04Nov

El Gobierno justifica el uso unilateral –sin pasar por el Congreso– de los aranceles dado que el déficit comercial representa una emergencia nacional. Su ilegalización pondría en riesgo la seguridad económica de EEUUU y generar complicaciones para el Tesoro en caso de tener que reembolsar las tasas recaudadas.

Miguel Ángel Valero

Christy Tan y Lawrence Hatheway, estrategas de inversión del Franklin Templeton Institute, analizan en el informe Beyond the Summit: Mapping Asia’s Emerging Trade Alliances las implicaciones económicas de la cumbre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Busan (Corea del Sur), así como los nuevos acuerdos comerciales entre EEUU, Corea del Sur y Japón. Los acuerdos incluyen importantes compromisos de inversión y compras de bienes estadounidenses.

La cumbre Trump–Xi concluyó sin un anuncio formal, pero con señales de progreso tangible. Entre los acuerdos alcanzados destacan la compra de soja y productos agrícolas estadounidenses por parte de China, la reducción de los aranceles sobre las exportaciones chinas de fentanilo del 20% al 10%, y un pacto prorrogable de un año, que garantiza la exportación de tierras raras chinas sin restricciones. 

Posteriormente, Donald Trump ha declarado que los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia (modelo Blackwell) deben comercializarse únicamente a empresas estadounidenses. No solo se refiere a una restricción para China, sino que deja entrever que esta limitación podría extenderse a otros países. Estas declaraciones contrastan con la postura más flexible que había adoptado en las anteriores semanas, en la que se mostraba dispuesto a negociar esta cuestión con el país asiático. 

Sin embargo, se ha confirmado que durante la reunión de la semana pasada entre Trump y el presidente chino Xi Jinping, el tema de la exportación de chips avanzados no fue tratado, debido a la firme oposición de los principales asesores de la Administración estadounidense. 

La decisión supone un revés importante para Nvidia, ya que China representa un mercado estratégico: alberga aproximadamente a la mitad de los investigadores en IA del mundo. En sus últimas declaraciones, Trump reafirmó que no permitirá la venta de los chips Blackwell más avanzados a empresas chinas, aunque dejó abierta la posibilidad de que puedan acceder a una versión menos potente. 

Corea del Sur ha comprometido inversiones por 350.000 millones$ en sectores estadounidenses (200.000 millones procedentes de entidades públicas a lo largo de la próxima década y 150.000 millones del sector privado, especialmente en construcción naval), además de nuevas compras de equipamiento aeroespacial. 

Japón invertirá 550.000 millones$ en sectores estratégicos de EEUU, aumentará sus importaciones de bienes aeroespaciales y militares, y adquirirá productos agrícolas por valor de 8.000 millones. A cambio, EEUU acordó reducir los aranceles al 15%, incluidos los del sector del automóvil. 

La reducción de tensiones comerciales supone un impulso adicional para los mercados globales, respaldados por beneficios corporativos sólidos y una economía mundial resistente. Aunque la Reserva Federal ha señalado que no están garantizados nuevos recortes de tipos, el sentimiento inversor sigue apoyado por los fundamentos económicos y ahora una mayor estabilidad en el comercio transpacífico. 

Como principal riesgo, el Instituto de Franklin Templeton advierte que la política comercial de EEUU sigue siendo volátil y sujeta a posibles reversiones, especialmente a la espera de la decisión del Tribunal Supremo sobre la constitucionalidad de los aranceles por país, que podría modificar la política comercial en 2026.

Advertencias sobre una corrección en Bolsa

Los avances de las Bolsas se toman un respiro. Las advertencias de Ted Pick, CEO de Morgan Stanley, y David Solomon, de Goldman Sachs, han moderado el entusiasmo del rally bursátil, al señalar que una corrección en los próximos meses sería algo “normal”. No obstante, ambos coinciden en que la reducción del riesgo geopolítico ha sido un factor clave en el impulso de los mercados en las últimas semanas, y que una corrección no debería interpretarse como una señal para abandonar el mercado, sino como un proceso natural dentro del actual ciclo alcista que ya dura más de tres años –aun por debajo de los 5 años y medio del ciclo promedio desde 1949–. 

Con pocas referencias económicas en el corto plazo debido al cierre del Gobierno y una temporada de resultados ya bastante avanzada, la política monetaria vuelve a ocupar un lugar central en el debate. En este contexto, Lisa Cook ha reavivado las dudas sobre una posible bajada de tipos en la próxima reunión de diciembre, aunque sigue percibiendo más riesgos en el mercado laboral que en la inflación.

Pero todos están pendientes del Tribunal Supremo, que el miércoles 5 de noviembre escuchará los argumentos del demandante, un empresario de juguetes educacionales, quien cuestiona la legalidad del esquema arancelario basado en la IEEPA (Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales, promulgada en 1977). El Gobierno justifica el uso unilateral –sin pasar por el Congreso– de los aranceles dado que el déficit comercial representa una emergencia nacional. Scott Bessent, secretario del Tesoro, ha advertido que declarar ilegales dichos aranceles comprometería la capacidad diplomática del presidente y pondría en riesgo la seguridad económica del país. Además, podría generar complicaciones para el Tesoro en caso de tener que reembolsar las tasas recaudadas.

Con unos beneficios empresariales que siguen sorprendiendo al alza, el fin de la reducción de balance de la Fed que apunta a una política monetaria menos restrictiva a partir del 1 de diciembre —más allá del debate sobre los tipos en diciembre— y una guerra comercial menos intensa, "consideramos que los vientos favorables para el ciclo económico y los mercados bursátiles continúan presentes. Por ello, permanecer invertidos, incluso ante posibles episodios de volatilidad, volverá a ser relevante en los próximos meses", señalan en Banca March.

Mientras tanto, jueces federales ordenan al Gobierno de EEUU reanudar parcialmente las ayudas alimentarias del programa SNAP suspendidas por el cierre del Gobierno Dos jueces federales han dictaminado que la suspensión de las ayudas alimentarias del programa SNAP, vigente desde el 1 de noviembre, es ilegal. Esta interrupción marca la primera vez en seis décadas que se detiene la financiación del mayor programa contra el hambre del país, que proporciona subsidios a más de 42 millones de beneficiarios (12% de la población) para la compra de productos básicos. 

Los jueces han exigido al Gobierno que utilice el fondo de contingencia, del cual hay disponibles 5.000 millones$, frente a los 8.000-9.000 millones necesarios para cubrir un mes completo de los beneficios alimenticios. En documentos judiciales presentados el lunes 3 de noviembre, la Administración Trump confirmó que ha decidido no recurrir a otros 4.000 millones$ de fuentes alternativas para cubrir la totalidad de los beneficios correspondientes a noviembre.

Por otra parte, la confianza empresarial de la industria cede terreno en octubre, pero el saldo es mixto dado que mejoran las perspectivas de nuevos pedidos y también del empleo por parte de los empresarios. En octubre el ISM manufacturero decepciona al caer hasta 48,7 desde el 49,1 previo, interrumpiendo así la tendencia de mejora de los meses previos y manteniéndose por octavo mes consecutivo en terreno de contracción. Sin embargo, más alentador fue la composición, dado que mejoraron las perspectivas de empleo (46 vs. 45,3 anterior) y también repuntó el subíndice de nuevos pedidos (49,4 vs. 48,9 previo). Además, también se frenaron las presiones inflacionistas con el subíndice de precios pagados moderándose hasta 58 desde el 61,9 previo.

03Nov

Ana Aguilar, economista jefe de Deloitte, asegura que los aranceles de Trump contribuyen al "cambio de paradigma", con un nuevo orden global basado en el proteccionismo industrial y comercial.

Miguel Ángel Valero

Ibercaja Gestión hace un balance de siete meses de los aranceles de Trump, con las siguientes conclusiones:

  • El impacto en el crecimiento ha sido moderado: las tasas efectivas de los aranceles, tras los acuerdos, han resultado inferiores a lo previamente establecido. Por otro lado, la actividad ha mostrado una resiliencia inesperada y los precios no se han visto tan afectados.
  • Se comienza a observar el efecto de los aranceles en los precios: tanto la inflación subyacente como la general no han registrado fuertes repuntes. Pese a esto, el análisis por componentes empieza a reflejar que los bienes más expuestos a los aranceles, los que cuentan con una mayor intensidad importadora, sí que están sufriendo incrementos en los precios.
  • El dólar se deprecia y el tipo de cambio no equilibra la balanza comercial:  con el dólar depreciándose, los márgenes deberían deteriorarse doblemente si las empresas exportadoras no son capaces de incrementar los precios. Por ahora, los precios de las importaciones no han caído, es decir, las empresas exportadoras no están absorbiendo el efecto de los aranceles -más allá del perjuicio que genera la devaluación del dólar-.
  • Los flujos comerciales ya sufren distorsiones: más allá de los precios y el crecimiento, los aranceles afectan al comercio mundial. Los datos del segundo trimestre muestran una desaceleración, sobre todo provocado por la caída de las importaciones en EE. UU.
  • La incertidumbre se traslada a las empresas e inversores: los acuerdos arancelarios que ha ido alcanzando EE. UU. con el resto del mundo contribuyen a ello, aunque difícilmente nos llevarán a los niveles previos, ya que muchos de ellos cuentan con compromisos muy exigentes y áreas grises que abren la puerta a futuras tensiones y renegociaciones comerciales.
  • El nuevo orden mundial tendrá, inevitablemente, un impacto en el crecimiento: esta situación tiene, sin duda, un efecto negativo en el crecimiento a largo plazo. Sin embargo, existen otras variables -como el desarrollo de la IA- que están impactando positivamente en el crecimiento y que se espera que lo sigan haciendo en los próximos años. Pese a esto, probablemente, el incremento del PIB que veamos estará por debajo de la tasa de crecimiento que podría alcanzarse con una economía más integrada.

La Administración Trump, ya en campaña, se puso un objetivo claro: depender menos de las importaciones y del exterior, y volver a potenciar la industria nacional, sobre todo en segmentos geoestratégicos. La principal arma para tratar de alcanzar estos objetivos han sido los aranceles. El deseo proteccionista de Trump fue una realidad el 2 de abril, donde el arancel promedio sobre las importaciones en EEUU pasó del 2,3% al 22,3%. Desde entonces, ha habido pausas, extensiones de las pausas, negociaciones y acuerdos. En el momento actual, nos encontramos con un arancel promedio aproximado del 15,9%, algo menor al del Día de la Liberación, pero muy por encima del 2,3% con el que empezamos el año.

Todavía existe cierta incertidumbre acerca de un potencial acuerdo con China y en torno a la resolución del Tribunal Supremo sobre la validez del mecanismo utilizado por la Administración Trump para saltarse el Congreso y aprobar aranceles. Presumiblemente, antes de finales de año estos dos frentes deberían esclarecerse y podrían ser dos puntos que traigan volatilidad a los mercados.

Desde el inicio del año los inversores han ido reaccionando a los cambios en la política arancelaria. Pese a que Europa fue la ganadora en los primeros meses, a partir de mayo la tendencia se revirtió y los índices de EEUU y China han experimentado un mejor comportamiento. El oro, por su parte, ha seguido su tendencia ascendente y ha llegado a superar los 4.300$/onza.

Impacto moderado en el crecimiento

El Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que el impacto de los aranceles en el crecimiento ha sido moderado Las previsiones del FMI de abril se han visto ahora revisadas al alza. En un primer momento el impacto de los aranceles se estimó que reduciría medio punto el crecimiento en el PIB mundial en 2025, situándolo en el 2,8%. Hasta la fecha el impacto de los aranceles no ha afectado demasiado ni al crecimiento ni a los precios y, por este motivo, se produce una revisión al alza del 0,4%.

