Es evidente que Trump necesita buenas noticias ante el desgaste en su popularidad y ante la evidencia de ser el peor mandato inicial de un presidente de EEUU desde 1975.
Pese a las críticas recibidas durante la pandemia por esperar demasiado para ajustar la política monetaria, que vuelven ahora con fuerza, la estrategia dominante, la frase más repetida en la Reserva Federal, es 'wait and see'.
El Reglamento Delegado fija detalles técnicos de los requisitos en materia de pruebas retrospectivas y atribución de pérdidas y ganancias, los criterios para evaluar la modelizabilidad de los factores de riesgo.
Como “la economía se mantiene sólida” y demuestra "su resiliencia", no hay por qué “tener prisa en tomar decisiones, podemos ser pacientes”, argumenta el presidente de la Fed, partidario de "esperar y ver".
Las decisiones de Trump en sus primeros 100 días de su segundo mandato 'obligan' a Coface a rebajar su previsión de crecimiento del PIB mundial en seis décimas, hasta el 2,1%, frente al 2,7% estimado en febrero.
Ahora que se retira de la primera línea, ganan peso las lecciones de Warren Buffett: invertir con disciplina, pensar a largo plazo y, sobre todo, no vender con pánico. Tesys, Dividens Refund y Lombard Odier aportan sus recomendaciones.
La Comisión Europea no pone objeciones a los 1.200 millones€ del IDAE como incentivos para proyectos de producción y consumo de hidrógeno renovable.
Insta a los grupos parlamentarios "a mejorar las graves carencias del actual texto normativo para que ningún afectado quede atrás".
La Reserva Federal se enfrenta a un escenario de inflación al alza y de menor actividad, consecuencia del incremento en los precios ocasionado por los aranceles y su respectivo impacto en los salarios reales y el consumo.
"Ya no compran solo para vivir, sino como estrategia: buscan activos únicos, irrepetibles, que combinan estilo de vida y visión patrimonial", subraya Sonia Campuzano, CEO de The Simple Rent.
Los acuerdos comerciales bilaterales entre EEUU y sus socios deberían ayudar a reforzar la confianza del mercado. Así, los inversores a largo plazo podrían utilizar las posibles correcciones como un punto de entrada más barato.