Miguel Ángel Valero
El contador también sigue avanzando en el cierre del Gobierno en EEUU, que esta semana batirá récords. Las negociaciones siguen enquistadas y tras más de trece votaciones a diferentes propuestas, republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo sobre cómo financiar las cuentas públicas estadounidenses. A medida que pasa el tiempo la presión para desbloquear esta situación va en aumento: se estima que más de 4.000 millones$ de salarios a los funcionarios no se han pagado en octubre, entre ellos, los del colectivo de controladores aéreos. 
Un efecto que parece ya estar haciendo mella en los aeropuertos americanos dado que este domingo 2 de noviembre se han reportado atrasos considerables e incluso la agencia de Gestión de Emergencias de la Ciudad de Nueva York aseguró que la escasez de controladores en el aeropuerto internacional JFK ha provocado una interrupción temporal de los despegues y la necesidad de que los vuelos con destino a Nueva York fueran retenidos en sus aeropuertos de salida para evitar una mayor congestión.
Unido a ello, al no haber acuerdo para la financiación pública tampoco habría fondos liberados para pagar las ayudas alimentarias (programa SNAP) que ofrecen cobertura a cerca de 42 millones de estadounidenses. 
Además, este fin de semana comenzó también el periodo de inscripción a seguros médicos a través de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), conocida como Obamacare. Unos 20 millones de estadunidenses se han beneficiado hasta ahora de estos subsidios, que expirarían bajo el mandato de Trump y que son uno de los principales puntos de desacuerdo en las negociaciones para reabrir el Gobierno.
En el pasado, estos episodios de paralización han significado una reducción del PIB de entre una y dos décimas a la semana. Un efecto negativo, pero que en gran medida suele ser temporal dado que una vez se retoma el normal funcionamiento del Gobierno se recupera la actividad. En esta ocasión, el mayor riesgo proviene justo de la duración de este bloqueo dado que nunca tuvimos un cierre total del Gobierno tan extendido en el tiempo, lo que podría intensificar los efectos negativos de este episodio – solamente en el Trump 1.0, hubo un cierre de 35 días, pero que en aquella ocasión fue parcial.
El otro efecto de la parálisis de los funcionarios es que no se están pudiendo publicar las estadísticas económicas oficiales en EEUU y una semana más navegaremos mirando los datos macroeconómicos ofrecidos por fuentes alternativas y privadas. Con ello, esta semana en EEUU el protagonismo será para los datos de confianza de los empresarios (ISM de servicios el miércoles 5 de noviembre), mientras que, en ausencia por segundo mes consecutivo de los datos oficiales del mercado laboral, esta semana se publicarán las vacantes (encuesta JOLTS) y serán especialmente relevantes los datos de nóminas privadas de la consultora ADP, que se convertirán en la principal referencia de la salud del empleo. Tras la caída del mes anterior, para octubre se anticipa una recuperación de la contratación (+30 mil puestos de trabajo) que de confirmarse apoyaría al dólar que ha llegado a estar en en máximos desde inicios de agosto, acercándose al nivel de 1,15 EUR/USD.
Eurizon: desaceleración del empleo y más contratación temporal
El informe mensual The Globe, de Eurizon, coloca el foco en cuatro puntos:
- Los mercados mantienen un tono constructivo, apoyados en unos beneficios empresariales sólidos en Estados Unidos y unas perspectivas de crecimiento global todavía positivas. A pesar del cierre del Gobierno estadounidense, que ha paralizado la publicación de numerosos datos oficiales, la evolución del consumo y los resultados corporativos siguen mostrando resiliencia.
 - La Reserva Federal ha reanudado el ciclo de bajadas de tipos tras un año de pausa, con una inflación moderada y un impacto limitado de las tensiones comerciales. En la Eurozona, el BCE mantiene una política monetaria neutral, con tipos en niveles coherentes con la inflación. La actividad se ve apoyada por los planes de gasto público en defensa e infraestructuras, especialmente en Alemania, mientras que la reciente crisis política en Francia tuvo un efecto solo transitorio.
 - El foco del mes ha estado en los indicadores de alta frecuencia, que han sustituido a los datos oficiales durante el cierre del Gobierno en EEUU. Los índices de Indeed y ASA Staffing reflejan una desaceleración del empleo y un aumento de la contratación temporal, mientras que el consumo se mantiene firme según los datos del Redbook. El mercado inmobiliario también muestra cierta mejora, con precios al alza y tipos hipotecarios a la baja. La Fed de Cleveland estima una ligera moderación de la inflación y el Indeed Wage Tracker confirma una normalización de los salarios.
