28 Oct
28Oct

Miguel Ángel Valero

Un análisis de Iván Kataryniuk, subdirector del departamento de Análisis de la Economía Española, y Alejandro Fernández Cerezo, del departamento de Política Monetaria y Economía Internacional, publicado en el blog del Banco de España, subraya que desastres naturales como las inundaciones en València paralizan la actividad económica. La reconstrucción facilita la recuperación del PIB y la reposición de capital por otro más productivo puede dinamizarlo. Pero las fuertes pérdidas en el stock de riqueza y capital podrían limitar el crecimiento en la zona de modo duradero.

Las lluvias extremas pueden tener efectos catastróficos en términos humanos, sociales y económicos. Es el caso de la DANA del 29 de octubre de 2024 -hace ahora un año-, que provocó grandes inundaciones, especialmente a la provincia de València. Además de las trágicas consecuencias en términos de víctimas (cerca de 230 fallecidos), el desastre también tuvo un grave impacto económico en la zona, tanto sobre el flujo de actividad, como sobre los factores de producción y la riqueza de los hogares, con consecuencias duraderas. No obstante, la reconstrucción económica puede generar un rebote en la actividad y mejoras de la capacidad de producción, con implicaciones relevantes en el medio y largo plazo. 

Impacto inmediato

Es muy negativo, tanto sobre el flujo de producción como sobre el patrimonio de los afectados:

  • 1. Disrupción de la actividad económica: la paralización de sectores como el comercio, el transporte, el turismo o la construcción en las semanas posteriores a la DANA provocó una caída transitoria del PIB.
    • El acceso de los trabajadores a sus centros de trabajo se vio dificultado por las restricciones a la movilidad, interrumpiendo la producción de numerosas empresas.
    • Las dificultades de acceso a los servicios bancarios y a los medios de pago (incluyendo el deterioro de billetes) obstaculizaron la actividad, dificultades que el Banco de España vigiló de cerca y contribuyó a mitigar.
    • Los daños en carreteras y líneas férreas provocaron interrupciones en el transporte de mercancías. El desvío de la circulación por el cierre de autovías supuso retrasos de suministros y mayores costes de producción.
    • El índice de “cuellos de botella” en la cadena de producción se disparó en la DANA —de modo similar al observado con el huracán Katrina en 2005—y, tras dos semanas, se fue normalizando.
    • Los daños en las infraestructuras y establecimientos turísticos y en las playas redujeron las reservas de hoteles y restaurantes en la zona
  • 2. Destrucción del stock de capital y riqueza: las inundaciones dañaron o destruyeron todo tipo de activos físicos en las zonas afectadas, golpeando la riqueza de las familias —como viviendas y vehículos—, las empresas —locales comerciales, fábricas, camiones, maquinaria— y las infraestructuras públicas —redes de transporte, centros educativos o administrativos—. El PIB no recoge esta pérdida de capital y patrimonio. De hecho, la caída en el stock de riqueza es mucho mayor que el impacto de la DANA reflejado en el PIB, de apenas unas décimas. Así, algunas estimaciones sitúan en más de 17.000 millones€ la pérdida de riqueza para la provincia de València, lo que supone más del 20% de su PIB  Aunque la DANA ha provocado una pérdida extraordinaria de riqueza y capital en las zonas afectadas, su efecto negativo en el PIB es reducido

Impacto a corto plazo

Pasado el impacto inicial de la catástrofe, la reposición del capital dañado y las ayudas públicas a la reconstrucción reactivan la actividad económica. Este efecto flujo positivo puede suponer un rebote del PIB:

