce un deterioro notable de la actividad económica de aquí a diciembre, creemos que el MPC probablemente pecará de cautela y mantendrá los tipos sin cambios, lo que debería ser ligeramente positivo para la libra. La verdadera incógnita es, por supuesto, el presupuesto de otoño, ya que una política fiscal que imponga una carga impositiva elevada y que perjudique el crecimiento, podría provocar una respuesta más dovish del Banco de Inglaterra.
20Oct

Trump no puede tener tantos frentes abiertos: el cierre de la Administración más largo de la historia de EEUU, la desconfianza sobre la situación real de la banca regional, el fin de la moratoria arancelaria con China el 10 de noviembre.

Miguel Ángel Valero

El jueves 16 de octubre los mercados reaccionaron con inquietud tras conocerse que los bancos regionales estadounidenses Zions Bancorp y Western Alliance registraron pérdidas derivadas de préstamos otorgados a fondos de inversión especializados en compra de hipotecas comerciales en riesgo de impago, los cuales presuntamente han incurrido en prácticas fraudulentas, como contó Dinero Seguro. Sin embargo, aún es temprano para hablar de una crisis generalizada en el sector y que, por ahora, se trata de eventos idiosincráticos y no de un riesgo sistémico. 

Mientras se espera la publicación de los resultados de los dos bancos en cuestión (20 de octubre, Zions; al día siguiente, Western Alliance, el viernes 17 de octubre, pocas horas después de que se desataran las preocupaciones en los mercados sobre la situación real de la banca regional en EEUU, la nueva tanda de presentaciones de otras entidades mostró solidez: Truist Financial Corp., Regions Financial Corp. y Fifth Third Bancorp registraron provisiones para pérdidas crediticias menores a las previstas. Y, a lo largo de la semana, los grandes bancos estadounidenses presentaron resultados que superaron las expectativas de beneficios en un 85% de las ocasiones, reforzando la percepción de solidez en el conjunto del sector financiero.

En medio de esta situación, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha insinuado por primera vez el posible fin del proceso de reducción de balance, iniciado hace más de tres años. Aunque Powell no ha ofrecido un plazo específico, sí ha señalado que podría concluir “en los próximos meses”. El fin de este mecanismo, conocido como Quantitative Tightening (QT), marcaría un giro hacia una postura menos restrictiva.

En el ámbito comercial, Trump suavizó su tono beligerante con China tras haber amenazado la semana previa con aranceles adicionales del 100%. El lunes declaró que “todo va a ir bien” con China y, el viernes, admitió que los aranceles amenazados al gigante asiático “no son sostenibles” sin afectar a la economía estadounidense. Sin embargo, ambos países continúan intensificando los ataques comerciales, activando tarifas portuarias a los buques del otro país que atraquen en sus respectivos puertos. 

Las tensiones comerciales continuarán ganando protagonismo a medida que se acerca la fecha final de la tregua entre EEUU y China. Si no acuerdan una nueva ampliación, el 10 de noviembre terminará la moratoria, produciéndose nuevas subidas cruzadas de los aranceles. Trump ha señalado sus tres principales exigencias: tierras raras, soja y fentanilo. El presidente americano ha señalado la necesidad de llegar a un acuerdo satisfactorio que permita frenar los controles de las exportaciones de tierras raras y la reducción de las compras de soja estadounidense que está usando China como medida de presión. Además, no se muestra conforme con los controles sobre el fentanilo.

Esta semana se van a acelerar los contactos y está prevista una reunión entre el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent y el viceprimer ministro chino He Lifeng en Malasia. Un encuentro que será preparatorio para lo que debería ser la cita decisiva y que se realizaría a finales de mes cuando se celebre la cumbre de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) en Corea del Sur desde el 28 al 31 de octubre y donde se reunirían finalmente los dos líderes –Trump y Xi Jinping-.

El cierre total de la Administración más largo de la historia

Mientras tanto, EEUU llega a la cuarta semana de cierre del gobierno, sin visos de una solución tras más de nueve intentos fallidos en el Senado para aprobar un proyecto que restablezca la financiación federal. Con ello, éste sería el cierre total del gobierno más largo de la historia y el tercer más extenso de todos los ocurridos en el pasado (teniendo en cuenta los parciales y los totales). En episodios pasados de cierre total del gobierno se estima un impacto semanal sobre el PIB de cerca de dos décimas. 

Aunque con esta extensión del cierre del gobierno americano nos quedamos sin la mayoría de las referencias macroeconómicas más relevantes, esta semana sí conoceremos algunos datos importantes: el organismo oficial de estadísticas económicas (Bureau of Labor Statistics) anunció que ha convocado a sus empleados de manera excepcional para tratar de publicar el dato de inflación de septiembre (IPC). Esta importante referencia económica la conoceremos a final de la semana y será un dato que, por una parte, facilitará a que la Fed tenga información más actualizada antes de su próxima reunión (29 de octubre) y también permitiría que, como habitualmente, la Seguridad Social utilice esta referencia para ajustar sus pagos al incremento del coste de la vida.

Señales de debilidad en el PIB de China

En cuanto a China, se ha publicado ya la cifra de crecimiento del PIB del 3T que logró batir las expectativas, pero dejando entrever señales de debilidad. El PIB avanzó un 4,8% interanual, una décima por encima de lo previsto, pero mostrando una desaceleración de tres décimas frente al trimestre anterior y una mayor divergencia entre demanda y oferta: el consumo privado sigue débil, castigado por la crisis inmobiliaria (las ventas al por menor moderaron su avance hasta el +3% interanual en septiembre) y decepcionó especialmente la caída de la inversión fija (pública y privada) que retrocedió en el acumulado de los nueve primeros meses un -0,5%.

