Miguel Ángel Valero
Durante años, el legado de la vivienda era una prioridad indiscutible para muchas familias. Sin embargo, ahora, una parte creciente de la población mayor empieza a valorar su bienestar y calidad de vida y no solo la conservación del inmueble como herencia. Así lo refleja el ‘V Barómetro del Consumidor Sénior’, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, que muestra que apenas el 34% de los mayores de 55 años con vivienda en propiedad prioriza dejarla a sus hijos o familiares. Y que un 35% no descarta destinarla a mantener o mejorar su propia calidad de vida en caso de necesitarlo.
Esto supone que baja del 40% al 34% el porcentaje de mayores de 55 años que piensan en dejar la vivienda a sus hijos, lo que confirma un cambio de mentalidad: el valor simbólico del legado familiar pierde peso frente a una visión más práctica y vitalista de la etapa sénior.
La prioridad creciente por el bienestar y la autonomía también se refleja en el interés por fórmulas como la licuación patrimonial, que permiten complementar las pensiones mediante ingresos adicionales procedentes de la vivienda, manteniendo al mismo tiempo el derecho a residir en ella. Así, un 26% de los mayores señala que estaría dispuesto a vender o hipotecar su casa siempre que pudiera seguir utilizándola de forma vitalicia, evidenciando una transformación en el papel de la vivienda.
Sin embargo, a la hora de preguntar a los propietarios qué opción les generaría más seguridad para obtener ingresos sin dejar de residir en su hogar, la confianza en las fórmulas de licuación patrimonial disponibles sigue siendo muy baja. El 76% señala que no confía en ninguna de ellas, reflejando la desconfianza generalizada hacia este tipo de alternativas, que puede deberse en parte al desconocimiento sobre cómo funcionan o qué garantías ofrecen las entidades que hasta ahora han provisto este tipo de operaciones.
Entre quienes sí consideran alguna alternativa, el 24%, las más citadas son:
Con el objetivo de dar a conocer las posibilidades que ofrece la vivienda como recurso para reforzar la seguridad económica en la jubilación, el Centro de Investigación Ageingnomics elaboró la guía “Vivienda y Pensión. Guía para monetizar la vivienda y mejorar tu pensión”, que explica cómo las diferentes alternativas de monetización pueden complementar la pensión media.
Para ello, clasifica las opciones en dos grupos: las que implican la transferencia en vida de la propiedad, como la venta de la nuda propiedad, la vivienda inversa o las rentas vitalicias inmobiliarias; y las que retienen la propiedad, como la hipoteca inversa o el anticipo de alquileres.
Para el director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, “para los sénior, la vivienda ya no es solo un legado para las próximas generaciones, sino una herramienta que les permite ganar flexibilidad y seguridad económica en la jubilación. Cada vez más buscan aprovechar su patrimonio de manera activa, explorando alternativas financieras sin perder la tranquilidad de seguir disfrutando de su hogar. Al mismo tiempo, lad esconfianza sobre estas fórmulas sigue siendo un obstáculo, lo que evidencia la necesidad de informar y acompañar a los mayores para que puedan tomar decisiones seguras y adecuadas a sus necesidades que realmente les aporten autonomía y bienestar.”