05Oct

Sanae Takaichi defiende medidas de estímulo fiscal para impulsar el crecimiento económico, pero "un gran gasto público en un país donde la deuda ya representa el 260 % del PIB es algo que puede asustar a los mercados de bonos", señalan en Columbia Threadneedle.

Miguel Ángel Valero

Sanae Takaichi, una política de corte conservador y nacionalista de 64 años, ha ganado la carrera para presidir el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón. Esa victoria implica prácticamente que se convertirá en la primera ministra del país, si logra los votos suficientes en la Dieta, el Parlamento japonés.

En las primarias del PLD se ha impuesto, en la segunda ronda, a Shinjiro Koizumi, actual ministro de Agricultura e hijo del exprimer ministro entre 2001 y 2006 Junichiro Koizumi, por 185 votos frente a 156. Hubiera sido el primer ministro más joven desde la posguerra. 

El PLD empieza una nueva era”, proclama Takaichi tras ganar las primarias. Y asegura que el partido, que ha gobernado Japón casi de forma ininterrumpida desde 1955 (no lo ha hecho entre 1993 y 1994 y de 2009 a 2012), debe convertir “las inquietudes de la gente en esperanza”.

Takaichi sustituye al actual primer ministro, Shigeru Ishiba, que anunció a principios de septiembre que abandonaba la jefatura del Gobierno y la presidencia del PLD, después de menos de un año en el cargo. Ishiba llegó al poder en 2024 tras imponerse en unas primarias, precisamente, a Takaichi. Pero bajo su mandato el PLD ha sufrido dos contundentes derrotas electorales, perdiendo la mayoría en las dos cámaras de la Dieta. Es la primera vez que al PLD le sucede esto.

La investidura de Takaichi, previsiblemente el 15 de octubre, se da casi por hecha, porque tiene garantizados los votos de la coalición que forma el PLD con su tradicional socio minoritario, el partido Komeito. Y la oposición carece de un candidato alternativo.

Cuando asuma la dirección del Gobierno, Takaichi, que se reconoce admiradora de Margaret Thatcher, y que ha sido ministra de Seguridad Económica, entre otros cargos desde que entró en política en los años 90 del pasado siglo, deberá afrontar la inflación y las dudas sobre la evolución de la cuarta economía más grande del planeta. Pero también los escándalos de corrupción en el PLD, que le restan apoyo ciudadano y que impulsan a formaciones populistas, anti-inmigración y de ultraderecha, como Sanseito.

Sobre todo, hereda de Ishiba un polémico acuerdo con Trump para aceptar aranceles del 15%, también para el sector de la automoción, a cambio de invertir en EEUU 550.000 millones$.

Se presenta a sí misma como la heredera política del exprimer ministro Shinzo Abe, asesinado en 2022 (fue quien la llevó al Gobierno en 2006). Y defiende el 'abenomics', un conjunto de medidas que buscan impulsar el crecimiento económico a través de la expansión monetaria, el estímulo fiscal y las reformas estructurales.

El Gobierno de Japón solo cuenta con dos ministras, frente a 18 hombres. El porcentaje de mujeres en la Cámara de Representantes no llega al 15%. Pero va a tener a la primera mujer al frente del Gobierno en toda su historia.

Columbia Threadneedle: "panorama alentador"

Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments, destaca que las primarias en el PLD llegan en un "momento interesante" para Japón, ya que se enfrenta a un periodo de inflación, una tendencia que no se veía desde hacía décadas, y el Banco de Japón está a punto de subir los tipos deinterés. La economía japonesa está demostrando ser relativamente resistente a pesar de los aranceles estadounidenses y del ajuste salarial que se está produciendo con la inflación arraigada en la economía.

Frente al reformismo de Koizumi, Takaichi defiende una postura más intervencionista y basada en medidas de estímulo fiscal. Algo que puede provocar más movimientos en los mercados. "Un gran gasto público en un país donde la deuda ya representa el 260 % del PIB es algo que puede asustar a los mercados de bonos", señala. 

La mayor parte de la deuda japonesa está en manos de inversores nacionales, lo que significa que es menos vulnerable que, por ejemplo, la deuda del Reino Unido, que, en palabras del exgobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, depende de la "bondad de los extraños" para financiarse.

Takaichi también ha dicho que el Banco de Japón es "estúpido" por subir los tipos deinterés, pero con la inflación arraigada en el 3% es probable que vuelva a hacerlo aún más desde lo que actualmente ha sido su máximo en 18 años. Sin embargo, con un 0,5%, siguen siendo relativamente bajos. 

"Conviene tener en cuenta que, dada la falta de mayoría parlamentaria, es posible que el Partido Liberal Democrático no consiga automáticamente que su candidato seanombrado primer ministro. El nombramiento debe ser sometido a votación en e lParlamento, por lo que tendrán que llegar a algún tipo de acuerdo para que se apruebe.Ya hemos visto acuerdos de este tipo en el pasado y hay suficientes partidos alineados desde el punto de vista ideológico como para que salga adelante la votación", precisa este experto.

"En cuanto a nuestra visión sobre Japón, somos un poco más optimistas y, dentro de nuestras carteras multiactivos, hemos aumentado la exposición a una postura más neutral. Los fundamentos económicos parecen razonablemente positivos y vemos resiliencia a pesar de los aranceles y el impacto de la inflación. Esperamos que la economía japonesa supere el crecimiento del 1% este año, con un impulso positivo continuado gracias a las reformas empresariales y las previsiones de beneficios positivas. También estamos observando un aumento de las recompras de acciones. En general, vemos un panorama alentador, pero seguiremos de cerca la evolución política", advierte.

04Oct

La doble garantía (solvencia del emisor combinada con una cartera segregada de activos de alta calidad) puede hacerlos muy resistentes, incluso en tiempos de crisis, reduciendo su dependencia de las fluctuaciones del mercado en general.

Miguel Ángel Valero

A diferencia de la mayoría de los instrumentos financieros, los bonos garantizados ofrecen estabilidad y confianza. Estas cualidades son especialmente valoradas en momentos de incertidumbre económica y transformaciones estructurales. 

Al tratarse de bonos con doble garantía, combinan la solvencia del emisor con una cartera segregada de activos de alta calidad. Esta estructura única puede hacerlos muy resistentes, incluso en tiempos de crisis, reduciendo su dependencia de las fluctuaciones del mercado en general.

Para las entidades financieras, representan además una fuente fiable de refinanciación a largo plazo, contribuyendo así a reforzar la solidez del sistema financiero. 

En un contexto de incremento de los costes de financiación, mayores exigencias de liquidez y persistente incertidumbre, los bonos garantizados han demostrado ser indispensables no solo en los días y semanas posteriores al ‘Día de la Liberación’, sino también durante la creciente inestabilidad política en Francia.

"En nuestra opinión, los bonos garantizados pueden ofrecer una atractiva relación riesgo-rentabilidad, además de la oportunidad de diversificación global dentro de un marco jurídico cada vez más armonizado", explica en DWS

Los bonos garantizados tienen una larga trayectoria como instrumento de inversión paneuropeo. Su desarrollo cobró fuerza en los siglos XVIII y XIX, con hitos relevantes en Prusia (1770), Dinamarca (1797), Polonia (1825) y Francia (1852). Los primeros emisores incluían tanto instituciones públicas, como las denominadas “Landschaften”, así como bancos hipotecarios privados. En sus inicios, estos valores se utilizaron para financiar explotaciones agrícolas, antes de extenderse de forma creciente a inversiones en activos residenciales y comerciales.

Actualmente, los bonos garantizados se han consolidado a escala global, con emisores que han adoptado un concepto percibido como atractivo principalmente (aunque no exclusivamente) gracias a su sofisticada arquitectura de seguridad. Con la armonización de la base legal para su emisión, los reguladores buscan reforzar todavía más este producto, estableciendo un marco fundamental que, a nuestro juicio, puede incrementar su atractivo en términos de riesgo y rentabilidad.

Los bonos hipotecarios alemanes y su tradición centenaria

El Pfandbrief alemán se considera pionero en muchos aspectos para el desarrollo de todo el segmento de bonos garantizados, gracias a su elevado nivel de seguridad, sustentado en la Pfandbrief Act. El Pfandbrief constituye una historia de éxito en Alemania, con un historial crediticio impecable hasta la fecha (como ocurre con el resto de bonos garantizados). Actualmente, el Pfandbrief mantiene una posición sólida para continuar su desarrollo dinámico.

Su historia es larga y, en 2019, el Pfandbrief celebró su 250 aniversario, un hito notable en un mundo financiero en constante transformación. El 29 de agosto de 1769, Federico el Grande firmó una denominada Cabinet Order considerada el origen del Pfandbrief. El objetivo principal era proporcionar liquidez a terratenientes con problemas de financiación, para que pudieran retomar y expandir su producción agrícola. 