Con este dato sobre la mesa, las miradas se centran en la publicación preliminar de las líneas maestras del nuevo plan quinquenal del gobierno de China. Desde hoy está reunido el Comité Central del Partido Comunista y está prevista la publicación de un comunicado oficial para el jueves 23 de octubre. Se espera que el Gobierno sitúe a la tecnología y a la seguridad como cuestiones centrales del progreso económico para el próximo lustro. 

Ebury: la prolongación del cierre de la Administración dispara los activos refugio

El aumento de las tensiones comerciales entre China y EEUU y el cierre federal más largo de la historia estadounidense provocaron algunas correlaciones extrañas en los mercados financieros la semana pasada. Los inversores se volcaron en masa hacia activos refugio como el oro, el franco suizo y el yen japonés, mientras que las acciones se mantuvieron en máximos históricos y los bonos permanecieron relativamente estables. 

La hostilidad entre Washington y Pekín se suavizó la semana pasada tras algunas declaraciones conciliadoras por ambas partes. Los inversores esperan que se alcance un acuerdo, pero la gran incógnita es si los controles a las exportaciones de tierras raras suponen un cambio real en la política comercial china o si se trata simplemente de una táctica negociadora. "Nosotros nos inclinamos por el segundo escenario, pero los mercados siguen indecisos", señalan los expertos de Ebury en su Análisis Semanal del Mercado de Divisas. 

La falta de datos en EE.UU. provocada por el cierre de la Administración se verá paliada esta semana por la publicación del IPC de septiembre. Los economistas esperan otro repunte que lo sitúe en el rango del 3-4 %. Muy por encima del objetivo de la Reserva Federal, cuyo "posicionamiento cada vez más dovish nos resulta algo incongruente". La inflación británica de septiembre también se publicará este miércoles. El viernes promete ser un día volátil ya que, además de la inflación estadounidense, se publicarán los PMI de actividad empresarial de múltiples regiones económicas. 

  • EUR: El Gobierno francés consiguió tomar una buena bocanada de aire la semana pasada, al haber sobrevivido no a una, sino a dos mociones de censura. Ahora parece que el presupuesto de Lecornu tiene más posibilidades de ser aprobado tras las enmiendas introducidas, que de no hacerlo. El alivio que experimentó el mercado fue muy contenido ya que el primer ministro sobrevivió a costa de retrasar la entrada en vigor de la reforma de pensiones, que prevé un aumento indispensable de la edad de jubilación. Por otro lado, la deuda soberana francesa sufrió una inesperada rebaja en su calificación crediticia el fin de semana, pero el impacto que está teniendo en los mercados no está siendo muy pronunciado. Tras haber concluido recientemente su ciclo de recortes, la labor del BCE parece más que la del Banco de Inglaterra o la Reserva Federal. La revisión al alza de la inflación subyacente nos confirma que el listón para que se produzcan nuevos recortes sigue siendo muy alto. En nuestra opinión, esto debería seguir respaldando la moneda única, especialmente frente al dólar estadounidense. 
  • USD: La falta de datos económicos debido al cierre de la Administración estadounidense está provocando que los mercados sobreinterpreten otros acontecimientos, concretamente los rumores sobre la calidad crediticia en EEUU, tras una serie de quiebras que han tenido bastante repercusión en los medios. De momento, no vemos riesgos sistémicos derivados de dichas quiebras, y los diferenciales crediticios se mantienen en niveles muy bajos en términos absolutos. El contexto macroeconómico (flexibilización monetaria a pesar de la elevada inflación) debería favorecer el crédito, y por ello continuaremos monitorizando de cerca la situación. Creemos que los datos de inflación de este viernes no mostrarán avances hacia el nivel objetivo de la Fed, con una inflación general y subyacente que se situarán entre el 3 % y el 4 % anualizado. Es poco probable que esto disuada a la Fed de relajar su política monetaria en sus dos próximas reuniones, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de nuevos datos sobre el mercado laboral. Es posible que tengamos que esperar un tiempo para poder analizar adecuadamente el estado del mercado laboral, ya que los mercados de apuestas prevén que este sea el cierre más largo de la historia estadounidense. 
  • GBP: Los datos del mercado laboral del Reino Unido siguen mostrando claros signos de enfriamiento. La destrucción incesante de puestos de trabajo parece que se detuvo durante el verano, aunque en septiembre se volvieron a perder otros 10.000 puestos de trabajo. Con este dato, el total de puestos de trabajo perdidos desde la aprobación del presupuesto el año pasado asciende a la friolera de 127.000. Esta desaceleración en el mercado laboral casa con las últimas cifras del PIB, que siguen mostrando un crecimiento económico moderado, de tan sólo un 1 % anualizado. Esta cifra no es ni mucho menos alentadora si tenemos en cuenta que Gran Bretaña se encuentra en medio de uno de sus mayores auges demográficos de las últimas décadas, lo cual implica que la situación media de la población podría empeorar en términos per cápita. El Banco de Inglaterra se enfrenta a un dilema similar al de la Reserva Federal, ya que la debilidad del mercado laboral coincide con una inflación que sigue estando muy por encima del objetivo. Por ello, los datos del IPC de esta semana serán determinantes de cara a las próximas decisiones sobre los tipos de interés. Dicho esto, el Banco de Inglaterra no parece muy interesado en reanudar el ciclo de recortes con una inflación que se acerca más al 4 % que al 2 %.
13Oct

Las ventas al exterior de China alcanzaron su mayor crecimiento en los últimos seis meses al avanzar un 8,3% interanual en septiembre, a pesar de que las exportaciones hacia EEUU retrocedieron un 27% (el sexto mes consecutivo con retrocesos a tasas de doble dígito).