  • 1. Mayor gasto para la reposición de bienes duraderos dañados: tras los desastres naturales aumenta el gasto de empresas y familias para reparar o sustituir bienes dañados. Los damnificados por la DANA han tenido que reparar y reconstruir domicilios y establecimientos, impulsando la demanda de la construcción y los servicios profesionales. Asimismo, el reemplazo de electrodomésticos, muebles o automóviles incrementa el gasto privado, revitalizando la economía local. Las matriculaciones de turismos en València se dispararon a partir de diciembre de 2024.
  • 2. Ayudas a la reconstrucción: el esfuerzo privado está respaldado por medidas públicas de apoyo. En el caso de la DANA, se han movilizado recursos extraordinarios que incluyen ayudas directas, indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, avales públicos para empresas y moratorias en préstamos. Estas medidas suponen transferencias fiscales importantes. De hecho, la evidencia de situaciones parecidas señala que estas transferencias son esenciales para la recuperación económica tras una catástrofe. Las ayudas a la reconstrucción y el gasto en reponer bienes y capital dañado puede hacer rebotar el PIB en los trimestres siguientes

Impacto a medio y largo plazo

La pérdida de recursos y patrimonio puede lastrar la actividad económica en el futuro, pero la renovación del capital puede dinamizarla:

  1. Pérdida de capacidad productiva y riqueza que limita la actividad. El daño a los activos de las empresas y familias puede afectar negativamente a su solidez financiera e, incluso, llevar al cierre de negocios. Estas pérdidas también suponen más dificultades para acceder a financiación externa. El resultado es una menor capacidad, no solo productiva, sino de gasto y de consumo. Todos estos factores pueden tener un impacto negativo duradero sobre el PIB.
  2. Reposición por capital más productivo: a más largo plazo, las inundaciones podrían tener un impacto positivo sobre la productividad, cuando las empresas supervivientes reemplazan el capital viejo por uno más moderno y productivo. Por ejemplo, una fábrica podría sustituir sus líneas de producción deterioradas por nuevos robots automatizados e incorporar la inteligencia artificial para optimizar la producción.

Las catástrofes naturales como la DANA suponen una merma importante del patrimonio y riqueza de las familias, las empresas y el sector público, y provocan una caída inmediata de la actividad. Este impacto negativo sobre el PIB puede ser corregido en los meses siguientes por un efecto rebote: retrocede de modo transitorio para recuperarse rápidamente después. Pero es mucho más complejo analizar el impacto de largo plazo sobre la actividad de la zona afectada, porque la posible pérdida de capacidad productiva puede verse compensada por la reposición con capital más productivo.

Securitas: los incendios e inundaciones se han más que duplicado

Por otra parte, el último informe del Observatorio Securitas Direct sobre Incendios en Hogares y Negocios en España revela que, en los últimos cuatro años, los casos relacionados con incendios e inundaciones atendidos por la Central Receptora de Alarmas de la compañía, se han más que duplicado. Este incremento está estrechamente vinculado a la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como la DANA que afectó a la zona de Levante en 2024, y que provocó 429 incidencias en Valencia.

A pesar del aumento de incidentes, la preocupación ciudadana por los incendios en el hogar ha disminuido notablemente. Actualmente, el 41,3% de los españoles manifiesta inquietud ante este riesgo, frente al 54,2% registrado el año anterior. Esta reducción se atribuye a una mayor confianza en las medidas de prevención, en la capacidad de respuesta ante emergencias y en el refuerzo de la protección en los hogares.

Por su parte, la preocupación por las inundaciones en el hogar ha irrumpido este año con un 24% de los españoles reconociendo su inquietud ante el auge de los fenómenos meteorológicos extremos, como la DANA de octubre de 2024.

El Observatorio de Securitas Direct muestra que el número de incidencias atendidas por la central receptora de alarmas se ha duplicado en los últimos cuatro años.Estas incidencias incluyen tanto incendios como inundaciones en hogares y negocios. Los datos de 2024 reflejan un aumento del 43% respecto al año anterior, principalmente como consecuencia de las lluvias torrenciales registradas. Valencia concentró 429 incidentes el año pasado debido al mayor volumen de inundaciones provocado por la DANA, frente a las 56 incidencias de 2023.En Barcelona, la central receptora de alarmas registró 144 incidencias relacionadas con incendios e inundaciones en 2024, 25 más que un año antes, y en Madrid la cifra alcanzó las 130 el año pasado frente a las 117 de 2023.Por su parte, se registró un descenso de las incidencias atendidas en Toledo, Sevilla y Málaga.