Como el modelo demostró ser eficaz y sostenible, se expandió más allá de Prusia en las décadas posteriores, con instrumentos similares en países como Dinamarca y Francia.

A comienzos del siglo XX, la Ley de Bancos Hipotecarios, aprobada en julio de 1899, entró en vigor, creando por primera vez un marco jurídico uniforme para la emisión de bonos hipotecarios en Alemania. Más de un siglo después, en 2005, las normativas previas —incluyendo la Ley de Bancos Hipotecarios y las disposiciones relativas a los Pfandbriefe públicos y navieros— fueron consolidadas y sustituidas por una nueva y completa Pfandbrief Act.

En los años posteriores, esta ley se reforzó con diversas enmiendas y se adaptó a las condiciones de mercado vigentes. En particular, las medidas de control de calidad introducidas por la normativa sentaron las bases para que la historia de éxito del Pfandbrief siga vigente hasta hoy.

Prioridad en caso de insolvencia del emisor

Los bonos garantizados son bonos respaldados emitidos por entidades de crédito. Para proteger los derechos de los acreedores de bonos garantizados, los activos elegibles del emisor (por ejemplo, créditos hipotecarios sobre inmuebles residenciales y comerciales, o préstamos a administraciones públicas) se segregan del resto de activos y se agrupan en una cartera específica. Esta cartera es dinámica y está diseñada para garantizar que únicamente créditos de la más alta calidad respalden los bonos en circulación.

En la mayoría de países, existen además normativas legales que regulan qué activos pueden emplearse como garantía. En muchas jurisdicciones, la supervisión de los activos de cobertura constituye un nivel adicional de seguridad.

En caso de insolvencia del emisor, la cartera de cobertura está disponible con carácter prioritario para los acreedores de los bonos garantizados. Sin embargo, también aplica el denominado derecho de doble recurso: esto significa que los inversores tienen derecho a reclamar tanto contra la cartera de cobertura como contra el propio emisor en caso de que los activos de garantía resulten insuficientes para satisfacer sus derechos de cobro. Esta característica es única de los bonos garantizados.

A nivel mundial, nunca se ha producido un impago en bonos garantizados. En los casos en los que la liquidez de las entidades emisoras ha resultado insuficiente, los reguladores han intervenido para evitar el incumplimiento, ordenando fusiones forzosas de las instituciones emisoras o la combinación de sus respectivas carteras de cobertura.

Más de 3,3 billones€

En las últimas décadas, los bonos garantizados se han convertido en uno de los segmentos más relevantes del mercado de renta fija europeo. El volumen vivo asciende actualmente a más de 3,3 billones€. En l aactualidad, los bonos garantizados se emiten en más de 30 países y la emisión crece con rapidez fuera de Europa. Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Singapur desempeñan ya un papel importante, y este instrumento está ganando terreno también en Brasil, Croacia, Georgia y Bulgaria. 

El número total de países con emisiones vivas de bonos garantizados se ha más que duplicado en los últimos 20 años. Varios otros países están planificando crear marcos legales comparables para permitir la emisión de estos valores en el corto o medio plazo. 

La participación de bonos garantizados emitidos fuera de Europa supera ya el 10% del volumen total, y la tendencia continúa al alza. De acuerdo con el European Covered Bond Council (ECBC), a finales de 2024 había 333 emisores activos de bonos garantizados en todo el mundo, de los cuales 82 también emitían bonos garantizados sostenibles, un segmento que registra un crecimiento especialmente dinámico. El número de entidades emisoras ha fluctuado con el tiempo, debido a la entrada de nuevos participantes y a la salida de otros, principalmente como consecuencia de procesos de fusiones y adquisiciones.

03Oct

De cara a los próximos 12 meses, las compañías se muestran optimistas sobre la evolución de las ventas, pero no sobre los márgenes comerciales.

Miguel Ángel Valero

Según el último Barómetro de Prácticas de Pago de Estados Unidos elaborado por Crédito y Caución, se observa un clima de incertidumbre empresarial sobre la evolución de las políticas de pago en las operaciones B2B (empresa a empresa) para los próximos meses. Así, un tercio de las compañías asegura no haber experimentado cambios significativos en el período de cobro, mientras otro tercio ha sufrido retrasos y periodos de pago más largo. El resto, asegura haber notado mejoras en la fiabilidad de los pagos de los clientes.

Estas experiencias variadas ponen de relieve el panorama fragmentado del riesgo de pago de los clientes y plantean retos operativos en todas las cadenas de suministro.

Actualmente, casi el 50% de las ventas B2B se realizan a crédito y el 70% de las compañías están aumentando las ofertas de crédito comercial. Además, la mayoría de los proveedores están ajustando sus políticas de crédito para proteger el flujo de caja y mantener la liquidez.

En cuanto a las fuentes de financiación, los préstamos bancarios siguen siendo la principal herramienta, con el 68%, seguida de la financiación de facturas (57%).

Alrededor del 60% de las empresas emplean un enfoque mixto para la gestión del riesgo de pago de los clientes. Este enfoque combina provisiones internas y herramientas externas, como el seguro de crédito comercial, lo que refleja un esfuerzo estratégico por proteger el capital circulante.

De cara a los próximos 12 meses, las compañías se muestran optimistas sobre la evolución de las ventas, aunque temen una reducción en los márgenes comerciales.

El aumento de las exigencias normativas, tanto en cuanto a su alcance como a su complejidad, está incrementando los costes y las presiones administrativas. La volatilidad económica y del mercado constituye otro reto importante, que obliga a las empresas a mantenerse ágiles en medio de la fluctuación de la demanda y el endurecimiento de las condiciones de financiación. Todo ello ejerce una fuerte presión sobre los márgenes y complica las decisiones de inversión.

The Trader: momento de máxima tensión

En ese sentido, EEUU vive un momento de máxima tensión en dos frentes distintos, pero íntimamente conectados: dentro de sus propias fronteras y en el terreno internacional. 

En el ámbito doméstico, el país se enfrenta a un nuevo cierre de la administración ('shutdown') por la incapacidad de republicanos y demócratas de alcanzar un acuerdo presupuestario antes del 30 de septiembre, y ya es el tercero que se produce bajo la presidencia de Donald Trump

Lo que antes parecía una excepción se ha convertido en costumbre: el enfrentamiento político en Washington refleja un clima de polarización cada vez más extremo, que ya no se limita al Congreso, sino que se extiende a la calle y a la sociedad. El presupuesto federal se ha transformado en un arma de presión y millones de ciudadanos quedan atrapados en ese pulso partidista: funcionarios que pueden quedarse sin sueldo de manera temporal, familias que ven cómo se retrasan sus trámites cotidianos y unos mercados que reciben constantes señales de incertidumbre. "La imagen que proyecta EEUU al exterior es la de una democracia capaz de paralizarse a sí misma por falta de consenso político", subraya el analista Pablo Gil en The Trader.
Fuera de sus fronteras, el reto es igualmente inquietante. La guerra comercial iniciada por Trump se ha convertido en un frente sin límites claros: lo que comenzó con el acero, los semiconductores o los vehículos ahora se sigue extendiendo a la madera, los muebles e incluso a los medicamentos, enviando al mundo un mensaje de imprevisibilidad. El último baile de cifras va desde el 10% de aranceles a la madera hasta un 100% a fármacos, lo que obliga a gobiernos y empresas a replantear sus cadenas de suministro sin saber qué sector será el próximo en sufrir un golpe. 

Al mismo tiempo, la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania añade un nivel extra de complejidad. Trump ha pasado de mostrarse reticente al envío de armamento a estudiar que Europa compre misiles Tomahawk para entregárselos a Kiev, un giro que fortalece a Zelenski, pero también incrementa el riesgo de escalada con Moscú. En paralelo, su discurso hacia los líderes de ambos países ha sido cambiante: primero fueron las críticas constantes a Zelenski y los gestos de complicidad hacia Putin, para después invertir el tono y hacer justo lo contrario. Esta ambigüedad, lejos de aportar claridad, multiplica las dudas sobre el rumbo geopolítico de EEUU y añade más dudas sobre un tablero internacional ya de por sí frágil.

En ambos frentes, el problema no es solo el efecto inmediato de cada medida, sino la incertidumbre estructural que generan. Dentro, porque los ciudadanos ven cómo la parálisis política puede cerrar su gobierno. Fuera, porque el comercio global se enfrenta a reglas que cambian de un día para otro. La suma de ambos factores dibuja un escenario en el que EEUU, más que liderar con estabilidad, introduce volatilidad que condiciona tanto su política interna como la confianza internacional.

Y, sin embargo, pese a esta mezcla de tensiones, los inversores siguen apostando porque el futuro será brillante. El dinamismo de la economía norteamericana, su capacidad para reinventarse y la fuerza de la innovación (con la inteligencia artificial y la transición tecnológica a la cabeza) pesan más que los riesgos geopolíticos y comerciales. 