Miguel Ángel Valero 

Continúa el cierre del Gobierno en EEUU, tras al menos cinco votaciones infructuosas para reabrirlo, pero con la voluntad de alcanzar un acuerdo. Pese a ello, Donald Trump incrementaba la incertidumbre en el frente comercial. La Casa Blanca ha amenazado con aranceles generalizados adicionales del 100% a las importaciones chinas, subida sustancial frente al 55% actual vigente, en respuesta al endurecimiento de controles de exportación chinos sobre tierras raras y el anuncio de investigación antimonopolio sobre Qualcomm. Los aranceles a China se colocarían en niveles similares a lo que se impuso en el Día de la Liberación.  

China, por su parte, ha advertido de represalias, defendiendo la legitimidad de sus controles y activando además licencias y nuevas restricciones que abarcarán materiales y equipos a partir del 1 de diciembre. 

El mercado se encuentra pendiente de la ventana política previa a APEC, en donde está en el aire la reunión prevista entre Trump y Xi Jinping. 

En China, en un momento en el cual se elevan las tensiones comerciales con Estados Unidos, se han publicado cifras relativas al comercio exterior y que muestran una notable fortaleza de las exportaciones. Las ventas al exterior de China alcanzaron su mayor crecimiento en los últimos seis meses al avanzar un 8,3% interanual en septiembre, a pesar de que las exportaciones hacia EEUU retrocedieron un 27% (el sexto mes consecutivo con retrocesos a tasas de doble dígito). 

Estos datos refrendan la capacidad que está mostrando China de redirigir sus ventas exteriores hacia otras economías, que avanzaron un 14,8% (exportaciones totales excluyendo ventas a EEUU) y destacó especialmente el crecimiento de las exportaciones a Vietnam, que fueron del 25% o las realizadas a la Unión Europea que escalaron un 14%. 

Las tensiones comerciales han vuelto a impactar negativamente en los mercados bursátiles globales. El índice mundial retrocedió un 2,1% durante la semana, siendo la sesión del viernes la más desfavorable desde abril y la tercera peor en lo que va del año. Esta caída tuvo un marcado carácter cíclico, con los sectores de consumo discrecional (-3,5% semanal) y energía (-3%) liderando los descensos. No obstante, el sector tecnológico no se vio especialmente afectado, cayendo en línea con el agregado global (-2,1%). En contraste, los sectores que lograron esquivar las pérdidas fueron las utilities (+1%) y el consumo básico (+0,1%).  Los mercados más golpeados fueron los estadounidenses (-2,4% semanal) y los chinos (-3,3%), afectados por las crecientes fricciones comerciales.

En renta fija, la duración actuó como refugio frente a la corrección de los activos de riesgo, favoreciendo la apreciación de los bonos con vencimientos más largos. La rentabilidad del bono soberano a 10 años cerró la semana por debajo del 4,1% en EEUU.

El aumento de la volatilidad en los mercados bursátiles también ha repercutido en los diferenciales de crédito, especialmente en el segmento de alto rendimiento (high yield), con incrementos semanales de 30 puntos básicos (pb) tanto en el crédito de menor calidad estadounidense como en el europeo, que han vuelto a superar los 300 pb.

Las tensiones se han trasladado también al mercado de divisas. Tras alcanzar niveles de 1,15 EUR/USD durante la semana, la reactivación de los conflictos comerciales devolvió al par a cotas de 1,16 EUR/USD, cerrando la semana sin cambios significativos.

En el mercado de materias primas, un mismo evento generó dos reacciones distintas. Por un lado, el petróleo se vio presionado por el aumento de la oferta de la OPEP, y su desplome se intensificó el viernes tras las amenazas dirigidas a China, dejando al precio del barril Brent por debajo del 64 $/barril. Por otro lado, el oro mantuvo su tendencia alcista, superando los 4.000 $/onza. A pesar de la volatilidad, la incertidumbre comercial impulsó nuevamente al oro que cerró la semana con un avance del +3,4%.

Lombard Odier: EEUU y China alcanzarán un compromiso

El último CIO Office Flash Viewpoint, elaborado por Nannette Hechler-Fayd’herbe, Head of Investment Strategy, Sustainability and Research, CIO EMEA de Lombard Odier, subraya que las tensiones comerciales entre EEUU y China se han intensificado debido a una serie de posibles nuevas restricciones sobre las tierras raras, la imposición de aranceles adicionales y los controles a las exportaciones de software.

Esta escalada en las relaciones comerciales no debe subestimarse, aunque podría interpretarse como un preludio a negociaciones antes de una serie de fechas límite.

"Nuestra expectativa es que Estados Unidos y China alcancen un compromiso, dado su nivel de interdependencia económica; sin embargo, los riesgos de una mayor escalada persisten, por lo que seguimos de cerca cada desarrollo. En los portafolios, nuestras posiciones con sobre ponderación en renta fija y oro, y la infra ponderación en acciones estadounidenses, parecen bien posicionadas para resistir un período de elevada incertidumbre", resalta. 

La secuenciación deliberada de plazos clave apunta a un deseo mutuo de mantener las conversaciones y, potencialmente, alcanzar un acuerdo:

  • 20-23 de octubre: El XV Plan Quinquenal se formalizará durante el IV Pleno del XX Comité Central del Partido Comunista Chino.
  • 29-30 de octubre: Posible visita del presidente Trump a Corea del Sur, tras un viaje programado a Japón.
  • 31 de octubre - 1 de noviembre: Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur, con probable asistencia del presidente Xi Jinping.
  • 1 de noviembre: Entrarán en vigor los aranceles adicionales del 100% de EEUU sobre China
  • 8 de noviembre: Entrarán en vigor los nuevos controles de exportación de China sobre tierras raras, materiales para baterías y materiales superduros.
  • 1 de diciembre: Entrarán en vigor los controles extraterritoriales de exportación de China sobre tierras raras.