Pese a la menor percepción del riesgo de incendios, un 19% de los españoles aseguran contar con un detector de humos en sus hogares, de los que casi el 85% los revisa y mantiene con regularidad. Los propietarios de negocios y de segundas residencias muestran una mayor concienciación ante el riesgo que suponen los incendios. Así, el 49 % de quienes tienen un negocio dispone de un detector de humos, al igual que el 32 % de los propietarios de segundas residencias. En esta línea, uno de cada cuatro españoles asegura contar con un plan de evacuación ante incendios para su hogar y algo menos de la mitad (48%) reconocen haber recibido formación sobre prevención, la mayoría en la escuela o el trabajo. Respecto a la intención de instalar una alarma específica en las viviendas principales, el 3,8% de quienes todavía no disponen de una lo contempla. La cifra sube al 8% en las segundas residencias y al 10,4% en los negocios.

Entreculturas: atención immediata y acompañamiento a medio y largo plazo

La DANA dejó 229 personas fallecidas (más dos aún desaparecidas) y afectó a más de 100.000 inmuebles, de los cuales al menos 60.900 eran viviendas. Cerca de 40.000 alumnos y alumnas vieron interrumpidas sus clases. Ante esta catástrofe, la Compañía de Jesús, a través de sus obras en la Comunidad Valenciana: la comunidad del Centro Arrupe, las Escuelas San José, Entreculturas Valencia y SJM Valencia, activó una respuesta conjunta que se desplegó en 17 municipios de la provincia de Valencia. "Pusimos el foco en la atención inmediata y el acompañamiento a medio y largo plazo de quienes más necesitaban apoyo y seguimiento: niños, personas migrantes, mayores en soledad, familias en situación de vulnerabilidad y personas con problemas de salud mental", explican en Entreculturas. A lo largo de este año, "hemos atendido y acompañado" a más de 3.434 personas de manera directa, a través de:

  • La distribución de alimentos y ayudas de emergencia.
  • Alojamiento y acogida.
  • La reconstrucción de espacios.
  • La acogida educativa.
  • La atención psicosocial y psicoeducativa.

Y más de 7.661 personas han participado en acciones que han impulsado el bienestar y la reconstrucción social, como: 

  • El desarrollo de actividades de sensibilización y comunicación, a través de la difusión de mensajes y eventos solidarios.
  • La atención espiritual, grupos de  escucha y acompañamiento.

"Ha sido un año lleno de dificultades y retos pero también de colaboración, apoyo, acogida y esperanza. Gracias al compromiso y la ayuda de quienes han colaborado en esta emergencia, podemos seguir al lado de las personas más afectadas y que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad", subrayan en Entreculturas.

Fain: más del 80% de los 427 ascensores afectados están operativos

En apenas unas horas, la DANA provocó que más de 427 ascensores gestionados por Grupo FAIN quedaron fuera de servicio, afectando a miles de vecinos. Hoy, gracias al esfuerzo colectivo y a la coordinación técnica, más del 80% de esos equipos ya están operativos, y el resto —los más complejos, que requieren sustituciones completas o modificaciones de gran envergadura— se encuentran en fase final de reparación.

La respuesta fue inmediata. En los primeros días tras el temporal, la Delegación de FAIN en Valencia reorganizó por completo su operativa, reforzó su plantilla con técnicos desplazados de otras regiones y de fuera de España, e incorporó una nueva nave logística de más de 1.000 m² para almacenar materiales y repuestos. Además, se establecieron reuniones diarias de coordinación con la dirección del grupo para planificar los trabajos y priorizar las intervenciones más urgentes, especialmente en comunidades donde residen personas mayores o con movilidad reducida.