El impacto de los aranceles ha sido menor de lo esperado por varios motivos. En primer lugar, las tasas efectivas de los aranceles, tras los acuerdos, han resultado ser menores de lo previamente establecido. Por otro lado, la actividad ha mostrado una resiliencia inesperada y los precios no se han visto tan afectados. Los consumidores y las empresas se anticiparon a los aranceles y consumieron y acumularon inventario antes. Esto se tradujo en un impulso en la actividad en EEUU en el primer trimestre del 2025 -pese al decrecimiento del 0,6% por las importaciones-, que derivó en un crecimiento del PIB en el segundo trimestre del 3,8% (trimestral anualizado).

En China, el efecto fue opuesto. Mientras en el primer trimestre el crecimiento anualizado era del 6,1%, con una gran contribución de las exportaciones, en el segundo caía al 4,2%, con las exportaciones lastrando.

En cuanto a los niveles de precios, tanto la inflación subyacente como la general no han registrado fuertes repuntes. Pese a esto, el análisis por componentes empieza a reflejar que los bienes más expuestos a los aranceles, los que cuentan con una mayor intensidad importadora, sí que están sufriendo incrementos en los precios. Según Bank of America, en términos generales, el IPC subyacente de EEUU sin aranceles podría ser entre 30 y 50 puntos básicos (pb) más bajo.

Para explicar el ligero traspaso de los aranceles a precios finales -contrario al fuerte repunte transitorio que se esperaba-la clave reside en que el adelanto de las importaciones vino motivado por la percepción de potenciales incrementos en los precios. Como el timing de la incertidumbre es “conocido” (por ejemplo, la fecha en la que expira una pausa comercial o en la que se celebra una negociación) las empresas pueden planear: adelantan el acopio de inventarios y van incrementando precios lentamente, provocando aumentos graduales de la inflación. 

Haciendo una lectura de los últimos datos de inflación en EEUU, la teoría casa con la realidad: los precios de los bienes esenciales “core goods” acumulan ya cuatro incrementos consecutivos del 0,2%mensual, reflejando inequívocamente el efecto de los aranceles.

Además, se ha producido un retraso en la entrada en vigor de los aranceles, que queda reflejado en la diferencia entre lo anunciado (arancel efectivo) y lo recaudado (arancel activo).

En el desarrollo de la evolución del incremento de los precios el dólar tiene un papel importante. La teoría económica dice que establecer aranceles impacta sobre la moneda local -el dólar- apreciándola. Con esta apreciación, el mayor coste delos bienes por los aranceles se reduce, ya que con los mismos dólares que antes se accede a más bienes. Esto suele traducirse en un menor efecto de los aranceles en la balanza comercial, ya que el efecto reductor de los aranceles se compensa parcialmente con la apreciación de la divisa. En 2018, cuando Trump decidió imponer aranceles sobre China, el dólar se comportó así, pero no lo ha hecho esta vez, donde incluso hemos visto como se ha depreciado.

Las empresas que exportan a EEUU y venden en dólares -lo cual es habitual-, en un escenario donde el dólar se aprecia compensan parte de la pérdida de margen por compresión de precios de los aranceles con el tipo de cambio. En el contexto actual, con el dólar depreciándose, los márgenes deberían deteriorarse doblemente si las empresas exportadoras no son capaces de incrementar los precios. Por ahora, los precios de las importaciones no han caído, las empresas exportadoras no están absorbiendo el efecto de los aranceles-más allá del perjuicio que genera la devaluación del dólar-.Esto implica que los consumidores, y en especial las empresas estadounidenses, son los que están soportando el efecto.

Más allá de los precios y el crecimiento, los aranceles afectan al comercio mundial. Los datos del segundo trimestre muestran una desaceleración, sobre todo provocado por la caída de las importaciones en EEUU. Los aranceles llevan a que las rutas comerciales se alteren. En este caso, parte de la caída en las exportaciones de China a EEUU se ha compensado con ventas a la Eurozona.

Lejos de la normalidad en incertidumbre comercial

Otra de las cuestiones clave es si los niveles de incertidumbre comercial se normalizarán en algún momento cercano. Los acuerdos arancelarios que ha ido alcanzando EEUU con el resto del mundo contribuyen a ello, aunque difícilmente nos llevarán a los niveles previos, ya que muchos de ellos cuentan con compromisos muy exigentes y áreas grises que abren la puerta a futuras tensiones y renegociaciones comerciales. 

En la actualidad, todavía estamos lejos de alcanzar una situación de equilibrio, a pesar de conocerse ya la gran mayoría de los acuerdos. En este escenario, es probable que la incertidumbre económica siga lastrando el crecimiento mundial. Ahora bien, ¿a través de qué canales se materializan los efectos negativos de la incertidumbre en la actividad económica? Esencialmente existen dos. En primer lugar, bajo el clásico método de opciones reales, las empresas reaccionan paralizando o atrasando sus proyectos ante aumentos de incertidumbre. Esto es así por el simple motivo de que esperar es más barato -o menos costoso- que realizar una mala inversión. En este sentido, los hogares registran un patrón de comportamiento similar; postponen las compras de bienes duraderos y reducen su gasto a lo esencial. En segundo lugar, cuando se perciben estos riesgos, la tasa de ahorro de los hogares aumenta, reduciendo el crecimiento del gasto.

La incertidumbre, además de afectar a las empresas y al crecimiento económico, tiene un impacto directo en los inversores. Existe evidencia empírica de que hay una relación directa entre los incrementos en el índice de incertidumbre comercial (TPU) y un mayor retorno requerido por parte de los inversores para invertir en activos de riesgo Cuando la incertidumbre comercial aumenta, las empresas más expuestas a ello, por estar más globalizadas o por tener una relación comercial directa entre los países o regiones afectados, son las más penalizadas. Los inversores exigen una prima de riesgo por invertir en este tipo de activos que, a posteriori, cuando se produce una reducción de la incertidumbre, da lugar a mejores rendimientos de media.

Lo que queda claro es que la economía va encaminada hacia un escenario de mayor fragmentación y asilamiento entre países. Los aranceles, que hasta ahora han sido esquivados con cambios en las rutas, reorganización de la producción y ruptura de alianzas comerciales, provocan que la asignación de los recursos productivos sea subóptima. Esta situación tiene, sin duda, un impacto negativo en el crecimiento a largo plazo. 

Esto no significa que el crecimiento vaya a ser negativo, o que vayamos a ver una recesión por el efecto de los aranceles. Existen otras variables -como el desarrollo de la IA- que están impactando positivamente en el crecimiento y que se espera que lo sigan haciendo en los próximos años. Pese a esto, probablemente, el incremento del PIB que veamos estará por debajo de la tasa de crecimiento que podría alcanzarse con una economía más integrada.

Los efectos de los aranceles en los precios de los bienes en EEUU son cada vez más visibles. Durante los próximos meses es probable que el traslado gradual se acelere y que se produzca una inflación transitoria en EEUU.

Queda ver cómo terminan de adaptarse las empresas y los inversores. Las empresas deberán ser capaces de elegir con precisión quirúrgica qué inversiones realizan. Por su parte, los inversores, que cada vez reaccionan con menos aversión al riesgo al ruido generado por las noticias arancelarias -o quizás ya se hayan cansado de tantos titulares y falsas alarmas-, deben ser capaces de entender los verdaderos efectos en el largo plazo. 

Tregua con China

El apretón de manos entre Donald Trump y Xi Jinping, que dio inicio a una nueva tregua comercial. Siguiendo el patrón del Trump 1.0, tras un periodo de hostilidades se alcanza el entendimiento. Ambas partes han cedido, conscientes de que se necesitan mutuamente para continuar su competición estratégica. EEUU se muestra más flexible en la exportación de semiconductores de alta gama al gigante asiático y ha anunciado una reducción de 10 p.p. en los aranceles. 

Por su parte, China aplaza durante un año las restricciones sobre las tierras raras y se compromete a retomar las compras de soja estadounidense. 

De este modo, Trump resuelve un problema autoinducido, generando una sensación de victoria en una batalla geopolítica que trascenderá su mandato.

Mientras, varios acuerdos, ya cerrados sobre el papel, empezaron a detallarse, como con Japón, Corea del Sur, Vietnam, Malasia o Tailandia. Trump aprovechó la reunión de Cooperación Asia-Pacífico para hacer una ronda de confirmación de acuerdos y recabar alguna exigencia más. 

Deloitte: cambio de paradigma

En el 32 Encuentro del Sector Asegurador, organizado por Deloitte, Mapfre y ABC, Ana Aguilar, economista jefe de Deloitte, reconoce que "los economistas hablamos cada vez más de geopolítica" y asegura que hay un "cambio de paradigma": los aranceles de Trump, el abandono del rigor fiscal por Alemania, el programa de defensa de la UE, que a la vez deja de comprar gas ruso, la reducción "silenciosa" del balance del BCE ("¿quién compra los bonos?"), o el empoderamiento del Sur global.

El nuevo orden global se caracteriza por el proteccionismo comercial e industrial, el bilateralismo, la rivalidad entre EEUU y China, el control sobre las inversiones extranjeras, la seguridad y la defensa. Entre 2012 y 2024, EEUU ha invertido 600.000 millones$ en IA, el doble que China, y seis veces más que la UE. El gasto militar, que en 2009 era de 1,8 billones$, en 2024 ya había ascendido a 2,6 billones. China domina las tierras raras, con un 60%, frente al 16% de EEUU.

Pese a todo, "a corto plazo la economía resiste mejor de lo esperado, con los tipos de interés normalizados o normalizándose", señala esta experta. Avisa que el impacto de los aranceles será más permanente y afectará al coste de los siniestros.

"Si queremos crecer a largo plazo, hay que impulsar la productividad", subraya. Al mismo tiempo, crece el peso sénior en la población. Y el endeudamiento público global sigue en alza. "Las expectativas de inflación, endeudamiento e incertidumbre influyen sobre los mercados de deuda", advierte.

Ana Aguilar ve oportunidades en el Mercado Único Europeo, especialmente si la UE hace valer su estabilidad. Destaca la salud financiera de las empresas y las familias en España, que tiene unos costes de financiación estables. Además, el foco en la defensa supone un impulso a la innovación. 

03Nov

El mayor riesgo proviene justo de la duración de este bloqueo dado que nunca hubo en EEUU un cierre total del Gobierno tan extendido en el tiempo, lo que podría intensificar los efectos negativos de este episodio.

Miguel Ángel Valero

El contador también sigue avanzando en el cierre del Gobierno en EEUU, que esta semana batirá récords. Las negociaciones siguen enquistadas y tras más de trece votaciones a diferentes propuestas, republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo sobre cómo financiar las cuentas públicas estadounidenses. A medida que pasa el tiempo la presión para desbloquear esta situación va en aumento: se estima que más de 4.000 millones$ de salarios a los funcionarios no se han pagado en octubre, entre ellos, los del colectivo de controladores aéreos. 

Un efecto que parece ya estar haciendo mella en los aeropuertos americanos dado que este domingo 2 de noviembre se han reportado atrasos considerables e incluso la agencia de Gestión de Emergencias de la Ciudad de Nueva York aseguró que la escasez de controladores en el aeropuerto internacional JFK ha provocado una interrupción temporal de los despegues y la necesidad de que los vuelos con destino a Nueva York fueran retenidos en sus aeropuertos de salida para evitar una mayor congestión.

Unido a ello, al no haber acuerdo para la financiación pública tampoco habría fondos liberados para pagar las ayudas alimentarias (programa SNAP) que ofrecen cobertura a cerca de 42 millones de estadounidenses. 

Además, este fin de semana comenzó también el periodo de inscripción a seguros médicos a través de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), conocida como Obamacare. Unos 20 millones de estadunidenses se han beneficiado hasta ahora de estos subsidios, que expirarían bajo el mandato de Trump y que son uno de los principales puntos de desacuerdo en las negociaciones para reabrir el Gobierno.