Ebury: freno a la subida del dólar

El dólar tuvo una de sus mejores semanas en meses, mientras que la incertidumbre política francesa lastró al euro. Sin embargo, la reanudación de la guerra comercial entre EEUU y China supuso un revés para los activos de riesgo a última hora del viernes. Las acciones cayeron bruscamente, los bonos del Estado repuntaron y el dólar se vendió de forma moderada, para luego estabilizarse y recuperarse a primera hora del lunes en los mercados asiáticos. 

"No identificamos patrones claros en los mercados de divisas, ya que la mayoría de ellas cayeron frente al dólar de forma simultánea", precisa el Análisis Semanal del Mercado de Divisas de Ebury. Sin embargo, la divisa con peor rendimiento fue el real brasileño, que cayó casi un 4 % debido al nerviosismo en torno a la situación fiscal del país. 

La atención debería seguir centrada en el recrudecimiento de la guerra comercial entre EEUU y China, así como en la posibilidad de que se alcance un acuerdo para reabrir la administración federal estadounidense.

  • EUR El revuelo político en Francia fue, sin duda, uno de los factores que impulsaron al dólar la semana pasada, ya que el euro se ha convertido en la principal alternativa al billete verde como reserva de valor y medio de cambio. Aunque hasta ahora se han evitado los peores escenarios (nuevas elecciones y/o la dimisión de Macron), la capacidad del Gobierno para aprobar un presupuesto es muy dudosa y podría continuar ejerciendo presión sobre la moneda común, ya que las preocupaciones fiscales están cobrando cada vez más importancia en los mercados. No hay muchas publicaciones económicas en la agenda esta semana, por lo que la atención seguirá centrada en la situación política francesa. 
  • USD La falta de datos económicos debido al cierre de la administración está dificultando enormemente la labor de evaluar el estado de la economía estadounidense. Además, sigue sin vislumbrarse un final del cierre, pero, a pesar de ello, los mercados no parecen muy preocupados y se muestran mucho más inquietos por el recrudecimiento del conflicto comercial con China. Tras la imposición de controles adicionales a las exportaciones de tierras raras por parte de China, EE. UU. ha amenazado con imponer al gigante asiático un arancel adicional del 100 % que entraría en vigor el 1 de noviembre. Al establecer esta fecha, Trump deja cierto margen de tiempo para negociar. Al conocerse esta noticia el dólar se depreció, lo que parece confirmar que los inversores consideran que las guerras comerciales son perjudiciales para el dólar.
  • GBP En el Reino Unido, los mercados siguen analizando la situación fiscal del país, aunque el presupuesto de 2026 no se hará público antes del 26 de noviembre. La huida hacia activos refugio el viernes benefició al mercado de bonos soberanos británicos, y los de muchos otros países. Los datos económicos se están comportando razonablemente bien hasta ahora. El informe del mercado laboral de esta semana nos proporcionará una referencia clave para determinar el estado de la economía británica, pero creemos que la libra esterlina seguirá cotizando muy en línea con el euro en el futuro cercano. 
10Oct

"Cada concesión a Trump acerca un poco más a Estados Unidos a perder, sin darse cuenta, aquello que siempre lo definió como nación", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

Miguel Ángel Valero

Las negociaciones para el fin del 'shutdown' y la reapertura de la Administración de EEUU no muestran avances significativos. A medida que se prolongue esta situación, el impacto económico podría intensificarse. Las conversaciones deberían empezar a dar frutos la próxima semana. De no ser así, Trump se ve abocado a gestionar el cierre gubernamental total más prolongado de la historia de EEUU.

Pero esto es mucho más complejo que el cierre de una Administración. Para el analista Pablo Gil, EEUU "vive un proceso tan sutil como inquietante: una transformación del sistema político desde dentro, impulsada por lo que muchos analistas denominan autoritarismo democrático. No es una dictadura clásica ni un golpe de Estado visible, sino algo más insidioso. Consiste en utilizar los propios mecanismos de la democracia (las leyes, los tribunales, las instituciones públicas) para concentrar el poder y neutralizar la disidencia". 

Las elecciones siguen existiendo, los medios continúan publicando y los partidos mantienen su apariencia de pluralismo, pero el equilibrio de poderes se desvanece. Poco a poco, las normas dejan de proteger al ciudadano y pasan a blindar al gobernante. "La erosión es tan gradual que gran parte de la población apenas la percibe. Y cuando finalmente lo hace, ya es demasiado tarde", avisa en The Trader.

En menos de un año, Donald Trump ha convertido esa estrategia en un manual de poder. Ha despedido a decenas de miles de funcionarios, desmantelado agencias públicas, presionado a empresas y medios de comunicación, y usado el aparato del Estado como herramienta personal. Ha mezclado sin pudor sus negocios privados con las funciones de gobierno, influyendo en políticas que benefician sus inversiones o las de sus socios. Ha utilizado su influencia sobre los criptoactivos, sobre sectores energéticos y sobre medios afines para reforzar su poder político. Es un presidente que actúa como empresario en la Casa Blanca, sin que nadie (ni los reguladores, ni el Congreso, ni los tribunales) le pida cuentas. 

Lo más inquietante no es solo su agenda autoritaria, sino la ausencia de oposición real. El Partido Demócrata, dividido y temeroso, sigue sin saber cómo plantar cara. Ahora tiene, sin embargo, una oportunidad inédita: los republicanos necesitan sus votos para poner fin al shutdown del Gobierno. Por primera vez en un año, los demócratas podrían bloquear el país, pero temen hacerlo. Saben que Trump aprovecharía la ocasión para presentarlos como los culpables del caos. Y, sin embargo, ceder de nuevo sería un error histórico: permitiría al presidente seguir gobernando como si nada ocurriera, consolidando su poder y debilitando aún más los contrapesos institucionales.