"La gran incógnita es qué ocurrirá si esa confianza resulta ser excesiva y el choque entre expectativas optimistas y realidades políticas y económicas termina generando una sacudida mucho más fuerte de lo que hoy nadie quiere imaginar", advierte Pablo Gil.

03Oct

la inteligencia artificial se perfila como uno de los motores más potentes de transformación económica y tecnológica de la próxima década. Sus implicaciones van mucho más allá de los sectores directamente vinculados.

Miguel Ángel Valero

La historia económica nos enseña que resistirse a los avances tecnológicos siempre ha sido inútil. Ocurrió en la Inglaterra del siglo XIX con los tejedores que vieron cómo los telares mecánicos destruían su forma de vida, como pasó después con los conductores de diligencias sustituidos por el ferrocarril y el automóvil, o con los telefonistas que desaparecieron cuando las centralitas se automatizaron. Más cerca en el tiempo, lo vivieron los delineantes con la llegada de programas como AutoCAD, las discográficas ante la música en “streaming” o los videoclubs frente al auge de plataformas como Netflix. 

"Hoy ocurre lo mismo con la inteligencia artificial. Lo que está en juego no es la tecnología en sí, sino nuestra capacidad de adaptación", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

Los cambios del pasado fueron graduales. Entre la primera y la segunda Revolución Industrial transcurrieron décadas, permitiendo a varias generaciones aprender nuevos oficios y recolocarse en sectores emergentes. Hoy la situación es distinta: la velocidad de la innovación no da tregua. Lo que antes llevaba medio siglo, ahora ocurre en cuestión de años.

Esto genera un contraste curioso. Los trabajadores de más edad, muchos de ellos con estabilidad financiera, están relativamente protegidos. En cambio, los jóvenes recién graduados son los más vulnerables: se han preparado para empleos de entrada que la IA ya puede hacer en segundos, desde análisis de datos hasta redacción de informes. Por eso el desempleo juvenil crece más rápido que en otros grupos de edad. Y un exceso de jóvenes sin oportunidades nunca ha sido buena receta para la estabilidad social.

El otro gran reto es la desigualdad que provoca la disrupción. Hoy las ganancias se concentran en unos pocos sectores y compañías: fabricantes de chips, plataformas de nube, líderes en software y en IA. Mientras tanto, industrias intensivas en servicios como el comercio, la hostelería o la sanidad apenas perciben mejoras de productividad. Estamos ante un progreso asimétrico: unos pocos avanzan a toda velocidad mientras otros se quedan rezagados.

El futuro será inevitablemente disruptivo. La robótica eliminará millones de empleos, los vehículos autónomos transformarán el transporte y la logística, y la salud vivirá una revolución que ampliará nuestra vida útil de forma radical. Todo esto sucederá en menos de una generación. No hay duda de que mejorará la calidad de vida global, pero la transición será dolorosa para muchos.

La tentación política será prometer la protección de los empleos amenazados y garantizar una renta básica. Sin embargo, el verdadero papel de los gobiernos no debería ser preservar el pasado, sino ayudar a que las personas se adapten al futuro. Formar, reciclar, facilitar la movilidad laboral y, sobre todo, preparar a los jóvenes para los trabajos que realmente existirán.

Estamos entrando en una década en la que se cruzarán varios frentes: disrupción tecnológica, tensiones geopolíticas, problemas de deuda y un relevo generacional en el liderazgo político y social. Un cóctel que exige reflexión y preparación. Pero por encima de todo, la pregunta clave será: ¿cómo quiere situarse cada uno de nosotros? ¿Entre quiénes intentan resistirse a lo inevitable o entre quienes buscan aprovechar la ola para crear nuevas oportunidades?

El futuro no será sencillo, pero nunca lo ha sido en momentos de gran transformación. Cada revolución tecnológica trajo consigo miedos, incertidumbres y pérdidas, pero también abrió la puerta a un mundo con más bienestar, más opciones y más posibilidades. Esta vez no será diferente. Quienes se preparen, aprendan y abracen el cambio tendrán delante un horizonte lleno de oportunidades. 

"El reto no está en detener la disrupción, sino en decidir de qué lado de la historia queremos estar", subraya Pablo Gil.

Columbia Threadneedle: el motor de la próxima década

Michael Guttag, senior portfolio manager de Renta Variable de Columbia Threadneedle Investments, cree que la inteligencia artificial se perfila como uno de los motores más potentes de transformación económica y tecnológica de la próxima década. Sus implicaciones van mucho más allá de los sectores directamente vinculados. 

La IA está transformando la dinámica de la demanda energética con los centros de datos como grandes impulsores del consumo eléctrico. "Nuestras previsiones apuntan a que, para 2030, estos centros podrían representar más del 20% del consumo total de energía en EEUU, y que las instalaciones específicas para IA superarán a las convencionales en 2027", explica.

Este auge presenta tanto desafíos como oportunidades para el sector de los servicios públicos: se beneficiarán de la mayor demanda, pero deberán afrontar limitaciones de infraestructura, largos plazos de entrega en nueva generación y transmisión, así como una creciente oposición local a la ubicación de los centros de datos.

La gestión de las cargas térmicas es otro reto clave. La potencia de procesamiento necesaria para desarrollar y ejecutar modelos de IA genera un calor considerable. Se prevé que la demanda de refrigeración aumente de 10.000 millones$ en 2024 a 60.000 millones de dólares en 2030. El mercado de refrigeración líquida, valorado actualmente entre 2.000 millones y 3.000 millones, podría multiplicarse por diez y alcanzar el 40% del gasto total en refrigeración de centros de datos para 2028.

Tecnologías como la refrigeración directa al chip y la refrigeración por inmersión están ganando protagonismo, y las unidades de distribución de refrigerante (CDU) se perfilan como componentes críticos.

"Observamos inversiones con soluciones avanzadas y un papel creciente de las fusiones y adquisiciones, a medida que las empresas buscan ampliar sus carteras en este sector", apunta este experto.

Los principales obstáculos al crecimiento de la IA no son barreras estructurales, sino desafíos, y pasan por un conocimiento aún limitado de los casos de uso, unos altos costes de adopción, modelos de precios aún poco definidos y un enorme consumoenergético. Más que frenos, están generando nuevas oportunidades de negocio e inversión. La IA se ha convertido en un catalizador que impulsará la innovación y elcrecimiento en diversos sectores.

"Mantenemos una perspectiva optimista sobre las inversiones en IA y vemos margen para obtener sólidos rendimientos en toda su cadena de suministro. La fuerteinversión en infraestructura, junto con el rápido crecimiento de los datos, refuerza nuestra convicción. Desde la óptica de inversión, identificamos oportunidades específicas en líderes como NVIDIA y Microsoft, pero también en el ecosistema más amplio de facilitadores y proveedores de soluciones para IA", señala.

03Oct

El riesgo político persiste ante un Parlamento fragmentado, incapaz de aprobar unos presupuestos que pretenden acercar el déficit al objetivo europeo del 3%.

Miguel Ángel Valero

El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, iniciará una ronda de reuniones con los grupos parlamentarios en busca de apoyos para los presupuestos de 2026. Estas conversaciones, las últimas antes de la presentación oficial del borrador el 13 de octubre, son clave para la supervivencia del Gobierno, que se enfrenta a una posible moción de censura si no logra consensos suficientes.

Los partidos de la oposición ya han advertido que, sin concesiones, impulsarán una nueva moción, lo que podría provocar el tercer colapso gubernamental en menos de un año. 

El partido de Marine Le Pen ha señalado que rechazará los presupuestos si mantienen la línea de los presentados por François Bayrou, mientras que los socialistas exigen revertir la reforma de pensiones de 2023 e introducir un nuevo impuesto sobre el patrimonio.

Según Lecornu, las nuevas propuestas buscan reducir el déficit fiscal hasta el 4,7% en 2026, lo que sugiere una continuidad con el plan de Bayrou

El riesgo político en Francia persiste ante un Parlamento fragmentado, incapaz de aprobar unos presupuestos que pretenden acercar el déficit al objetivo europeo del 3%. Esta inestabilidad política sigue minando la confianza económica, en un contexto de debilidad macroeconómica que incrementa la presión sobre la deuda francesa. Los diferenciales de la deuda gala se mantienen en torno a los 80 puntos básicos (pb), actualmente por encima de los italianos, a la espera de la revisión de rating por parte de Moody’s, prevista para el 24 de octubre.

02Oct

La farmacéutica pacta con Trump no pagar aranceles sobre productos farmacéuticos durante tres años a cambio de reducir hasta el 50% los precios de algunos medicamentos en EEUU. La startup se convierte en la empresa privada más valiosa del mundo, superando a SpaceX: 500.000 millones$.