En el pasado, estos episodios de paralización han significado una reducción del PIB de entre una y dos décimas a la semana. Un efecto negativo, pero que en gran medida suele ser temporal dado que una vez se retoma el normal funcionamiento del Gobierno se recupera la actividad. En esta ocasión, el mayor riesgo proviene justo de la duración de este bloqueo dado que nunca tuvimos un cierre total del Gobierno tan extendido en el tiempo, lo que podría intensificar los efectos negativos de este episodio – solamente en el Trump 1.0, hubo un cierre de 35 días, pero que en aquella ocasión fue parcial.

El otro efecto de la parálisis de los funcionarios es que no se están pudiendo publicar las estadísticas económicas oficiales en EEUU y una semana más navegaremos mirando los datos macroeconómicos ofrecidos por fuentes alternativas y privadas. Con ello, esta semana en EEUU el protagonismo será para los datos de confianza de los empresarios (ISM de servicios el miércoles 5 de noviembre), mientras que, en ausencia por segundo mes consecutivo de los datos oficiales del mercado laboral, esta semana se publicarán las vacantes (encuesta JOLTS) y serán especialmente relevantes los datos de nóminas privadas de la consultora ADP, que se convertirán en la principal referencia de la salud del empleo. Tras la caída del mes anterior, para octubre se anticipa una recuperación de la contratación (+30 mil puestos de trabajo) que de confirmarse apoyaría al dólar que ha llegado a estar en en máximos desde inicios de agosto, acercándose al nivel de 1,15 EUR/USD.

Eurizon: desaceleración del empleo y más contratación temporal

El informe mensual The Globe, de Eurizon, coloca el foco en cuatro puntos:

  • Los mercados mantienen un tono constructivo, apoyados en unos beneficios empresariales sólidos en Estados Unidos y unas perspectivas de crecimiento global todavía positivas. A pesar del cierre del Gobierno estadounidense, que ha paralizado la publicación de numerosos datos oficiales, la evolución del consumo y los resultados corporativos siguen mostrando resiliencia.
  • La Reserva Federal ha reanudado el ciclo de bajadas de tipos tras un año de pausa, con una inflación moderada y un impacto limitado de las tensiones comerciales. En la Eurozona, el BCE mantiene una política monetaria neutral, con tipos en niveles coherentes con la inflación. La actividad se ve apoyada por los planes de gasto público en defensa e infraestructuras, especialmente en Alemania, mientras que la reciente crisis política en Francia tuvo un efecto solo transitorio.
  • El foco del mes ha estado en los indicadores de alta frecuencia, que han sustituido a los datos oficiales durante el cierre del Gobierno en EEUU. Los índices de Indeed y ASA Staffing reflejan una desaceleración del empleo y un aumento de la contratación temporal, mientras que el consumo se mantiene firme según los datos del Redbook. El mercado inmobiliario también muestra cierta mejora, con precios al alza y tipos hipotecarios a la baja. La Fed de Cleveland estima una ligera moderación de la inflación y el Indeed Wage Tracker confirma una normalización de los salarios.
  • En los mercados financieros, las rentabilidades de la deuda soberana descendieron ligeramente, los diferenciales de crédito se mantienen en niveles reducidos y la renta variable avanzó durante el mes. El euro se estabiliza en torno a 1,16 USD, el dólar podría permanecer débil a corto plazo y el petróleo ronda los 60 dólares por barril tras el alto el fuego en Gaza.

Ebury: el recorte hawkish de la Reserva Federal impulsa el dólar

Tanto el resultado de la votación como la rueda de prensa del presidente Powell pusieron de manifiesto que el posicionamiento generalizado del comité no se inclina necesariamente a favor de más recortes de tipos. Todas las clases de activos reaccionaron cómo cabía esperar: los rendimientos de los bonos del Tesoro se dispararon, los diferenciales crediticios crecieron, las Bolsas cayeron y el dólar se fortaleció frente a todas las principales divisas. La libra esterlina fue la gran perdedora del G10 por el nerviosismo en torno a la presentación del presupuesto este mes. Curiosamente, muchas de las principales divisas de los mercados emergentes se vendieron de forma menos agresiva que las del G10. 

Aún no se vislumbra el final del cierre del Gobierno estadounidense, por lo que no se esperan demasiadas noticias económicas procedentes de EEUU. La excepción será el informe de empleo del sector privado elaborado por ADP, que se publicará el miércoles y recibirá una atención especial por parte de los mercados dada la ausencia de publicaciones económicas. El jueves se reunirá el Banco de Inglaterra y también recibiremos los datos de ventas minoristas de la zona euro. Dado que estas últimas hacen referencia al mes de septiembre, no arrojarán demasiada luz sobre el estado económico actual de la Eurozona.

  • EUR El crecimiento del PIB de la eurozona en el tercer trimestre sorprendió ligeramente al alza y confirmó el aumento de dinamismo económico evidenciado en las últimas encuestas de confianza empresarial. Esta noticia positiva eclipsó en gran medida la reunión anodina del BCE, en la que Lagarde se ciñó estrictamente al guion y dio a entender que, efectivamente, el ciclo de recortes ha llegado a su fin, algo que los mercados ya daban por hecho. El giro hawkish de la Fed ha llevado al euro hacia el extremo inferior del rango de 1,14-1,19 que mantiene desde junio. Dado que la economía de la zona euro sigue mostrándose resiliente y que el enorme paquete fiscal alemán comienza a manifestarse, creemos que la moneda común se encuentra en niveles atractivos de compra. 
  • USD Aunque la Reserva Federal recortó los tipos de interés tal y como se esperaba y solo introdujo cambios menores en su comunicado por la falta de datos económicos, el discurso de Powell fue inequívocamente hawkish. Dejó claro que él recorte de tipos de diciembre no está ni mucho menos garantizado. Además, a lo largo de la semana escuchamos más comentarios hawkish por parte de presidentes regionales de la Fed, que rotarán en 2026 para ocupar puestos con derecho a voto. Esto pone de relieve el desacuerdo que existe entre los responsables de la Fed y los mercados en cuanto al momento en el que se producirán las siguientes bajadas de tipos y la magnitud de las mismas. Mientras esperamos la reapertura del Gobierno federal y la reanudación de las publicaciones económicas, es probable que la atención vuelva a posarse sobre las tensiones entre la Administración Trump y la Reserva Federal. Sin duda, uno de los grandes focos de atención el año que viene será el nombramiento del próximo presidente de la Fed, ya que el mandato de Powell acaba en mayo. 
  • GBP Se espera que la potencial caída de la productividad provoque una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento elaboradas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR). Dado el escaso apetito del Partido Laborista por recortar el gasto público y la falta de margen para aumentar la deuda pública, solo queda una posibilidad: que los impuestos se suban más de lo previsto inicialmente el 26 de noviembre. La posible subida de impuestos a las rentas más altas no está siendo bien acogida por los mercados, ya que no solo estaría rompiendo una promesa electoral del Gobierno, sino que además podría tener implicaciones gravísimas para la economía británica en 2026. Para colmo, algunos responsables del Banco de Inglaterra han hecho declaraciones bastante dovish y los mercados descuentan un recorte de tipos el jueves con una probabilidad del 30 %. Seguimos pensando que los halcones se impondrán en la reunión de esta semana y que los tipos se mantendrán intactos, pero es probable que haya un puñado de miembros que voten a favor de una bajada. Por otro lado, se podría argumentar que el bajo rendimiento de la libra esterlina está empezando a crear una oportunidad de compra, sobre todo si el presupuesto de otoño resulta menos perjudicial de lo temido y el Comité de Política Monetaria mantiene los tipos intactos hasta finales de año.
02Nov

En 2026, Crédito y Caución espera que el impacto negativo de los aranceles sea más evidente, especialmente en Estados Unidos.

Miguel Ángel Valero

Los datos de los tres primeros trimestres de 2025 indican que los niveles de insolvencia se están incrementando, superando las previsiones de estabilización realizadas por Crédito y Caución en el mes de abril. La incertidumbre política y las tensiones comerciales están provocando un crecimiento económico a nivel global más débil de lo previsto, impactando en la salud financiera de las empresas. En 2026, se espera que las compañías se adapten al nuevo entorno económico. 

A nivel mundial, las insolvencias aumentaron significativamente en 2024 hasta alcanzar un 19 % interanual.  La perspectiva inicial era que se mantuvieran estables en 2025 para iniciar un ligero descenso en 2026. Sin embargo, los últimos datos y Crédito Caución indican que han seguido al alza en la mayoría de los mercados en lo que va de año, siendo especialmente significativas en algunos como Singapur o Brasil.  En Europa, Alemania se sitúa entre los diez países con peor evolución. 

Las empresas se enfrentan a una demanda especialmente débil, al aumento de los costes y a la persistente incertidumbre política. El resultado es que el nivel de insolvencias en el primer semestre de 2025 alcanzó su nivel más alto en diez años. En base a la tendencia registrada entre enero y septiembre de este año, se prevé que las insolvencias aumenten un 5% a cierre de 2025, antes de descender un 3% en 2026. En regiones como Asia-Pacífico, la previsión es más pesimista, ya que los impagos podrían alcanzar un incremento del 7% este año.  

Dentro de Europa, hay mercados con peor comportamiento en los que las insolvencias siguen una tendencia al alza como Austria, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda y Suecia. En España, han ido aumentando gradualmente desde 2015. Se espera que esta tendencia estructural persista, con un incremento previsto del 2% en 2025 y estabilidad en 2026. En el lado opuesto se sitúa Portugal donde se prevé una caída del 8% para este año. 

La continua fortaleza de la actividad económica en 2026 debería favorecer un modesto descenso del 1%. Aunque el nuevo régimen arancelario normal está tomando forma, persisten las incertidumbres sobre cómo podría evolucionar la guerra comercial. Hasta ahora, se está observando una resistencia de la economía mundial frente a la incertidumbre política que se debe, en gran medida, a la anticipación del comercio y la actividad por parte de las empresas y los hogares en previsión de un aumento de los aranceles. Además del incremento de las existencias, las empresas han aceptado hasta ahora menores beneficios en lugar de repercutir los mayores costes a los consumidores. En 2026, se prevé que el impacto negativo de los aranceles sea más evidente, especialmente en Estados Unidos.

01Nov

Junto con esa democratización de las Bolsas, ha llegado un patrón preocupante: el aumento del apalancamiento y la especulación extrema, que reflejan la búsqueda desesperada de rentabilidad, la necesidad de enriquecerse rápido.

Miguel Ángel Valero

Desde 2020, los mercados han vivido una transformación silenciosa, pero profunda: el retorno masivo del inversor minorista. Millones de personas, impulsadas por el confinamiento, la liquidez infinita y la facilidad para operar desde el móvil, redescubrieron la Bolsa. Desde entonces, lo que comenzó como un fenómeno coyuntural se ha convertido en una fuerza estructural.

Hoy, cerca del 50% del volumen total de operaciones en EEUU se ejecuta fuera de los mercados tradicionales, a través de plataformas y “dark pools” donde predomina la actividad minorista. Es un cambio histórico: nunca antes el inversor particular había tenido tanto peso en la dinámica del mercado. 

Pero junto con esa democratización, ha llegado un patrón preocupante: el aumento del apalancamiento y la especulación extrema. El uso de opciones de vencimiento en el mismo día (las llamadas zero-day options) se ha disparado, convirtiéndose en el vehículo favorito de quienes buscan beneficios inmediatos. Al mismo tiempo, el auge de los ETF apalancados, incluso sobre acciones individuales, muestra que el apetito por el riesgo se ha multiplicado. 

No es casualidad: los proveedores de estos productos están respondiendo a una demanda que viene, principalmente, de los pequeños inversores. Los datos de “crédito con margen” (el dinero prestado por los brókers para comprar acciones) confirman la tendencia. Ajustada al tamaño de la economía o a la oferta monetaria (M2), esta deuda se encuentra de nuevo en niveles de advertencia, cercanos a los máximos de 2021. Históricamente, cuando la euforia apalancada alcanza estos extremos, el mercado se encuentra en las fases finales del ciclo alcista.