El sistema institucional estadounidense (basado durante dos siglos en los llamados “checks and balances”) se enfrenta a su prueba más dura. Los contrapesos solo funcionan cuando los actores respetan las reglas del juego. Cuando el poder decide ignorarlas o reinterpretarlas, las instituciones se vuelven impotentes. Lo que está ocurriendo en EEUU no es una anomalía: ya lo vimos antes en Hungría con Orban, en Turquía con Erdogan, o en Venezuela con Maduro, donde los líderes populistas desmantelaron los frenos democráticos paso a paso, mientras la población seguía creyendo que vivía en un régimen libre. La represión se disfraza de legalidad, la censura se justifica como “protección nacional” y la intimidación a los medios o la justicia se presenta como “reforma institucional”.

Los demócratas tienen ante sí una oportunidad única para demostrar que aún pueden frenar la deriva autoritaria. Pueden doblegar a Trump, al menos una vez, forzándole a aceptar concesiones a cambio de dar por concluido el “shutdown”. Pero deben entender que no se trata de mantener el cierre del Gobierno durante unos pocos días, como ha ocurrido tantas veces antes, sino durante el tiempo que haga falta. Solo así los mercados financieros comenzarán a reaccionar con nervios y desconfianza, y llegado el momento, incluso las agencias de rating se verán obligadas a reflejarlo con una rebaja de la nota soberana, encareciendo el coste de financiación de la inmensa deuda que tiene EEUU. Y si hay algo que Trump y su entorno empresarial no toleran, es una pérdida de confianza generalizada en los mercados. 

No sería la primera vez que el presidente da marcha atrás cuando la Bolsa le muestra los dientes: ya en abril de este año, durante su segundo mandato, suspendió a las pocas horas la entrada en vigor de sus propios aranceles tras la reacción de desplome superior al 20% en el S&P 500. 

Si los demócratas mantienen el pulso del “shutdown”, el país enfrentará días de tensión y los mercados reaccionarán con nerviosismo. Pero si vuelven a ceder, la verdadera sacudida no será económica, sino institucional: "cada concesión a Trump acerca un poco más a Estados Unidos a perder, sin darse cuenta, aquello que siempre lo definió como nación", advierte este experto.

Ebury: el dólar sufrirá por el bloqueo en EEUU

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, subraya la sorprendente fortaleza que está mostrando el dólar desde el inicio del cierre del Gobierno federal, lo que considera un desafío a la lógica habitual y a los movimientos registrados durante el último cierre en 2018.

No obstante, los analistas de Ebury consideran que “será difícil que el billete verde mantenga su actual trayectoria, dado que no se vislumbra una solución al bloqueo en el Congreso”.

Los mercados de apuestas apuntan ahora a que el cierre podría prolongarse casi un mes, lo que lo situaría en niveles similares al récord alcanzado durante el primer mandato de Trump.

10Oct

Por primera vez desde la introducción del euro en 1999, los bonos del Estado francés se negocien ahora de forma sistemática con diferenciales ligeramente superiores a los bonos italianos.

Miguel Ángel Valero

El ministro de Finanzas de Francia reafirmó que el país cumplirá sus compromisos presupuestarios con la Unión Europea, a pesar de que se prevén ajustes fiscales más moderados. El déficit estimado para 2025 se sitúa en el 5,4% del PIB, y deberá reducirse progresivamente hasta quedar por debajo del 3% en 2029, conforme a los objetivos con la Unión Europea. Para 2026, el plan inicial del ex primer ministro François Bayrou proponía una reducción al 4,6%, pero su sucesor, Sébastien Lecornu, elevó ese objetivo al 4,7% y posteriormente lo ha flexibilizado aún más, sugiriendo que el déficit se mantenga “por debajo del 5%”. En este contexto, el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy, subrayó la necesidad de cumplir con los compromisos europeos y advirtió que el déficit no debería superar el 4,8% en 2026.

DWS: cambio de roles entre Italia y Francia

En ese contexto, un análisis de DWS destaca el cambio de roles entre Italia y Francia en lo que respecta al riesgo respectivo de su deuda pública. "Cuanto menos seguro es su control del poder, más corto es el horizonte temporal de un gobierno o un responsable político. Dar prioridad al bienestar de un país a largo plazo en su conjunto es un lujo que puede parecer difícil de permitirse, si un gobierno solo intenta sobrevivir, día a día, el tiempo suficiente, por ejemplo, para aprobar el próximo presupuesto". advierte.

"Resulta esclarecedor contrastar la reciente agitación política en Francia con los últimos acontecimientos que se han producido", insisten los expertos de la gestora, que han elaborado un gráfico qie compara la trayectoria fiscal de Francia e Italia, tal y como se esbozó a principios de año en los programas de estabilidad de la Unión Europea (UE) para ambos países. 

Las tendencias generales son bastante llamativas, ya que Italia parece estar en camino de reducir su déficit presupuestario por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB), lo que le permitiría salir del procedimiento de déficit excesivo de la UE. Por el contrario, Francia parecía destinada a sufrir esa situación hasta 2029. Según las normas de la UE, los procedimientos de déficit deben restringir el margen de maniobra de los Estados miembros en materia de recortes fiscales y gasto público, siempre que un país supere el límite de déficit del 3%.

Sin embargo, el verdadero contraste ha sido cómo Italia se está ciñendo a sus objetivos, y probablemente, incluso los está superando, al tiempo que registra un superávit presupuestario primario. Mientras tanto, Francia ha tenido dificultades incluso para aprobar sus Presupuestos. En lo que respecta a las medidas de austeridad, el Parlamento se encuentra en un punto muerto desde que Emmanuel Macron disolvió la Cámara Baja el verano pasado. Francia ha tenido cinco primeros ministros desde que Macron fue reelegido presidente en 2022, lo que recuerda la inestabilidad de los gobiernos franceses antes de que Charles de Gaulle impulsara una nueva Constitución en 1958.