En circunstancias normales, un proyecto de sustitución o reemplazo de ascensor puede requerir entre ocho y doce semanas de trabajo, dependiendo del modelo y la estructura del edificio. Sin embargo, en Valencia, los equipos de Grupo FAIN lograron reducir drásticamente esos plazos gracias a una respuesta ininterrumpida, con turnos ampliados, fines de semana operativos y una red logística reforzada.

"Lo que vivimos en Valencia fue un desafío técnico y humano sin precedentes. Nuestros equipos demostraron la vocación de servicio que define al sector de la elevación: un trabajo muchas veces invisible, pero absolutamente esencial para la vida diaria", explica Sergio Mayo, Manager de Servicio de FAIN en Valencia.

El sector de la elevación rara vez aparece en el foco mediático, pero su papel es determinante en la movilidad cotidiana. Más del 70% de los españoles vive en edificios con ascensor, y miles de personas mayores o con discapacidad dependen de él para algo tan básico como salir de casa. En la DANA, muchos de esos vecinos quedaron atrapados durante días. Durante este año, Grupo FAIN ha trabajado no solo para devolver la normalidad, sino también para mejorar sus protocolos de actuación ante emergencias o catástrofes naturales, compartiendo su experiencia con las autoridades y el sector. 

La compañía ha reforzado la formación de sus técnicos en gestión de crisis, revisado sus planes de abastecimiento y promovido medidas de prevención para situaciones similares. "Cada ascensor que vuelve a moverse representa mucho más que un avance técnico: es la historia de una comunidad que recupera su independencia. Las emergencias nos enseñan quiénes somos, y en nuestro caso nos reafirmaron en algo que siempre hemos tenido claro: servir a las personas sin descanso hasta devolver un servicio tan esencial al 100% de los afectados por la DANA", concluye Mayo.

Auditores Internos: el clima pierde peso en las preocupaciones de las empresas

El panorama de riesgos empresariales en Europa se caracteriza en 2026 por una creciente complejidad e interdependencia. La incertidumbre geopolítica, económica y regulatoria impregna todos los ámbitos y redefine las prioridades de las organizaciones, que ya no pueden abordar los riesgos de forma aislada. Así lo refleja el informe Risk in Focus 2026, presentado por el Instituto de Auditores Internos (IAI) de España en un acto celebrado en la sede de la CEOE, que ha sido inaugurado por el director de Economía de CEOE, Gregorio Izquierdo, y por la presidenta del IAI España, Sonsoles Rubio

Ésta destacó que “en un entorno de habitual incertidumbre, las organizaciones solo pueden lograr estabilidad si gestionan bien sus riesgos. Por eso, identificar, conocer y anticiparse a ellos es esencial”. A este respecto señaló que “la Auditoría Interna juega un papel clave, porque aporta la visión transversal y estratégica necesaria para generar confianza y permitir que las empresas no solo cumplan, sino que prosperen”. 

Por su parte, el director de Economía de CEOE subrayó que "las mejores prácticas de política de riesgos son las que están integradas dentro del gobierno corporativo, alineadas con la estrategia de la empresa y que cuentan con profesionales especializados en Auditoría Interna para identificar y seguir los riesgos que sean más críticos y/o relevantes.  Por ello, es obligado reconocer la relevancia y utilidad de la función del auditor interno en la empresa".

El estudio, elaborado por los Institutos de Auditores Internos de 15 países europeos, identifica los principales riesgos que preocupan a las empresas para el próximo año y advierte que, aunque la ciberseguridad sigue siendo la mayor amenaza, los riesgos asociados al capital humano, la disrupción tecnológica y la incertidumbre macroeconómica y geopolítica se sitúan ahora en niveles muy próximos, reflejando su creciente interconexión. La incertidumbre macroeconómica y geopolítica comparte el cuarto puesto en importancia con los cambios en leyes y regulaciones, reflejando la compleja y volátil situación global actual. Factores como la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania, tensiones comerciales, y cambios normativos impactan no solo en la economía general sino también en riesgos específicos como la liquidez financiera, la continuidad del negocio y las cadenas de suministro. 