"Todo esto refleja un fenómeno más profundo: la búsqueda desesperada de rentabilidad en un mundo donde muchos sienten que llegan tarde. La promesa de enriquecerse rápido, las historias virales de éxito en redes sociales y la sensación de urgencia (“ganar antes de que la IA lo cambie todo”) alimentan una dinámica emocional que siempre ha acompañado a los grandes techos de mercado", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.

Como decía Mark Twain, “La historia no se repite, pero rima”. Y esta vez, la rima suena familiar: exceso de confianza, apalancamiento creciente y una fe ciega en que esta vez es diferente. En el fondo, la expansión del inversor minorista es una gran noticia para la inclusión financiera. Pero también es un recordatorio de que, como en un coche deportivo, el apalancamiento acelera el destino: hacia arriba o hacia abajo. Y, si el conductor no sabe manejarlo, el accidente llega antes. La pregunta ahora es si estamos viendo una nueva normalidad o simplemente la antesala de otro ajuste. El tiempo (y el mercado) nos darán la respuesta… como hacen siempre.

La Generación Z busca la independencia mediante el dividendo

Dentro de la inversión minorista, en EEUU se está consolidando una tendencia curiosa, especialmente entre los más jóvenes: la generación Z busca su independencia financiera a través de los dividendos, no de un empleo tradicional.

Los datos muestran que los ETF orientados a dividendos han captado miles de millones en entradas netas durante 2025, convirtiéndose en una de las estrategias favoritas para quienes aspiran a generar ingresos pasivos. El sector ya mueve unos 750.000 millones$ en activos bajo gestión, y los fondos que ofrecen rentabilidades más agresivas (algunas por encima del 8%) se han multiplicado por cuatro en apenas tres años.

Entre las causas por las que ocurre esto están: 

  • La búsqueda de libertad laboral: muchos jóvenes no quieren depender de una nómina mensual.
  • Interés por ingresos pasivos: la comunidad online en torno a los dividendos ha crecido de forma explosiva.
  • Desconfianza en el empleo tradicional: largas jornadas, salarios ajustados y pocas perspectivas de estabilidad empujan a buscar alternativas.

Sin embargo, hay riesgo detrás del espejismo, ya que los dividendos no son “dinero gratis”: cuando una empresa reparte, su acción descuenta ese valor. Además, muchos ETF que prometen rentabilidades elevadas lo logran con estrategias complejas y derivados, lo que aumenta el riesgo. El profesor Samuel Hartzmark lo llama la “falacia de los dividendos gratis”.

Lección para inversores:

  • Generar ingresos vía dividendos es una estrategia legítima y puede ser muy valiosa en el largo plazo.
  • Requiere capital inicial, disciplina y diversificación.
  • No sustituye de inmediato a un salario: más que un atajo, es una vía de acumulación patrimonial progresiva.

En definitiva, esta tendencia refleja un cambio cultural: los jóvenes con educación financiera ya no buscan solo un empleo seguro, sino construir activos que trabajen por ellos y para ellos como para el resto de los inversores, la lección es clara: los dividendos siguen siendo un pilar de la estrategia a largo plazo, siempre que se gestionen con realismo y entendiendo sus riesgos.

31Oct

Se sugiere una estrategia más ambiciosa a largo plazo, en la que se sacrifica parte del crecimiento inmediato para situarse como líderes en el efervescente mercado global de la inteligencia artificial.

Miguel Ángel Valero

A falta de Nvidia, que los presenta el 19 de noviembre, las grandes tecnológicas de EEUU han hecho públicos sus resultados en los nueve primeros meses de 2025 y sus previsiones para el próximo ejercicio. Tanto Microsoft como Meta superaron las expectativas, pero decepcionaron con sus expectativas para 2026. 

Ambas compañías comienzan a reflejar en sus cuentas el impacto de sus apuestas por la inteligencia artificial (IA) y los costes asociados que se esperan para los próximos ejercicios. Amy Hood, directora financiera de Microsoft, reconoce que, a pesar del fuerte incremento en la inversión, no están logrando satisfacer la demanda de capacidad para IA. Los ingresos de la división Azure mantienen un ritmo de crecimiento de doble dígito (+27%). 

Por su parte, Meta anticipó un aumento sustancial de los gastos en 2026 y, además de algunos costes extraordinarios, no ofreció cifras claras sobre cómo la inversión en IA está impulsando sus ingresos. Y su línea de gafas inteligentes continúa generando pérdidas, esta vez por valor de 4.400 millones$ en el trimestre, aunque según Mark Zuckerberg, CEO y fundador de la empresa, se trata de una gran oportunidad. Admite que podría producirse una sobreinversión en capacidad computacional, en cuyo caso se plantearían venderla a terceros, aunque aclara que aún no se ha dado esa situación.

Alphabet, que indicó que su asistente Gemini tiene ya 650 millones (+44% desde el último trimestre) de usuarios activos al mes –frente a los más de 3.000 millones que se estiman para Chat GPT– y ofreció cifras mejores a las esperadas en su negocio de computación en la nube.

Google (Alphabet) está reabriendo una central nuclear en Iowa para alimentar sus centros de datos.

Entre las tres compañías, han gastado 78.000 millones$ en inversión de capital este trimestre, un 89% más que el año pasado. Esta tendencia continuará en los próximos meses.

Por su parte, Amazon superó ampliamente las expectativas, con una sorpresa positiva del +25%. Sus cifras reflejan que la demanda de capacidad computacional sigue siendo sólida: el negocio en la nube continúa creciendo a un ritmo interanual superior al 20%. De hecho, Andy Jassy, CEO de la compañía, destacó que la demanda actual es la más fuerte desde 2022.

Precisamente, Amazon ha anunciado que reducirá alrededor de 14.000 puestos corporativos (el 4% de su plantilla) en una decisión que, "lejos de reflejar debilidad, simboliza la nueva fase de la revolución de la inteligencia artificial", opina el analista Pablo Gil en The Trader. El ajuste afectará a un máximo de 1.200 trabajadores de sus oficinas corporativas en España (Madrid y Barcelona), pero no a empleados de entregas o de los centros logísticos.

El movimiento encaja con el mensaje que su CEO, Andy Jassy, lleva meses repitiendo: la IA permitirá a Amazon operar con menos personas y más productividad. Menos gasto en salarios, más inversión en algoritmos. Y deja muy claro que no será el último ajuste: la compañía planea seguir “eliminando capas” en 2026.

Aunque el despido masivo previo a Navidad pueda parecer impopular, el mensaje subyacente es claro: las tecnológicas siguen priorizando la eficiencia y el capital intensivo en IA sobre el empleo humano. Esto sugiere que el ciclo de inversión en inteligencia artificial aún está en plena expansión, y que la 'burbuja' que muchos temen no muestra señales de pincharse. Lejos de entenderse como debilidad, Amazon está reconfigurando su estructura para alimentar el mayor cambio tecnológico de las próximas décadas y adelantarse siempre gusta a los mercados.

Apple —una de las tecnológicas más alejadas de la ola de inversión en inteligencia artificial— presentó unos resultados que convencieron a los mercados, registrando el mejor tercer trimestre de su historia en términos de ventas, al superar la barrera de los 100.000 millones$. Su segmento más rentable, el de servicios, creció a una tasa interanual del 15%. Tim Cook, CEO de la empresa, anunció que se incrementarán los gastos operativos relacionados con el desarrollo de IA, aunque serán apenas 1.500 millones$, una cifra significativamente inferior a la de otras compañías del sector.

Además, Apple recibió buenas noticias en el ámbito comercial: el único arancel que paga actualmente —relacionado con el fentanilo y China— se reducirá a la mitad. La obligación de pago del resto de aranceles fue eliminada tras el compromiso de aumentar la inversión doméstica. En este trimestre, la compañía abonó 1.100 millones en aranceles, y estima que esta cifra podría ascender a 1.400 millones en el último trimestre del año.

 No obstante, la nota negativa vino precisamente de China, donde la demanda sigue siendo débil debido al aumento de la competencia local. En los últimos tres años, la participación de China en las ventas de Apple ha descendido del 20% al 14%.Llama la atención la diferente evolución en Bolsa tras presentar resultados: Alphabet (+2,5%), frente a los retrocesos de Microsoft (-2,9%) y sobre todo Meta (-11,3%). 

En el caso de la propietaria de Facebook, los mercados censuran sobre todo la decisión de Mark Zuckerberg de emitir deuda por 30.000 millones$, en una petición al mercado para seguir impulsando la inversión en IA, que tuvo en cualquier caso una demanda récord cercana a los 110.000 millones.

OpenAI pide a EEUU duplicar su capacidad energética anual (100 GW/año) para sostener el boom computacional. Y Qualcomm entra en el negocio de chips para servidores de IA, llegando a subir un 11% en Bolsa.

Todo esto apunta a un patrón: las grandes tecnológicas están reorientando su gasto hacia infraestructura, chips y energía para sostener el crecimiento del sector. Según estimaciones de analistas, el capex de las grandes nubes (Amazon, Microsoft, Google) crecerá más del 50% este año. En 2026, ese crecimiento bajaría al 20%, y ahí llegará el examen real: demostrar retornos tangibles de la inversión.

Las grandes tecnológicas han superado con creces las expectativas de crecimiento trimestral. Sin embargo, los cuatro principales “hiperscalers” —Amazon, Meta, Microsoft y Alphabet— comienzan a mostrar señales de que los costes operativos y la fuerte inversión en inteligencia artificial podrían empezar a limitar la expansión de márgenes que han disfrutado en los últimos años. Esto sugiere una estrategia más ambiciosa a largo plazo, en la que se sacrifica parte del crecimiento inmediato para posicionarse como líderes en el efervescente mercado global de la IA.

Puede que las cifras trimestrales recientes de las grandes tecnológicas generen ciertas dudas, pero la carrera por el dominio de la IA sigue su curso, en un entorno geopolítico más estable y con una Reserva Federal menos restrictiva. Estos tres factores, junto con la buena estacionalidad de los últimos meses del año, permitirán a estas empresas y a las Bolsas seguir avanzando.

31Oct

"Sustituir a Powell no unificará la Fed. Las tensiones estructurales sobrevivirán a su mandato", advierte Castelli, Francesco Castelli, Head of Fixed Income de Banor y gestor del fondo Euro Bond, integrado en Banor SICAV.

Francesco Castelli, Head of Fixed Income de Banor y gestor del fondo Euro Bond, integrado en Banor SICAV,  asegura que la Fed está profundamente dividida, y que éste es el motivo por el cual no se compromete a bajar los tipos en diciembre, tal y como descontaba el mercado. En cambio, Europa, el BCE ha mantenido los tipos de interés porque la situación de la economía traslada un entorno "goldilocks", con crecimiento moderado e inflación estable, y con condiciones monetarias relajándose. 

La reunión de la Fed de esta semana cumplió técnicamente dos de las tres expectativas del mercado:

  • ¿Recorte? Cumplido – 25 puntos básicos.
  • ¿Fin del endurecimiento cuantitativo (QT)?  También hecho – la reducción del balance terminará el 1 de diciembre.
  • ¿Compromiso con otro recorte en diciembre? Ahí la Fed dijo: No tan rápido. Como dejó claro Powell: “Una nueva reducción del tipo de interés en la reunión de diciembre no es una conclusión previsible, ni mucho menos"

Los mercados captaron el mensaje. Bonos a la baja, dólar al alza. El recorte de diciembre, que antes era casi seguro, ahora se estima con una probabilidad de más o menos 70%. 

"¿El tono de Powell? Firme, cauteloso, de 'halcón'. ¿Pero la verdadera historia? Las profundas divisiones dentro del FOMC: Miran votó a favor de un recorte de 50 puntos básicos( pb), probablemente reflejando presiones de la Casa Blanca. Jeff Schmid votó por no hacer ningún recorte, mostrando escepticismo ante los riesgos", explica.