“Para este año, Francia parece estar en camino de tener el mayor déficit presupuestario de todos los miembros de la zona del euro, independientemente de las maniobras políticas y parlamentarias que puedan producirse en los próximos días y semanas”, señala Ulrike Kastens, Economista Senior para Europa de DWS. “Sin duda, Italia sigue estando más endeudada, pero la diferencia se ha reducido rápidamente”, subraya.

No es de extrañar, pues, que, por primera vez desde la introducción del euro en 1999, los bonos del Estado francés se negocien ahora de forma sistemática con diferenciales ligeramente superiores a los bonos italianos.

Ebury: Francia ensombrece las perspectivas para el euro

En lo que concierne al euro, el equipo de análisis de Ebury explica que “la persistente inestabilidad política en Francia sigue ensombreciendo las perspectivas para el euro”. El euro retrocedió ayer nuevamente por debajo del nivel de 1,16 frente al dólar, por primera vez en un par de semanas. 

“La noticia de que el presidente Macron planea nombrar un nuevo primer ministro debería interpretarse como un desarrollo positivo para la moneda común, ya que los inversores reaccionarían negativamente ante la posibilidad de nuevas elecciones anticipadas y un periodo adicional de incertidumbre”, comentan los analistas de la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas.

Macron sorprendió a propios y a extraños cuando anunció que Sébastien Lecornu volvía a  ser primer ministro, cinco días después de su dimisión. El cuilebrón continúa.

30Sep

"Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.

El Euribor a 12 meses cierra un nuevo mes al alza, con una media provisional del 2,170 %, a fecha de 29 de septiembre, frente al 2,114 % registrado el mes anterior. Se trata del segundo mes consecutivo en el que este indicador de referencia sufre nuevas subidas.

Este aumento se produce en un contexto de crecimiento moderado en la Eurozona, cuyos PMI reflejan una actividad económica tibia, aunque expansiva. El índice compuesto correspondiente a septiembre se situó algo por encima de las expectativas, en el nivel de 51,2. El sector manufacturero volvió a caer en territorio contractivo, mientras que el sector servicios continúa impulsando a la economía europea.

A nivel territorial, se ha producido una divergencia en la tendencia de crecimiento de Francia y Alemania. Los franceses están adoleciendo la inestabilidad política y crisis fiscal de su país, mientras que los alemanes empiezan a observar algunos brotes verdes, probablemente sembrados por el descomunal paquete fiscal en defensa e infraestructura. A partir del año que viene, el estímulo alemán debería empezar a manifestarse en los datos de forma más patente, aunque el crecimiento de la eurozona seguirá rondando por debajo del 1,5 % en los próximos dos años, según el Banco Central Europeo (BCE).

Por su parte, la inflación se ha asentado en el nivel objetivo del 2% durante todo el verano, para alivio del BCE. La subyacente se ha mantenido a un nivel moderado moderado del 2,3% durante los últimos cuatro meses. Las expectativas por parte de los consumidores para la inflación dentro de un año aumentaron en agosto al 2,8%. A pesar de ello, el BCE expresó en su última reunión confianza en la evolución del crecimiento de los precios, a la que sitúa en el 2,1 %  a finales de este año, en el 1,7 % a finales del año que viene y en el 1,9% en 2027. 

"A la luz de estos datos de crecimiento e inflación sólidos aunque moderados, consideramos que el BCE ha dado por acabado el ciclo de recortes actual, cediendo el paso a la política fiscal expansiva. Por tanto, en un contexto de política monetaria estable, el Euríbor a 12 meses no debería sufrir demasiados vaivenes en el futuro cercano y debería cerrar el año en torno al 2,1%. Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.

29Sep

En su primer mandato, la Administración de EEUU estivo patrcialmente paralixada durante 34 días, el mayor cierre de la historia, con un impacto de dos décimas en el PIB.

Miguel Ángel Valero

Donald Trump se enfrenta a un “nuevo” cierre del Gobierno en EEUU. Actualmente las posiciones de republicanos y demócratas están enrocadas y el Congreso tiene que, al menos, que conseguir aprobar una medida de financiación temporal antes del miércoles 1 de octubre. Ardua tarea viendo las últimas posturas: el 19 de septiembre los republicanos presentaron una propuesta que mantendría abierta la Administración durante otras siete semanas, pero ésta resultó rechazada en el Senado (a pesar de su mayoría en esta Cámara, para aprobar esta medida el partido de Trump necesita de 60 votos, lo que significa que al menos 7 demócratas deberán apoyarla). 

Por su parte, los demócratas han exigido que se prorroguen los subsidios sanitarios (Obamacare) y también la reversión de recortes presupuestarios a la sanidad aplicados al programa Medicaid y que fueron aprobados justamente en la reciente reforma fiscal de Trump. Éste ha tachado estas propuestas de “irracionales” y ha declarado que no está dispuesto a ceder. 

El lunes 29 de septiembre se reanudan in extremis las negociaciones con los cuatro principales lideres del Congreso visitando la Casa Blanca.

Trump sufrió el mayor cierre de la historia: 34 días

Si bien el cierre de la Administración americana parece inevitable, en el pasado, la mayoría de estos episodios fueron breves y con escasos efectos económicos. Desde 1980 ha ocurrido en catorce ocasiones, siendo episodios muy breves (menos de una semana de duración) y por ello apenas afectaron la actividad. 

Sin embargo, los últimos precedentes fueron algo más graves: en particular en 2018, bajo el primer mandato de Trump, el Gobierno estuvo parcialmente paralizado 34 días, el mayor cierre de la historia en términos de duración y que se estima retiró entre una décima y dos al PIB. 

