Miguel Ángel Valero
Como se esperaba, el Consejo de Gobierno ha decidido, por unanimidad, mantener sin variación los tres tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE). Revisa al alza las previsiones de inflación: 2,1% en 2025, el 1,9% en 2026 (ya con Bulgaria en la zona del euro), el 1,8 % en 2027 y el 2% en 2028. La subyacente (sin energía ni alimentos): 2,4% en 2025, el 2,2% en 2026, el 1,9% en 2027 y el 2% en 2028.
La inflación se ha revisado al alza para 2026, debido principalmente a que se espera que los servicios descienda más lentamente porque los salarios crecerán más. Y se estabilizará en el 2%, el objetivo del BCE, a medio plazo.
El crecimiento de la economía será más vigoroso que el previsto en las proyecciones de septiembre, impulsado especialmente por la demanda interna. El crecimiento se ha revisado al alza hasta el 1,4% en 2025, el 1,2% en 2026 y el 1,4% en 2027 y también 1,4% en 2028.
El Consejo de Gobierno del BCE aplicará un enfoque dependiente de los datos económicos y financieros, la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, en función de las perspectivas de inflación y de los riesgos. Y no se compromete de antemano con ninguna senda concreta de tipos.
Su presidenta, Christine Lagarde, destaca un comportamiento mejor del esperado de la industria química y farmacéutica europea, sobre todo las empresas que comercializan medicamentos para adelgazar. Cree que la amenaza proteccionista de los aranceles de EEUU se ha suavizado. Resalta el aumento de la inversión, no solo por parte del sector público y de grandes empresas privadas, sino también de firmas pequeñas y medianas, apoyadas por el auge de la inteligencia artificial.
“El crecimiento de la inversión debería estar impulsado por una reducción de la incertidumbre, un mayor gasto en defensa e infraestructura, unos beneficios más sólidos y la mejora de la demanda ligada a una recuperación cíclica”, afirma la presidenta del BCE, que reconoce que las exportaciones contribuirán negativamente al PIB tanto en 2025 como en 2026.
Como el BCE estima que durante tres años la inflación no va a inquietar, lo lógico es esperar una fase de estabilidad en los tipos. Pero Lagarde se cura en salud: “Algo que no ha cambiado es la incertidumbre. Y no es una posición cómoda. Estamos atentos a la incertidumbre relacionada con la geopolítica, a los movimientos comerciales de países con sobrecapacidad, y a las fronteras de Europa. A todo el mundo le gustaría una orientación futura, pero con el grado de incertidumbre actual no podemos ofrecerla".
Reacciones de los analistas
Miguel Ángel Rico, director de Inversiones de Creand AM: "Reunión cómoda para el BCE. Los tipos de interés se mantienen en el 2% y Lagarde ha señalado que ni siquiera se ha discutido la posibilidad de subirlos o bajarlos. Además, tiene mayor relevancia la revisión al alza del crecimiento económico que la ligera revisión también al alza de la inflación, lo que facilita aún más la tarea del organismo. Con la tranquilidad de proyectar una inflación plenamente controlada y que regresará al objetivo del 2% en 2028, la presidenta del BCE ha querido disipar las especulaciones sobre si el próximo movimiento de los tipos será al alza o a la baja, subrayando que todas las opciones siguen sobre la mesa. De este modo, el mercado ha interpretado el mensaje como una señal de que no habrá cambios en los tipos de interés a lo largo de 2026, por lo que tiene sentido que se descuente un mantenimiento del nivel del 2% durante el próximo año.Apenas se han producido movimientos destacables en los activos financieros, ya que esta reunión se percibía como un trámite".
Dave Chappell, Senior Fund Manager, Fixed Income de Columbia Threadneedle Investments: "La decisión y la conferencia de prensa del BCE en diciembre se preveían sin grandes sorpresas. Aunque la mejora en las previsiones de crecimiento era ampliamente esperada por la mayoría, el repunte de la inflación subyacente por encima o en torno al objetivo hasta 2028 se debió a la suposición de que la inflación en los servicios se mantendría algo elevada durante más tiempo. Fuera de eso, la presidenta Lagarde se ciñó a los temas esperados: sin una senda definida para la política, decisión reunión por reunión y dependiente de los datos. La reacción en los mercados confirmó que, por ahora, el BCE sigue en una posición cómoda, con capacidad para observar los acontecimientos desde la barrera".
