Trump beneficia a las empresas, especialmente a las norteamericanas de IA y de mediana capitalización, pero su imprevisibilidad puede aumentar la volatilidad en todas las clases de activos.
"A largo plazo, tenemos aún más razones para ser optimistas con respecto al mercado de criptomonedas", asegura Thomas Perfumo (Kraken). En 99bitcoins se atreven a pronosticar que cada bitcoin valdrá 2.807.596$ en 2030.
Los analistas recomiendan paciencia, mirar más allá del corto plazo y no perder de vista los objetivos a largo, invertir en empresas duraderas y de alta calidad con perspectivas de crecimiento previsible de los beneficios y que coticen a valoraciones atractivas.
Los valores de pequeña capitalización, los sectores cíclicos y otras estrategias más arriesgadas pueden arrojar rentabilidades positivas en el horizonte de inversión a corto plazo.
"Una agenda política radical llevada a cabo por candidatos al gabinete presidencial relativamente inexpertos podría causar problemas", avisa Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments.
Suponen un riesgo para los sectores cuya cadena de valor es muy dependiente de una red mundial de proveedores y altamente vulnerable al impacto del proteccionismo.
El nombramiento de Scott Bessent como secretario del Tesoro, un conocido 'halcón fiscal' al que no le gustan los déficits y que ha criticado la política de la Reserva Federal por considerarla demasiado indulgente, pone en duda hasta qué punto será inflacionista el segundo mandato de Trump.
"Los inversores enfrentan una elección entre riesgo y oportunidad en Asia versus EE.UU., y, históricamente, han favorecido lo último", explica John Woods, CIO Asia de Lombard Odier.
El riesgo de sorpresas negativas ha aumentado. Por eso, la diversificación es clave para el éxito, en el actual entorno de inversión bastante incierto.
Muchas de las propuestas fiscales y de gasto presentadas durante la campaña probablemente tendrán que reducirse para reflejar las realidades políticas, fiscales y económicas.