En 2013, el cierre se extendió durante 16 días, pero con un mayor impacto en el PIB dado que este cierre de las actividades fue total. 

En los próximos días se intensificarán las negociaciones y se tratará de evitar los peores escenarios, que sería un cierre total y prolongado de la Administración.

Impacto en las estadísticas laborales

Uno de los primeros efectos del cierre de la Administración en EEUU se percibirá en las propias publicaciones macroeconómicas, dado que la agencia federal de estadísticas (Bureau of Labor Statistics) se vería afectada dificultando la normalidad en la difusión de sus estadísticas.

Precisamente cuando llega la 'semana grande' del mercado laboral en EEUU, y en un momento en el cual se está poniendo en entredicho la fiabilidad de las publicaciones oficiales de empleo. Como ejemplo, la tasa de respuesta de las encuestas de los hogares sobre la tasa de paro ha bajado hasta el 67% (hace 12 años era del 90%), mientras que por el lado de las empresas la respuesta a la encuesta de creación de empleo bajó hasta el 43% desde el 64% que se registraba en 2013.  

Si nada lo impide, se publicarán diversas referencias del mercado laboral. El viernes 3, la más importante: las cifras oficiales de septiembre, en las que se espera un ligero repunte de la creación de empleo hasta 50.000 nuevos puestos de trabajo frente a la media de 29.000 de los tres meses previos. Además, será relevante las posibles revisiones de las cifras que han sido más acusadas en los últimos meses. Por el lado de la tasa de paro, se espera que se mantenga estable, pero esto se debería más bien a un menor crecimiento de la fuerza laboral por las restricciones a la inmigración que una mejora del empleo. 

El martes 30 de septiembre se plublicará la encuesta JOLTS sobre la evolución de las vacantes. Y el miércoles 1 de octubre, las cifras de nóminas no-agrícola privadas realizada por ADP (un dato quecobrará especial relevancia si el cierre de la Administración paraliza la publicación de estadísticas oficiales).

Trump afronta el posible cierre de su Administración con una mejora moderada de la confianza empresarial en septiembre; una revisión de 5 décimas del PIB en el 2º trimestre, hasta el 3,8% anualizado, gracias al consumo (que crece el 2,5%, frente al 1,6% anterior), la inversión en equipos de tecnología y software, que aportó ocho décimas al crecimiento. Pero la inversión residencial restó dos décimas.

También los datos de gasto personal indican que el consumo sigue fuerte (+0,6% mensual) y apunta a un tercer trimestre con cifras sólidas. En cuanto a la inflación, pocas sorpresas, cifras en línea con lo esperado y que mantienen la inflación subyacente en el +2,9%.

Diferentes posturas en la Fed

En medio de los intentos de asalto a la Fed por parte de Trump, se visibilizan las dispares posturas de los diferentes miembros de la Reserva Federal. Austan Goolsbee expresó su incomodidad ante la idea de aplicar múltiples recortes anticipados en los tipos de interés, hasta tener la certeza de que el impacto de los aranceles sobre la inflación sea transitorio. 

Por el contrario, los nombrados por Trump defienden una postura más laxa: Stephen Miran, recientemente incorporado al Comité pese a mantenese como asesor económico de la Casa Blanca, reiteró su visión de que la política monetaria se encuentra altamente restrictiva y urgió a la institución a rebajar rápidamente las tasas de interés para adelantarse a una “gran catástrofe”. Michelle Bowman, quien fue nombrada por Trump en su primer mandato, justificó la necesidad de más recortes al considerar que la inflación está “dentro del rango” del objetivo del 2%, mientras que el mercado laboral se muestra más “frágil” de lo esperado.

Lorie Logan ha centrado su atención en mejorar las herramientas de actuación de la Reserva Federal, que influye en la economía a través de sus decisiones sobre el tipo de interés oficial, cuyo referente tradicional es la conocida tasa de fondos federales (Federal Funds Rate). Logan propone reemplazar esta tasa como referencia por otra más representativa del mercado actual: la TGCR (Tri-Party General Collateral Rate), utilizada en el mercado de repos. Esta propuesta responde al hecho de que el mercado de fondos federales ha perdido relevancia, con un volumen de transacciones que actualmente promedia menos de 100.000 millones$ diarios. En contraste, el mercado de repos, donde se utiliza la TGCR, mueve más de un billón al día, lo que lo convierte en un entorno más amplio, estable y consolidado. De este modo, las decisiones de política monetaria se transmitirían de forma más eficaz al conjunto de los mercados monetarios.

Franklin Templeton se centra en renta fija de corta duración

El nuevo informe de Franklin Templeton 'On My Mind': la arriesgada tarea de la gestión de riesgos, elaborado por Sonal Desai, directora de inversiones de renta fija, subraya cómo la reciente decisión de la Fed de recortar tipos se da en un contexto de alta incertidumbre y división dentro del FOMC, afectando a la economía y a las decisiones de inversión.

El informe destaca especialmente los riesgos de inflación, las posibles consecuencias para la economía estadounidense de las políticas de Trump y la recomendación de centrarse en renta fija de corta duración.

Ebury: la mejor alternativa al dólar es el oro

En este contexto, el repunte del dólar se prolonga por segunda semana consecutiva al disiparse los temores de recesión en EEUU. Algunos datos económicos estadounidenses sólidos impulsaron el dólar la semana pasada y provocaron que los mercados recortaran sus expectativas de recortes por parte de la Reserva Federal. El consumo se mantiene en niveles saludables y en consonancia con un crecimiento decente, a pesar de la desaceleración del mercado laboral. Ante los escasos indicios de aceleración económica en la zona euro, la subida de los rendimientos de los bonos soberanos estadounidenses fue suficiente para impulsar al alza el dólar frente a las principales divisas del G10. 