Como dijo Powell: “Para parte del Comité, es momento quizá de dar un paso atrás y ver si realmente existen riesgos para el mercado laboral, o si, de hecho, el mayor crecimiento que estamos viendo es real.”

"Esto deja claro una cosa: sustituir a Powell no unificará la Fed. Las tensiones estructurales sobrevivirán a su mandato", asegura Castelli, que menciona dos retos clave por delante:

  • Una economía bifurcada: el crecimiento agregado moderado oculta enormes divergencias sectoriales (IA/centros de datos).
  • Falta de datos: el cierre gubernamental en curso está dejando a la Fed “a ciegas”. Como dijo Powell: “Si conduces en la niebla, reduces la velocidad.

Después del vaivén provocado por la Fed, los Bunds y el euro están recuperando parte de las pérdidas.

”El BCE mantiene los tipos ante el entorno "Goldilocks" en la economia

El Consejo de Gobierno ha decidido mantener sin cambios los tres tipos de interés clave del BCE. Qué vigilar:

  • Los riesgos parecen más favorables (al menos en cuanto al crecimiento): el Consejo señaló que los acontecimientos recientes “han mitigado algunos de los riesgos a la baja para el crecimiento económico".
  • Aranceles: dolor retardado por delante. Lagarde fue clara al decir que “el impacto total de los aranceles más altos sobre las exportaciones de la zona euro… solo se hará visible con el tiempo.”
  • Función de reacción: sin compromisos previos, pero con un anclaje firme—“Estamos decididos a garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% a medio plazo.” y “No nos comprometemos previamente con una trayectoria concreta de los tipos".
  • Condiciones monetarias: “Los tipos de mercado se han mantenido en general sin cambios.” (los préstamos bancarios siguen relajándose gradualmente gracias a recortes anteriores).

La visión general de la reunión (y de las dos declaraciones de este mes) coincide con la narrativa de “Ricitos de Oro”: el BCE ve un impulso fiscal liderado por Alemania que amortigua el crecimiento, mientras que los riesgos de inflación se perciben como “una imagen más equilibrada”.

Pero el impacto de los aranceles será lento: las fuerzas desinflacionarias derivadas de una menor demanda externa y una posible desviación de importaciones pueden acumularse hasta 2025. El sesgo podría inclinarse hacia un mayor apoyo en 2026 si la trayectoria del IPC a medio plazo queda por debajo de lo previsto, señala el gestor de Euro Bond Fund.

30Oct

La gira asiática de Trump ha servido para enviar un mensaje de poder y reafirmar alianzas, pero también ha dejado claro que la guerra comercial entra en una nueva fase. China y EEUU ya no compiten solo por aranceles o minerales: disputan el liderazgo del futuro económico del continente.

Miguel Ángel Valero

Donald Trump fue a Asia con un objetivo claro: fortalecer alianzas estratégicas, reordenar las reglas del comercio global y reafirmar el papel de EEUU como potencia dominante en la región. En una gira que combina gestos diplomáticos, acuerdos comerciales y una narrativa de poder, el presidente de EEUU ha buscado reforzar lazos con viejos aliados como Japón y recuperar terreno frente a una China que responde con rapidez, ampliando su influencia en el Sudeste Asiático.

Su primera parada fue Malasia, donde participó en la cumbre de la ASEAN. Allí selló acuerdos con cuatro países (Malasia, Tailandia, Vietnam y Camboya) destinados a garantizar el acceso estadounidense a minerales críticos, clave para las industrias tecnológica y militar. Estos pactos también contemplan exenciones arancelarias para algunos productos regionales, en un intento de contrarrestar la creciente dependencia de China en la cadena de suministros global. Sin embargo, los documentos firmados fueron deliberadamente vagos: más gestos políticos que compromisos tangibles, en la línea del estilo negociador que Trump ha mantenido desde su primer mandato.

El contraste llegó al día siguiente, cuando Pekín respondió con su propia jugada estratégica. China anunció la expansión del Acuerdo de Libre Comercio ASEAN-China (CAFTA 3.0), un pacto que profundiza su integración económica en el bloque. El nuevo tratado incluye cláusulas para reducir barreras comerciales, impulsar la economía verde y coordinar estándares regulatorios en sectores como los vehículos eléctricos y la energía limpia. En la práctica, es una maniobra para absorber parte de la presión de los aranceles estadounidenses y abrir nuevos mercados para sus exportaciones industriales. Mientras Trump busca aislar a China mediante acuerdos bilaterales, Pekín refuerza su liderazgo regional apelando a la unidad multilateral y a la transición verde.

El segundo capítulo de la gira tuvo lugar en Tokio, donde Trump se reunió con la recién elegida primera ministra Sanae Takaichi, la primera mujer en liderar Japón. Ambos reafirmaron la alianza entre sus países, calificada por Trump como “la más fuerte del mundo”. Firmaron documentos sobre comercio y minerales estratégicos, pero nuevamente sin detalles concretos. En teoría, Japón se compromete a financiar 550.000 millones$ en proyectos estadounidenses, aunque el origen y destino de esos fondos siguen siendo difusos. El encuentro tuvo varios componentes simbólicos, pero más allá de los gestos, la nueva mandataria japonesa aprovechó la visita para anunciar un aumento del gasto en defensa hasta el 2 % del PIB antes de marzo de 2026, adelantando dos años el calendario original. Con ello busca reforzar la capacidad militar japonesa frente a las amenazas de Corea del Norte y la presión creciente de China en el Pacífico.

La visita a Japón cierra un tramo clave de una gira que culmina con un encuentro entre Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, durante la cumbre de APEC. Después de años de tensiones arancelarias, restricciones tecnológicas y políticas de “friend-shoring” que pretenden trasladar las cadenas de suministro y producción a países aliados o “amigos”, el diálogo directo entre ambos líderes marca un punto de inflexión. 

En Busán (Corea del Sur), Trump y Xi Jinping firman la pipa de la paz. Al menos, hasta el siguiente desencuentro. El esperado encuentro, descrito como "increíble" por Trump, entre los líderes de las dos principales economías del mundo concluyó con una tregua en la guerra comercial. Siguiendo el patrón del Trump 1.0, tras las hostilidades llega el entendimiento: ambas partes han cedido, conscientes de que se necesitan mutuamente para continuar su competición estratégica. 

Por un lado, EEUU se muestra más dispuesto a permitir la exportación de semiconductores de alta gama a China y, además, reduce del 20% al 10% los aranceles vinculados al fentanilo, situando la tasa total sobre China en torno al 45% (incluyendo los gravámenes ya impuestos en el Trump 1.0). Esto supondría una disminución de aproximadamente un punto en el arancel teórico promedio. 

Por su parte, China aplaza durante un año las restricciones sobre las tierras raras y se compromete a retomar las compras de soja. 

Así, Trump resuelve un problema autoinducido, generando una sensación de victoria en una batalla geopolítica que perdurará más allá de su mandato político. Y anuncia visita a China en 2026.

Trump asegura que “vamos a trabajar juntos para ver si podemos hacer algo” para que finalice la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania.

EEUU ha aceptado suspender un año más los aranceles recíprocos del 24% impuestos por Trump a China. Éstos ya se habían pausado durante 90 días en mayo tras una tregua entre los dos países, y se habían prorrogado en agosto. La pausa expiraba el 10 de noviembre, pero ahora se extiende un año adicional. Pekín se compromete igualmente a suspender un año “las medidas de represalia” adoptadas contra estos gravámenes.

Washington ha aceptado suspender durante un año la ampliación de la lista de entidades sometidas a controles de exportaciones, según el portavoz. Este cambio normativo introducido por Washington en septiembre, y que afectaba potencialmente a miles de subsidiarias de empresas chinas, había desatado la furia de Pekín: su repuesta fue aprobar poco después la batería de restricciones adicionales a las tierras raras, que despertó a su vez la ira de Washington. Ahora, las restricciones quedan en un limbo los próximos 12 meses. 

“China suspenderá durante un año la aplicación de las medidas de control de exportaciones correspondientes anunciadas el 9 de octubre, y estudiará la formulación detallada de planes específicos”, ha señalado el portavoz de Comercio. Ambas parte han acordado, además, dejar en pausa, también durante un año, las nuevas tarifas portuarias recíprocas introducidas hace un par de semanas. Y el Gobierno chino ha asegurado que se han alcanzado consensos sobre “la cooperación antidrogas en materia de fentanilo, la ampliación del comercio agrícola. y el tratamiento de casos empresariales específicos”.

También se recupera el principio de acuerdo para la venta de TikTok en EEUU, tal y como se había pactado en septiembre durante un encuentro de los negociadores comerciales chinos y estadounidenses en Madrid.

Sin embargo, los analistas no anticipan un deshielo inmediato: las posiciones siguen lejos en materia de comercio, energía y control de cadenas de suministro. Los acuerdos de Washington con la ASEAN buscan garantizar acceso a minerales y productos estratégicos, pero el CAFTA 3.0 chino podría diluir parte de su impacto, consolidando la influencia de Pekín en los sectores verdes y manufactureros. El resultado es un tablero más fragmentado, donde los países del Sudeste Asiático juegan a equilibrar fuerzas entre las dos superpotencias.

Trump parece decidido a replicar su estrategia de 2018: presión arancelaria, nacionalismo económico y diplomacia directa con los líderes más relevantes de la región, el contexto hoy es distinto. Pero China tiene un papel mucho más sólido en Asia, Japón acelera su rearme, y la ASEAN se ha convertido en el campo de batalla comercial más importante del planeta. 

La gira asiática de Trump ha servido para enviar un mensaje de poder y reafirmar alianzas, pero también ha dejado claro que la guerra comercial entra en una nueva fase. China y EEUU ya no compiten solo por aranceles o minerales: disputan el liderazgo del futuro económico del continente. 

"En el fondo, lo que está en juego no es solo el comercio entre naciones, sino el control de las rutas del crecimiento global. Cada arancel, cada acuerdo y cada gesto diplomático forman parte de una estrategia mayor: asegurar quién marca las reglas del juego en la próxima década. Los inversores lo saben, y por eso observan con tanta atención esta nueva fase del pulso entre Washington y Pekín", comenta el analista Pablo Gil en The Trader.

En juego el dominio marítimo

Por otra parte, Trump ha reactivado uno de los frentes más estratégicos de su rivalidad con Pekín: el dominio marítimo. Ya había expresado su preocupación por la influencia china en infraestructuras críticas como el Canal de Panamá (donde la compañía CK Hutchison, de Hong Kong, gestiona terminales a ambos extremos del paso por el que circula el 40% del tráfico de contenedores estadounidense). Ahora, con las tensiones comerciales de nuevo al alza, el presidente ha incluido el sector marítimo y logístico en su nueva ronda de aranceles, advirtiendo que no permitirá que “China controle los puntos de estrangulamiento del comercio mundial”. 

Para la visión de Trump, la gestión de estos puertos equivale a tener a Pekín con una mano sobre la garganta de la cadena global de suministros, lo que justificaría la necesidad de “recuperar” el control estadounidense.

Pero la preocupación va mucho más allá de Panamá. China lleva dos décadas construyendo una red de influencia marítima que abarca más de noventa puertos de aguas profundas repartidos por todos los continentes. Empresas estatales como Cosco Shipping o conglomerados como Hutchison controlan o gestionan terminales en algunos de los enclaves más estratégicos del planeta: el Pireo en Grecia, Chancay en Perú, Lekki en Nigeria o Darwin en Australia. En total, las compañías chinas están presentes en un tercio de los puertos africanos y en un 10% de la capacidad portuaria europea. Esa red no solo garantiza ventajas comerciales, sino también geopolíticas. China exporta el 15% de los bienes mundiales y necesita mantener abiertas sus rutas marítimas, pero cada nueva concesión portuaria le da algo más que seguridad logística: le da influencia. En África, América Latina y el Mediterráneo, los puertos construidos con financiación china ya han recibido buques de guerra del Ejército Popular de Liberación. Y en el Cuerno de África, el que empezó como un “puerto comercial” en Yibuti, se transformó en la primera base militar china en el extranjero.
Washington teme que ese patrón se repita. Si China controla puertos clave, puede condicionar despliegues militares, obstaculizar rutas o recabar inteligencia. Los analistas del Pentágono advierten que, en caso de conflicto por Taiwán, Pekín podría retrasar la llegada de buques estadounidenses a la región simplemente limitando operaciones en los puertos que administra. Por eso, Trump ha pedido a Panamá revocar la concesión china y ha aplaudido los intentos de Australia por recuperar el control del puerto de Darwin, alquilado a una compañía china por 99 años. Pero revertir el avance chino ya no parece posible. Pekín ha construido una red demasiado grande e integrada en el comercio global como para desmantelarla sin consecuencias económicas.