Miguel Ángel Valero

Aunque inicialmente los mercados mostraban cierta inquietud ante el cierre del Gobierno en EEUU, dos noticias impulsan las Bolsas. Por un lado, los acuerdos entre el Gobierno de Trump   y Pfizer, que evitará a ésta pagar aranceles sobre productos farmacéuticos durante tres años a cambio de reducir los precios de ciertos medicamentos en el país. Como parte del acuerdo, Pfizer venderá algunos fármacos con un descuento promedio del 50% a través de un sitio web directo al consumidor llamado TrumpRx, que permite a los estadounidenses pagar en efectivo por medicamentos a tarifas con descuento negociadas por el Gobierno. 

El acuerdo protege además a Pfizer de posibles aranceles del 100% que Trump amenazó imponer la semana pasada, mientras también protege a la compañía de la investigación de la Sección 232 de la Administración sobre si los costes de los medicamentos representan una amenaza para la seguridad nacional. 

La segunda noticia que vence claramente al cierre de la Administración es que OpenAI ha concluido una venta de acciones de empleados por un valor de 6.600 millones$, lo que sitúa la valoración de la compañía en 500.000 millones. Esta cifra convierte a la startup en la empresa privada más valiosa del mundo, superando a SpaceX, cuya valoración se estima en 400.000 millones. La operación representa un incremento del 66 % respecto a la valoración alcanzada en la ampliación de capital realizada a principios de año. A esta reciente ronda acudieron principalmente inversores institucionales.

El optimismo en torno a la tecnología y la inteligencia artificial se mantiene firme. Los ambiciosos planes de inversión están llamados a respaldar el crecimiento económico de EEUU en un momento en que otros segmentos de la economía muestran signos de debilidad. De hecho, según datos agregados del primer semestre, la contribución conjunta al crecimiento del PIB estadounidense de la inversión vinculada a la tecnología iguala a la contribución del consumo privado.

Todo esto lleva a máximos históricos a los principales índices estadounidenses –S&P +0,3%; Nasdaq +0,4%–, impulsados por el optimismo de que el cierre del Gobierno estadounidense será breve, pese al negativo dato de creación de empleo privado.  Las acciones del sector salud encabezan los avances, con compañías como Eli Lilly (+8,2%), Moderna (+6,8%), Regeneron (+6,7%) o Abbvie (+5,5%), que se suman a la ola de Pfizer (+6,7%). Este efecto llega también al sector farmacéutico europeo, que logra un +5,3%, la mayor revalorización en una sola sesión desde 2008, con AstraZeneca (+11,2%), Merck (+10%) o Sanofi (+8,3%) destacados.

El acuerdo de OpenAI con los fabricantes coreanos de chips lleva al índice Kospi (+2,7%) a máximos históricos. 

En cambio, la renta fija norteamericana refleja el mal dato de empleo. La pérdida de dinamismo que dibujaron las cifras de creación de empleo privado de la consultora ADP, alentaron las compras en los bonos soberanos y permitieron que la referencia a 10 años cerrase con una caída de 5 puntos básicos (pb) hasta situarse en 4,1%.

El cruce euro-dólar también percibe la incertidumbre respecto al cierre de Gobierno, el mal dato de empleo privado en EEUU, y la caída en las TIR soberanas. Una situación que beneficia al oro, que encadena cinco sesiones de subidas y acumula un +3% en la semana,  hasta los 3.874 $/onza.

Los datos de creación de empleo privado de la consultora ADP siguen apuntando a un enfriamiento del mercado laboral. Esta publicación, aunque no suele coincidir con las cifras que publica el Bureau of Labor Statistics (BLS), cobra especial relevancia en esta ocasión ante el cierre de Gobierno –el viernes deberían publicarse los números oficiales, algo que se pospondrá hasta la reapertura de la Administración–. En septiembre se destruyeron 32.000 puestos de trabajo según ADP, muy por debajo de los +51.000 previstos por los analistas y de los -3.000 correspondientes a agosto (dato que se revisó a la baja considerablemente). 

Al menos, las cifras de confianza empresarial manufacturera (ISM) mostraban una leve mejoría respecto a agosto. El indicador agregado repuntó hasta el 49,1 en septiembre desde el 48,7 previo, superando en una décima las estimaciones de los analistas. Este mejor comportamiento vino explicado tanto por el componente de empleo (45,3 vs. 43,8 anterior) como de los precios pagados (61,9 vs. 63,7). Pero la lectura del componente de nuevos pedidos fue menos favorable al volver al terreno de contracción (48,9 vs. 51,4). 

Tregua en el asalto a la Fed

Se cierra hasta el año que viene el capítulo sobre el intento de Trump por destituir a Lisa Cook del Comité de la Reserva Federal. La Corte Suprema decidió no intervenir de forma inmediata y permitió que Cook continúe en su cargo mientras se prepara una audiencia oral para enero de 2026. En agosto, Trump trató de inhabilitar a Cook alegando fraude hipotecario, pero una jueza federal bloqueó la destitución al considerar que no se había demostrado una causa legal suficiente ni se había respetado el debido proceso. 

La Administración de Trump apeló sin éxito ante el Tribunal de Apelaciones, y, posteriormente, presentó una solicitud de emergencia ante el Tribunal Supremo para ejecutar la destitución de forma inmediata. Con esta última negativa del Tribunal Supremo, se cierra por ahora este capítulo judicial, dejando a Cook en su puesto y a la Reserva Federal con un respiro temporal frente a las presiones políticas.

01Oct

"Concentramos los fondos en Luxemburgo bajo una SICAV propia para mejorar la eficiencia operativa y mantener el control de los vehículos, y para ampliar la distribución del fondo Hamco Global Value Fund entre los comercializadores españoles para facilitar el acceso a más inversores interesados en el vehículo", explican en la gestora.

Hamco había detectado una oportunidad: dado el enfoque Deep Value del Global Value Fund, numerosas empresas de gran calidad que no cumplían ese perfil quedaban fuera, aun siendo buenas oportunidades. Por eso lanza una estrategia Quality Value, que combina inversión en empresas de alta calidad con precios atractivos, pagando un poco más por esa calidad, pero manteniendo el estilo value.

El fondo ofrece un perfil de riesgo moderado, con menor rotación y mayor concentración, diseñado para preservar capital y generar rentabilidades interesantes a largo plazo. Sin embargo, no hay garantía de ausencia de pérdidas o deresultados positivos.

"Con Hamco Quality Fund seguimos a Warren Buffett y ascendemos en la escala de calidad. El principal objetivo es ofrecer otra fuente de buenos retornos a largo plazo con un riesgo razonable", explica John Tidd, CFA y CEO de la gestora.

El nuevo fondo, de Renta Variable Global, invertirá en 50-60 empresas, gestiona 25  millones en activos, con una capitalización de 2.200 millones, un PER de 7,63 veces,  y una rentabilidad del 14%. Busca empresas de calidad, con riesgo moderado y valoraciones atractivas. Entre ellas, ya cuenta con BMW, Brilliance, Youngone, JD Sports, Jumbo, Leggett&Platt, Card Factory, Orion, y empresas del Sudeste asático, donde según Tidd "hay ahora muy buenas oportunidades".

Al mismo tiempo se realiza una fusión transfronteriza de Hamco Global Value Fund con un fondo vacío y creado en Hamco Sicav con ese único propósito. La operación ya ha sido aprobada por ambos reguladores nacionales (CNMV y CSSF). El objetivo de inversión y estrategia no varían. La estructura de comisiones se ajusta para que los costes sean los mismos.

"Concentramos los fondos en Luxemburgo bajo una SICAV propia para mejorar la eficiencia operativa y mantener el control de los vehículos, y para ampliar la distribución del fondo Hamco Global Value Fund entre los comercializadores españoles para facilitar el acceso a más inversores interesados en el vehículo", explican en la gestora. 

Los objetivos a corto plazo en Hamco Quality Fund son lograr 500 accionistas para obtener que sea traspasable sin impacto fiscal. A largo plazo, track record de 3 años y  más de 100 millones€ en volumen.

Hamco AM se consolida en la industria española de gestión de activos con 180 millones€. Hamco Global Value Fund cumple seis años y ha logrado una rentabilidad anualizada del 18%, situándose entre los mejores fondos de renta variable global en el periodo 2019-2025.

01Oct

El oro vuelve a marcar máximos en una jornada en la que un tercio de los empleados públicos no irán al trabajo. Los menores ingresos supondrán una reducción de su capacidad de consumo.

Miguel Ángel Valero

Tras intensas negociaciones, los republicanos no han logrado persuadir a los demócratas, lo que ha desencadenado un nuevo cierre del Gobierno en EEUU. El impacto económico dependerá en gran medida de la duración del cierre. La afección más inmediata se reflejará en las horas no trabajadas y en la pérdida de ingresos de los empleados públicos, lo que reducirá su capacidad de consumo. No obstante, si el cierre se prolonga, podrían comenzar a manifestarse efectos de segunda ronda. 