 - En los mercados financieros, las rentabilidades de la deuda soberana descendieron ligeramente, los diferenciales de crédito se mantienen en niveles reducidos y la renta variable avanzó durante el mes. El euro se estabiliza en torno a 1,16 USD, el dólar podría permanecer débil a corto plazo y el petróleo ronda los 60 dólares por barril tras el alto el fuego en Gaza.
 
Ebury: el recorte hawkish de la Reserva Federal impulsa el dólar
Tanto el resultado de la votación como la rueda de prensa del presidente Powell pusieron de manifiesto que el posicionamiento generalizado del comité no se inclina necesariamente a favor de más recortes de tipos. Todas las clases de activos reaccionaron cómo cabía esperar: los rendimientos de los bonos del Tesoro se dispararon, los diferenciales crediticios crecieron, las Bolsas cayeron y el dólar se fortaleció frente a todas las principales divisas. La libra esterlina fue la gran perdedora del G10 por el nerviosismo en torno a la presentación del presupuesto este mes. Curiosamente, muchas de las principales divisas de los mercados emergentes se vendieron de forma menos agresiva que las del G10. 
Aún no se vislumbra el final del cierre del Gobierno estadounidense, por lo que no se esperan demasiadas noticias económicas procedentes de EEUU. La excepción será el informe de empleo del sector privado elaborado por ADP, que se publicará el miércoles y recibirá una atención especial por parte de los mercados dada la ausencia de publicaciones económicas. El jueves se reunirá el Banco de Inglaterra y también recibiremos los datos de ventas minoristas de la zona euro. Dado que estas últimas hacen referencia al mes de septiembre, no arrojarán demasiada luz sobre el estado económico actual de la Eurozona.
- EUR El crecimiento del PIB de la eurozona en el tercer trimestre sorprendió ligeramente al alza y confirmó el aumento de dinamismo económico evidenciado en las últimas encuestas de confianza empresarial. Esta noticia positiva eclipsó en gran medida la reunión anodina del BCE, en la que Lagarde se ciñó estrictamente al guion y dio a entender que, efectivamente, el ciclo de recortes ha llegado a su fin, algo que los mercados ya daban por hecho. El giro hawkish de la Fed ha llevado al euro hacia el extremo inferior del rango de 1,14-1,19 que mantiene desde junio. Dado que la economía de la zona euro sigue mostrándose resiliente y que el enorme paquete fiscal alemán comienza a manifestarse, creemos que la moneda común se encuentra en niveles atractivos de compra. 
 - USD Aunque la Reserva Federal recortó los tipos de interés tal y como se esperaba y solo introdujo cambios menores en su comunicado por la falta de datos económicos, el discurso de Powell fue inequívocamente hawkish. Dejó claro que él recorte de tipos de diciembre no está ni mucho menos garantizado. Además, a lo largo de la semana escuchamos más comentarios hawkish por parte de presidentes regionales de la Fed, que rotarán en 2026 para ocupar puestos con derecho a voto. Esto pone de relieve el desacuerdo que existe entre los responsables de la Fed y los mercados en cuanto al momento en el que se producirán las siguientes bajadas de tipos y la magnitud de las mismas. Mientras esperamos la reapertura del Gobierno federal y la reanudación de las publicaciones económicas, es probable que la atención vuelva a posarse sobre las tensiones entre la Administración Trump y la Reserva Federal. Sin duda, uno de los grandes focos de atención el año que viene será el nombramiento del próximo presidente de la Fed, ya que el mandato de Powell acaba en mayo. 
 - GBP Se espera que la potencial caída de la productividad provoque una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento elaboradas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR). Dado el escaso apetito del Partido Laborista por recortar el gasto público y la falta de margen para aumentar la deuda pública, solo queda una posibilidad: que los impuestos se suban más de lo previsto inicialmente el 26 de noviembre. La posible subida de impuestos a las rentas más altas no está siendo bien acogida por los mercados, ya que no solo estaría rompiendo una promesa electoral del Gobierno, sino que además podría tener implicaciones gravísimas para la economía británica en 2026. Para colmo, algunos responsables del Banco de Inglaterra han hecho declaraciones bastante dovish y los mercados descuentan un recorte de tipos el jueves con una probabilidad del 30 %. Seguimos pensando que los halcones se impondrán en la reunión de esta semana y que los tipos se mantendrán intactos, pero es probable que haya un puñado de miembros que voten a favor de una bajada. Por otro lado, se podría argumentar que el bajo rendimiento de la libra esterlina está empezando a crear una oportunidad de compra, sobre todo si el presupuesto de otoño resulta menos perjudicial de lo temido y el Comité de Política Monetaria mantiene los tipos intactos hasta finales de año.