El poder de China en los mares no se mide solo en barcos o bases, sino en puertos, grúas y contratos. Xi Jinping lo entendió hace tiempo: quien controla las rutas controla el comercio, y quien controla el comercio controla el poder. Trump lo ha comprendido ahora, cuando el mapa del comercio mundial ya está, en buena medida, dibujado con tinta china", subraya Pablo Gil.

Acuerdo con Corea del Sur

Mientras tanto, EEUU y Corea del Sur han anunciado la conclusión del acuerdo comercial, que había quedado estancado desde la presentación de su borrador en julio. Como parte del pacto, los aranceles sobre las importaciones de automóviles surcoreanos se reducirán del 25% al 15%, igualando las condiciones de sus competidores japoneses, quienes ya disfrutan de ese tipo impositivo desde que cerraron su propio acuerdo en septiembre. 

Además, los productos de madera y los fármacos procedentes de Corea del Sur estarán sujetos a los aranceles más bajos entre todos los países, mientras que las piezas de aeronaves y los medicamentos genéricos quedarán completamente exentos. En el sector de los semiconductores, se garantiza que las empresas surcoreanas no estarán en desventaja frente a sus competidores taiwaneses debido a barreras comerciales.

Por su parte, Corea del Sur se ha comprometido a invertir un total de 350.000 millones$ en Estados Unidos. De ese monto, 200.000 millones se desembolsarán en efectivo mediante cuotas escalonadas, con un límite anual de 20.000 millones. Estas cuotas escalonadas permitirán que el mercado local de dólares-won permanezca estable a pesar de la salida de capitales, ya que el Banco de Corea indicó recientemente que 20.000 millones al año sería probablemente el máximo que Seúl puede aportar sin afectar el mercado de divisas. Los 150.000 millones restantes se destinarán a la cooperación en el sector naval.

30Oct

Mientras acelera con el euro digital y pide reformas estructurales a los Estados de la UE, el Banco Central Europeo no tocará tampoco los tipos en diciembre ni a principios de 2026.

Miguel Ángel Valero

Sin novedad en el frente del Banco Central Europeo (BCE). Como se esperaba,  El Consejo de Gobierno, reunido en Florencia (Italia), ha decidido mantener sin variación los tres tipos de interés oficiales: 2% en facilidad de depósito, 2,15% en las operaciones principales de financiación, 2,4% en la facilidad marginal de crédito. La inflación continúa en niveles próximos al objetivo del 2 % a medio plazo y la evaluación por el Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación prácticamente no ha variado. La economía ha seguido creciendo pese al difícil entorno internacional. El vigor del mercado de trabajo, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de los tipos de interés aprobadas por el Consejo de Gobierno continúan siendo factores que contribuyen de forma importante a la resiliencia. 

No obstante, las perspectivas son aún inciertas, debido especialmente a los actuales conflictos comerciales internacionales y a las tensiones geopolíticas. El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2 % a medio plazo y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación y de los riesgos a los que están sujetas, teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno no se compromete de antemano con ninguna senda concreta de tipos. 

El entorno internacional, un lastre

La presidenta Lagarde destaca que la economía creció un 0,2% en el tercer trimestre del año. El sector servicios continuó creciendo, impulsado por la solidez del turismo y, especialmente, por un repunte de los servicios digitales. Muchas empresas han acelerado sus esfuerzos por modernizar sus infraestructuras informáticas e integrar la inteligencia artificial en sus operaciones. 

Al mismo tiempo, las manufacturas se han visto frenadas por las subidas arancelarias, por la incertidumbre todavía elevada y por el fortalecimiento del euro. La divergencia entre la demanda interna y externa probablemente persistirá a corto plazo. La economía debería beneficiarse de un aumento del gasto en consumo a medida que suben los salarios reales. El desempleo, que se situó en el 6,3% en septiembre, se mantiene próximo a su mínimo histórico, pese al enfriamiento de la demanda de mano de obra. Los hogares continúan ahorrando una proporción inusualmente elevada de sus ingresos, lo que debería darles mayor margen para gastar más en el futuro. El considerable gasto público en infraestructuras y defensa, junto con nuestros anteriores recortes de los tipos de interés, deberían respaldar la inversión. 

En cambio, es probable que el entorno internacional siga siendo un lastre. Las exportaciones de bienes descendieron entre marzo y agosto, lo que revirtió el anterior adelanto de los intercambios comerciales en previsión de las recientes subidas arancelarias. Los últimos pedidos exteriores de manufacturas apuntan a nuevos descensos. "El impacto completo de las subidas arancelarias en las exportaciones de la zona del euro y en la inversión en manufacturas solo será visible con el tiempo", avisa la presidenta del BCE. 

Reformas estructurales

Por eso, el Consejo de Gobierno destaca la necesidad urgente de fortalecer la zona del euro y su economía en el entorno geopolítico actual y celebramos que los líderes de la UE hayan reafirmado esa ambición en la Cumbre del Euro de la semana pasada. Las políticas fiscales y estructurales deberían impulsar la productividad, la competitividad y la resiliencia. Es esencial implementar con rapidez el plan de acción para la competitividad presentado por la Comisión Europea. Los Gobiernos deberían priorizar reformas estructurales e inversiones estratégicas que promuevan el crecimiento, asegurando al mismo tiempo la sostenibilidad de las finanzas públicas. 

También es fundamental promover una mayor integración de los mercados de capitales, completando para ello la unión de ahorros e inversiones y la unión bancaria con un calendario ambicioso, y adoptar rápidamente el reglamento relativo a la instauración de un euro digital. 

Euro digital

En este sentido, el BCE ha decidido pasar a la siguiente fase del proyecto del euro digital. Esta decisión se ha adoptado tras la conclusión satisfactoria de la fase de preparación, iniciada por el Eurosistema en noviembre de 2023, que sentó las bases para la emisión de un euro digital. 

La decisión del Consejo de Gobierno se alinea con la solicitud de los líderes europeos de acelerar el progreso hacia el euro digital, como se afirmó en la Cumbre del Euro de octubre de 2025. 

Un euro digital preservará la libertad de elección y la privacidad de los europeos y protegerá la soberanía monetaria y la seguridad económica de Europa. También promoverá la innovación en los pagos y contribuirá a que los pagos europeos sean competitivos, resilientes e inclusivos. El Eurosistema llevará a cabo sus preparativos con flexibilidad, atendiendo los llamamientos de los líderes de la zona del euro para que esté listo cuanto antes para la posible emisión del euro digital.

Un ejercicio piloto y operaciones iniciales podrían realizarse desde mediados de 2027. El Eurosistema en su conjunto debería estar preparado para una posible primera emisión del euro digital en 2029.

"El euro, nuestra moneda común, es un símbolo de la confianza en la unidad europea", proclama Christine Lagarde. 

The Trader: fase de transición para Europa

El analista Pablo Gil destaca en The Trader que la actividad privada en la Eurozona ha alcanzado su nivel más alto desde mediados de 2024, impulsada por la mejora en Alemania. Sin embargo, la fragilidad del sector manufacturero y la caída de la confianza del consumidor siguen siendo obstáculos para una recuperación sólida. Mientras tanto, el mayor riesgo a corto plazo se encuentra en Francia, que intenta contener su déficit y su crisis política interna, y en el retraso del estímulo fiscal alemán, que aún tardará en tener efectos visibles sobre la actividad. En el frente de los precios, la tendencia apunta a una estabilización, con algunos temores de que la inflación termine situándose por debajo del objetivo del 2% en los próximos años. Si eso ocurre, el BCE podría verse obligado a reconsiderar su política actual y plantearse nuevas bajadas de tipos. 

Europa encara así una fase de transición: con la inflación controlada, pero con un crecimiento muy débil, y con un entorno global marcado por el proteccionismo y la incertidumbre política. Los próximos datos marcarán si la región consigue resistir el impacto de los aranceles y mantener la estabilidad, o si el enfriamiento económico amenaza con convertirse en una nueva recesión económica.

HelpMyCash: El Euribor se estabilizará en el 2,1-2,2%

El Euribor a un año, que es el índice usado para calcular elinterés de las hipotecas a tipo variable, cerrará octubre con un valor medio de alrededor del 2,187% y registrará su tercer incremento consecutivo. De este modo, se confirma el fin de la tendencia a la baja que esta referencia había mantenido entre finales de 2023 y mediados de 2025. Según el analista hipotecario del comparador financiero, Miquel Riera, “las cuotas subirán un poco para aquellas personas cuyo interés se revise de manera semestral”. Esto no ocurría desde noviembre de 2023.

Como el Euribor de octubre de 2025 será superior al registrado hace un semestre (2,143%), el interés de los préstamos que se actualicen semestralmente con este valor se incrementará, lo que encarecerá el importe de las cuotas mensuales Una persona que tiene una hipoteca variable media de 150.000€ con un plazo de devolución de 25 años y un interés de Euribor más 1%, si se revisa semestralmente con el valor de octubre del índice de referencia, sus cuotas subirán de los 722,5€ a el próximo semestre.

En cambio, en las hipotecas que se revisan anualmente, como el Euribor de hace un año fue superior (2,691%), sus cuotas bajarán de los 766 a los 726€ , así que se ahorrará unos 40 al mes, que son unos 480 al año

El cambio de tendencia del Euribor no es casual. Según el analista de HelpMyCash, Miquel Riera, "cuando la previsión es que el BCE baje sus tipos, el Euribor desciende en los meses posteriores al recorte, que es lo que ha ido ocurriendo entre finales de 2023 y mediados de 2025”. Pero los pronósticos han cambiado: con la inflación de la Eurozona bajo control, alrededor del 2%, el consenso actual del mercado es que el BCE no volverá a tocar sus intereses en lo que queda de año. En consecuencia, la previsión del comparador HelpMyCash es que el Euríbor, tras su última corrección al alza para adaptarse a las nuevas circunstancias, tenderá a estabilizarse y acabará el año con un valor de entre el 2,1% y el 2,2%. 

Para los hipotecados a tipo variable que tengan su revisión próximamente, eso supondrá ligeros incrementos de cuota si su interés se actualiza semestralmente y rebajas de mensualidad si su tipo se revisa una vez al año.

Si el hipotecado prefiere pagar una cuota estable, tiene la opción de convertir su interés en fijo mediante un pacto con su propio banco (novación), el traslado a otra entidad (subrogación de acreedor) o la contratación de un préstamo hipotecario nuevo para cancelar el suyo. El proceso es parecido al de contratar una hipoteca nueva, pero sin tener que preocuparse por el vencimiento de un potencial contrato de arras: se puede hablar con varios bancos directamente o dejarlo todo en manos de un bróker para que se encargue de las negociaciones. El coste de pasar una hipoteca variable a fija suele ser de unos pocos cientos de euros.

Desde HelpMyCash afirman que éste puede ser un buen momento para llevar a cabo este cambio, dado que varios bancos ofrecen intereses fijos de alrededor del 2%. Eso sí, cuanto antes se produzca la conversión, mejor, dado que algunas entidades han empezado a subir sus tipos y es muy probable que otras tantas sigan el mismo ejemplo en los próximos meses. 