Aunque los salarios no cobrados serán pagados una vez resuelta la situación, algunos servicios nunca serán prestados o consumidos haciendo que el impacto económico sea permanente a medida que se alargue la situación. Las primeras estimaciones indican que aproximadamente un tercio de los empleados federales no acudirá hoy a trabajar, lo que representa un impacto menor en comparación con a anteriores cierres en las que dejaron de trabajar un 40 % de los empleados federales.

Las negociaciones continuarán, aunque ahora se ha entrado en la fase de atribución de responsabilidades. La votación acabó 55 a favor frente a 45 en contra, por lo que quedan 5 senadores por convencer, uno de ellos el republicano Rand Paul, de Kentucky. Las exigencias demócratas incluyen la extensión de los subsidios a los seguros médicos —Affordable Care Act— y la eliminación de ciertos recortes a las ayudas sanitarias aprobadas en la reciente reforma fiscal.

Por el momento, la reacción de los mercados es moderada, descontando un escenario similar al de anteriores cierres, en los que la duración fue breve y el impacto económico limitado. Los futuros de las Bolsas estadounidenses retroceden ligeramente, los bonos se mantienen estables, el tipo de cambio euro-dólar se debilita, aunque permanece por debajo del 1,18 EUR/USD, y el gran beneficiado hasta ahora es el oro, que vuelve a marcar máximos. En episodios anteriores, el efecto sobre los activos de riesgo fue muy limitado y, tras una volatilidad inicial, la confianza se recuperó, cerrando en promedio con resultados positivos dos meses después.

Las Bolsas están más preocupadas por el debilitamiento de la confianza del consumidor y por lo datos de empleo que por el cierre de la Administración, el primero que sufre Trump en su segundo mandato como presidente de EEUU (en 2018, durante su primer mandato, tuvo que afrontar el que sería el mayor de la historia del país, 34 días, con un impacto de dos décimas de PIB, como ya contó Dinero Seguro).

Escasos movimientos en la renta fija ante un cierre de Gobierno prácticamente descontado por el mercado. Después de 7 años del último cierre parcial –12 desde el último total– los bonos se mantienen sin grandes cambios, con la TIR del 10 años estadounidense elevándose apenas un punto básico (pb) hasta situarse en 4,15%. El cierre de la Administración no hará más que añadir incertidumbre el panorama actual, respaldando la postura de cautela respecto a la duración de las inversiones en renta fija. 

Siguiendo el patrón habitual, se instaura el ánimo vendedor en el dólar tras el cierre. El cruce euro-dólar se eleva un 0,2%, hasta los 1,176 EUR/USD.

Se extienden las ventas en el petróleo a medida que los inversores siguen digiriendo el impacto del posible incremento en la producción de la OPEP y el fin del conflicto armado en Gaza. De esta manera, las preocupaciones ante un posible exceso de oferta –1,6 millones de barriles diarios para 2026 según la EIA– siguen penalizando a la cotización. Con todo esto, la referencia Brent ya acumula una caída del 5,7% en lo que va de semana al situarse en 66,2 $/barril. 

En el extremo contrario, el oro mantiene su avance tras el cierre de Gobierno en Estados Unidos. Aupado por la incertidumbre actual, acumula una subida del 2,7% en la semana, hasta los 3.860$/onza.

Mientras, la confianza de los consumidores bajó más de lo esperado al retroceder en septiembre hasta 94,2 desde el 97,8 anterior y por debajo del 96 previsto. Con esta caída, la confianza se sitúa en mínimos desde abril tras el Liberation Day. Además, este descenso vino tanto por el lado de las expectativas al bajar hasta 73,4 desde el 74,7 anterior, como de la situación actual que retrocedió hasta 125,4 desde el 132,4 previo. 

En cambio, el mercado laboral sigue enviando señales de fortaleza del mercado laboral, con las vacantes sin cubrir repuntando ligeramente y situándose en 7,23 millones de personas frente a 7,21 millones previos, un dato que además se revisó al alza. La ratio de vacantes/desempleados se sitúa en niveles de 0,98x, aún por encima del 0,93x promedio previo a la pandemia. 

Los despidos bajaron en el mes hasta 1,72 millones, de manera que la tasa sigue estable en niveles muy reducidos del 1,1%. Esto confirma que EEUU atraviesa un periodo de menor creación de empleo, pero con los despidos contenidos. 

Pictet: la prolongación perjudicará a la Bolsa

El Gobierno de EEUU ha cerrado este 1 de octubre tras un Congreso dividido que no ha aprobado un proyecto de ley de gasto para el año fiscal 2026. Así que las agencias federales han suspendido sus funciones no esenciales, afectando a cientos de miles de trabajadores. Con ello, la actividad del Gobierno de EEUU se detiene de manera indefinida, excepto funciones esenciales como pagos de la seguridad social y el servicio médico Medicaid, operaciones militares, control del tráfico aéreo y en general la aplicación de la ley. Los empleados federales suspendidos, generalmente 40% de la fuerza laboral federal, recibirá sus pagos atrasados cuando finalice el cierre.

Aunque Republicanos y Demócratas discuten un proyecto a corto plazo que mantiene los niveles de gasto hasta el 21 de noviembre, los Demócratas se oponen a un proyecto provisional. Quieren que los Republicanos extiendan los créditos fiscales de Obamacare y deroguen los recortes al programa de atención médica Medicaid de la “Ley Grande y Hermosa”, One Big Beautiful Bill. El caso es que la Casa Blanca puede usar el cierre para despedir a empleados en proyectos no están alineados con las prioridades de la actual administración, afectando a la actividad económico a corto plazo.

De momento en Pictet WM esperan una respuesta moderada del mercado. Históricamente, los cierres del Gobierno de EEUU han tenido poco impacto en la renta variable, pues tienden a ser de corto plazo. "Esperamos un resultado similar, a menos que se prolongue o pudiera tener un efecto significativo en el techo de la deuda. Pero este cierre no está relacionado con el techo de la deuda, cuyo pago continuará con normalidad", argumentan sus expertos.

En los últimos 30 años, el Gobierno de EEUU ha experimentado cinco cierres, de hasta 34 días. Han reducido el crecimiento del PIB en aproximadamente una o dos décimas por semana. El último cierre, en 2018, durante la primera administración de Trump, duró aproximadamente un mes y afectó a la producción económica en 11.000 millones$, incluyendo 3.000 millones que nunca se recuperaron, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

No está claro cuánto tiempo persistirá este cierre. Puede afectar a los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, incluyendo el informe de septiembre que se publica este 3 de octubre y el índice de precios al consumo el 15 de octubre. Otros informes económicos pueden retrasarse, incluyendo el de la Oficina del Censo y la Oficina de Análisis Económico, clave para las deliberaciones de la Reserva Federal ante su próxima reunión del 28 y 29 de octubre, donde esperamos reduzca sus tipos de interés en 0,25 %.

De todas formas, un estancamiento prolongado puede afectar negativamente a la renta variable y añadir atractivo a los activos reales, como metales preciosos, bienes inmuebles e infraestructuras. Además, un cierre prolongado puede presionar más a la baja el tipo de cambio del dólar, contribuyendo a su tendencia de debilidad estructural. Por otra parte, puede reducir las rentabilidades a vencimiento de los bonos del Tesoro a diez años, por impacto negativo en el crecimiento económico y aumento de flujos de inversión hacia este activo refugio. El aumento de la volatilidad puede hacer que se amplíen los diferenciales de rentabilidad a vencimiento de la deuda empresarial respecto a los bonos del Tesoro.

30Sep

En caso de un cierre total, unos 859.000 empleados federales serían despedidos, el daño económico ascendería a unos 0,1 puntos del PIB por semana y, por lo general, las publicaciones económicas federales se interrumpen.

Miguel Ángel Valero

Las reuniones celebradas entre el presidente Trump y los representantes del Congreso no lograron avances significativos, y todo apunta a que el Gobierno estadounidense se encamina hacia un cierre total y forzado, similar al ocurrido en 2013. Esto implicaría la suspensión de la mayoría de los servicios públicos, incluidos las actividades estadísticas, lo que impediría la publicación de los datos de empleo este viernes 3 de octubre y retrasaría otras estadísticas clave, como el PIB del tercer trimestre.

Aunque un acuerdo de última hora podría darse, un episodio que ya se vivió en septiembre de 2023, –algo que costó el puesto al portavoz republicano McCarthy–, la división en aquel momento provenía de una lucha interna del Partido Republicano. En el escenario actual, los republicanos necesitan el respaldo de siete demócratas para evitar el cierre. La moneda de cambio del partido demócrata es evitar que se eliminen los subsidios del Obamacare de cara a 2026.

