Incrementar la altura de las viviendas actualmente construidas impulsaría la oferta a corto plazo, ya que prácticamente en dos años podrían disponerse de nuevas unidades, sin tener que pasar por el farragoso proceso de calificación de suelo e inicio de la promoción, que en la mayor parte de los casos tarda una década.
La subida de los costes de financiación perjudican a los bonos europeos de empresas industriales, según la gestora luxemburguesa. Para la norteamericana, la deuda global de alto rendimiento sigue siendo un pilar fundamental para las carteras equilibradas que buscan obtener ingresos y diversificación.