Ebury: el BCE no tocará tipos en diciembre

El Euribor a 12 meses está encaminado a cerrar un nuevo mes al alza, con una media provisional del 2,187% a fecha de 29 de octubre, frente al 2,172% registrado el mes anterior. Se trataría del tercer mes consecutivo de subidas intermensuales. Esta subida se produce en un mes en el que la inflación general ha repuntado al 2,2% y la subyacente al 2,4%, lo cual debería respaldar aún más el final de ciclo del BCE. A pesar de dichos repuntes, el BCE parece confiar en que la inflación se mantendrá en torno al nivel objetivo en el medio plazo, tal y como ha dado a entender en sus últimas reuniones. 

En este sentido, la disminución de las presiones salariales en la Eurozona y el fortalecimiento del euro deberían ejercer una presión bajista sobre la inflación y asegurar que permanezca contenida.

Por otro lado, el índice PMI de actividad empresarial de la Eurozona ha repuntado este mes a su nivel más alto desde mayo de 2024, alcanzando el nivel de 52.2. "Hemos continuado observando la creciente divergencia entre el rendimiento económico alemán y el francés. Mientras que en Alemania podríamos estar observando los primeros brotes verdes irrigados por la mayor inversión en infraestructura y defensa, en Francia, la incertidumbre política continúa lastrando la actividad económica y paralizando la toma de decisiones de los agentes económicos", señala Diego Barnuevo, analista de Ebury.

"Creemos, al igual que el consenso del mercado" que el BCE mantendrá los tipos también en la reunión de diciembre. En cuanto a la senda de tipos en 2026, el mercado de swaps está descontando un recorte con una probabilidad de en torno el 50%. "Cualquier debate al respecto resulta prematuro, por lo tanto, en los próximos meses podremos esperar un Euribor a 12 meses en torno a los niveles actuales de 2,1%-2,2%", concluye.

Goldman Sachs: la posibilidad de un recorte está subvalorada

Simon Dangoor, responsable de Fixed Income Macro strategies de Goldman Sachs Asset Management: "Creemos que la posibilidad de un recorte en diciembre o en la primera mitad de 2026 está subvalorada, aunque nuestra hipótesis base sigue siendo que el BCE mantendrá los tipos sin cambios en el futuro inmediato. Las lecturas de datos siguen siendo mixtas, mientras que la posible lentitud en la implementación de la expansión fiscal de Alemania podría reducir las perspectivas de crecimiento y moderar a algunos de los halcones del comité. La reunión de diciembre trae consigo las proyecciones económicas para 2028; si muestran que la inflación se sitúa por debajo del objetivo durante tres años consecutivos, los 'palomas' presionarán para que se produzca un recorte cuanto antes".

Creand: "el BCE está muy cómodo"

Los tipos se quedan en el 2%. "El BCE está muy cómodo con el nivel de tipos que hay en este momento. Por muchas preguntas que le hicieran a Lagarde en la rueda de prensa, el crecimiento económico y el nivel de inflación actual no le inquietan. Debe de haber sido la reunión más cómoda que se recuerda en mucho tiempo. El BCE vive tranquilo en el escenario “Goldilocks”, con la inflación totalmente controlada. Económicamente, la debilidad transitoria derivada de los aranceles estadounidenses se verá compensada por el estímulo fiscal alemán. De hecho, Lagarde reconoce que se han mitigado ciertos riesgos a la baja para el crecimiento y hace mención al acuerdo que hubo en verano entre EU y Estados Unidos en materia arancelaria", comenta Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management.

La apreciación del dólar frente al euro es el movimiento más destacable de los activos financieros, después de la reunión del BCE, pero tampoco es un movimiento muy destacable, ya que se esperaba que esta reunión fuese de puro trámite.

DWS: "Todo sigue igual"

Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, tras la reunión del BCE: Todo sigue igual. En la reunión de hoy, el BCE mantuvo sin cambios el tipo de depósito en el 2%. El banco central sigue siendo dependiente de los datos, y las decisiones se toman reunión a reunión, sin ningún compromiso previo con una senda concreta de política monetaria. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró que el BCE “está en una buena posición”. En conjunto, da la impresión de que el BCE se siente cómodo con el nivel actual de los tipos de interés.

Por un lado, los riesgos para el crecimiento económico se han reducido, por ejemplo, gracias al acuerdo alcanzado hoy en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Lagarde también destacó la resiliencia de la economía europea. A pesar de los vientos en contra en materia de política comercial, el PIB creció un 0,2% en el tercer trimestre de 2025 con respecto al trimestre anterior.

Por otro lado, la transmisión de la política monetaria está siendo eficaz. En cuanto a los riesgos inflacionistas, Lagarde subrayó la posibilidad de tensiones en el suministro debido a la escasez de tierras 'raras', lo que podría provocar un repunte de la tasa de inflación. En general, la declaración sugiere que el umbral para posibles recortes de tipos ha vuelto a aumentar.

30Oct

En renta fija, prefiere deuda corporativa, que se beneficia de la solidez de los balances empresariales y de unos márgenes todavía firmes.

El estratega jefe macroeconómico de Inversis, Ignacio Muñoz-Alonso, señala que, mientras la economía estadounidense empieza a mostrar síntomas de fatiga tras un prolongado ciclo expansivo, Europa gana tracción apoyada en políticas fiscales coordinadas, un entorno monetario más estable y una base empresarial con balances sólidos.

El año llega a su fin con un comportamiento excepcional en prácticamente todos los mercados. El oro registra un incremento del 52%, mientras el EuroStoxx y el S&P 500 avanzan un 18% y un 16% respectivamente, en un ejercicio marcado por el optimismo inversor y la moderación de la inflación.

La Eurozona avanza gracias a un entorno financiero más favorable y políticas fiscales y monetarias complacientes que apoyan la recuperación del consumo privado. El Banco Central Europeo mantiene la facilidad de depósito en el 2%, lo que comienza a favorecer tanto la inversión como el consumo, aunque su efecto pleno se materializará a lo largo de 2026. Las previsiones del BCE sitúan el crecimiento del PIB de la Eurozona en el 1,2% para el conjunto del año, una o dos décimas por encima de las estimaciones de comienzos de 2025. Esta cifra coincide con la revisión al alza publicada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que confirma la mejora de la actividad europea a pesar del impacto de los aranceles.

Según Inversis, el impacto de esas medidas comerciales ha resultado finalmente limitado, gracias al acuerdo alcanzado en julio que moderó su efecto sobre las exportaciones europeas. Esta menor presión ha permitido una moderación de las malas perspectivas de la primavera, reforzando la confianza empresarial en la región.
El crédito empresarial continúa mostrando fortaleza. Las empresas europeas mantienen niveles de deuda bajos y márgenes sólidos, lo que mejora su solvencia y facilita la inversión. Los indicadores de confianza y los PMI manufactureros también confirman una tendencia positiva, con empresas y hogares que vuelven a percibir un entorno más estable tras dos años de incertidumbre.

El programa fiscal puesto anunciado por Alemania en marzo ha devuelto la confianza empresarial y sienta las bases para un crecimiento del 1,5% en 2026, tras un 2025 que cerrará por fin en positivo con un avance modesto del 0,2%. El aumento del gasto público, la inversión y las exportaciones serán los pilares de esta recuperación, que se espera contagie al resto de la Unión.

Además, el compromiso de los países europeos de destinar el 5% de su PIB a defensa y seguridad se perfila como un nuevo motor estructural para la economía del continente. Esta medida podría sumar entre 0,9 y 2,3 puntos de crecimiento adicional hasta 2030.

En EEUU, los indicadores apuntan a un enfriamiento progresivo a pesar del buen dato de crecimiento del segundo trimestre. Aunque el empleo se mantiene firme, comienzan a observarse tensiones en el mercado laboral, con subidas salariales que presionan los costes y un efecto creciente de sustitución de mano de obra por tecnologías de automatización e inteligencia artificial. Este cambio estructural empieza a moderar la demanda interna en algunos sectores.

La Reserva Federal se encamina hacia nuevas bajadas de tipos. El mercado anticipa otra reducción de 25 puntos básicos (pb) en diciembre, que situarían los tipos oficiales entre el 3,5% y el 3,75% a final de año. Aunque el empleo continúa mostrando solidez, el aumento de los salarios mantiene presiones sobre la inflación en servicios, lo que limita el margen de la Fed para recortar tipos con mayor rapidez.

El contraste con Europa también se refleja en los mercados de deuda: mientras las rentabilidades repuntan en la zona euro por un aumento de la oferta y las dudas fiscales, en EE.UU. descienden ante la expectativa de un ciclo monetario expansivo.

Preferencia por calidad y crédito corporativo

A partir de este diagnóstico macroeconómico, Inversis ha definido su estrategia de inversión para el último trimestre del año. La entidad mantiene una posición equilibrada en renta fija, con un peso destacado para la deuda corporativa, que se beneficia de la solidez de los balances empresariales y de unos márgenes todavía firmes. La exposición a deuda soberana se mantiene reducida ante la volatilidad fiscal en algunos países.

En high yield, la entidad eleva su peso al 5%, centrada en emisores europeos, y aumenta en cinco puntos la exposición a crédito investment grade en mercados emergentes, en busca de diversificación y rentabilidad adicional.

En renta variable, la entidad reduce su exposición global, especialmente en EEUU, tras un año de subidas generalizadas. Inversis mantiene su apuesta por Europa y Japón, con preferencia por compañías de calidad y sectores defensivos.

30Oct

Pese a la división dentro de la Reserva Federal, finalmente pondrá fin a su proceso de reducción de balance a partir del 1 de diciembre.

Miguel Ángel Valero

La división existente en la Reserva Federal tras los asaltos de Trump, como publicó Dinero Seguro, provoca que su presidente, Jerome Powell, extreme la cautela y avise que la la bajada de tipos que prácticamente todo el mundo espera para diciembre no está garantizada. Además, la escasez de datos por el cierre de la Administración en EEUU (camino de su segundo mes) incrementa la incertidumbre sobre la evolución del empleo, que preocupa más que la inflación.

Pese a esa división dentro de la Fed, finalmente pondrá fin a su proceso de reducción de balance a partir del 1 de diciembre. Hasta ahora, se permitía el vencimiento de 40.000 millones$ mensuales —35.000 millones en MBS (bonos hipotecarios) y 5.000 millones en bonos del Tesoro—. En el nuevo esquema, todo lo que vence se renueva, aunque se mantiene el proceso de salida de los bonos hipotecarios. Para ello, se seguirán dejando vencer 35.000 millones de dólares en MBS, pero los fondos de las renovaciones se canalizarán hacia bonos del Tesoro. Por tanto, a partir de diciembre, el principal banco central del mundo adoptará una política neutral en cuanto a balance, algo que no ocurría desde finales de 2017.

Ebury: "la trayectoria ya no es tan previsible"

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, explica que “los mercados acudieron a la reunión de la Fed esperando un discurso repetitivo y relativamente dovish, pero un par de sorpresas hawkish tomaron por sorpresa a los inversores. En primer lugar, llamó la atención el voto particular del presidente de la Fed de Kansas, Schmid, que se pronunció a favor de mantener los tipos intactos, lo que puso de relieve la considerable discrepancia que existe entre los miembros del comité, algo que posteriormente subrayó Powell". 

En un contexto en el que la economía envía señales contradictorias, los datos son escasos y el entorno es incierto, la unanimidad en las votaciones del comité parece ser cosa del pasado.

El recorte de 25 puntos básicos (pb) de la Fed en diciembre se daba por hecho. Sin embargo, el comentario que realizó el presidente Powell de que no nada garantiza que se produzca otra bajada en diciembre causó un gran revuelo y provocó que el EUR/USD cayera por debajo de la cota de 1,16. Aunque los mercados siguen inclinándose por otro recorte antes de que acabe el año, ahora ya no parece tan evidente que se vaya a producir. La trayectoria de los tipos de interés ya no parece tan predecible como antes de la reunión. 