El impacto económico dependerá en gran medida de la duración del cierre. Cuanto más se prolongue, mayor será el riesgo de que se generen efectos de segunda ronda. Se estima que alrededor de 1,6 millones de empleados públicos dejarían de trabajar, mientras que aquellos que deban continuar prestando servicios esenciales —financiados por el Congreso— no recibirían su salario hasta que se resuelva la situación. 

Entre los servicios no afectados destacan la Reserva Federal, que cuenta con financiación propia, así como los servicios sanitarios y la Seguridad Social, que están financiados por adelantado.

En cuanto a los mercados, la reacción suele ser de cierta preocupación al principio, con flujos hacía activos seguros, pero con recuperaciones rápidas en las Bolsas –dado lo efímero de anteriores episodios–. De hecho, en el 2013, el más grave recientemente, el S&P 500 acabó en positivo dos meses después del cierre.

Por ello, aunque se trata de un acontecimiento relevante, si se repite el patrón observado en episodios anteriores, se podrá experimentar cierta volatilidad en el corto plazo, seguida de una resolución relativamente rápida. Trump no tiene incentivos para llevar la negociación a un punto en el que provoque un daño excesivo a la economía estadounidense.  

Más aranceles

Mientras, la Administración de Trump ha emitido una proclamación detallando los nuevos aranceles sobre diversos productos derivados de la madera. A partir del 14 de octubre, se aplicará un arancel del 10% a la madera blanda –utilizada en mobiliario y vigas–, mientras que los muebles de madera tapizada y los gabinetes de cocina estarán sujetos a un gravamen del 25%. 

Más adelante, el 1 de enero de 2026, estas tarifas aumentarán: los muebles tapizados pasarán a tener un arancel del 30% y los gabinetes de cocina, del 50%.

Según la directiva presidencial, las principales economías que han firmado acuerdos comerciales bilaterales con EEUUU se beneficiarán de tarifas reducidas. Los productos de madera procedentes del Reino Unido no estarán sujetos a más del 10%, mientras que los provenientes de la Unión Europea y Japón tendrán un límite del 15%. Canadá, por su parte, podría resultar especialmente perjudicada por esta medida, ya que es, con diferencia, el principal proveedor de madera para EEUU representando aproximadamente la mitad de las importaciones de madera y sus derivados (Código HS-2: 44).

En Estados Unidos, las ventas pendientes de vivienda repuntan en agosto y crecen un 4% mensual. Con esta mejora registrada en agosto, el crecimiento de las ventas pendientes de viviendas frente al mismo periodo del año pasado se mantiene en positivo al avanzar un 0,5%, siendo éste el segundo mes consecutivo en positivo tras registrar retrocesos durante toda la primera mitad del año, lo que podría estar señalando una reactivación del mercado ante la llegada de nuevas rebajas de los tipos de interés.

Lazard: las perspectivas de crecimiento son "inciertas"

Los PMI de los mercados desarrollados pusieron de relieve la semana pasada el deterioro de las condiciones en el sector manufacturero, según Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard. En EEUU, el crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2025 se revisó al alza de forma significativa, hasta un ritmo anualizado del 3,8% intertrimestral desde la estimación anterior del 3,3%, por el aumento del consumo. Temple reconoce un vigor económico en la primera potencia mundial en lo que va de año más fuerte de lo que él mismo y la mayoría de los economistas esperaban, pero le parece poco probable que esta fortaleza se mantenga, ya que los mercados laborales siguen debilitándose y la confianza de los consumidores flojea. 

Sostiene que las perspectivas de crecimiento “son inciertas”, que los cambios en la política de inmigración podrían reducir el crecimiento potencial del PIB de EEUU del 1,7%-2% anterior a entre el 1% y el 1,5%, y que los cientos de miles de millones de dólares ya gastados en IA deberían traducirse en teoría mayores ganancias de productividad, pero que es difícil saber si esto compensará los efectos demográficos de las políticas de inmigración.

Tras el anuncio por parte de la Administración estadounidense de nuevos aranceles sobre productos farmacéuticos, camiones pesados, armarios de cocina, muebles de baño y muebles tapizados, y la probabilidad de que los gravámenes sigan aumentando en EEUU (continúan las investigaciones de la Sección 232 sobre semiconductores, aeronaves, madera y otras áreas de productos), el estratega de Lazard refuerza sus expectativas sobre la continuidad del incremento de la inflación estadounidense. De momento, la inflación del PCE subió en línea con las expectativas: la general se situó en el 2,7% interanual y la subyacente, en el 2,9%. Pero el experto continúa esperando un aumento gradual a medida que los aranceles más elevados se repercutan en los consumidores.

“Este proceso puede tardar meses en producirse, y es probable que la inflación alcance su punto máximo a principios de 2026, suponiendo que los aranceles no se incrementen aún más”, dice.

Los focos se mantendrán puestos esta semana principalmente en EEUU. En primer lugar, porque se avecina un cierre del Gobierno federal ante la ausencia de una ley de financiación. Para evitarlo, el Congreso tendrá que aprobar antes de la medianoche del martes los proyectos de ley de asignaciones o, lo que es más probable, una resolución continua que le dé tiempo para completar el proceso de financiación. En caso de un cierre total, unos 859.000 empleados federales serían despedidos, el daño económico ascendería a unos 0,1 puntos del PIB por semana y, por lo general, las publicaciones económicas federales se interrumpen, lo que significa que el informe sobre las nóminas del próximo viernes podría no publicarse a tiempo.

Hay mucha expectación en torno a los informes sobre el mercado laboral. Las previsiones apuntan a un pequeño descenso en el número de puestos de trabajo disponibles, de 7,18 millones a 7,1 millones; que el crecimiento de las nóminas no agrícolas haya aumentado a 50.000 en septiembre, frente a los 22.000 del mes anterior; que la tasa de desempleo se mantenga estable en el 4,3%; y que los ingresos medios por hora se hayan incrementado un 0,3% intermensual y un 3,6% interanual, frente al 0,3% y el 3,7% registrados en agosto. 

“Espero que los datos del mercado laboral sigan siendo débiles, pero la gran pregunta con respecto al crecimiento del empleo es cuánto ha disminuido la ‘tasa de equilibrio’. Hace aproximadamente una década, EEUU necesitaba alrededor de 140.000 puestos de trabajo al mes para mantener una tasa de desempleo estable. Con la fuerte disminución de la llegada de inmigrantes y la salida de muchos otros, creo que la tasa de equilibrio podría haber caído por debajo de los 50.000 puestos de trabajo al mes. Hay signos claros de baja demanda de trabajadores, pero si la tasa de crecimiento de la oferta también se ha reducido, EEUU podría mantenerse en pleno empleo. Este es el dilema para la Reserva Federal, ya que podría querer instintivamente recortar los tipos de interés dada la fuerte desaceleración del crecimiento del empleo, pero al hacerlo podría reavivar la inflación si el mercado laboral sigue estando tensionado”, comenta Temple.

30Sep

"Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.

El Euribor a 12 meses cierra un nuevo mes al alza, con una media provisional del 2,170 %, a fecha de 29 de septiembre, frente al 2,114 % registrado el mes anterior. Se trata del segundo mes consecutivo en el que este indicador de referencia sufre nuevas subidas.

Este aumento se produce en un contexto de crecimiento moderado en la Eurozona, cuyos PMI reflejan una actividad económica tibia, aunque expansiva. El índice compuesto correspondiente a septiembre se situó algo por encima de las expectativas, en el nivel de 51,2. El sector manufacturero volvió a caer en territorio contractivo, mientras que el sector servicios continúa impulsando a la economía europea.

A nivel territorial, se ha producido una divergencia en la tendencia de crecimiento de Francia y Alemania. Los franceses están adoleciendo la inestabilidad política y crisis fiscal de su país, mientras que los alemanes empiezan a observar algunos brotes verdes, probablemente sembrados por el descomunal paquete fiscal en defensa e infraestructura. A partir del año que viene, el estímulo alemán debería empezar a manifestarse en los datos de forma más patente, aunque el crecimiento de la eurozona seguirá rondando por debajo del 1,5 % en los próximos dos años, según el Banco Central Europeo (BCE).

Por su parte, la inflación se ha asentado en el nivel objetivo del 2% durante todo el verano, para alivio del BCE. La subyacente se ha mantenido a un nivel moderado moderado del 2,3% durante los últimos cuatro meses. Las expectativas por parte de los consumidores para la inflación dentro de un año aumentaron en agosto al 2,8%. A pesar de ello, el BCE expresó en su última reunión confianza en la evolución del crecimiento de los precios, a la que sitúa en el 2,1 %  a finales de este año, en el 1,7 % a finales del año que viene y en el 1,9% en 2027. 