Simon Dangoor, subdirector de inversiones (CIO) de renta fija y director de estrategias macroeconómicas de renta fija, Goldman Sachs Asset Management: “El crecimiento resiliente, junto con la previsión de que la inflación se mantenga por debajo del objetivo, sugiere que el BCE mantendrá los tipos sin cambios en el futuro inmediato. Aunque existe cierto margen para una mayor flexibilización el próximo año si la inflación cae muy por debajo del 2 %, esa probabilidad se ha reducido. Por el contrario, la posibilidad de una subida de tipos en 2026 nos parece muy baja, dado el contexto de inflación moderada, a pesar de la reciente retórica agresiva de algunos miembros del comité".
Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS: "Como era de esperar, el BCE ha mantenido sin cambios el tipo de depósito en el 2%. La atención se ha centrado en las previsiones actualizadas de crecimiento e inflación, que, por primera vez, se extienden hasta 2028. En general, el BCE mantiene abiertas todas las opciones. La política monetaria está bien situada en los niveles actuales, pero no es estática. A pesar de la mejora de las perspectivas de crecimiento, los riesgos para la economía no se consideraron sesgados al alza, sino que el equilibrio de los argumentos se presentó como bastante equilibrado. Lo mismo se aplica a la inflación, lo que refleja la continua alta incertidumbre".
El cambio más notable se produjo en el ámbito del crecimiento: las previsiones del BCE sobre el PIB son 0,5 puntos porcentuales más altas en términos acumulativos hasta 2027 que en septiembre, lo que refleja en gran medida el fortalecimiento de la demanda interna. Por el contrario, las previsiones de inflación parecen haberse ajustado solo marginalmente. Se sigue esperando que la inflación se sitúe en torno al objetivo del BCE durante el periodo 2025-2028. El BCE expresó una preocupación ligeramente mayor por la persistente inflación de los servicios, que ha sido superior a lo previsto, en parte debido al mayor crecimiento de los salarios. En este contexto, el BCE sigue dependiendo de los datos y no se ha comprometido previamente con una trayectoria concreta de los tipos.
"El tono de la rueda de prensa fue notablemente más equilibrado que en octubre. Según las previsiones actuales, no prevemos que sea necesario adoptar medidas de política monetaria. Esperamos que los tipos de interés oficiales se mantengan sin cambios a lo largo de 2026", concluye esta experta.
El proceso de sustitución de Luis de Guindos ya ha comenzado
Más allá de la política monetaria, el gran debate es la sustitución de Luis de Guindos como miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Su mandato concluye en mayo de 2026 y no es renovable, y el proceso para elegir sucesor ya ha comenzado en el seno del Eurogrupo, compuesto por los ministros de Finanzas de la Eurozona.
Los candidatos deben superar varias etapas: primero, la evaluación del Eurogrupo; posteriormente, el Consejo Europeo decidirá el candidato final, que deberá ser refrendado por el Parlamento Europeo y el Consejo de Gobierno del BCE.
Actualmente, la lista de aspirantes incluye a Olli Rehn, gobernador del Banco Central de Finlandia; Martis Kazars, responsable del Banco Central de Letonia; Boris Vujcic, del Banco Central de Croacia; y Mario Centeno, exministro de Finanzas y actual gobernador del Banco de Portugal. El Gobierno español parece que no dará la batalla por este puesto, sobre todo tras no lograr suficientes apoyos para que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, presida el Eurogrupo.
No obstante, 2027 será el verdadero año de renovación, ya que expiran los mandatos de tres miembros del Consejo Ejecutivo del BCE: Christine Lagarde (el 31 de octubre), Isabel Schnabel y Phillip Lane.
En ese contexto, en la comparecencia de la presidenta del BCE tras el Consejo de Gobierno se recordaron sus 'piropos' al gobernador del Banco Central de Holanda entre 2011 y junio de 2025, Klaas Knot. Lagarde fue ágil: “No tengo ningún candidato favorito. No dije que Knot fuera un buen candidato. Hay muchos buenos candidatos. Y habrá más en el futuro. Veo muy satisfactorio que tanta gente quiera mi trabajo. Es un gran trabajo. Sientes que importas y tienes impacto en la vida de la gente”.