29 Oct
29Oct

Miguel Ángel Valero

Trump busca intensificar los esfuerzos diplomáticos en materia comercial. En relación con China, el presidente estadounidense ha expresado su intención de reducir los aranceles aplicados a las importaciones chinas vinculadas al fentanilo y planea abordar la exportación de chips Blackwell de Nvidia

Las negociaciones entre ambos países han avanzado significativamente: el pasado domingo, alcanzaron un acuerdo marco que establece una hoja de ruta para mejorar las relaciones comerciales, y el viernes 31 de octubre se reunirán presencialmente Trump y Xi Jinping

En este acuerdo, China se comprometió a reanudar las importaciones de soja estadounidense –interrumpidas desde mayo– y a flexibilizar los controles sobre la exportación de tierras raras. A cambio, EEUU propuso evitar una escalada arancelaria, y el negociador secretario del Tesoro, Scott Bessent, descartó la aplicación del arancel amenazado por Trump del 100%, que estaba previsto para entrar en vigor el 1 de noviembre. 

En este sentido, China ya ha dado el primer paso al retomar las compras de soja, y los primeros envíos se entregarán antes de fin de año. Por su parte, Trump reiteró su intención de reducir los aranceles, y podría bajar los relacionados con el fentanilo del 20% actual a un mínimo del 10%.

Respecto a los chips de Nvidia, la administración Trump ha mostrado una postura cambiante. En abril, ordenó a la empresa detener las ventas del chip H20, diseñado específicamente para el mercado chino por ser menos avanzado que el modelo Blackwell. Posteriormente, en agosto, Trump propuso permitir la venta de los chips H20 a cambio de que el gobierno estadounidense recibiera un 15% de las ventas realizadas en China. Sin embargo, Nvidia informó que no ha enviado ningún chip H20 al país asiático, ya que aún no se han definido las reglas para el reparto de ingresos, y China ha desalentado a sus empresas nacionales de adquirir estos chips.

Por otro lado, con Japón: Trump y la primera ministra japonesa Sanae Takaichi firmaron un acuerdo marco para impulsar la cooperación en el desarrollo de reactores nucleares de nueva generación y asegurar el suministro de tierras raras –Japón representa el 6% de las importaciones americanas de estos materiales–.

El pacto busca contrarrestar la dependencia del país estadounidense con China. Como parte del acuerdo, ambos países crearán un grupo de trabajo encargado de identificar minerales prioritarios y vulnerabilidades en la cadena de suministro, con el fin de elaborar un plan que acelere las entregas de estos componentes críticos para sectores como la automoción, la defensa y la tecnología avanzada.

Trump cierra también un pacto comercial con Corea del Sur, mientras confía en un resultado “positivo” de las negociaciones con China, y se muestra receptivo a un encuentro con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.

La confianza de los consumidores de EEUU sigue débil

En medio de las negociaciones comerciales, Trump tiene que afrontar malos datos macro en EEUU. La confianza de los consumidores se mantiene débil. En octubre el índice realizado por la Conference Board bajó hasta 94,6, pero se revisaron al alza los datos del mes previo y con ello, a pesar del retroceso visto en octubre, el indicador quedó ligeramente por encima de las expectativas (93,4). 

Por otro lado, poco alentadora fue la lectura de los componentes, dado que subió la lectura de situación actual (129,3 vs. 127,5) mientras que el subíndice de expectativas cayó hasta 71,5 desde el 74,4 previo. Además, un mayor número de encuestados apuntaron que anticipan un deterioro del mercado laboral: un 27,8% (vs. 25,7% anterior) apuntan a que habrá un menor número de empleos disponibles frente a un 15,8% (vs. 16,6% anterior) de los encuestados que esperan una mejora del empleo. Más allá de las cifras mensuales que están sufriendo varias revisiones, en promedio durante todo este año este indicador se situó en 96 frente al 105 promedio visto en los dos años anteriores (2023-24), lo que confirma que la mayor incertidumbre está pesando en el ánimo de los consumidores.

También datos de precios de la vivienda que repuntaron en agosto. Se anunciaron dos indicadores: el índice de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda (FHFA) sobre compraventas repetidas en viviendas unifamiliares, el precio aumentó un +0,4% mensual y, por otro lado, según el índice realizado por S&P Case-Shiller para las 20 principales ciudades del país, aumentó un +0,2% mensual, lo que sitúa en el +1,6% el ritmo de crecimiento interanual.

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