"A la luz de estos datos de crecimiento e inflación sólidos aunque moderados, consideramos que el BCE ha dado por acabado el ciclo de recortes actual, cediendo el paso a la política fiscal expansiva. Por tanto, en un contexto de política monetaria estable, el Euríbor a 12 meses no debería sufrir demasiados vaivenes en el futuro cercano y debería cerrar el año en torno al 2,1%. Únicamente si el impacto de los aranceles acaba siendo más grave de lo esperado consideraríamos la posibilidad de nuevas bajadas de tipos", asegura Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury.

29Sep

En su primer mandato, la Administración de EEUU estivo patrcialmente paralixada durante 34 días, el mayor cierre de la historia, con un impacto de dos décimas en el PIB.

Miguel Ángel Valero

Donald Trump se enfrenta a un “nuevo” cierre del Gobierno en EEUU. Actualmente las posiciones de republicanos y demócratas están enrocadas y el Congreso tiene que, al menos, que conseguir aprobar una medida de financiación temporal antes del miércoles 1 de octubre. Ardua tarea viendo las últimas posturas: el 19 de septiembre los republicanos presentaron una propuesta que mantendría abierta la Administración durante otras siete semanas, pero ésta resultó rechazada en el Senado (a pesar de su mayoría en esta Cámara, para aprobar esta medida el partido de Trump necesita de 60 votos, lo que significa que al menos 7 demócratas deberán apoyarla). 

Por su parte, los demócratas han exigido que se prorroguen los subsidios sanitarios (Obamacare) y también la reversión de recortes presupuestarios a la sanidad aplicados al programa Medicaid y que fueron aprobados justamente en la reciente reforma fiscal de Trump. Éste ha tachado estas propuestas de “irracionales” y ha declarado que no está dispuesto a ceder. 

El lunes 29 de septiembre se reanudan in extremis las negociaciones con los cuatro principales lideres del Congreso visitando la Casa Blanca.

Trump sufrió el mayor cierre de la historia: 34 días

Si bien el cierre de la Administración americana parece inevitable, en el pasado, la mayoría de estos episodios fueron breves y con escasos efectos económicos. Desde 1980 ha ocurrido en catorce ocasiones, siendo episodios muy breves (menos de una semana de duración) y por ello apenas afectaron la actividad. 

Sin embargo, los últimos precedentes fueron algo más graves: en particular en 2018, bajo el primer mandato de Trump, el Gobierno estuvo parcialmente paralizado 34 días, el mayor cierre de la historia en términos de duración y que se estima retiró entre una décima y dos al PIB. 

En 2013, el cierre se extendió durante 16 días, pero con un mayor impacto en el PIB dado que este cierre de las actividades fue total. 

En los próximos días se intensificarán las negociaciones y se tratará de evitar los peores escenarios, que sería un cierre total y prolongado de la Administración.

Impacto en las estadísticas laborales

Uno de los primeros efectos del cierre de la Administración en EEUU se percibirá en las propias publicaciones macroeconómicas, dado que la agencia federal de estadísticas (Bureau of Labor Statistics) se vería afectada dificultando la normalidad en la difusión de sus estadísticas.

Precisamente cuando llega la 'semana grande' del mercado laboral en EEUU, y en un momento en el cual se está poniendo en entredicho la fiabilidad de las publicaciones oficiales de empleo. Como ejemplo, la tasa de respuesta de las encuestas de los hogares sobre la tasa de paro ha bajado hasta el 67% (hace 12 años era del 90%), mientras que por el lado de las empresas la respuesta a la encuesta de creación de empleo bajó hasta el 43% desde el 64% que se registraba en 2013.  

Si nada lo impide, se publicarán diversas referencias del mercado laboral. El viernes 3, la más importante: las cifras oficiales de septiembre, en las que se espera un ligero repunte de la creación de empleo hasta 50.000 nuevos puestos de trabajo frente a la media de 29.000 de los tres meses previos. Además, será relevante las posibles revisiones de las cifras que han sido más acusadas en los últimos meses. Por el lado de la tasa de paro, se espera que se mantenga estable, pero esto se debería más bien a un menor crecimiento de la fuerza laboral por las restricciones a la inmigración que una mejora del empleo. 

El martes 30 de septiembre se plublicará la encuesta JOLTS sobre la evolución de las vacantes. Y el miércoles 1 de octubre, las cifras de nóminas no-agrícola privadas realizada por ADP (un dato quecobrará especial relevancia si el cierre de la Administración paraliza la publicación de estadísticas oficiales).

Trump afronta el posible cierre de su Administración con una mejora moderada de la confianza empresarial en septiembre; una revisión de 5 décimas del PIB en el 2º trimestre, hasta el 3,8% anualizado, gracias al consumo (que crece el 2,5%, frente al 1,6% anterior), la inversión en equipos de tecnología y software, que aportó ocho décimas al crecimiento. Pero la inversión residencial restó dos décimas.

También los datos de gasto personal indican que el consumo sigue fuerte (+0,6% mensual) y apunta a un tercer trimestre con cifras sólidas. En cuanto a la inflación, pocas sorpresas, cifras en línea con lo esperado y que mantienen la inflación subyacente en el +2,9%.

Diferentes posturas en la Fed

En medio de los intentos de asalto a la Fed por parte de Trump, se visibilizan las dispares posturas de los diferentes miembros de la Reserva Federal. Austan Goolsbee expresó su incomodidad ante la idea de aplicar múltiples recortes anticipados en los tipos de interés, hasta tener la certeza de que el impacto de los aranceles sobre la inflación sea transitorio. 

Por el contrario, los nombrados por Trump defienden una postura más laxa: Stephen Miran, recientemente incorporado al Comité pese a mantenese como asesor económico de la Casa Blanca, reiteró su visión de que la política monetaria se encuentra altamente restrictiva y urgió a la institución a rebajar rápidamente las tasas de interés para adelantarse a una “gran catástrofe”. Michelle Bowman, quien fue nombrada por Trump en su primer mandato, justificó la necesidad de más recortes al considerar que la inflación está “dentro del rango” del objetivo del 2%, mientras que el mercado laboral se muestra más “frágil” de lo esperado.

Lorie Logan ha centrado su atención en mejorar las herramientas de actuación de la Reserva Federal, que influye en la economía a través de sus decisiones sobre el tipo de interés oficial, cuyo referente tradicional es la conocida tasa de fondos federales (Federal Funds Rate). Logan propone reemplazar esta tasa como referencia por otra más representativa del mercado actual: la TGCR (Tri-Party General Collateral Rate), utilizada en el mercado de repos. Esta propuesta responde al hecho de que el mercado de fondos federales ha perdido relevancia, con un volumen de transacciones que actualmente promedia menos de 100.000 millones$ diarios. En contraste, el mercado de repos, donde se utiliza la TGCR, mueve más de un billón al día, lo que lo convierte en un entorno más amplio, estable y consolidado. De este modo, las decisiones de política monetaria se transmitirían de forma más eficaz al conjunto de los mercados monetarios.

Franklin Templeton se centra en renta fija de corta duración

El nuevo informe de Franklin Templeton 'On My Mind': la arriesgada tarea de la gestión de riesgos, elaborado por Sonal Desai, directora de inversiones de renta fija, subraya cómo la reciente decisión de la Fed de recortar tipos se da en un contexto de alta incertidumbre y división dentro del FOMC, afectando a la economía y a las decisiones de inversión.

El informe destaca especialmente los riesgos de inflación, las posibles consecuencias para la economía estadounidense de las políticas de Trump y la recomendación de centrarse en renta fija de corta duración.

Ebury: la mejor alternativa al dólar es el oro

En este contexto, el repunte del dólar se prolonga por segunda semana consecutiva al disiparse los temores de recesión en EEUU. Algunos datos económicos estadounidenses sólidos impulsaron el dólar la semana pasada y provocaron que los mercados recortaran sus expectativas de recortes por parte de la Reserva Federal. El consumo se mantiene en niveles saludables y en consonancia con un crecimiento decente, a pesar de la desaceleración del mercado laboral. Ante los escasos indicios de aceleración económica en la zona euro, la subida de los rendimientos de los bonos soberanos estadounidenses fue suficiente para impulsar al alza el dólar frente a las principales divisas del G10. 

La sentencia sobre la legalidad del despido por parte de Trump de la gobernadora Cook, y sus implicaciones para la independencia de la Reserva Federal, siguen siendo un riesgo para el dólar. 

