El presidente de EEUU se desdice de sus promesas electorales y autoriza la venta de U. S. Steel a Nippon Steel, que su antecesor Joe Biden vetó por razones de seguridad.
Mientras crece el optimismo para un acuerdo arancelario entre EEUU y Japón, no sucede lo mismo con China, porque las conversaciones están "algo estancadas", según el Secretario del Tesoro.
Al varapalo judicial sobre los aranceles se suma la 'fuga' definitiva de Elon Musk tras criticar su reforma fiscal, la negativa de la Fed a bajar los tipos por la incertidumbre y porque ve "probable" que haya recesión en EEUU.
El escenario de incertidumbre actual provocado por la guerra arancelaria que Donald Trump desató en abril supone un alto riesgo de recesión.
La venta masiva de los bonos del Tesoro estadounidense y los temores que rodean al "gran y hermoso proyecto de ley" de reforma fiscal del presidente de EEUU, mantienen el dólar a la baja.
Europa corre el riesgo de quedarse rezagada tanto en la generación (con apenas 804 innovaciones frente a las casi 3.000 de las potencias tecnológicas EEUU y China) como en la adopción de tecnologías críticas.
La consecuencia de las bravatas del presidente de EEUU son que se acelera el trasvase de dinero hacia Europa, mercado que es percibido como más 'serio'. Y que vuelven las pérdidas para los inversores norteamericanos, ya que tienen más del 60% de su dinero en Bolsa.
"Espero que los iPhone que se vendan en los Estados Unidos de América se fabriquen y ensamblen en los Estados Unidos, y no en la India ni en ningún otro lugar. Si no es así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25% a Estados Unidos", escribe en su red social Truth.
Pese al impacto de los aranceles y las incertidumbres sobre las políticas estadounidenses, el 58% de las empresas estadounidenses que presentaron resultados mantienen sin cambios sus previsiones para todo el año, según Lombard Odier.
EEUU es el mayor mercado para estos paquetes low cost, representando aproximadamente una cuarta parte de los 94.000 millones$ de exportaciones chinas de este segmento.
La situación obliga a ofrecer más del 4,5% de rentabilidad para captar inversores para el bono del Tesoro a 10 años.