02 Dec
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El último Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España que impulsan Crédito y Caución e Iberinform detecta diversos déficits en la gestión de la política de riesgos de las empresas. Solo el 9% de las empresas españolas cuenta con planes de contingencia para poder mitigar los efectos de un empeoramiento repentino del entorno económico, como una recesión, crisis financiera, crisis sanitaria o crisis energética.

Y el 21% de las compañías no tiene preparada ningún tipo de estrategia frente un cambio negativo en el contexto comercial y económico, lo que aflora la vulnerabilidad en la gestión del riesgo. Por su parte, el 42% de las empresas afirma contar con medidas básicas, y el 28% con acciones puntuales para poder contrarrestar cambios negativos en la economía. 

La inteligencia artificial (IA) permite procesar grandes volúmenes de datos históricos y en tiempo real para anticipar escenarios financieros como caídas de ingresos o impagos, ayudando a anticipar, mitigar y responder de forma más ágil a los desafíos económicos. Sin embargo, la oleada de otoño del Estudio de Gestión del Riesgo refleja la reticencia de las empresas a incorporar herramientas de IA en la gestión del riesgo de crédito, ya que sólo el 3% de las casi 800 empresas consultadas asegura usarlas en los procesos de evaluación. Un 27% de las entidades empresariales señala su intención de emplear la IA en el corto plazo mientras que el 61% no considera el uso de esta tecnología en la gestión del riesgo crediticio.  

Coface va a España con riesgo "bajo"

Por otra parte, España cierra 2025 con un riesgo país A2(“bajo”) , según el último ‘Coface Risk Review’. Esta calificación , obtenida a partir del análisis de indicadores macroeconómicos, financieros, políticos y del entorno empresarial, se mantiene sin variaciones a lo largo del año y refleja la fortaleza de la demanda interna, impulsada por la inmigración, la mejora del poder adquisitivo de los hogares y el despliegue de los fondos europeos.

La escala de riesgo país empleada por Coface para este informe cuatrimestral contempla ocho niveles: A1 ( riesgo “muy bajo”), A2 (“bajo”), A3 (“satisfactorio”),A4 (“razonable”), B (“razonablemente alto”), C (“alto”), D (“muy alto”) y E(“extremo”). Según esta clasificación, España ocupa ría una posición favorable dentro de Europa , situándose por delante de países como Francia, Alemania, Reino Unido (los tres con un A3), Grecia (A4) o Italia (B) , al nivel de territorios como Portugal, Bélgica y Países Bajos, con los que comparte la calificación A2 ,y solo por debajo de Suiza, Dinamarca y Noruega (A1).

En el plano internacional , el mapa elaborado por la compañía de gestión integral del riesgo de crédito comercial muestra una distribución heterogénea del riesgo, con amplias zonas del este de Europa, Oriente Medio, Asia Central ,América Latina y África aún concentradas en los tramos más elevados de la escala (B, C, D y E ). 

Frente a este escenario, la calificación otorgada a España la sitúa entre los pocos países con un perfil de riesgo bajo, igual que EEUU, Australia o Japón, también con un A2.

Además de la evaluación de riesgo país, el ‘Coface Risk Review’ incluye un análisis de riesgo de 13 sectores de actividad, elaborado a partir de la combinación de datos relativos al nivel de insolvencias de las empresas e información económica que pueda tener un impacto en las industrias seleccionadas . En este caso, la clasificación de riesgo se divide en “bajo”, “medio”, “alto” y “muy alto”.

Según este análisis, en España sigue destacando el sector farmacéutico como el único que presenta un riesgo “bajo” . Le siguen con riesgo “medio” la industria energética, las TIC, el retail y la construcción (que mejora desde la calificación de “riesgo alto” de la anterior edición del informe). Por otro lado, el sector agroalimentario, el químico, la metalurgia, la industria papelera, la textil, el transporte y la maderera se mantienen como sectores en riesgo “alto”. La automoción, por su parte, continúa acaparando el riesgo “muy alto ”.

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