"Seguimos apostando firmemente por un recorte en diciembre, a menos que los datos que se publiquen en el ínterin aconsejen lo contrario, suponiendo que para entonces dispongamos de algunos”, señala.

Fidelity: recorte adicional antes de fin de año

Max Stainton, Estratega Senior de Macroeconomía Global en Fidelity International:  la Fed  ha recortado tipos en 25 pb, como se esperaba, situando el rango objetivo de los fondos federales en el 3,75%-4%. El comunicado que acompaña la decisión reitera la preocupación por la evolución del mercado laboral, señalando que “los riesgos para el empleo han aumentado en los últimos meses”, mientras que mantiene un lenguaje más moderado respecto a la inflación, calificándola únicamente como “ligeramente elevada”. 

Esta orientación acomodaticia (o dovish) se ha visto reforzada por el anuncio de un fin anticipado del endurecimiento cuantitativo (Quantitative Tightening o QT, en inglés), que ahora está previsto para el 1 de diciembre. Aunque la mayoría de los analistas esperaban este anuncio en la reunión del FOMC de diciembre, las recientes tensiones en los mercados de financiación parecen haber inquietado al Comité ante la posibilidad de una mayor volatilidad en los tipos de interés, provocada por una ligera escasez de reservas. 

En conjunto, esto sigue evidenciando el giro de la Fed hacia una mayor atención a la evolución del empleo. Sin embargo, en la rueda de prensa, el presidente Jerome Powell ha matizado parte de este mensaje dovish, afirmando que un recorte de tipos en diciembre está “lejos de ser una conclusión inevitable”, lo que ha sacudido a los mercados, que ya descontaban plenamente una nueva bajada. Powell también ha destacado las dos disensiones en la decisión —en ambos sentidos— como prueba de que el Comité “no sigue un rumbo preestablecido”. 

Ha reforzado este tono más agresivo (o hawkish) al sugerir que la incertidumbre de los datos, derivada del cierre parcial del gobierno, podría justificar ser cautelosos respecto a un recorte en diciembre. 

De cara al futuro, a pesar de la insistencia de Powell en que la falta de datos podría traducirse en prudencia ante nuevos recortes, "esperamos que esta escasez de información se traduzca en una postura más dovish. La menor disponibilidad de datos no solo oculta los efectos de los despidos previos realizados por el DOGE, sino que también empezará a generar impactos negativos en el crecimiento a medida que se prolongue. Por ello, prevemos un recorte adicional antes de fin de año, en línea con esta dinámica y con la preferencia revelada por una postura más acomodaticia, evidenciada en el fin anticipado del QT".

Goldman Sachs: el fin del QT no dice mucho sobre la trayectoria de los tipos

Alexandra Wilson-Elizondo, Global Co-CIO de Multi-Asset Solutions en Goldman Sachs Asset Management:"Powell ha hecho énfasis en la dependencia de los datos en 12 discursos únicos en 2025. Poner la política en piloto automático, siguiendo la trayectoria marcada por el “dot plot” (gráfico de proyecciones), a menos que nuevos datos fiables cambien el panorama. Una única publicación de inflación moderada, unas expectativas bien ancladas y señales anecdóticas de enfriamiento respaldan una postura cautelosa hacia la bajada de tipos. Si las condiciones se mantienen, es probable otro recorte de 25 pb en la reunión de diciembre. El fin del ajuste cuantitativo afecta principalmente a la estructura de reservas y al funcionamiento del mercado monetario, y no dice mucho sobre la trayectoria futura de los tipos de interés oficiales. El rango objetivo de los fondos federales sigue siendo la herramienta principal para ajustar las condiciones financieras".

Creand: Powell reafirma la independencia de la Fed

David Macià Pérez, Director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra: la Fed rebajó los tipos de interés en un cuarto de punto, a la vez que anunció el fin del Quantitative Tightening (QT). Nada de lo anterior tuvo mucho impacto en los mercados, ya que era exactamente lo que se anticipaba que iba a pasar. Dos votos disidentes, uno que pensaba que el recorte de tipos no era oportuno, y el de Stephen Miran, que hubiera querido una bajada de medio punto. Tampoco lo anterior tiene mayor importancia, sobre todo el de este último, porque compagina cargo con otro en la Casa Blanca.

Lo único que sí tuvo incidencia en los mercados fue cuando Powell señaló en la rueda de prensa que el recorte que los inversores dan sentado para la reunión de diciembre no era para nada algo seguro. Tal vez fuera por la falta de visibilidad, ante la ausencia de datos macro – el gobierno americano sigue cerrado y la mayoría no se calculan. O por tratar de reafirmar la independencia del organismo, ante las presiones de Trump. Es buena noticia que los candidatos a sustituir a Powell, al que le queden 6 meses en el cargo, no se alineasen con Miran.

DWS: las expectativas de recortes son demasiado optimistas

Christian Scherrmann, Economista jefe de DWS para EEUU: como se esperaba, la Fed redujo las tasas de interés en 25 pb en la reunión de octubre del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). También se decidió detener la reducción de sus tenencias de valores en diciembre, para equilibrar mejor su cartera. La única sorpresa fue que hubo dos disidentes, en lugar de uno. Se esperaba que Stephen Miran votara a favor de un recorte de 50 pb. Sin embargo, Jeffrey Schmid adoptó una postura agresiva y votó en contra de cualquier cambio. Esto refuerza la idea de que los banqueros centrales están cada vez menos de acuerdo sobre cómo debería evolucionar la política monetaria. Esta idea ya estaba implícita en el gráfico de puntos casi dividido y en los diversos comentarios de la Fed, pero la disidencia agresiva le da más peso.

Esa erosión continua del consenso entre los miembros del FOMC probablemente se deba, en buena parte, al cierre del gobierno, que limita la disponibilidad de datos económicos, especialmente los relacionados con la inflación. La declaración refleja esto, ya que la mayoría de las referencias a datos son retrospectivas. 

"Si bien estamos de acuerdo en que los datos disponibles respaldan la opinión de que los mercados laborales y la inflación no han mejorado repentinamente, de acuerdo con el doble mandato de la Reserva Federal, el riesgo de sorpresas en ambos frentes ya ha aumentado. Además, basándose en un ligero cambio en el lenguaje, la Reserva Federal probablemente espera un crecimiento ligeramente mayor, lo que podría impactar positivamente en el empleo. Sin embargo, esto es difícil de conciliar con el impacto negativo que probablemente tendrá el cierre del gobierno sobre el crecimiento y la contratación en el corto plazo", apunta este experto.

Durante la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Powell, reconoció las diferentes opiniones entre los miembros del FOMC. Mencionó que ha habido intensas discusiones sobre cómo proceder en diciembre y agregó que no se ha tomado una decisión, "ni mucho menos". Una vez más, el recorte se enmarcó como una decisión de gestión de riesgos, dado que pueden ser más profundos los asociados a los mercados laborales frente a los de la inflación, lo que podría cambiar de cara al futuro. Esto es un claro recordatorio a los mercados de que la Reserva Federal no sigue un rumbo preestablecido.

"En general, el resultado está en línea con nuestras expectativas. Mantenemos nuestro pronóstico de una Reserva Federal que recortará las tasas a un nivel neutral, alrededor del 3%, dentro de los próximos doce meses. Sin embargo, el momento de los recortes sigue siendo incierto y las expectativas de recortes consecutivos de las tasas por parte de la Fed probablemente sean demasiado optimistas, dadas las incertidumbres prevalecientes", concluye.
  


 
29Oct

Stephen Miran, del Consejo de Asesores del presidente de EEUU, votó a favor de una reducción de 50 pb. En cambio, el presidente de la Reserva Federal de Kansas, Jeffrey R. Schmid, ha votado para mantener el precio oficial del dinero en su nivel actual. La Reserva Federal optó por un descenso de 25 pb, como en septiembre.

Miguel Ángel Valero

El miedo a la ralentización de la economía y del mercado laboral (más que al repunte de la inflación pesa más que el apagón estadístico provocado por casi dos meses de cierre de la Administración. Como se esperaba y publicó Dinero Seguro, la Reserva Federal ha bajado los tipos 25 puntos básicos (pb), hasta un rango de entre el 3,75% y el 4%. Es el segundo recorte consecutivo, tras el realizado en septiembre.

La Fed trata de evitar la temida estanflación, la peligrosa combinación de bajo crecimiento y alta inflación, porque deteriora la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, lo que perjudica al consumo, y la inversión de las empresas.

La noticia no está tanto en el descenso de los tipos, más que descontado, como en la división existente en la Fed por las maniobras de Donald Trump. Stephen Miran, del Consejo de Asesores del presidente de EEUU, votó a favor de una reducción de 50 pb. En cambio, el presidente de la Reserva Federal de Kansas, Jeffrey R. Schmid, ha votado para mantener el precio oficial del dinero en su nivel actual.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dejado la puerta abierta a que la Fed se tome un respiro en la próxima reunión de diciembre antes de decidir si vuelve a tocar los tipos de interés. Y reconoce la división dentro de la Fed: “En los debates del Comité durante esta reunión, hubo opiniones muy divergentes sobre cómo proceder en diciembre. Una nueva reducción de la tasa de política monetaria en la reunión de diciembre no es una conclusión inevitable. Ni mucho menos. Aún no hemos tomado una decisión sobre diciembre. Siempre digo que no tomamos decisiones por adelantado, pero en este caso quiero añadir que no se trata de una conclusión inevitable. De hecho, está lejos de serlo”.

Durante mucho tiempo, el riesgo para ambos objetivos (inflación y empleo) fue claramente para una mayor inflación. Pero eso ha cambiado. Como vimos, sobre todo después de la reunión de julio, observamos revisiones a la baja en la creación de empleo y un panorama muy diferente del mercado laboral, lo que sugería mayores riesgos para el empleo de lo que habíamos previsto. Esto indicaba que la política monetaria, que habíamos mantenido en un nivel ligeramente restrictiva, debía evolucionar hacia una posición neutral. Si ambos objetivos están igualmente en riesgo, lo ideal sería mantener una posición neutral, porque uno exige un aumento y el otro una reducción. Por lo tanto, si se restablece el equilibrio, lo lógico sería mantener una posición neutral”, argumenta Powell.

Esta división se refleja también en la fecha para poner fin al programa de reducción del balance de la Fed tras las compras de bonos del Tesoro y de títulos respaldados por hipotecas para responder a la pandemia, fundamentalmente. Desde 2022, el balance de la Fed ha adelgazado de 9 billones$ a 6,6 billones, el 22% del PIB. Powell había lanzado mensajes de que planeaba adelantar el fin de este programa al primer trimestre de 2026, pero la decisión se retrasa hasta la reunión de diciembre.

El mercado anticipa una nueva bajada de tipos en la reunión de diciembre y entre dos y tres recortes adicionales para el próximo año. Los expertos de Banca March creen que la Fed mantendrá un enfoque prudente, con únicamente dos bajadas más en 2026, lo que situaría los tipos oficiales cerca de su nivel neutral, en la banda del 3,25% - 3%.

Actualmente, la reducción de balance de la Fed se realiza a un ritmo de 40.000 millones$ mensuales: hasta 35.000 millones en MBS –bonos hipotecarios– y 5.000 millones en bonos del Tesoro que se dejan vencer sin renovación. 

Para Banca March, "la finalización de la reducción de balance representa una noticia positiva para los mercados, ya que el cese del drenaje de liquidez favorece a los activos de riesgo. Tras 17 años de políticas activas por parte de la Reserva Federal, si las condiciones se mantienen y se detiene la reducción del balance, podríamos anticipar un 2026 marcado por la plena normalidad en materia de política monetaria —neutralidad tanto en tipos como en balance—, lo que permitiría al principal banco central del mundo contar con margen de maniobra para intervenir en caso de que la estabilidad financiera se vea comprometida".