Llama la atención que el riesgo de cambio climático, biodiversidad y sostenibilidad pierde peso en la agenda empresarial europea en 2026, registrando el descenso más acusado del año al pasar del sexto al décimo puesto. Pese al agravamiento de los fenómenos meteorológicos extremos en Europa, el informe atribuye esta caída a la incertidumbre regulatoria y política, el retroceso de las políticas verdes y la falta de una visión estratégica a largo plazo por parte de las organizaciones. 

Aprocose: SOS Valencia, El valor de las personas

La Asociación Profesional de Corredores de Seguros (Aprocose) celebró el encuentro “SOS Valencia: el valor de las personas”, como espacio de reflexión sobre la gestión de la DANA y como escenario para reconocer la labor de instituciones y profesionales durante la catástrofe. Su presidente, Martín Julián Rojo, explicaba el objetivo: “poner sobre la mesa el valor de las personas”.

Un debate reunió a los primeros ediles de cinco municipios especialmente afectados. José Miguel Ferris, alcalde de Albal, subrayó que “el 70% del casco urbano quedó afectado por la DANA. Gracias a las medidas preventivas que tomamos evitaron que la catástrofe fuera mayor”. Robert Raga, alcalde de Riba-roja, afirmó que “el impacto que hemos tenido en la localidad ha sido terrible”, pero “la solidaridad que mostraron los ciudadanos, las empresas y las fuerzas del estado fue abrumadora”. José Francisco Cabanes, alcalde de Sedaví y presidente de la Mancomunitat de l’Horta Sud, avisa que “el daño psicológico va a durar muchos años. Por eso, los alcaldes reivindicamos la necesidad de psicólogos post-catástrofe, pues van a seguir haciendo falta”.  Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, reconoce que “no estábamos preparados para algo así. Nosotros no nos hemos olvidado de la DANA porque la seguimos viviendo cada día. Tardaremos en recuperarnos”. Guillermo Luján, alcalde de Aldaia, cree que “es hora de poner en valor el trabajo de muchos profesionales que nos ayudaron a salir del caos, como son los corredores, los administradores de finca… pero en especial, la gente joven nos ha dado esperanza”.

Se hizo un homenaje póstumo a Miguel Beltrán, cuyo legado y dedicación fueron recordados con la proyección de un vídeo que conmovió a todos los asistentes. En un gesto cargado de simbolismo, se hizo entrega de una placa conmemorativa a su familia en reconocimiento a su trayectoria y valores.

Los Premios Aprocose a la Excelencia se repartieron así:

  • Al Compromiso Social: Cesal, por su extraordinaria labor humanitaria y de apoyo a los afectados. Raúl Jiménez recibió el galardón de manos de Mónica Quílez
  • Excelencia Institucional: Unidad Militar de Emergencias (UME) por su intervención decisiva y profesional durante la catástrofe. Juan José Gómez hizo entrega del premio a Manuel Parra, que agradeció este reconocimiento que "llega en un momento muy especial, en el aniversario de la DANA, y que nos recuerda que cuando trabajamos juntos somos capaces de cualquier cosa”.
  • Excelencia Profesional: a los corredores de seguros que trabajaron intensamente durante y después de la DANA, un reconocimiento que Manuel FerrerEnrique Baixauli recogieron en nombre de Corredores de Seguros en la DANA. Baixauli resaltó que “hacen faltan protocolos con las compañías, con los mediadores, con los consorcios… para poder atender mejor a nuestros clientes. A raíz de la DANA hemos demostrado que somos imprescindibles”.
    La encargada de clausurar el XV aniversario de Aprocose fue Ruth Merino, consellera de Hacienda y Economía: “gracias, por vuestra implicación, compromiso y solidaridad demostrada durante la DANA y especialmente, por vuestra cercanía”.
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