La sentencia sobre la legalidad del despido por parte de Trump de la gobernadora Cook, y sus implicaciones para la independencia de la Reserva Federal, siguen siendo un riesgo para el dólar. 

Sin embargo, por ahora la mejor alternativa al dólar "creemos que es el oro, y no otra divisa", señala el Análisis Semanal del Mercado de Divisas de Ebury

  • EUR: Las cifras del PMI de la zona euro de la semana pasada mostraron un crecimiento moderado, con una ligera contracción en el sector manufacturero compensada por unos datos algo mejores en el sector servicios. Con respecto al sector manufacturero, aún no se aprecia el impulso del paquete fiscal alemán anunciado hace casi seis meses, lo cual no es demasiado sorprendente dado el desfase inherente a estos tipos de estímulos, y en particular al gasto en infraestructura; no esperamos que se note el impacto hasta principios de 2026. Las expectativas de inflación en la zona euro han aumentado ligeramente y, aunque siguen siendo relativamente moderadas, esto probablemente implique que no producirán más recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo. Los datos de inflación de septiembre, que se publicarán el miércoles, no deberían tener ninguna repercusión en los mercados. Se espera que la tasa de inflación subyacente, que podría decirse que es la más seguida por los miembros del BCE, se mantenga sin cambios y ligeramente por encima del objetivo del banco por quinto mes consecutivo. 
  • USD: El crecimiento del PIB del segundo trimestre se revisó al alza la semana pasada, y las ventas de viviendas, los pedidos de bienes duraderos y los ingresos y gastos personales superaron las expectativas. La economía estadounidense parece estar creciendo a un ritmo estable, a pesar de que el mercado laboral esté creando pocos puestos de trabajo. Esto nos indica que la ralentización en la creación de empleo es más atribuible a la oferta laboral (reducida por las medidas contra la inmigración y la situación demográfica) que a una economía en declive. Una serie de informes sobre el mercado laboral, que culminará con las cifras de empleo de septiembre el viernes, aportarán más claridad sobre la situación del mercado laboral. Sin embargo, la probable falta de un acuerdo bipartidista para aumentar el límite de la deuda podría interferir en las publicaciones económicas de Estados Unidos. Es probable que esto añada una mayor sensación de caos político y degradación institucional, lo que podría echar por tierra la reciente apreciación del dólar.
  • GBP: Los índices PMI de actividad empresarial apuntan a un menor dinamismo de la economía británica. Tanto el índice de servicios como el del sector manufacturero quedaron muy por debajo de las expectativas y, aunque estamos observando un crecimiento moderado en el primero, la contracción del segundo se está acelerando. Los rendimientos de los bonos del Estado siguen rondando máximos de varias décadas, ya que los mercados siguen teniendo dudas acerca de la voluntad y capacidad del Gobierno laborista de cerrar la brecha fiscal. Cada vez parece más probable que se produzcan nuevas subidas de impuestos en los presupuestos de noviembre. El principal respaldo de la libra esterlina son los tipos de interés del Banco de Inglaterra, que actualmente superan a todos los del G10. A pesar de ello, la economía británica se sigue encontrado en un estado de estanflación, que impide al Banco de Inglaterra bajar los tipos de interés sin que ello  cause pánico en el mercado de bonos. Seguimos sin prever más recortes por parte del Comité de Política Monetaria en 2025.

Apreciación limitada del yuan frente al dólar

Por otra parte, Ebury prevé una apreciación limitada del yuan frente al dólar a lo largo de los próximos trimestres. La fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas mantiene una visión más negativa sobre el dólar, lo que se traduce en un escenario de apoyo generalizado para las divisas asiáticas. 

Tras el repunte registrado en los últimos meses, el yuan chino seguirá beneficiándose de unos fundamentos sólidos y de la estabilidad buscada por las autoridades, aunque las tensiones comerciales con EE. UU. siguen siendo un factor de riesgo. 

En su informe de perspectiva de divisas asiáticas, Ebury realiza los siguientes pronósticos: 

  • Rupia india: pese a que el impacto directo de los aranceles será menor que en otros países de la región, la gestora anticipa una depreciación en los próximos trimestres, en un contexto de crecimiento frágil y posible mayor relajación monetaria del RBI. 
  • Rupia indonesia: tras el alivio de las tensiones sociales, la divisa se mantiene vulnerable a salidas de capital, pero las amplias reservas de divisas del Banco de Indonesia limitan los riesgos. Se espera un tipo de cambio estable en el horizonte de previsión. 
  • Ringgit malayo: el balance externo positivo, el crecimiento aún robusto y la baja inflación colocan a la divisa en una posición favorable. Ebury prevé ganancias moderadas del ringgit frente al dólar. 
  • Dólar de Singapur: las dudas sobre el comercio global y el menor dinamismo de la economía pesan sobre la divisa, pero el panorama general sigue siendo favorable. La previsión de la firma se ajusta a la baja para el USD/SGD en línea con su visión más bajista del dólar, lo que implica una apreciación gradual del SGD. 
  • Won surcoreano: la mejora moderada del panorama interno y la debilidad del dólar llevan a revisar al alza las previsiones. Se anticipa una apreciación muy ligera del won, aunque con riesgos elevados por la dependencia del comercio exterior.
  • Baht tailandés: el mejor tono de la economía china y del yuan respalda la divisa, pero persisten obstáculos ligados a los aranceles, la política monetaria expansiva y la incertidumbre política. La firma revisa al alza las previsiones, pero el recorrido se limita a una apreciación contenida. 
  • Lira turca: la previsión se mantiene claramente negativa, con una depreciación continuada en los próximos meses. La debilidad estructural, las tensiones institucionales y la inflación reducen el atractivo de la divisa, aunque el nivel de reservas permite moderar el ritmo de caída.