Sin embargo, por ahora la mejor alternativa al dólar "creemos que es el oro, y no otra divisa", señala el Análisis Semanal del Mercado de Divisas de Ebury

  • EUR: Las cifras del PMI de la zona euro de la semana pasada mostraron un crecimiento moderado, con una ligera contracción en el sector manufacturero compensada por unos datos algo mejores en el sector servicios. Con respecto al sector manufacturero, aún no se aprecia el impulso del paquete fiscal alemán anunciado hace casi seis meses, lo cual no es demasiado sorprendente dado el desfase inherente a estos tipos de estímulos, y en particular al gasto en infraestructura; no esperamos que se note el impacto hasta principios de 2026. Las expectativas de inflación en la zona euro han aumentado ligeramente y, aunque siguen siendo relativamente moderadas, esto probablemente implique que no producirán más recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo. Los datos de inflación de septiembre, que se publicarán el miércoles, no deberían tener ninguna repercusión en los mercados. Se espera que la tasa de inflación subyacente, que podría decirse que es la más seguida por los miembros del BCE, se mantenga sin cambios y ligeramente por encima del objetivo del banco por quinto mes consecutivo. 
  • USD: El crecimiento del PIB del segundo trimestre se revisó al alza la semana pasada, y las ventas de viviendas, los pedidos de bienes duraderos y los ingresos y gastos personales superaron las expectativas. La economía estadounidense parece estar creciendo a un ritmo estable, a pesar de que el mercado laboral esté creando pocos puestos de trabajo. Esto nos indica que la ralentización en la creación de empleo es más atribuible a la oferta laboral (reducida por las medidas contra la inmigración y la situación demográfica) que a una economía en declive. Una serie de informes sobre el mercado laboral, que culminará con las cifras de empleo de septiembre el viernes, aportarán más claridad sobre la situación del mercado laboral. Sin embargo, la probable falta de un acuerdo bipartidista para aumentar el límite de la deuda podría interferir en las publicaciones económicas de Estados Unidos. Es probable que esto añada una mayor sensación de caos político y degradación institucional, lo que podría echar por tierra la reciente apreciación del dólar.
  • GBP: Los índices PMI de actividad empresarial apuntan a un menor dinamismo de la economía británica. Tanto el índice de servicios como el del sector manufacturero quedaron muy por debajo de las expectativas y, aunque estamos observando un crecimiento moderado en el primero, la contracción del segundo se está acelerando. Los rendimientos de los bonos del Estado siguen rondando máximos de varias décadas, ya que los mercados siguen teniendo dudas acerca de la voluntad y capacidad del Gobierno laborista de cerrar la brecha fiscal. Cada vez parece más probable que se produzcan nuevas subidas de impuestos en los presupuestos de noviembre. El principal respaldo de la libra esterlina son los tipos de interés del Banco de Inglaterra, que actualmente superan a todos los del G10. A pesar de ello, la economía británica se sigue encontrado en un estado de estanflación, que impide al Banco de Inglaterra bajar los tipos de interés sin que ello  cause pánico en el mercado de bonos. Seguimos sin prever más recortes por parte del Comité de Política Monetaria en 2025.

Apreciación limitada del yuan frente al dólar

Por otra parte, Ebury prevé una apreciación limitada del yuan frente al dólar a lo largo de los próximos trimestres. La fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas mantiene una visión más negativa sobre el dólar, lo que se traduce en un escenario de apoyo generalizado para las divisas asiáticas. 

Tras el repunte registrado en los últimos meses, el yuan chino seguirá beneficiándose de unos fundamentos sólidos y de la estabilidad buscada por las autoridades, aunque las tensiones comerciales con EE. UU. siguen siendo un factor de riesgo. 

En su informe de perspectiva de divisas asiáticas, Ebury realiza los siguientes pronósticos: 

  • Rupia india: pese a que el impacto directo de los aranceles será menor que en otros países de la región, la gestora anticipa una depreciación en los próximos trimestres, en un contexto de crecimiento frágil y posible mayor relajación monetaria del RBI. 
  • Rupia indonesia: tras el alivio de las tensiones sociales, la divisa se mantiene vulnerable a salidas de capital, pero las amplias reservas de divisas del Banco de Indonesia limitan los riesgos. Se espera un tipo de cambio estable en el horizonte de previsión. 
  • Ringgit malayo: el balance externo positivo, el crecimiento aún robusto y la baja inflación colocan a la divisa en una posición favorable. Ebury prevé ganancias moderadas del ringgit frente al dólar. 
  • Dólar de Singapur: las dudas sobre el comercio global y el menor dinamismo de la economía pesan sobre la divisa, pero el panorama general sigue siendo favorable. La previsión de la firma se ajusta a la baja para el USD/SGD en línea con su visión más bajista del dólar, lo que implica una apreciación gradual del SGD. 
  • Won surcoreano: la mejora moderada del panorama interno y la debilidad del dólar llevan a revisar al alza las previsiones. Se anticipa una apreciación muy ligera del won, aunque con riesgos elevados por la dependencia del comercio exterior.
  • Baht tailandés: el mejor tono de la economía china y del yuan respalda la divisa, pero persisten obstáculos ligados a los aranceles, la política monetaria expansiva y la incertidumbre política. La firma revisa al alza las previsiones, pero el recorrido se limita a una apreciación contenida. 
  • Lira turca: la previsión se mantiene claramente negativa, con una depreciación continuada en los próximos meses. La debilidad estructural, las tensiones institucionales y la inflación reducen el atractivo de la divisa, aunque el nivel de reservas permite moderar el ritmo de caída.


29Sep

La combinación de costes crecientes y demanda debilitada ha creado una tormenta perfecta: los márgenes se han estrechado, limitando la capacidad de maniobra de las empresas.

En los últimos cinco años, las insolvencias empresariales han mostrado una evolución marcada por la volatilidad, con periodos de descenso seguidos de fuertes repuntes que reflejan la incertidumbre económica global.

En este escenario, en España, el número de concursos de acreedores en empresas todavía se mantiene por encima de los niveles prepandemia en 2024, situándose un 29,4% por encima del observado en 2019.

Esta es una de las principales conclusiones del análisis ‘Impacto de las insolvencias en la actividad empresarial española’, realizado por los expertos de Coface, firma de gestión integral de riesgo de crédito comercial.

Las condiciones macroeconómicas y las respuestas de política económica de cada país están influyendo directamente en los resultados empresariales del mercado español. Así, mientras algunos comienzan a superar los desafíos del ajuste pospandémico, otros, como España continúan enfrentando mayores insolvencias.

Poniendo en foco en la trayectoria de los concursos de acreedores durante el periodo analizado, se puede percibir que, tras el comienzo de la pandemia, hubo una reducción drástica debido a una combinación de medidas de apoyo (subsidios, subvenciones y programas de financiación), condiciones económicas (tipos de interés bajos que permitieron a las empresas refinanciar su deuda) y cambios legislativos (modificación de la Ley Concursal), que protegieron a las empresas de las crisis financieras. 

Unos factores que, si bien impactaron en todos los mercados, en España lo hicieron con una evolución más irregular, marcada por altibajos y repuntes puntuales que reflejan la particular sensibilidad de su tejido empresarial y sectores.

La mayor parte de medidas temporales de apoyo postpandemia han llegado a su fin, dejando un 2024 marcado por grandes aumentos en el cómputo anual de insolvencias respecto a 2023. No solo por la retirada de estos mecanismos de ayuda, sino también por otras cuestiones clave como el aumento de los costes operativos (energéticos y laborales), el endurecimiento de las condiciones financieras y la transformación en los patrones de consumo debido a las incertidumbres (mayor control del gasto). 

Esta combinación de costes crecientes y demanda debilitada ha creado una tormenta perfecta: los márgenes se han estrechado, limitando la capacidad de maniobra, y un número creciente de compañías ha tenido dificultades para sostener sus operaciones bajo estas condiciones.

De esta forma, el análisis anual muestra un incremento en concursos de acreedores en empresas del 12,6% respecto a 2023, con 5.589 insolvencias empresariales. Un resultado que obliga a la cautela: el incremento global de insolvencias y un entorno geopolítico cada vez más complejo e incierto obligarán a las empresas españolas a extremar la prudencia y fortalecer su capacidad de resiliencia en los próximos meses.

Esta incertidumbre se refleja con nitidez en el análisis por sectores incluido en el estudio:

  • El sector agroalimentario cerró 2024 con 78 insolvencias, un incremento del 5,4%, proporción similar a la de los años anteriores. El reto de la industria para los próximos meses sigue siendo el encarecimiento de la energía, un lastre que arrastra desde el año 2022.
  • El retail registró 1.394 insolvencias en 2024, un aumento del 11,7% de cara al 2023. La estabilidad de la industria dependerá, entre otros, de la confianza de los hogares y su disposición a gastar en un contexto de incertidumbres.
  • El sector de servicios informáticos y comunicaciones registró 288 insolvencias, un 78,9% más que en 2023. El principal desafío que encara es la sobrexposición a mercados volátiles.
  • Por su parte, el sector logístico sufrió un incremento del 10,1% respecto al año anterior, contabilizando 228 insolvencias. La inestabilidad geopolítica repercute directamente en este sector, y será lo que condicione el devenir de las empresas exportadoras.