Miguel Ángel Valero
En las perspectivas económicas para 2026, The synchronized shift, Robeco vaticina un repunte mundial pero de corta duración que recuerda al de 2017 debido a la convergencia de varios factores: la moderación de las tensiones comerciales, la recuperación del ciclo manufacturero y los efectos retardados de la flexibilización monetaria.
El PIB real de EEUU crecerá un 2,1% en 2026 gracias a las mejoras de productividad basadas en la IA y al estímulo fiscal que contempla la One Big Beautiful Bill Act de Trump. Pero los expertos de Robeco avisan que la economía de EEUU sigue dividida: el consumo de las rentas altas será boyante, pero los hogares con rentas más bajas sufrirán la presión del aumento de los aranceles y la ralentización del crecimiento del empleo.
El motor del crecimiento europeo está subiendo revoluciones, y Alemania muestra una aceleración de la actividad gracias al estímulo fiscal. Se espera que la zona euro crezca un 1,6% respaldada por la expansión fiscal y la demanda contenida de los consumidores. China, aunque sigue luchando contra las presiones deflacionistas, podría experimentar una reactivación interna en el segundo semestre de 2026 con el final del desapalancamiento del mercado inmobiliario.
En un escenario alcista, el enfriamiento de las crisis geopolíticas y la mejora del consumo interno de China reactivarían el crecimiento mundial, con lo que el PIB de EEUU aumentaría hasta el 2,9% y el dólar se fortalecería. Por el contrario, en el escenario bajista de Robeco, se espera el desvanecimiento del excepcionalismo de EEUU, el estallido de la burbuja de la IA y el aumento del desempleo, e incluso se puede desencadenarse una leve recesión.
Peter van der Welle, Multi-Asset Strategist de Robeco, considera que "los inversores deben ser ágiles y equilibrar el optimismo con la cautela en un entorno basado en los datos y sensible a las políticas».
Robeco ve potencial para un repunte continuado de la renta variable, especialmente en sectores sensibles a los tipos y en mercados distintos de EEUU. Aunque las valoraciones de EEUU siguen siendo elevadas, la obtención de beneficios, especialmente en el sector tecnológico, será clave. La renta variable de la zona euro parece atractiva por su valoración y los factores macroeconómicos favorables. Los mercados emergentes podrían beneficiarse de un dólar más débil y de la mejora de los flujos comerciales.
En cuanto a la renta fija, Robeco favorece la exposición a plazos más cortos ante las expectativas de mayores TIR (tasa interna de rentabilidad) a largo plazo. Los diferenciales de alto rendimiento siguen siendo estrechos, lo que limita las subidas, mientras que la deuda de los mercados emergentes ofrece una rentabilidad razonable. Los metales industriales podrían repuntar, aunque la Fed y la inflación emiten señales contradictorias relativas al oro.
Inversión sostenible más resiliente
Las perspectivas de inversión sostenible de Robeco para 2026, Holding the note, reflejan una trayectoria estable pero moderada. Aunque los flujos de los fondos ASG se han estabilizado, las temáticas como la adaptación al cambio climático y la IA responsable están cobrando protagonismo. Los inversores se centrarán más en temáticas relacionadas con la energía, la gestión de los riesgos climáticos físicos y la reevaluación de los sectores que consumen mucha energía, como las infraestructuras de IA.
A pesar de las turbulencias geopolíticas y la incertidumbre en torno a las regulaciones, la tendencia de sostenibilidad a largo plazo se mantiene intacta. Europa sigue a la cabeza en cuanto a la claridad de las regulaciones y la emisión de bonos verdes, mientras que en EEUU se observan señales contradictorias en un contexto de polarización política. Se están reevaluando las inversiones relacionadas con la defensa, y la ampliación de su cadena de valor ofrece oportunidades que admiten más matices.
Para Rachel Whittaker, Head of Sustainable Alpha Research de Robeco, "la inversión sostenible no está desapareciendo, sino reajustándose. Dado que el tempo está cambiando, estamos sosteniendo la nota en interés de nuestros clientes al tiempo que nos adaptamos a las nuevas realidades. Al mantenernos centrados en nuestras convicciones de inversión a largo plazo, se refuerza la pertinencia y resiliencia de la inversión sostenible, puesto que no se basa en tendencias, sino en la ciencia y en principios imperecederos". A pesar de que los fondos han experimentado salidas a nivel mundial en 2025, la renta fija sostenible demostró ser más resiliente que la renta variable.